PEDO SAGA, Parte 1
Una sección donde publicaré un relato diferente cada vez. .
1.
—¿Cuánto falta para la película? —Preguntó Chris, mientras veía su reloj.
—No te desesperes. —Contestó Jules—. Empezará pronto.
—Te dije que no debíamos llegar tan temprano. Ahora estamos aquí atorados como unos idiotas.
—Eso es lo que te ganas por tardarte tanto en traerme. —respondió, y le dedicó una sonrisa.
Era su primera salida es más de tres semanas. Llevaban ya un año de relación. Chris la había conocido en una fiesta de un amigo, y al mes, ya se encontraban saliendo.
Jules era hermosa. Probablemente la mujer más linda de toda la ciudad, y Chris realmente la quería, aunque a veces fuera algo exasperante.
Chris tenía 32 años, Jules 29.
—Quiero unas palomitas, ¿me las traes, amor?
—Claro.
Chris trabajaba en el gimnasio de la ciudad. Era instructor de entrenamiento tanto para novatos como para atletas. No ganaba mucho, pero tenía para tener una vida decente. A pesar de las desventajas, dicha profesión traía consigo una ventaja; Chris tenía buen cuerpo. Parecía un modelo, y ser guapo, de ojos azules y rubio, solo ayudaba al hecho de ser un verdadero Adonis.
Era la primera vez que salía con su novia en más de tres semanas, debido a que ambos habían estado ocupados con sus trabajos.
Eso significaba una cosa: Chris no había tenido relaciones en tres semanas.
—Toma. —Dijo, y le dió sus palomitas.
—Gracias, bebé. Eres tan dulces. —Y lo besó.
Chris había elegido una película con poca gente, y había elegido asientos bastante alejados de los demás espectadores. Tenía una misión; hacerlo con su novia en la oscuridad del cine.
La sola idea de hacer aquello estaba comenzando a ponerlo duro.
—Ya quiero que inicie la película. —Dijo.
Chris no sabía en ese momento que cumpliría su deseo, pero no con su novia.
2.
Las luces se apagaron. Solo había unas seis o siete personas además de Chris o Jules. La pantalla comenzó a pasar los trailers de otras producciones, y Jules recargó su asiento.
—Hay pocas personas. —Dijo Chris, mientras pasaba su brazo por atrás del asiento de su novia.
—Bueno, no es una película muy popular. Y además, ya pasaron varias semanas que está en cartelera. Supongo que era de esperarse.
Los trailers siguieron pasando, y finalmente comenzaron los créditos iniciales de la película.
—Por fin. —Suspiró Jules.
Chris tomó las palomitas que habían comprado, metió los dedos por debajo del empaque para hacer una abertura, y las puso sobre su entrepierna. Con la otra mano, se bajó el cierre, y buscó su erección, la cual ya estaba medio dura, y la metió por sobre el agujero del cartón.
Su pene comenzó a hacerse paso entre las palomitas, las cuales comenzaron a embarrar de mantequilla su erección.
Había visto esto en una película porno have unas semanas, donde el actor metía su pene en las palomitas, y su novia comenzaba a masturbarlo a través del cartón.
En cuanto Chris vió aquella película, sabía que quería intentarlo con Jules.
La erección ya atravesaba la mayoría del cartón, y esta actuaba como una especie de soporte que lograba mantener las palomitas de pie sin necesidad de que Chris usará sus manos.
—Hey, bebé. —preguntó Chris, con un tono pícaro—. ¿Quieres palomitas?
—Oh, cierto. —Y Jules estiró su mano hacia las palomitas para tomar algunas.
Y entonces, mientras cerraba los dedos para agarrar algunas, sus dedos se toparon con algo más.
—¿Ah…? —preguntó, y volteó a ver lo que sus manos estaban tocando.
—¿Qué dices? —preguntó Chris, con una mirada provocadora—. ¿Nos divertímos aquí?
—Chris… ¿Es en serio? —preguntó Jules, con un tono de voz que mostraba decepción, e incluso de hartazgo—. ¿Aquí?
—Sí… —respondió—. ¿No te parece excitante?
—¿Excitante? —preguntó, y retiró su mano de inmediato—. ¿En serio te parece esto «excitante»? ¿Estás loco? ¿En un lugar como este? ¿Y si nos ven?
—Es por eso que es tan excitante. —respondió Chris—. Vamos, amor… Solo una paja. Llevamos tiempo sin hacerlo.
—Pero Chris… no aquí… ¿Estás loco?
