Perversión familiar 1
La caída y perversión de una familia, madre e hijo en busca de su despertar sexual.
Son las 5:30a.m en un barrio clase media de una ciudad colombiana, Amanda, una trigueña espectacular, 40 años, pelo lacio y negro, enormes tetas, un poquito de barriga por su edad y por haber dado a luz hace exactamente 16 años el día de hoy, un culo espectacular y grandes y sensuales piernas. Se está duchando para empezar su día en su nueva casa, las gotas de agua resbalan por sus enormes tetas, el frío hace que sus pezones estén duros, pone el chorro de agua directamente en su vagina para calmar las ganas de sexo que tiene. Y es que la vida sexual de la pobre Amanda ha caído de mal en peor, su esposo, el otrora millonario banquero, luego de una investigación por corrupción, había perdido toda su fortuna, pero como le decía Amanda: Gracias a Dios no caíste en prisión. Luego de una malversación de fondos, las autoridades habían cerrado el banco, y en las investigaciones el era el que corría con peor suerte, confiscaron todos los bienes de la familia: casas, carros, incluso allanaron las cuentas de ahorros que manejaban, con lo poco que contaban pudieron comprar la casa donde estaban ahora, en un barrio de clase media, y un modesto auto, afortunadamente Camilo, el esposo de Amanda, había podido conseguir trabajo rápidamente en otro banco pero no con el cargo y mucho menos con el ominoso sueldo que tenían antes, por eso la portentosa vida que se daban quedaba reducida a casi 0, y hoy precisamente era el comienzo de esa vida tanto para Amanda como para su esposo e hijo Samuel, de 16 años cumplidos hoy.
Como contaba, la vida sexual de Amanda era muy poca, llevaba casi 20 años con Camilo, y desde que se casaron, solo conocían la posición del misionero y las veces que tenían sexo (que eran demasiado pocas) Camilo se venía dejandola a ella con ganas de seguir.
Aparte no tenía más experiencia que con su esposo, el ha sido el único hombre en su vida y desde que nació su pequeño, ella solo ha visto por ellos dos, dedicando su vida al cuidado de su esposo y a la crianza de su hijo.
Volvemos al presente y al espectacular cuerpo de Amanda, acostumbrada a las duchas de agua caliente, ahora con el agua fría hacia que su cuerpo se estremeciera, sus enormes pezones duros y el agua rodando por su cola la hacían ver como un espectáculo digno de los dioses, o como una diosa más, mientras más ponía el agua en su parte íntima más caliente se sentía, un juguetón dedo empezó a acariciar su clitoris, no era muy dada a masturbarse pero hoy tenía esa necesidad, llevaba meses sin al menos sentirse penetrada, y al menos eso la hacía sentirse bien, pero desde que empezaron las investigaciones, su esposo andaba tan preocupado que no podía tener una ereccion, y ahora que lo había perdido todo y empezar de nuevo desde cero lo hacía sentir más miresable y totalmente irascible.
Un golpe en la puerta del baño hizo que la hermosa dama cayera en cuenta de lo que estaba haciendo, retiro su dedo y abrió la puerta.
A. Quieres entrar conmigo?
Le dijo Amanda a su esposo sensualmente, ofreciéndole sus enormes tetas, que panorama más increíble para cualquier hombre.
C. No seas ridícula mujer, sabes que debo irme ya para ese trabajo de porquería que fue lo único que pude conseguir, así que si ya terminaste, podrías salir?
La humedad en su cara disimulo las lágrimas que rodaron por sus mejillas.
