Penetrando por primera ves a mi amigo de 11 años
Yo de 13 y mi amigo Héctor de 11 años follamos analmente por primera ves….
Durante la niñez me encantaba trepar árboles y escalar paredes, ser intrépido y un tanto arriesgado era divertido, fue así como tuve una de mis primeras experiencias sexuales.
Cuando rondaba los 13 años de edad, jugando con un amigo se nos ocurrió saltarnos la barda de una casa que tenía árboles frutales y un pequeño jardín con un color verde muy vivo en la parte trasera.
Sabíamos que no avía nadie dentro de la casa, ya que vimos salir en su coche a los vecinos que en ella Vivian. Decididos nos comenzamos a saltar la barda y a jugueteos y risas dentro cortando algunos frutos que maduros estaban y con un color y dulzura que a cualquiera se le aria agua la boca.
Me dice Héctor mi amigo que necesita hacer del baño (pipí), por lo que le dije que no avía problema, que podía hacer en cualquier parte ya que el jardín estaba en la parte trasera de la casa con bardas altas y no avía ángulo de visión por ninguna parte, así que nadie lo vería. Héctor comenzó a orinar frente a mí con toda la intención de que yo pudiera ver, a lo cual sentí bastante pena y no pude evitar girar la vista hacia otra parte, pero mi curiosidad era más grande y no pude evitar echar vistazos de reojo.
El con una naturalidad como si nada le importara solo pude notar como una ligera sonrisa se dibujaba en su rostro y esto libero un poco mi nerviosismo y la pena que sentí.
Se percató de que mi tención se liberó un poco y sin pelos en la lengua me dijo ¿te gustaría verla más de cerca? No podía creer lo que me estaba diciendo ese niño que era más pequeño que yo y parecía tener control de la situación, me sentí un poco acobardado y retado a la vez, así que con valor me acerqué y clave mi mirada fijamente en su miembro que aparentaba estar semi erecto de aproximadamente 8cm con unos pocos bellos a los costados del pene, rubios de un tono dorado que con los rayos del sol adquirían un brillo oro particular.
Héctor – ¿tengo bastantes ganas de ver el tuyo si no te molesta? – Sentí como un miedo inundaba mi cuerpo y una excitación se adueñaba de mí y en menos de lo que pude pronunciar respuesta Héctor ya me tenía una mano encima de la bragueta de mi pantalón, esto me tomo de sorpresa. ¿Cómo es que aviamos llegado a esta situación? ¿y cómo aquel niño menor que yo, con una cara tan tierna y de mayor inocencia podía estar provocando todo esto?
No me di tiempo de pensar más y solo me precipite a obedecer sus órdenes, no tuve que hacer mucho ya que él se encargó de des embotonarme el pantalón y bajar mi bragueta de tal manera que solo me quede viendo como quedaba mi cuerpo al desnudo frente ese niño pequeño. Lo tomo con su mano y comenzó a estimular mi pene retrayendo el prepucio para atrás y dejando al descubierto mi glande rosado bastante voluminoso, subía y bajaba, parecía que sabía lo que estaba haciendo.
Una corriente atravesó todo mi cuerpo, los bellos de todas partes se me erizaron y la vigorosidad de adolescente se hizo presente, me sentí sumamente caliente y todas mis limitaciones se esfumaron, dejándome llevar por el calor del cuerpo del pequeño Héctor, me abalance sobre él y comencé a besarlo, toque sus pequeños pero redondeados glúteos que me llevaron al borde de la locura y las ganas imparables que sentía de estar cuerpo a cuerpo desnudos.
Mientras nos besábamos comenzamos a sacarnos la ropa, con la ayuda del pequeño Héctor me desnude y yo ayudándole a el abalanzándome y haciéndole caer al piso y yo sobre él, nuestros cuerpos desnudos rozándose en todo momento mientras nuestras bocas gozaban extasiada mente del otro.
Héctor – ¡Métemela! quiero que me la metas, ¡me gustas, te quiero sentir en mí! – Esto me dejo atónito, yo la verdad no era ningún experto y era mi primera vez que penetraría a alguien así que no savia muy bien como debía hacerlo, le gire boca abajo en posición de 4 y el por si solo levanto su blanquito trasero hacia mí, acerque mi pene rosado a la entrada de su cavidad he hice el primer intento de penetrar, pero no tenía lubricación y el año de aquel niño era bastante pequeño a lo cual me hizo pensar que no avía oportunidad de que eso cupiera en tan pequeño agujerito.
Él se quejó y tiro para adelante en reacción de dolor y le dije que me perdonara pero que no savia como, me dijo que me esperar y le pusiera bastante saliva en su agujerito. Él se escupió la mano y aplico barias veces en mi pene dejándolo empapado de su saliva, me pareció de momento un poco desagradable, pero al ver su seguridad me animé hacer lo mismo y puse bastante de mi saliva entre su ano y entrepierna.
Héctor – ¡Ahora si inténtalo de nuevo! pero hazte tu cuerito para atrás para que tu cabecita resbale más fácil. – Hice lo que me dijo y comencé a introducir de nuevo, Héctor se quejó de nuevo y me dijo que fuera más despacio, que fuera suave y que le diera tiempo así que pare y me quede con la cabecita de mi pene dentro de él.
Yo sin moverme vi como Héctor hacia presión el solo intentando poco a poco meterse mi pene dentro de él a base de gemidos que parecían ser de dolor y excitación a la ves poco a poco ya estaba dentro comenzando un meter y sacar extremadamente delicioso y lleno de placer que hacia sacar gemidos de nuestras bocas inconscientemente haciéndome recordar de que no debíamos gritar tan fuerte o los vecinos o gente que fuera pasando por la calle podría escucharnos, así que con mis manos tape la boca de Héctor intentando silenciar un poco los gemidos que el pequeño hacía.
Así estuvimos un rato disfrutando de nuestros cuerpos sintiendo el placer del deseo y el sexo por primera vez hasta que comencé a venirme dentro de Héctor como nunca lo avía hecho, sentí que chorros de esperma salían dentro del recto de Héctor y una sensación de satisfacción imparable, mi cuerpo al máximo sentí que me desmallaría, pero me sujete con todas mis fuerzas a él y así termine.
Tomamos un suspiro y llenando de aire los pulmones, le ayude a levantarse y ayudándonos a cambiar tomamos nuestras ropas he intentado salir lo más pronto posible de ese lugar, antes de que los dueños nos descubrieran y todo eso terminara mal.
Saliendo me dijo que avía sentido increíble, que le avía gustado mucho lo que aviamos hecho, pero que no podía contar a nadie, yo le prometí que no diría nada y corriendo se fue a casa regalándome una última sonrisa.
Me gustó mucho. Yo soy gay pasivo desde que nací. Contáctate conmigo por favor. Besos.
Que lindo relato me hiciste acordar a mi historia yo era hector
jajajaja me encanta saberlo, entonces eras super atrevido !Que bueno que te gusto! Intentare seguir escribiendo mas !Saludos!
sigue contando mas amigo seguro hay una segunda parte o mas saludos…. 🙂 😉 🙂 😉
!Gracias por el apoyo! Tengo algunos otros relatos subidos, no se si te puedan gustar, pero de igual manera que bueno que este fue de tu agrado.
Perfecto y hermoso
Rico y exitante relato , me gustaria estar en el papel del amiguito de 11 años , me considero hetero pero pude haber tenido mi primera experiencia gay a esa edad