—Amor…
—Madura, maldita sea.
Las otras personas, que estaban hasta las filas de adelante, comenzaron a decirles que se callaran. Jules se disculpó, y se sintió avergonzada.
—¿Ves lo que provocas? —preguntó susurrando, estaba enojada.
—Yo… lo siento, amor. —respondió Chris. El ambiente había cambiado de tal manera que su erección se puso flácida—. No quería molestarte.
—Quíta tu «cosa» de mis palomitas. Esto no es una maldita porno. Madura, Chris.
Chris hizo aquello, se guardó su miembro y cerró su bragueta.
—Lo siento, amor.
—Ya olvídalo. Solo veamos la película. Y nunca vuelvas a hacer algo así, ¿quieres humillarme?
Chris se sintió como un niño regañado. Se sentó de manera adecuada, y dejó las palomitas a un lado.
Jules estaba molesta, y Chris podía sentirlo. Nunca pensó que esto se hubiera vuelto así, realmente pensaba que a Jules le iba a gustar… pero no fue así.
—Voy al baño, amor. Ahora vuelvo. —Y la besó en la mejilla.
—¿Al baño?
—Voy a… limpiarme la mantequilla del pantalón.
—Sí…, bueno. No te tardes tanto.
—¿Estás molesta?
—Solo no vuelvas a hacer una tontería así.
—Bien.
Y se alejó.
Salió de la sala de cines, buscó el baño, y se dirigió a él.
Estaba apenado, y la excitación se le había pasado por completo. Llegó al baño y entró.
El baño era grande. Consistía en dos filas de cubículos pegados a ambos extremos de la habitación, y que se extendían hasta el final.
Aunque lo más sorprendente, es que estaba completamente vacío.
Chris de inmediato pensó que debía ser porque todo mundo debía estar en sus respectivas funciones, y la mayoría entraría al baño entre funciones.
Se acercó a la parte donde estaban los lavabos de manos, y tomó una toalla de papel. Se limpió la mantequilla del pantalón, o al menos lo que pudo, y luego arrojó el papel a la basura.
Chris se dió cuenta que aún necesitaba limpiar más, así que volvió a tomar otra toalla.
Mientras limpiaba y tallaba su parte íntima a través del pantalón, se dió cuenta que estaba poniéndose duro de nuevo.
—Mierda…
Jules lo había dejado sin poder terminar, así que las consecuencias comenzaban a resurgir.
Pensó en hacerse una paja, para deshacerse de las ganas, y después volver a la sala. Así que eso hizo.
Se acercó a los orinales, se abrió el cierre, y sacó su pene, el cual ya estaba comenzando a ponerse duro.
Recargó su mano izquierda sobre la pared, y con la derecha, comenzó a frotar su pene.
Era grande, una gran tubo de carne cálido y grueso. Una verga rosada y perfecta en la punta, y dos bolas que colgaban dentro de su escroto en la base.
Era la mejor verga que un hombre podía desear. Se había follado a un montón de chicas con esa tremenda máquina, y todas ellas disfrutaban de él. Normal, anal, oral… había usado esa verga para hacer todo lo que a un hombre de le podía imaginar en el sexo. Las chicas lo amaban, lo chupaban, lámina y adoraban como si fuera la verga de un Dios… Casi se había sentido insultado por el hecho de que Jules lo rechazara.
—¿Quién se cree que es?
Comenzó a frotarlo. Pensó en meterse en un cubículo para tener privacidad, pero el baño estaba completamente vacío de todos modos, además, la idea de que alguien pudiera entrar sin aviso y sorprenderlo lo excitaba. A Chris le excitaba el peligro. Por eso había querido hacerlo con su novia dentro del cine en primer lugar.
Comenzó a frotarlo poco a poco, tomándose su tiempo. Una gota de presemen salió de la punta, y cayó directamente al orinal.
—Mierda… Sí que estoy…
Y entonces, escuchó un ruido a su lado. El ruido hizo una sensación de miedo lo invadiera, y quedó petrificado. Había sido sorprendido.
Volteó a ver la fuente del ruido, el cual había sido el sonido de las puertas de uno de los cubículos abriéndose.
Era una persona. Una persona había estado dentro de los cubículos desde antes que Chris llegará, y ahora, al salir, lo había sorprendido masturbándose.
—¿Ah…?
Chris observó a la persona que lo había sorprendido. Era un niño pequeño.
03.
—Mamá, quiero ir al baño. —dijo el pequeño Dylan.