A. Si mi amor, ya iba a salir, tengo que preparar el desayunó de mis dos reyes.
C. Ah si, despierta a Samu, hoy es el primer día de clases en esa escuela de pobres.
A. Mi amor no digas eso, es una escuela normal.
C. Lo que digas, vístete rápido y ve por el, tengo que llevarlo ya que ni ruta tienen
Amanda salió del baño y procedió a su ritual mañanero: desde que tenía 16 años, se echaba una crema especial que le daba su mamá para humectar su cuerpo, y que por lo visto daba excelentes resultados ya que tenía una piel suave y tersa. Masajeaba sus piernas, su cola, sus senos con delicadeza, esparciendola, sintiendo su tacto, se miró al espejo y veía a una mujer madura pero muy sensual, seguía super caliente aunque se había dado una ducha de agua fría, decidió seguir seduciendo a su esposo, hoy quería más que nunca y más aún después de tantos meses sin ningún tipo de actividad, sin un beso ni una caricia de su esposo, abrió el cajón de su ropa íntima y sacó un pequeñísimo hilo, de amarres a los lados de la cadera, se lo puso y se veía espectacular, solo un pequeño trozo de tela tapaba (o lo intentaba tapar) el enorme chochon que tiene Amanda, y el pequeño hilo que separaba sus enormes nalgas haciéndolas ver aún más enormes y apetecibles. Escucho cuando se cerro la ducha y empezó a abrirse la puerta del baño, tomo posición en la cama, poniendose en 4, levantando su frondoso culo, ofreciéndole todo el espectáculo de su vagina por detrás a su esposo.
C. Oh por Dios!!!!
Esas eran las palabras que estaba esperando.
C. Te estas volviendo loca? Que es esta ridiculez, ya no estas en edad para estar usando eso, por favor!!! Te dije que iba retarde y te pones a jugar de esa forma, por Dios Amanda, madura un poco, ya no estamos para estas estupideces!!!!
Amanda se levantó de la cama y se cubrió con una sabana.
C. Te dije que despertarás a Samu, me imagino que no lo has hecho, verdad?
A. Ya voy mi amor, solo quería estar contigo un rato.
C. Se me hizo aún más tarde, por favor ve y despierta al niño, yo tengo que salir, no voy a poder no desayunar, bueno, nos que hicieras desayuno por estar payaseando
A. Lo siento mi amor, yo solo…
C. Pero mujer, porque sigues aquí, ve y despierta a Samu que también va a llegar tarde, no lo voy a poder llevar, ve y compra algo para que el niño desayune.
Saco unos billetes de su billetera y los arrojo a la cama mientras rápidamente se secaba y vestía.
Amanda en su afán de hacer lo que su esposo le decía, solo se puso un pantalón de pijama por encima de su exquisita y pequeñita tanga, y un buzo ancho de los que últimamente le daba su esposo porque según el, estaba ya muy gordita, pero en realidad era al menos dos tallas más grande que lo que ella debería usar, le quedaba holgado pero sus enormes tetas lo llenaban muy bien.
Salió de la habitación con lágrimas en los ojos que su esposo ni siquiera noto, en el camino al cuarto de su hijo, se seco su cara y fingió la mejor felicidad que tuvo, abrió lentamente la puerta de la habitación del joven Samuel.
A. Cumpleañoooos feliiiiz, Cumpleañoooos fe….
S. Mamá, deja la ridiculez, sabes que detesto estas cosas, y más ahora en esta casa de pobres.
A. Pero bebe, no digas esas cosas, además hoy es un día muy feliz, hace 16 añitos me traían al ser más maravilloso de mi vida.
S. Ay si mamá, lo que tu digas, ya me levanto, por favor te sales, quiero poder bañarme, al menos mi habitación tiene baño.
A. Ves mi vida, no todo es tan malo
S. No por supuesto, solo que ahora somos unos pobres diablos, mis amigos me odian y en este barrio y escuela de pobres no creo que vaya a hacer ninguna amistad, así que si, estoy muy feliz lalalala
Amanda entendió el sarcasmo y se sintió muy asustada por las palabras de su hijo, decidió salir de su habitación e ir rápidamente a una panaderia o algo para el desayuno de sus dos amores, en la puerta se encontró a su esposo que salía presuroso a encender el auto.
C. Nos vemos en la noche, no podemos sacar al niño a cenar así que has algo tu, mira si puede invitar a algun amigo aunque dudo mucho que alguien de nuestros antiguos amigos quiera venir por acá.
A. Claro mi amor, voy a hacer una deliciosa cena para mis dos am…
Pero su esposo ya había encendido el auto y no la escuchaba.
Amanda salió de casa también.
Mientras tanto, Samuel se levantaba de la cama, se desvestia para ducharse, era un joven regordete, no obeso pero si «entradito en carnes», lo que más detestaba y por lo que sentía cierta molestia con su madre es que había heredado su enorme trasero.
