PENETRADO POR MI PRIMO II

En el relato pasado les dejé mi primera vez junto a mi primo de 12 años. Esta fue nuestra segunda experiencia anal, espero que les guste ..
PENETRADO POR MI PRIMO II

Era muy extraño que siendo tan solo dos niños de 11 y 12 años ya sintiéramos ese morbo y ese deseo sexual. Más aún siendo primos, y varones. Lo que a nosotros no nos importaba ni nos afectaba porque en realidad aún no conocíamos nada o casi nada sobre el sexo y la sexualidad.
Solamente estábamos experimentando nuevas sensaciones y placeres que hasta ese momento no sabíamos que existían …

Nuestra primera vez había sido mágica. Fue tal cual como lo relaté. No sabíamos muy bien que habíamos hecho ni cómo lo habíamos hecho. Lo que si sabíamos era que había sido de otro mundo.
Mi primo había sido un poco brusco al final, pero aún así me trató bien y además me encanto sentirlo dentro de mi.
También pude entender que en parte había sido por su nerviosismo por ser su primera vez. Así que decidí perdonarlo y ese mismo día seguimos jugando con normalidad.
Continuamos jugando videojuegos, merendamos y luego miramos TV. Más allá de nuestras miradas pícaras cada tanto, no habíamos mencionado nada sobre lo que habíamos hecho. A pesar que ante el menor rose nuestros cuerpos se encendían casi sin quererlo y estábamos deseosos de querer repetir tan satisfactoria experiencia.
Al pasar aproximadamente 1 hora, sus padres lo recogieron para volver a su casa y hasta el otro día no nos volvimos a ver.
Recuerdo que ese día me sentí bastante extraño y exitado. Pero como aún era un niño volví a mi casa porque ya era tarde, me cepillé mis dientes y me acosté para luego dormir.

Recuerdo que antes de poder dormirme pude recordar aquel momento con mi primo. Había sido cogido prácticamente por accidente. Porque como les había mencionado anteriormente, su pene entro a mi ano sin ninguna intención por parte de los dos. Nuestro nuevo juego consistía en que solo debía dar sentones sobre mi primo y sus partes. Un juego que obviamente dejaba en claro sus intenciones pero que a su vez en ningún momento mencionaba la penetracion.
Solo que debido a su liquido preseminal y a mi culito dilatado (de tanto que mi primo rosaba su pene contra mi ano). En determinado momento se metió dentro y nos hizo explotar de placer.
Sentimos por primera vez lo que veíamos en los videos de pornogafia (solo que mi primo hacía de hombre y yo de mujer). Pero eso no me molesto, y por el contrario en pleno recuerdo sentí un cosquilleo y un hormigueo en mi ano. Mi culito había quedado contento y solo quería volver a jugar con mi primito otra vez.

Al día siguiente, mis padres con normalidad se van a trabajar y yo voy hacia la casa de mi abuela para que así ella me pueda cuidar mientras mis papás trabajan.
Sin saber que apartir de ese día las tardes en la casa de mi abuela no iban a volver a ser como antes.
Mi primo estaba por llegar, como todos los días, él al igual que yo se quedaba bajo el cuidado de nuestra abuela. Justamente fue por eso que yo sabía que nuestro juego iba a seguir  en marcha.

Recuerdo que ese día, mientras que yo esperaba con ansias la llegada de mi primo para que podamos jugar a nuestro jueguito veo que se asoman varios niños por la ventana y mi abuela que se encontraba en el jardín los recibe y los saluda. Eran los nietos de la vecina amiga de mi abuela. Habían venido a invitarme a jugar a las escondías con ellos. Eran tres hermanos, el menor tenia 8, el mediano 10 y el mayor 12 como mi primo. Ya habíamos jugado juntos en otras ocasiones y también el mayor nos habia hablado algo sobre el sexo y las mujeres lo cual era normal. Pero yo era muy cerrado y nunca decía nada. Solamente me abría con mi primo, que me hacía sentir seguro.
Mi abuela abrió la puerta e hizo a los niños pasar. Estaba por llover y cómo su casa era bastante grande nos dejo jugar dentro . En ese momento fue que también llega mi primo. Su madre lo había traído para irse a trabajar. Con normalidad se unió a nosotros y comenzamos a jugar.
Los hermanos eran un poco más traviesos que nosotros. Había comenzado a llover y por más que nuestra abuela les pedía que no salieran porque se iban a enfermar, ellos salían. En determindo momento en pleno juego y aun con los inquietos hermanitos saliendo y entrando de la casa y con mi abuela preparando una torta en la cocina. Con mi primo aprovechando la situación y el juego, decimos escondernos juntos debajo de la cama. Continúa el juego y la diversión hasta que mi primo me mira y me pregunta si me había gustado nuestro juego. Yo sin pensármelo le digo que si. Me había gustado mucho. Seguíamos debajo, y mientras veíamos los pies de nuestra abuela recorriendo toda la casa y casi sin prestarnos atención comenzamos a hablar de lo sucedido. Mi primo me dice que había sido su primera vez y que lo que le había salido de su pene le había provocado muchas cosquillas. Tantas que penso que iba a orinar. Cuando en realidad estaba descargando todo su semen en mi culo. Me comentó también que por la noche había estado investigando en su computador y que lo que habíamos hecho se llamaba “anal” . Seguimos hablando y de la nada comienzan esas sensaciones. Él, al estar detrás de mí poco a poco se acerca y me pone su pene contra mis nalgas. Yo me quedo quieto (sabía lo que se venía). Casi sin más se acerca a mi odio y me pregunta si quiero volver a jugar a nuestro juego. Solo que esta vez me pidió que nos bajáramos los pantalones para poder “hacerlo mejor”.
Mi abuela seguía cocinando, le daba de comer a su perra y también como había parado de llover estaba colgando su ropa al sol.
Para nuestra sorpresa los hermanos se habían ido. Al parecer se habían cansado de tanto buscarnos …
Al notarlo, pasamos a estar un poco más tranquilos y comenzamos a jugar.