—¿Ah? ¿Justo ahora? —preguntó su madre—, pero la película ya está a punto de terminar. ¿Crees poder aguantar unos 20 minutos?
—No, mamá. Quiero ir ahora.
—¿Pipí?
El niño asintió.
El pequeño Dylan iba con su madre al cine unas dos veces al mes. Era una actividad madre-hijo que se había vuelto tradición.
Dylan tenía 7 años.
—¿Por qué no vas solo?
—¿Solo?
—Sí… Ya sabes dónde está el baño, ¿no? Venimos siempre.
—Pero…
—Descuida, cariño. No te va a pasar nada. Hay policías en la entrada del cine. Solo ve y regresa, ¿de acuerdo?
—Pero no quiero…
—Vamos, Dylan. Ya tienes 7 años. He visto a niños de tu edad ir solos. Ve.
El niño no le quedó más remedio que aceptar. Su madre estaba tan entretenida con la película que estaba dispuesta a mandarlo solo antes que perderse el final.
—Bien.
El pequeño Dylan salió de la sala. Llegó a la parte central del cine donde vendían las entradas y la comida, y comenzó a hacerse paso entre los adultos y las filas.
Ya sabía dónde estaba el baño, aunque era la primera vez que iba solo.
Se dirigió hacia el baño, casi corriendo, le daba miedo que lo secuestraran o algo así. Llegóz abrió la puerta, y se topó con un baño enorme completamente deshabitado.
El pequeño Dylan se adentró al baño, y fue al primer cubículo que vió, el cual estaba al lado de los orinales.
Solo quería orinar, pero por su edad, estaba acostumbrado a hacer pipí en los cubículo. Lo hacían sentir más cómodo.
Entró al cubículo, cerró, y se bajó su pequeño pantalón por completo, hasta sus tobillos. Su ropa interior de Winnie Pooh siguió. Sacó su pequeño pene y empezó a orinar.
Terminó, se levantó su pantalón, y estuvo a punto de irse, cuando escuchó a alguien entrar. Eso hizo que se quedara adentro, ya que le daba miedo y vergüenza salir.
El hombre que había entrado se dirigió a la parte de los lavabos, y Dylan lo escuchó tomar una toalla de papel.
Se dió cuenta que era un hombre adulto debido al sonido de sus pasos.
Se quedó esperando unos segundos más adentro, dudando si salir o no, pero al final decidió salir.
Abrió la puerta, y se encontró con lo inesperado.
04.
—Mierda. —exclamó Chris, tapándose su erección y tratando de esconderla del niño pequeño que lo acababa de sorprender.
No esperó que de verdad alguien lo fuera a very mucho menos un niño.
—Hey, niño. —Dijo Chris, nervioso—. ¿Qué haces aquí solo? ¿Y tus papás?
—Mi mamá está en el cine.
—Oh. —respondió Chris—. ¿Ya tienes la edad de venir solo? Qué bien.
—¿Qué hacía?
—¿Eh?
—¿Qué estaba haciendo?
—Yo…
Chris pensó en salir corriendo y simplemente hacer que nada de eso había pasado. Pero, entonces pensó en que el niño podría hablar y meterlo en problemas, así que decidió quedarse unos segundos más para tratar de convencerlo de que no hablara.
—Oh, hacía pipí.
—No. No era eso. —Dijo el niño—. Estaba jugando con su «salchicha».
«¿Salchicha» pensó Chris. «¿Así le llama este niño?».
Chris intentó esconder su erección, pero… por alguna razón… La erección se ponía más dura.
—Mi mamá dice que no puedo jugar con mi salchicha. Dice que es malo.
—Bueno… tu mamá es muy sabía, amigo.
—¿Por qué el tuyo es más grande?
—¿Ah? Bueno… supongo que es porque soy más grande que tú.
—¿Y por qué se ve diferente?
Chris se dió cuenta que ese niño nunca antes había visto la forma de un pene erecto. ¿Cómo explicárselo?
—N… No sé.
—¿Puedo verlo?
—¿Ah?
Esa pregunta hizo que la verga de Chris recibiera una especie de pulsación. Era … ¿emoción? ¿interés?
Chris se aseguró que nadie viniera, y después dijo: —Bien, pero promete que no se lo dirás a nadie, ¿de acuerdo?
El niño asintió.
Chris movió sus manos, lenta y tímidamente, revelando su gran erección. Y de pronto, aquella verga se encontraba apuntando hacia el niño.