Se miraba al espejo y notaba con desconcierto que lucía mucho como su madre, prominentes caderas y una gran cola, algunos chicos en su antiguo colegio cuando lo veían de espaldas lo confundían con un chica, muchas veces se había ganado algunas nalgadas de atrevidos que se le insinuaban hasta que el daba la vuelta y veían que era un chico más, aunque sus facciones no eran muy masculinas tampoco. Ahora frente al espejo, mientras contemplaba su cuerpo, se daba cuenta la similitud con su madre, por eso muchas veces el pensaba de ella como «la vaca madre» porque sentía rabia de tener casi su misma contextura física, miraba su diminuto pene y se comparaba con sus compañeros, a los que la pubertad y adolescencia los había recompensado con ser ya unos hombres de pelo en pecho, mientras el no le había crecido ni siquiera uno en su lampiño cuerpo, sintió sus lágrimas correr por sus mejillas, deseando ser normal, detestaba su patético y pequeño pene, por el que había sido víctima de burlas cuando en las clases de educación física tenía que ducharse con el resto de sus compañeros, o cuando contaban sus aventuras amorosas y veía los enormes paquetes mientras el, que ni siquiera había visto una película porno, no sentía ninguna ereccion. Entró a la ducha dándose cuenta del tiempo que había perdido en esos pensamientos y que iba a llegar tardísimo al colegio nuevo.
Afuera de la casa, Amanda estaba caminando hacia la esquina, buscando una tienda o panaderia, pero como nunca lo había hecho y era nueva en este barrio ya se sentía perdida. Paso un chico, de la misma edad de su hijo, montado en bicicleta y le grito:
CB. Uyyy mamasota!!! Ding dong!!! Me quedo pegado de esos timbres
Aunque le molesto el comentario, se alegro de que alguien le hubiera dicho mamasota, hacia mucho tiempo que nadie la consideraba atractiva, por lo que le planto una enorme sonrisa en el rostro, aunque no entendió lo de Ding Dong
Y es que como la bella dama había salido rápido de casa, no tuvo tiempo de ponerse un brassier y el frío de la mañana hacían que sus pezones estuvieran erectos y duros como rocas, desafiando la delgada tela de su buso, sobresaliendo obscenamente, pero sin que ella lo notará.
Paro en la esquina y le pregunto a un tipo que estaba ahí, un señor de la misma edad de ella, alto y varonil.
A. Disculpe, buenos días, ud es de por aquí? Quiero decir, de este barrio?
H. Uuufff, Dios mio, buenísimos…días, claro que si, en que te puedo ayudar Princesa?
Esas palabras y la forma en que las dijo descolocaron a Amanda, se sintió halagada y hermosa.
A. Jijiji, ay es que estoy un poco perdida, yo vivo acá a mitad de cuadra y ando buscando una tienda o panaderia para comprar el desayuno de mi niño, ud me podría indicar una por favor?
H. Vea preciosa, no solo le voy a indicar, sino que personalmente la voy a acompañar para que no se pierda semejante bombón, imagínese que ud se le pierda a su esposo? Uuuufff yo si muevo cielo y tierra para encontrarla pues.
A. Jijiji muchas gracias.
H. Acá nomas a la vuelta hay una, la atiende un amigo mio, el pan más delicioso del por estos lados, un pan riquísimo como la presente, sin ofender jajaja
A. Tranquilo, no me ofendo.
Y era cierto, por el contrario, se sentía muy halagada, tanto tiempo sin recibir un piropo o una palabra bella de su esposo.
H. Ah bueno mi amor, y por cierto, mi nombre es Alberto, pero me dicen Beto, para servirle princesa, y como le pongo a la chica de mis sueños?
A. Jijijiji ayyy tan tonto, como así???
B. Pues si muñequita, que como te llamas para darle nombre hoy a mis sueños pues.
A. Ay mucho gusto, yo soy Amanda.
B. Ufff que lindo nombre, es que todo en ud es bien bello
Siguieron caminado hasta llegar a la panaderia, estaba absolutamente vacía, y no de panes, pero ya veríamos por qué
B. Ve Dario, salí pues que tenes clientes, ya te acostumbraste a que no viene nadie o que???
De una pequeña puerta en la panaderia salió un tipo, enorme, barbado, con la cabeza rapada, luciendo lo que se veía como un delantal pero el tipo era tan inmenso que le quedaba como servilleta, su abdomen al descubierto se veía como una protuberante panza, pero al contrario de ser gordo, era una barriga cervecera y dura, que antes había lucido abdominales marcados y ahora conservaba la dureza.
D. Cual es la joda tuya ome?
B. Más respeto que tenemos una princesa en el barrio.
Y diciendo esto, me presento.
