PLACER CARNAL
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era un pibe agradable,
muy blanco,
De cuerpo bien formado
Pero fue su boca roja
De besos, suplicante
Que me dejó excitado,
Por eso su mirar correspondí
Y no más me hice de rogado.
Comenzamos a charlar
Y a un mismo tiempo
Hablamos de todo y nada,
A medida las horas pasaban,
El ambiente de nuestros alientos
Se impregnaba.
Sintiendo el deseo y la gana
Salir por todos lados
Nos fuimos para un lugar apartado
Para quedarnos del mundo
A nuestro entorno, aislados.
A fin de dar escape
A aquel ardiente sentimiento
Que parecia estar
por mucho tiempo
Bien guardado.
Una vez a solas, como imán
en un sediento beso
nuestras bocas se encontraron.
El beso de él era sedoso, ardiente
Mojado,
Lleno de lujuria,
perfunado.
Al recibir aquel apasionado ósculo
Sentí vibrar hasta la última fibra
De mi ser
Que sabroso, casi fue un orgasmo,
Un delirio,
Llenó mi cuerpo entero
De placer.
Cerré mis ojos,
Correspondí a aquel beso
Sentí su lengua me invadiendo,
Su agitado aliento en mi rostro,
Ardiendo,
Fui para las nubes,
Volé.
¡caramba, que sueño de beso! Pensé
Jamás nadie me besó así,
¿qué será que tengo para que este
Pibe me bese de este modo, guste tanto
De mí?
Le preguntaré,
Me prometí.
Y así pasamos ¿por cuanto tiempo?
Yo no sé,
Cambiando saliva,
Deseo, pasión, sudor
Disfrutando nuestros cuerpos
Haciéndonos mimos
Con ardor.
La noche prometía,
Aquel abrazo sabroso
Era apenas el preliminar
Pues el fogoso chico
Al llegar con su boca
Cerca de mi ombligo
Con su ágil lengua
Éste comenzó a hurgar
Mientras que con una de sus manos
Agarró mi mastil
Para dulcemente
lo acariciar.
Yo dejaba al pibe a gusto
Para lo alto mi vista
Dirigía
Soñaba despierto,
Mientras aquellos labios,
Dientes y lengua,
Besar, mordisquear,
Lamer mi pija
Yo sentía.
Entonces algo nuevo
Una sensacion alucinante
Comencé a tener
Mi tesudo amante
Colocó la entera verga
En su boca ardiente
Y como becerro recién nacido
Que mama su leche caliente
Inició una chupada deliciosa
Embriagante, ruidosa, indecente
Chupaba mi falo con tanta efusión
Que me elevaba a las nubes
Me hacía ver estrellas
Toda una constelación.
La sensación era prazerosa
Su felación me hacía gemir
Por las paredes andar
Morderme los labios,
Gritar
-puta carajo,
Que trepada
Más sabrosa!
Chupandome así
Me vas a matar del placer,
Le dije
-no has sentido nada,
Lo que está por venir
Hará todo tu cuerpo
estremecer-.
tanto cariño
por él servido
injusto era
que no correspondiera
por eso mandé
que una pausa hiciera
que su deseo contuviera
entonces le ordené
que se acostara
que bien relajado
se quedara
para hacer mi parte
cubrirlo de besos
tocarle, curtirlo,
morderlo,
dejar Eros y al dios de la lujuria
poseerlo.
Obedeció.
Quedándose de bruces
Encima de él yo me acosté
Lamí su nuca
Mordí de leve su oreja
De lado le besé
Soplé bien suave
A lo largo de su espalda
Mi lengua fui pasando
Por su espina dorsal
Hasta que paré bien cerca
De su tesoro precioso
Un botón rosado
Apretado, sabroso
Su orificio anal
Mordí sus redondos glúteos
De suave vello cubiertos
Le di unas cuantas palmadas
Besé su carne por cierto
Después aparté con mis manos
Una nalga de la otra
Para poder ver
Su botoncito en flor
Bien abierto.
Zambullí mi golosa lengua
En aquel pozo de placer
De deseo y ansia
Lo sentí pulsar,
Vibrar, arder.
Excitado, yo quise de inmediato
Aquel manjar comer
Pero no quería
Que ese sueño hermoso
Tan luego terminara
Así que con sobrehumano
Esfuerzo
Logré mi volupia
Retener.
-ay, ay que sabroso
Lo que yo siento,
Te amo, te deseo
Quiero ser tuyo
A contento
Tengo un rigio Enorme ,
De ti estoy hambriento
No miento.
Mi amante así decía
Mientras yo mi lengua
En su gruta metía.
Mientras su escroto
Delicadamente masajeaba
Táscabale besos
Mordidas
Y una que otra
Marota chupada.
Con la excitación
Y el gozo rebalsando
Por todos sus poros
Le oí decir en castellano
El idioma del español moro:
Quiero ser tuyo mi amor desconocido,
poséeme, méteme esa gorda verga
hasta los cojones,
Hazme feliz, bebamos el placer,
goza conmigo, derramemos semen
por montones-
obedecí en el acto
colocando las piernas
del chico para lo alto
mandé que con sus brazos
los muslos bien abriera
entonces yo, mi verga en riste
al culo de mi amante aproximé
la visión era excitante
el ano se contraía anhelante
cuando yo por fin
mi mandarria empujé,
hasta el tope enterré.
-ay que polla sabrosa
Cogeme mi guapo
Follame con ganas mi amor
Te quiero, dame un beso
Soy tuyo
No me dejes nunca
Por favor.
Y mientras mi espada
En aquel ardiente estuche
Se perdía
Yo con pasión,
Mi amor extraño
Besaba, lamía
Mordía.
En un alucinante
Mete y saca
Nuestro deseo
Se fundía.
sudor, baba, lágrimas
Líquidos corpóreos
Que abundantes fluián
Y que con ânsia loca
Nuestras bocas sedientas
Sorbían
Sonidos guturales, gemidos
Bramidos
Susurros, promesas
De amor
Y cuando mi mastil
Sus entrañas rompía
Se oían gritos suplicantes,
Ardientes, melosos,
jadeantes,
más De placer que de dolor
Así nos entregamos
Dando rienda suelta
Al placer carnal
Nuestros ojos brillaban,
Nuestros cuerpos en brasa
se quemaban
Cuando el gozo
En un esfuerzo contenido
Llegaba a su final
En una explosión
De placer,
Contracciones y sabrosos
Espasmos
Que nos hacian morir
Y después renacer
Para quedarnos tendidos
Exhaustos,
Bien calmos.
-te quiero-, le dije al pibe
Pasada la tormenta
-yo también te quiero-
Él contestó.
-nunca nadie me amó
De esa manera,
Dime ¿por qué te caigo bien
Así?-
-es por causa de tu cuerpo
Tu espalda ancha
Por tu mirar penetrante,
Inocente y al mismo tiempo
Insinuante
Por tu pelo negro
El rojo de tu piel
Por tus manos,
Por tu barba por hacer-
-aparte de la barba
¿yo tengo todo eso?-
-tienes eso y más.
Al estar contigo
Saboreé la miel de tu boca
Me embriagué con el olor
De tu piel
Que fantasías lascivas
Me Provoca.
Con tu grueso látigo
Me flagelé
Con tu voz viril
Me arrullé
Eres un sueño de hombre
Eres de mis sueños
El preferido,
De mi corazón, el consentido
Por eso para siempre te amaré,
René.
Fin
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