El niño la observó, con los ojos muy abiertos. Era la primera vez que veía una «salchicha» con esa forma.
«¿Cómo me metí en esto?» Pensó Chris. «Debe ser una broma. Mejor acabo con eso antes de que alguien me vea y me meta en problemas».
¿De verdad eso estaba pasando? Parecía un chiste, o un mal sueño.
Chris estuvo a punto de volver a meter su erección a sus pantalones, y decirle algo al chico algo como «No dejes que extraños te enseñen su salchicha» o algo así. Tal vez incluso algo de educación sexual. Lo que sea, pero que fuera suficiente para que Chris pudiera retirarse sabiendo que el niño no sería un problema, cuando…
—¿Ah?
Chris sintió dos pequeñas manos sujetando su erección.
Volteó hacia abajo, y vió al niño tomando su erección.
—¡Pero qué…! ¡Deja eso!
Pero antes de que Chris pudiera alejarlo, el chico frotó su erección, recorriendo su piel hacia atrás, haciendo que Chris sintiera un pequeño pulso de placer.
—Ouhh…
—¿Por qué se ve así?
—Bueno… Es que… Estoy erecto. Esto pasa cuando un hombre… bueno… está excitado.
—¿Excitado?
—Sí… Cuando ven a una chica linda, por ejemplo.
—Pero aquí no hay chicas bonitas.
—No.
Había algo peor. Un niño. Y Chris extrañamente comenzaban a disfrutar la sensación de sus pequeñas manos cubriendo su pene.
—Oye… —Dijo Chris—. Ven conmigo.
Y el niño lo siguió hacia el mismo cubículo del cual había salido.
Chris cerró la puerta, y él se paró frente a ella. El niño se sentó en el inodoro, quedando ambos frente a frente, aunque claro, Dylan a la altura de la erección de Chris.
—Sigue haciéndolo.
Y el niño volvió a estirar sus brazos para acariciar la verga de Chris.
La tomó firmemente. Era dura, pero la piel era suave. Comenzó a frotarla; atrás, adelante, atrás, adelante… Haciendo que la punta que parecía una especie de uva con una línea en medio se cubriera y descubiera de piel.
«Mierda». Pensó Chris. «Sus manos se sienten bien».
Lo que estaba haciendo estaba mal. Lo sabía bien. Pero, Jules lo había dejado tan urgido que sus instintos masculinos lo estaban obligando a sucumbir antes esto.
—¿Y para qué sirve?
—Bueno… lo pones dentro de las mujeres.
—¿Para qué?
—Porque se siente bien.
—Oh.
El niño siguió estimulando la erección adulta frente a él, y notó una pequeña gota de un líquido grisáceo salir.
—¿Qué es eso?
—Es semen. —Dijo Chris—. Sirve para hacer bebés.
El niño rió. —No es cierto. Los bebés vienen de la cigüeña.
—Lo digo en serio. Cuando lo metes y sacas rápidamente de una mujer, sale más de ese líquido, y así terminan naciendo los bebés.
—¿En serio? ¿Sale más de esto?
—Sí. ¿Quieres intentarlo? Solo hazlo más rápido.
El niño hizo caso. Comenzó a acelerar. El sonido de la piel siendo frotada comenzó a sonar como de una gota de agua cayendo en un charco.
Chris, sabiendo que estaba haciendo algo totalmente imperdonable, cerró los ojos s intentó dejarse llevar por el placer.
A él excitaba las cosas peligrosas… y dejar que un niño pequeño le hiciera una paja en los baños de un cine… sí que resultaba ser algo peligroso. Algo que nunca antes ni siquiera se había imaginado.
El niño siguió, y siguió y de pronto…
—Ohhh…
El primer chorro de semen salió disparado, cayendo en el rostro del niño.
Era caliente, espeso y blanco. Dylan se alejó del susto tras recibir la carga sobre su rostro.
—Ohhh…. Sí….
Tras recuperarse del orgasmo, Chris volteó hacia abajo. La cara del pequeño niño estaba cubierta de su esperma.
El niño se tallaba un ojo.
—¿Qué pasó, amigo?
—Me entró en el ojo.
Chris tomó un poco de papel le ayudó la limpiarse el ojo. Mientras lo hacía, no pudo evitar pensar que ver un niño cubierto de semen era probablemente la cosa más sucia e indebida que había presenciado, o hecho en su vida.
—¿Así está bien? —preguntó, tras limpiarlo.
—Mm, sí.
Chris tomó un poco del semen del cachete de Dylan con su dedo indice.