Nos bajamos los pantalones, giro mi cabeza y veo el pene de mi primo. Erecto, más grande de lo habitual y ya goteando ese líquido que comienza a salir cuando uno está muy exitado.

Noto que su glande aún no está del todo descubierto. Lo que me parece sorpresivo ya que yo podía subir y bajar mi pielcita con facilidad. Pero mi primo no podía.

Seguíamos ahí debajo y comenzamos a apurarnos. Queríamos volver a sentir aquello y también no queríamos que nadie nos descubra. Por ende tendríamos que apurarnos.

Al tener mi primo ya sus pantalones bajos solo faltaba yo. Es ahí cuando lentamente por más que la adrenalina inundaba nuestros cuerpos comienzo a bajarme el pantalón y luego un calzoncillo que llevaba. Aunque solamente deje al descubierto mi cola. No quería bajarme  más por si venía alguien.
Sin mucho rodeo mi primo agarra su pene y comienza nuestro juego.
Otra vez estaba siendo su puta. Sin saberlo me estaba poco a poco convirtiendo en su putita personal.
Al principio su pene no entraba y solo lo deslizaba por mis nalgas. Lo cual provocaba en el gran placer (lo notaba por sus gemidos y sus gestos), pero más allá de que a mi me gustaba sentirlo pegado a mi no era lo que había sentido la vez anterior cuando su pene había estado dentro de mi.
Estuvimos así unos minutos hasta que yo comienzo a sentir un calor en mi ano. Me estaba gustando un poco más y eso me llevo a hacer movimientos involuntarios con mi cola. Hacia adelante y hacia atrás. Igual que hacía mi primo. Solamente que esa sensación se hacía mayor cuando su pene pasaba por mi ano.

Su líquido continuaba saliendo, lo que facilitaba nuestro juego y ya también ese líquido era caliente nos proporcionaba una mayor sensación.
Sigo sintiendo ese calor hasta que de pronto mi primo y yo hacemos el mismo movimiento, a la misma vez. Lo que provoca que nuevamente su pene se meta dentro de mi ano.

Y ahí fue cuando volví a explotar…

Al entrar de golpe pude sentir con claridad cómo se había abierto mi ano. Mi cola parecía estar adaptándose al pene de mi primo y prácticamente se abría de una manera que nunca había sentido. Solo para que él pueda entrar.

Mi primo gime, y al ya estar dentro y sentir mi apretado culo comienza a exitarse más. Lo que lo lleva a querer moverse más rápido.
Fue ahí donde volvió esa sensación. Estaba sintiendo otra vez aquello. El pene de mi primo era mi nuevo juguete y yo solo queria jugar con.
Mi cola chocaba contra la pelvis de mi primo, mientras que afuera nuestra abuela continuaba haciendo sus tareas sin percatarse de lo que estaba sucediendo debajo de su cama.
De pronto sentimos una bocina. Al parecer era su papá que había pasado a recogerlo antes. En ese momento sentí tristeza porque nuestro juego se iba a terminar y mi primo se iba a ir.
Me volteo y le digo que vino su papá. Que teníamos que parar. En lo que el me mira y me dice que ahora no va a parar. Que esta era la mejor parte. Yo sin entender el por qué me quedo mirándolo, aún con su pene erecto dentro de mi ano. Sin casi movernos para que no se saliera de dentro, procede a decirme que me incline hacia adelante para así poder terminar más rápido el juego. Acate sus órdenes y me incline. Lo que me hizo sentir tío se pene dentro y sin el moverse, solo con mi movimiento hacia adelante lo hice correrse.
Sentí como me sujetaba y como su pene comenzaba a bombear de a chorros su cálido semen. Sentía cada uno de sus descargas y su cómo se contraía.
Nuevamente sentimos la bocina de su papá y al parecer nuestra abuela también. Asi que decide llamarnos para avisarnos que mi primo se tenía que ir.
Gracias a dios que solo nos llamo desde afuera y no entró a la casa. Eso permitió que tuviéramos un rápido pero último momento sexual.

Esta vez parecíamos 2 perros pegados debajo de la cama. Mi primo había descargado todo su semen dentro de mi, y al no sacar su pene de dentro le provocaba una enorme sensación de placer, por tanto allí permanecía dentro de mi. Yo aún seguía sintiendo placer y permanecía quieto sin saber qué hacer.

Poco a poco sentía como su pene disminuía su tamaño y noto como comienza a salir. Yo a todo esto y gracias al gran placer que me estaba dando mi primo tenía una gran ereccion.
Yo sentía que mi primo ya no quería seguir jugando pero yo aún estaba muy exitado y el morbo al sentirme una “niña” o “mujer” me calentaba aún más.

Fue en ese momento cuando mi primo de un solo movimiento quita su pene y fue ahí cuando por primera vez eyacule. Fue tan grata la sensación de sentir su leche escurriendo y fue tan repentino su movimiento que hizo que me dieran ganas de apretar mi ano y fue en ese momento donde al comprimir mi ano también forcé mi pene para así poder sacar mi propia lechita por primera vez.
Mi primo no lo notó y mientras yo gozaba de placer él se retiraba hacia el baño para poder limpiarse y luego irse.

Yo limpie con una alfombra el semen que había quedado en el suelo, fui al baño a descargar lo que mi primo me había dejado dentro y seguí jugando con normalidad.
Mi ano siguió dilatado durante todo el día pero aun así tuve mi día normal.

Nuestro juego sexual estaba prosperando y ese era solo el principio…