Perver (pt.4)
segunda primera vez.
Pt4
Las veces que veía a Manuel solía comprarme todo lo que se me antojara y se mantuvo así por toda la semana, un día se pasea frente del salón cuando aún estaba en clases y me saludo desde afuera, obviamente quería que fuera la biblioteca en el recreo, llegada la hora fui directo allá.
—lo siento, tengo algo que hacer —, y al acercarse me dice lo espere en un salón que suele estar abandonado, se tomó su tiempo, pero por fin llego.
—te tardaste, ¿y eso que ahora me mandaste para acá? —
—allá era demasiado obvio, si continuaba manteniendo cerrada la puerta de la biblioteca alguien se iba a terminar dando cuenta y pues aquí te puedo cobrar lo que te he comprado—.
—¿cobrar, creí que me lo habías regalado? —.
—ajajaja, no seas ingenuo algo que tienes que entender es que en esta vida nada es gratis y tú sabes que es lo que yo quiero —.
Y veo el bulto debajo de su pantalón así que me acerco y saca su verga. —adelante —, lo dice con una sonrisa y se la empiezo a mamar entretanto mientras se la mamaba mantenía los ojos cerrados y regulando su respiración por la boca, le gustaba que a veces mis dientes lo tocaran suavemente y por vaina me dio por darle varios mordisquitos. —¡ay, ay, ay, me vengo! —, y puf explota en mi boca por instinto no deje caer nada y el condenado me tapa la nariz y me sujeta el cabello haciendo que mirara al techo por lo cual me toco tragar.
—guácala, mira lo que me hiciste hacer —, mientras el veía mi rostro asqueado. —es que quería que lo hicieras, vamos no te moleste tomate el juguito que te traje —. así que tomé el jugo y comí lo que me trajo. Tiempo después empezó a llevar revistas porno y pues pelaba los ojos cuando veía las fotos de mujeres mamando esas vergotas, siendo penetradas lo cual provocaba que él se masturbara hasta que me acababa en la boca y por consiguiente me lo tragaba. Solo bastó una vez para convertirme en su traga semen.
Los meses pasaron y solo faltaban pocos días para graduarme de la escuela, todos estudiantes de 6to año comenzamos a rayarnos la camisa ya no teníamos clases solo íbamos a pasar el rato y en el último día obviamente Manuel quiso verme.
—bueno hoy es la última vez que te veré por acá, lastima me ha encantado mucho tu compañía y para conmemorar este último día quiero que juguemos otra cosa el cual tendrás tu premio —.
—¿aja y ahora qué? —
—pues será lo de siempre, pero esta vez me gustaría amarrarte las manos —.
—¿no es mejor una mamada y ya? —
—oye vamos es el último día, has sido una excelente putita todo este tiempo y ahora te pondrás rebelde? —.
—sabes que mejor me voy —
—¿Por qué te vas? —
—nada, déjame ir —, y se me pone en el medio, —cónchale quítate —.
—no me quitare hasta llenarte de leche —, ya sentía la tensión en la habitación, me estaba dando miedo.
—voy a gritar —, como veo que no me hace caso justo cuando inhale para gritar recibo un fuerte golpe en el estómago que me deja sin aliento entretanto me llena la boca de panes y me amordaza con cinta adhesiva, luego como estaba mareado por la falta de aire me pone contra una mesa hace me toque los codos con la mano y me amarra el brazo y también me amarra los pies. Por unos segundos se me queda viendo y me baja los pantalones dejándome con el culo pelado y me lo escupe. En esa siento que comienza a pasear sus dedos hasta que los mete entero y lo mueve para todos lados, los saca y esta vez me unta aceite para bebe, su dedo entro sin problemas era similar a lo que hiso Ana excepto que esta vez era más áspero. después con dos dedos ese mete y saca me hacía sentir el culo luego de haber echado una gran cagada.
Tas varios minutos dándome con los dedos por el culo impacientemente comienza a pasarme su verga por toda la raja y se centraba en todo mi culito, se lubrica bien su verga y comienza a presionar, poco a poco sentía como se iba abriendo paso le hacía señas de que se detuviera, pero el me ignoraba solo quería meterlo hasta que siente un dolor agudo bien hijo e’ puta, de no estar amordazado hubiera pegado tremendo grito entretanto se me salían las lágrimas, si bien sentía cierta excitación por ser penetrado estaba asustado y no podía dejar de llorar mientras Manuel la siguió metiendo hasta tocarme fondo y luego lo saca lento nuevamente lo vuelve a meter y saca otra vez. Poco a poco iba aumentando velocidad al punto que me puso a gemir, aunque trataba de no hacerlo, ya en ese estado no quería que nadie me viera.
Varios minutos después.
— uf…, me voy a venir, toma perrita —, miraba para todos lados y luego me vuelve a mirar, —sabía que eras una putita con un culito de primera— y se queda sobre mí con la verga metida.
A los pocos minutos siento como su verga vuelve a ponerse dura, —bueno round dos —, y comienza a cogerme otra vez, ya solo se medió escuchaba sus jadeos junto los míos, en ese punto ya sentía rico su verga que me hacía para bien mi culo para que me cogiera bien, —sabía que te gustaría, como te dije eres una putita —, al momento que siento que se va a correr el me agarra de los brazos y me ensarto hasta lo más profundo ya que no podía tocar el suelo, el solo soltaba sus quejidos con cada venida y todavía sin sacarme la verga nos sentamos, —¿otra vez? — dije sorprendido porque se le había parado muy rápido pero el condenado no se movía así que yo comencé a cabalgar sobre él, (—¡ay si estírame el culo, ah, ah, ah, dame más! —), ese tipo de cosas era lo que me pasaba por la cabeza y pum sentí su tercera venida y esta vez sí me la saco dejándome el boquete abierto y me dejo caer nuevamente sobre la mesa quedándome en la misma posición del inicio.
—así no que te vas a ensuciar el pantalón —, y me sienta en una silla con el culo al aire dejando que se escurriera el lechero y me libera entretanto me limpio el culo con cuidado lo más que pude ya que me dolía un poco, él se limpia y me deja solo a la final lo del regalo fue mentira su intención era darme una cogida de despedida, el resto del día prefería quedarme sentado y con suficiente papel sanitario en mi interior como si fuera toalla para damas ya que sentía como continuaba escurriendo leche.
CONTINUARÁ…
Rico