—Mira, pruébalo.
Dylan obedeció, metiéndose el dedo a la boca.
«Parece que los niños de verdad se llevan todo a la boca como dicen». Pensó.
—¿Qué tal sabe?
—Raro. Salado.
—Pero, ¿te gusta?
—Um… Sí.
—¿Quieres más?
El niño asintió.
Chris se volvió a posicionar como estaba antes.
—¿Hago lo mismo?
—No. Ahora tienes que meterlo a tu boca.
—¿A mí boca?
—Sí. Chuparla como si fuera una paleta. Así saldrá más jugo para hacer bebés.
El niño acercó su boca a la punta. Sacó la lengua y le dio una lamida.
—Sabe a palomitas.
—¿Ah? Oh, claro. Metí mi pito en una caja de palomitas hace unos minutos. Casi lo olvidaba. Entonces, eso ayudará a qué sepa bien, supongo.
Entonces, Dylan comenzó a lamer más y más. Después empezó a introducir aquella uva rosada en su boca. Era salada, pero tenía un sabor extrañamente atrayente.
Chris entonces, mientras sentía placer, comenzó a pensar cosas.
¿Esto era pedofilia? ¿Era ahora un criminal? Bueno… Sí, si lo que estaba haciendo en ese momento salía a la luz definitivamente sería un criminal. ¿Dónde estaba la madre del niño? Ahora mismo seguramente de encontraba disfrutando de alguna película en alguna de las salas sin saber que su pequeño hijo se encontraba siendo mamando la verga de un adulto. Y Jules también, seguramente no esperaba que su novio estaba pervirtiendo a un pequeño.
Eso solo lo puso más duro.
Además… No era simple pedofilia. Era con un NIÑO. UN HOMBRE. ¿Ahora también era gay? ¿Acababa de descubrir dos cosas que le gustaban y no lo sabía? Los niños y los hombres.
—A la mierda. —Dijo—. Ya sean mujeres, hombres, niños , o hasta un puto bebé, si algo me excita, le haré el amor.
Y diciendo estoy terminó de bajarse sud pantalones hasta los tobillos, dejando toda la parte inferior del cuerpo descubierta. Después, se quitó la camisa, dejando ver su músculoso cuerpo de entrenador.
Después, tomó la cabeza del niño y la empujó hacia su abdomen, haciendo que su verga entrara más profundo.
El niño casi se ahoga, pero logró tomar el ritmo tras unos segundos.
—Eso es… —Dijo Chris—. Sé buen niño y toma mi verga pedófila.
«Pedofilia». Había algo en la palabra que era caliente.
Y entonces…
—Aquí viene…
Y Chris se corrió.
El gran chorro de esperma salió disparado hacia la garganta del niño. El niño tragó lo que pudo, pero una gran cantidad salió por los espacios de entre sus labios.
El espeso semen bajó por su garganta, dejando una sensación de calidez por su esófago.
Chris gimió, y sintió placer que tensó los músculos y separó las piernas. Podía sentir su esperma salir y pasar hacia el interior del niño.
Cuando recuperó la consciencia, sacó su verga de la boca del niño.
El niño tosió.
—¿Te gustó?
—Sí. —Dijo—. Sabe rica.
Chris sonrió.
—Mierda, sí que eres lindo. Bien podría terminar con Jules y hacerte mi pequeña puta.
Y entonces, Chris notó que seguía duro.
«¿Dos orgasmos y sigo duro? Increíble. Nunca.me había pasado con una chica, y me pasó con un puto niño».
—Parece que soy un pedófilo después de todo.
—¿Qué es eso?
—Un adulto que le hace el amor a los niños. ¿Quieres hacer eso?
—¿Ah?
—¿Quieres que te haga el amor? Puedo poner mi líquido para hacer bebés dentro de ti.
El niño asintió. Y Chris sonrió.
Esta vez, quién se sentó en el escusado fue Chris. El pequeño Dylan, que se había quitado toda la ropa, se sentó sobre sus piernas.
Chris extendió sus piernas hacia las paredes del cubículo, y se recostó para atrás. Dylan quedó sobre él, abierto de piernas, como si estuviera montando un toro.
El pequeño trasero desnudo rosó los abdominales de Chris.
—Hazte para atrás. Solo un poco.
Y entonces, el pequeño trasero de Dylan quedó posicionado frente al miembro de Chris.
—Súbete. —Indicó Chris—. Haz que entre en tu trasero.
—¿Ah? —Dudó el niño—. Pero… ¿No va a doler?
