PERVEXHIB
«Le gusta el espectáculo, soldado? Puede participar, si gusta.» .
Son las 6:45 de la mañana, cómo es costumbre me levanto de la cama con la verga tan dura que me duele pero no me la voy a jalar primero saldré a hacer mis ejercicios. No me gusta perder el tiempo en mamadas y así, sin más, salí a mi casa.
No soy una persona muy fit, tampoco hago mucho ejercicio, de hecho ese es el único ejercicio que hago durante todo el día y es básicamente caminar, no tiene nada de especial, salgo para el hecho de que yo lo hago usando únicamente una camiseta talla extra grande, la cual me llega hasta los muslos, apenas cubriendo mi verga y mis huevos. Después de caminar por un buen rato mi siguiente ejercicio es sentarme en un parque y subir y bajar el puño mientras este está rodeando mi verga, la cual como mencioné hace un momento esta dura como roca.
Así es, por si no lo han pillado, soy un pajero exhibicionista. Y me fascina mostrarle al mundo a mi verga principalmente a los niños a la hora de la entrada a la escuela o en algún parque mientras me la estoy jalando enfrente de los juegos infantiles. Por supuesto también soy un puto pederasta enfermo y pervertido. Después de todo soy un hombre, y todos los hombres lo somos por naturaleza. Es nuestro derecho exhibir nuestras vergas pajeándonos en donde sea que nos dé la gana, si hay niños presentes mucho mejor porque siempre les gana la curiosidad y terminan mamándotela y uno como el macho depravado que es, aprovecha la oportunidad para también violarlos, ahí mismo valiendo verga que estén en la calle y que los puedan ver eso lo vuelve todavía más pinches excitante.
Me acuerdo de aquella vez cuando, estando completamente desnudo a media paja en el área de juegos del deportivo, le hable a un morrito flaco, de no de 5 años y me lo llevé atrás del parque. Le di verga bien pinches ricos y como el hijo de su puta madre estaba flaquísimo le entraba toda la verga, el puto pendejo nomás gritaba y lloraba. Esos gritos llamaron la atención de varias personas pero solamente una fue a ver qué sucedía. Un puto soldado de la guardia nacional ponchado, alto, prieto por el sol. Lo vi y de inmediato pensé que ya había valido verga, pero al chile tampoco quise parar y aunque hubiera querido yo estaba completamente encuerado encima del putito ese, así que ni como librarme. Entonces veo que se da media vuelta y regresa por donde llegó, eso me hizo suspirar de alivio pero la además nunca fue tal, que ya casi me venía y en serio, estaba a tres estocadas de venirme, cuando de pronto siento detrás de mí una mirada que me hizo congelarme nuevamente.
Se trataba otra vez, del tipo de la guardia nacional, pero esta vez solo llevaba el pantalón del uniforme y una camiseta sin mangas, además del casco y las botas. Yo me mantuve petrificado un poco porque ya estaba a punto de venirme y otro por el miedo, hasta que me di cuenta que de sus pantalones salía una verga gruesa, prieta, venuda y sin circuncisión. Superé mi miedo y me atreví a romper el hielo diciendo
«Le gusta el espectáculo, soldado? Puede participar, si gusta.»
Pero a él solo se limitó a bajarse los pantalones los boxers y seguir pajeando cuando ya estuvo cerca venirse, agarró al puto escuincle de los cabellos poniendo su cara enfrente de su verga y se la metió en la boca hasta adentro y se vino. Fue tanta puta leche de calorón pervertido y salió tan fuerte que hasta se le salía por la nariz al puto morro pendejo. Luego de eso sin sacar su verga del escuincle empezó a miarse, haciendo que el putito se ahogara con sus miados y literalmente le entrarán fluidos de macho degenerado a los pulmones, dejándolo inconsciente. Para ese entonces yo ya me había venido adentro de el niño, solo no quería sacarle la verga porque se sentía demasiado rico. Pero como el pendejito se desmayó por bronco aspirar los miados del soldado. Este último me dijo…
«Tú ya llégale a la verga cabrón, yo ahorita le hago RCP a este puto para que despierte»
No me quedó de otra más que obedecerle y sacar mi verga del culito de aquel culito, está completamente cubierta de sangre y mierda del escuincle el cual quedó con el ano bien abierto, rojo, inflamado,yo diría prolapsado y lo mejor de todo escurriendo de mi leche de pederasta.
Entonces, me puse mi camiseta extra grande, o sea, lo único que llevaba y me fui. Honestamente desconozco si el soldado de la guardia nacional sí le hizo RCP al niño o dejó que se muriera ahogado pero todos los días morboseó con que dejó que se muriera y se lo sigo cogiendo.
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