PLACER EN EL RANCHO DE DAVID PART 10
Javier no tomo importancia por lo que había visto al despertar, pues era normal para él, levantarse con la verga dura fuera de la trusa. .
Lo que le parecido un poco raro fue, ver al niño desnudo, pero recordó que él le había dicho que dormía así; así que tampoco le dio tanta importancia, pues el también a veces dormía totalmente desnudo por comodidad.
Miércoles, Todo el día se la pasaron trabajando aquellos albañiles, solo descansaron entre comidas, no los estaban explotando, pero ellos decidieron trabajar así, para terminar más rápido con la construcción de aquella pequeña casa.
Cuando dio las 4 de la tarde, dieron por terminado el primer día de trabajo; Javier informo a su padre que iría a bañarse al rio, también pregunto si venia con él, Milton respondió que descansaría un rato y que después iría a bañarse.
Javier tomo sus cosas de aseo personal y camino en dirección al rio, cuando el llego a la poza, vio como Manuelito le decía adiós a un hombre, que se fue desvaneciendo entre los matorrales; después vio como Manuelito fue cruzando a la otra orilla donde estaba su ropa, en ese momento el también llego a la orilla del rio, ahí fue donde saludo al pequeño.
Javier: ¡hola Manuelito! ¿Qué haces aquí solo?
Manuelito: ¡hola señor Javier, vine a nadar!
Javier: ¿y tú solo?
Manuelito: “sí señor, a veces vengo solo; cuando los otros niños no quieren venir”
Javier: ¿quién era ese hombre que le decías adiós? (quitándose la ropa)
Manuelito: ¡es un señor que vive acá cerca, en el otro rancho!
Javier: ¿ya te vas o te quedas a hacerme compañía? (desnudándose)
Manuelito: ¡me voy a quedar con usted, un ratito más!
Javier: ok, entonces hay que meternos al agua.
El pequeño hacia poco caso, a lo que su tío Alex le había recomendado la noche anterior, él no se fue de ahí, porque no quería desaprovechar esa oportunidad, de ver el cuerpo desnudo de aquel hombre, el cual apenas acababa de conocer; Javier continúo haciéndole preguntas al pequeño para entablar una conversación.
Javier: ¿en el otro rancho están tus papas Manuelito?
Manuelito: “no señor, no sé nada de mi papa y mi mama no me quiso con ella”
Javier: “oh, entiendo, por eso vives con tu tío Alex”
Manuelito: ¡sí, mi tío me quiere mucho al igual que el señor David!
Javier: ¡qué bien! Oye ¿y por aquí no has visto mujeres jovencitas?
Manuelito: “mujeres de ciudad no, pero si he visto unas mujeres indígenas”
Javier: “órale, ojala pueda conocer alguna” (apretándose la verga)
Manuelito estaba sumergido en el agua, pero veía muy atento el cuerpo de aquel hombre, claro estaba, que su mirada se concentraba en lo que Javier tenia entre las piernas y más tarde los dos regresaron a la casa de David.
en la noche después de cenar, cada uno se fue despidiendo para irse a dormir, Manuelito ya estaba en la cama esperando a Javier, cuando el entro, cerró la puerta, enseguida se desvistió quedándose únicamente con un bóxer corto color rojo y cuando estaba a punto de acostarse, escucho la dulce voz del niño diciendo: “me puede prestar su celular”
Javier capto que el pequeño quería jugar con él, saco el celular de una de las bolsas de su mochila, luego de buscar el juego, se lo entrego a Manuelito, quien se le dibujo en el rostro una sonrisa de felicidad Javier estaba muy cansado por el arduo día de trabajo y casi enseguida se quedó dormido.
Javier estando profundamente dormido, empezó a tener el mejor de los sueños nocturnos, él estaba en su cama totalmente desnudo, sobre él estaba una hermosa mujer cabalgando su verga; el besaba sus enormes pechos, mientras ella subía y bajaba sobre su gruesa verga, enterrando cada centímetro en aquella húmeda vagina.
De Pronto, el abrió más las piernas, su novia empezó a mamarle la verga, lamiendo la cabeza, así como toda su longitud, aquella rica Sención era indescriptible para Javier, su subconsciente le estaba recordando que debía tener relaciones sexuales o masturbarse como siempre lo hacía por las noches.
En su segunda noche durmiendo juntos, Manuelito tenía una duda sobre aquel hombre, él tenía el sueño muy profundo o se estaba haciendo el dormido, porque la verdad se movía muy poco al sentir que le estaban mamando la verga.
Pero lo cierto de esto, es que si estaba profundamente dormido, por esa razón, él estaba soñando con aquella hermosa mujer; Javier en verdad estaba disfrutando de aquella rica sensación que cada vez la sentía más real.
Podía percibir la calidez de aquella boca húmeda, esos suaves labios, aquella lengua jugando con su glande, mientras que su verga era apretada por una suave mano, esta vez su subconsciente se había pasado un poco en proporcionarle aquella placentera satisfacción, que en verdad si la sentía tan real.
Javier no pudo contenerse por mucho tiempo, sujetando fuerte la cabeza de su prometida, empujo su pelvis un par de veces y con esos movimientos eyaculo una buena cantidad de leche, que fueron depositados en aquella boca.
A Javier se le acelero la respiración, balbuceando un par de palabras, abrió los ojos por un instante, ahí vio directamente al rostro de Manuelito, quien tenía los llorosos y en su pequeña boca, tenía atrapada la mitad de su gran verga.
Manuelito estaba asustado, pero no dejo de tragar su segunda ración de leche que le estaba dando aquel hombre, Javier respiro profundamente, cerro los ojos nuevamente y enseguida se quedó dormido, él estaba muy agitado, pero se fue calmando, hasta llegar a roncar nuevamente.
Cuando Manuelito sintió la liberación de su cabeza, rápidamente limpio con la lengua aquella verga, pues no quería dejar rastro de leche de aquel macho, la cual se le había escapado un poco por la comisura de los labio; una vez limpia, la guardo dentro de aquel bóxer y se dispuso a dormir, pues ya había quedado satisfecho con tremendo biberón.
Por la mañana, cuando Javier despertó, se estiro fuertemente, haciendo que sus articulaciones tronaran, tenía la vejiga llena, además de una fuerte erección, apretando fuerte su verga, se topó con la pequeña mano de Manuelito, quien le estaba agarrando fuertemente la verga estando aun dormido.
Muy despacio fue retirando la mano del pequeño, se vistió rápidamente y pronto salió a trabajar su segunda jornada de trabajo.
Manuelito se había llevado el susto de su vida, no asimilaba que aquel hombre lo había visto directamente a la cara, ese día estuvo un poco triste, pues si Javier le contaba a su tío, el recibiría unos fuertes cinturonazos como se lo habían dicho.
Ahora el pequeño Manuelito solo le queda esperar…..
CONTINUARA…… reciban un saludo de su amigo (@Angelblacks telegram)
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