B. Vea princesa, le presento a Dario el panadero, así como ud lo ve, todo desarreglado y bien feo, es un experto en amasar
Ella lo miró de arriba a abajo, nunca había visto a alguien tan enorme, tan fuerte, tan varonil, empezó a sentir cosquillas en sus partes, el le tendió su enorme mano
D. Mucho gusto reina, Dario F…
Ella se quedó un momento contemplando ese enorme brazo, tendió su mano y sentir el tacto de la enorme mano envolviendo la suya, el poderío que denotaba en un solo apretón, hizo que sus pezones ardieran en llamas.
A. Mmmmucho gusto, Aaaamanda
D. Que se te ofrece mi reina?
Ella solo lo miraba, algo en ese tipo la hacía sentir débil, no había sentido eso ni siquiera por Camilo su esposo, seguía embelesada mirándolo de arriba a abajo y por descuido se embeleso mirando su paquete, un enorme paquete sobresaliendo de unos apretados Jean.
D. Amanda?
A. Ah??? Aah si si, vengo por un croissant
D. Cruasan???? Eso que es mi amor?
B. Este man si es bruto, pan cacho mijo
D. Aaaahhh, ya te lo sirvo reina
El tipo aunque era enorme se movía con mucha destreza, le puso varios panes en una bolsa y se los paso a Amanda.
D. Bueno, serian 5000 pesos
Amanda empezó a buscar y recordó que no tenía dinero, había quedado sobre la cama, al levantar su buso para buscar la billetera, dejó ver la delicada tela de su tanguita sobresaliendo de sus caderas, algo que los dos machos que tenía junto a ella no pasaron desapercibido, se miraron entre ambos e inmediatamente planearon algo.
A. Lo siento mucho, creo que se me quedo el dinero en la casa, voy corriendo y ya vuelvo.
B. No te preocupes, es más, si quieres no pagues, verdad Dario?
D. Claro mi reina, pero venga le comento como nos puedes pagar, ven sigue, pasemos por esta puertica acá atrás
La inocente dama entró, la cara de perversión en ambos hombres los delataba, se saboreaban al ver esas enormes masas de carne en el trasero de la casada, y como sus tetas se bamboleaban al andar, entraron todos al pequeño cuarto.
B. Bueno, a veces pasan estas cosas con los clientes, que de repente no tienen dinero, y pues nosotros queremos atender bien y que no se vayan con las manos vacías
A. Claro, si uds quieren me hacen el préstamo o como dicen, me «fian» estos panes, yo les traigo el dinero inmediatamente
D. Tranquila reina, vea, lo que pasa es que nosotros, cuando son damas así tan bellas, tan sensuales y atractivas como tu, pues tenemos otro método de pago.
El enorme Dario pronunciaba estas palabras mientras sobaba su enorme paquete por encima de su pantalón, Amanda no le quitaba la vista de encima.
Por su cabeza pasaban muchas cosas, primero, eso sería verdad? Se preguntaba si ese enorme paquete que mostraba era de verdad su pene o tenía algo que abultaba ahí, segundo, porque había ingresado en esa pequeña habitación con dos completos desconocidos y porque sentía ese calor en sus partes íntimas?
A. Y como seria ese pago?
Amanda tratando de sonar lo más sensual posible, después de tantos años había perdido un poco de práctica y tras escuchar a su esposo e hijo, se sintió ridícula diciéndolo
B. Pues depende del valor, por ejemplo, con eso tan poquito que llevas seria solo pago a través de pielmatic
A. Pielmatic? Eso como seria?
D. Pues que nos muestres un poco de pielcita, una mujer tan bella y tan tapadita, aunque el panorama acá arriba está exquisito.
Sintió que ambos tenían sus mirada clavadas en sus senos, los miró y se cayó en cuenta del Ding Dong del chico anterior: sus pezones estaban tan erectos que parecían dos enormes timbres, estaba a punto de levantar sus manos para cubrirse pero ver el deseo en la cara de esos dos desconocidos de querer ver su cuerpo fue más fuerte que su conciencia.
A. Ay no, es que me da penita
B. Venga le ayudo para que no se sienta mal.
El tipo se acercó y le cogio el buso, lo fue levantando lentamente, ella lo agarro para que no pasara más de su cintura, mostrando solo su barriguita, una cintura exquisita.