—No. Descuida. Seré cuidadoso.
Entonces, el niño levantó las piernas, tomó el miembro con las manos, el intentó sentarse sobre él, introduciéndolo.
Chris lo ayudó, sosteniéndolo de la cintura con sus manos.
La cabeza entró, y luego, el niño fue descendiendo poco a poco.
—Ah… —Dijo el niño—. Me duele.
—Hasta ahí está bien. —Dijo Chris—. Sube y baja. No lo metas tan profundo, o te dolerá.
El niño intentó hacerlo. Sintió el gran palo de carne entrar y salir de su pequeño trasero. Cada vez que entraba era como si este hiciera más grande su pequeño hoyo.
—Ah… —Gimió Chris. Era apretado. Obvio, ¿Qué culo más apretado que el de un puto niño de siete años?
—Ah… —dijo de dolor una vez más Dylan.
—Perdón, amor. Tendré más cuidado.
Si tan solo Chris hubiese podido hacerlo, seguramente hubiera violado a ese mocoso hasta adentro sin importar que le doliera. Pero no quería hacerlo llorar o que su madre se diera cuenta e iniciarán una investigación. Debía ser cuidadoso.
Solo 1/4 de su verga estaba entrando.
Y así siguieron, durante unos cuatro o cinco minutos, hasta que…
Toca Toca.
«Mierda». Pensó Chris.
Alguien golpeaba la puerta.
—¡Está ocupado! —Dijo Chris, mientras seguía haciéndole el amor a Dylan.
—¿Chris? ¿Eres tú? ¿Estás bien? Tardaste mucho así que vine a buscarte.
Era Jules.
—Sí, amor. —Dijo Chris, y le tapó la boca al niño solo por si acaso—. Ya voy.
—¿Te sientes mal por lo que pasó? Lamento haberme puesto así.
—Descuida. Ya voy en un momento. Ve y te alcanzo.
—¿Seguro que estás bien?
—Sí…
«Maldita sea, lárgate». —Pensó.
—Bien, te espero allá.
Y se fue.
Eso hizo que Chris tuviera que darse prisa. Si venía la madre del niño entonces sí sería un problema.
—Ok, chico. Voy a poner a mis bebés dentro de ti, prepárate.
Y se acomodó de modo que ahora estaba sentado en el inodoro, y el niño estaba entre sus brazos con la cara pegada a su pecho.
Comenzó a penetrarlo rápidamente, mientras la abrazaba contra su cuerpo, hasta que…
—Ah….
El gemido retumbó por todo.el baño.
Su esperma se depósito dentro del pequeño, el cual también gimió tras sentir el líquido caliente entrando en su trasero, aunque sus gemidos se vieron silenciados debido a los músculos de Chris que lo asfixiaron.
Tras unos segundos, Chris levantó al niño, y cuando su verga salió de él, de su culo salió un chorro de semen.
Chris miró al niño, y lo besó en la boca.
—Ahora tienes un bebé adentro.
06.
La mamá de Dylan había salido para buscar a su hijo, cuando de repente, lo vió llegar.
—Dylan, ¿Qué pasó? Tardaste como 15 min. Me preocupé.
—Nada, mamá. —Dijo.
—Bueno, la película ya terminó. Te perdiste el final, vámonos a casa.
Y se fueron.
07.
—Lamento que te hiciera sentir así. —Dijo Jules—. Me siento como la mala. Sabes… ¿Por qué no lo hacemos?
—¿Ah?
—Cambié de opinión. Puedo hacerte una mamada si quieres. —Y puso su mano en su entrepierna.
—Descuida. Ya no es necesario. Veamos la película.
—¿Seguro?
Chris le sonrió. —Ya no tienes por qué preocuparte por eso.
Comentarios o recomendaciones:
No mames con lo rico de tu relato que pinche afortunado ha de ser alguien para vivir un momento así, me di una paja bien rica de imaginarlo.
Como sigue?
Excelente relato… Como sigue?? Necesito mas.
Que fantasía de relato… Que gustazo ha sido hacerme una paja con esta historia. Ojala la continues y asi seguir disfrutando de ella 🫦😜
Me encanta como inicia esta historia… Estoy deseando que subas otra parte.
Como sigue??? Necesito mas 😋🔥
Me encanta como escribes, menuda excitación me has provocado con este relato. No veo la hora de que subas otra parte 🫦🫦
Ojalá continúes la historia con el niño. Que le dé su número para contactarlo o algo