D. Uuuufff vamos muy bien.
A. Yo creo que con eso ya pago, no?
D. No mi amor, esos panes fueron hechos con esfuerzo, yo quiero ver un poquito más.
Amanda recordó la pequeñísima tanga que tenía puesta y el desprecio de su esposo, ahora dos hombres bien machos querían verla, así que se dio la vuelta, mostrandole las enormes montañas de carne que eran sus nalgas tapadas con la tela del pantalón pijama.
A. Pero solo un poquito y porque no tengo tanta plata jijiji
Ambos tomaron asiento detrás de la escultural hembra, aunque su mente le decía vete de ahí, sus piernas y su sexo querían seguir, quería seguir sintiéndose halagada y deseada. Lentamente empezó a bajar su pantalón, ya se podía ver el inicio de su tanga, sentía la parte delantera empapada, nunca se había sentido tan humeda, bajo su pantalón totalmente mostrando las enormes nalgas que se cargaba, empezó a menearlas, de un lado a otro y de repente empezó a gemir, gemia como cuando era más chica y se masturbaba bajo las sábanas. Volteo a verlos y parecían dos niños viendo el mejor programa en la televisión, eso la hizo sentir divertida pero a la vez deseada, luego fue subiendo su pantalón rápidamente.
A. Creo que ya me lo gane, cierto?
D. Nada, esos panes son muy caros, además tienes otras dos enormes razones para mostrarnos.
Amanda sonrío mientras lentamente subía su buso, sacó sus dos enormes tetas tapándose el pezon con los dedos, viendo como ambos se masturbaban sobandose las pollas por encima de sus pantalones, iba a soltar a las dos enormes pelotas de baloncesto que tenía de pecho cuando escucho la voz de un niño.
N. Don Dario, me vende un pan de 1000
Esa voz la hizo entrar en razón, acomodo su buso, salio del cuarto hacia la panaderi y dejó los panes en un mostrador.
D. Ahora no, mocoso pende… ven Amandita, llévate los panes
A. No gracias, yo vuelvo después, cuando tenga el dinero
B. No hay problema, te los ganaste a toda ley jajajaja
Tomo la bolsa con pan y salio corriendo, se sentía sucia.
Al llegar a casa, su hijo iba saliendo.
S. Mamaaaa, donde estabas, ya tengo que salir y sin desayunar por tu culpa
A. Perdón bebe, espérame te doy algo para que lleves
S. No alcanzo, mejor dame dinero como algo allá
A. Si mi amor, espérame que lo traiga, se quedó en mi cuarto.
Fue y volvió con el dinero para su hijo, le dio la bendición, cerró la puerta y empezó a llorar.
A. No puede ser, me mostré delante de dos desconocidos, bailando como una vil prostituta por unos panes, Dios perdóname, Camilo perdóname, te amo
Pero en su mente empezaron a pasar las imágenes de las caras de los tipos al verla, los veía meneando sus pollas, las vergas erectas por ella,sus manos fueron bajando lentamente a su vagina, bajo su pantalón y en plena sala y tirada en el piso empezó a masturbarse, metía su dedo medio profundo en su vagina mientras masajeaba su clitoris con el dedo gordo, con su otra mano se estrujaba las tetas, se estaba masturbando como nunca, quería tener esas pollas así para ella y solo por ella, luego introdujo otros dos dedos, masajeando su vulva hasta llegar al orgasmo que la hizo quedar desmadejada en medio de la sala, profundamente dormida.
Mientras Samuel iba rumbo a su escuela, sentía como algunos hombres ponían sus miradas en su enorme trasero, aunque le pasaba casi todo el tiempo, no se podía acostumbrar a eso, se sentía mal, el quería ser un chico normal, tener novia, salir con amigos, aunque su cuerpo provocaba otras cosas, hasta ahora no se había sentido atraído por ningún chico.
El colegio quedaba relativamente cerca, al llegar vio en la puerta a 4 chicos, todos con caras de hampones, pero especialmente uno, se llamada Ramón, le decían «el indio», destacaba de entre los otros por su enorme físico, parecía un gigante en comparación a los otros, no era agraciado en su cara pero tenía un cuerpo trabajado en gimnasio y su prominente altura lo hacía más que destacar, Samuel se acercó a ellos porque debía pasar por ahí.
R. Ey ey ey, lechoncito, para donde vas?
Samuel no hizo caso e intento pasar, ellos se le hicieron adelante.
R. Te pregunte que para donde vas, o es que estas sordo?
S. Perdón, necesito pasar, voy un poco tarde y es mi primer día
R. Aaahhh ya, yo sabía que no te había visto antes, entonces no sabes porque estamos aquí parados en la puerta del colegio, cierto?
S. No muchachos, no se
R. Pues bueno, para que puedan entrar a estudiar, todos lo que nosotros queramos, pues tienen que pagar un tributo al rey, o sea a mi jajajaja
El regordete chico solo les sonrío, como si le estuvieran haciendo una broma y trato de seguir.
R. Ven gordito, no estas tan gordo como para que la grasa te tape los oídos, te dije que debías pagar para poder entrar, y como eres nuevo, y vaya, por lo que veo te gastas un buen culo, te lo voy a dejar en 5000 pesitos jajajaja
Esto descolocó al pobre Samuel, incluso los otros chicos miraron a Ramón extrañados de ese comentario, un buen culo????
S. Nnnnno…no traigo dinero.
En eso sonó la campana de ingreso, los otros salieron corriendo, Ramón seguía tapandole el paso a Samuel.
R. Y entonces??? Tu te ves que eres un chiquillo de mami y papi, debes tener algo de dinero, o piensas pagar de otra forma?
S. Tttte juro que nnno tengo dinero
El tipo cual inmenso era lo tomo de la mano y haciéndolo dar vuelta cual si fuera reina de belleza, le dijo.
R. Creo que me estas mintiendo, solo quieres pagar de otra forma, aunque ese culazo es una muy buena forma de pago
Acto seguido procedió a darle una nalgada fuerte.
Samuel se quedó en shock, hacia minutos se sentía avergonzado de su físico y le incomodaba las miradas de la gente en la calle, ahora, un tipo, que aunque era horrible tenía un cuerpo envidiable y que cualquier chica desearía ser novia de alguien así, le estaba halagando la parte que el más detestaba de su cuerpo.
S. Eeeeen serio???
R. Que es en serio?
S. Te pppparece que tengo un cccculazo?
Ramón se acercó más al robusto chico y poniendo su mano enorme en la nalga del chico le djo
R. A mi no me gustan los chicos…. pero tu no lo eres, tienes un cuerpito de puta en desarrollo, sabes que? Mejor no me pagues, me voy a cobrar con ese culote
Samuel se asusto un poco, pero también sintió algo distinto, algo emocionante, su colita se empezó a contraer y a cosquillear, los nervios le ganaron, impulsivamente le dio un empujón a Ramón
S. Oye que te pasa? No me toques así
R. Jajajaja, que no te toque como? Así?
Esta vez se le prendió de nuevo del enorme culo del chico gordito, hundiendo un poco su dedo en la raja haciendo que el bóxer se metiera un poco, Samuel perdió todo su impulso, lo que tenía de valiente ahora lo tenía de cachondo, dejó que ese dedo juguetón urgara en su cola, y empezo a gemir
S. Ahh, ssssueltame, pppor favor, ah
R. No te estoy cogiendo… por ahora, puedes irte si quieres
Pero Samuel siguió ahí, dejándose manosear por un chico completamente desconocido, sonó el segundo timbre de retraso, a lo lejos Ramón vio que se acercaba un profesor, retiro su mano del culo del gordito, dejándolo con una sensación de vacío
P. Uds dos que están haciendo, porque no han entrado a clase aún
R. Perdón profesor, acá mi compañero, que es nuevo y le estaba mostrando un poco el colegio, se nos pasó el tiempo, cierto amigo?
Samuel estaba tomando un poco de aire, se sentía agitado, tremendamente confuso, no sabía que sentir, le gustó eso???
P. Joven, que me diga su nombre y a que grado va.
S. Ah perdón profe, este… mi nombre es Samuel V… y me enviaron a 11-2
P. Con razón andaba con este vago, mucho cuidado se le pegan esos vicios de este, a ver, váyanse pues pal salón
R. Listo profe, ya lo llevo, si vio que hasta del mismo grupo somos, ud me lleva en la mala profe
P. Bueno bueno ya váyanse pues
Ambos salieron corriendo, antes de entrar al salón, Ramón lo tomo de la cintura
R. Esto no se queda así, hoy pudiste entrar pero mañana va a ser el doble
Y procedió a entrar primero al salón, pero Samuel lo tomó del hombro y lo hizo girar hacia el.
S. Pues creo que no voy a traer dinero, tu veras como cobras.
Lo halo hacia atrás de él y entró primero al salón, meneandole las nalgas descaradamente .
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