PLACER EN EL RANCHO DE DAVID PART 11
El trabajo nuevamente concluyo para aquellos albañiles, era un poco pesado, pero estaban avanzando rápidamente con los cimientos de aquella pequeña casa. .
Manuelito se tranquilizó al darse cuenta, que Javier no recordaba nada de lo que había sucedido la noche anterior, entonces el niño llego a la conclusión que aquel hombre, si dormía profundamente.
Javier tenía 28 años, como todo hombre joven era muy activo sexualmente, estos dos días que llevaba en el rancho le parecían eternos y no era porque extrañara las comodidades de la ciudad, al contrario, estaba muy feliz viviendo ahí en el rancho con aquella magnifica vegetación.
Aquel hombre joven quería estar en la ciudad por una simple razón, el extrañaba cogerse a su novia o alguna otra jovencita que se dejara por ahí, ya que al ser un hombre moreno y guapo, tenía la facilidad de conquistar a casi a cualquier chica que se propusiera.
en cada momento, Javier andaba con la verga dura, se la apretaba por encima de su ropa y se la acomodaba para tratar de disimular aquel enorme bulto, que era muy notorio entre su pantalón; Javier se dijo así mismo, que era hora de hacer algo con esa gran erección, por lo cual pensó en dos opciones “esperar a que el niño se durmiera para masturbarse o ir al rio a bañarse solo y ahí masturbarse»
Masturbarse en la noche no lo creyó prudente, pues estaba compartiendo la cama con el niño y no sería bueno que lo viera en tan penosa situación, ya que después, como le explicaría lo que estaba haciendo, así que la opción más segura seria, ir al rio y masturbarse con total tranquilidad, Tomo sus cosas de higiene personal y se dirigió al rio.
Javier confirmo, que ese lugar era seguro para lograr su cometido, ya que ahí estaba muy silencioso; era tan tranquilo, que alguien más ya se lo había ganado, en ese lugar se encontraba nada más y nada menos que David, pero él no estaba solo, tenía como acompañante a su pequeño amante.
Ambos estaban completamente desnudos, Manuelito no dejaba de admirar aquel fenomenal cuerpo masculino, sus grandes piernas, sus grandes brazos, su abdomen lleno de pelo, esa sonrisa encantadora que sonrojaba al pequeño y con tan lindos gestos hacia su persona, el cada vez sentía un bonito sentimiento hacia aquel macho adulto.
Manuelito de inmediato se arrodillo para engullir ese gran pedazo de carne flácido, mientras el pequeño lo hacía endurecer, David colocaba sus dedos ensalivados en aquel cerrado culito, quien delicadamente fue preparándolo para poder llenarlo con su gruesa verga.
Cuando tuvo aquel culito bien abierto y lubricado, David aparto la pequeña boca de Manuelito de su gruesa verga, le dio un beso en los labios y viéndolo directamente a los ojos le dijo.
David: ¡es todo por hoy pequeño, no quiero que te lastimes tu pequeña garganta, además ya has avanzado mucho en los últimos días!
Manuelito: ¡sí, ya casi me la como toda! Jijijiji
David: ¡pronto te la comerás toda campeón, pero ahora te la tragaras toda con el culito, ya que eso es lo que tanto te gusta y a mí me encanta metértela!
Acomodo la punta de su verga en la entrada de aquel culito e hizo que Manuelito se fuera sentando sobre él, el pequeño dejo caer su peso lentamente, descendiendo poco a poco sobre esa gruesa verga, que tanto placer le daba.
Cuando estuvo completamente bien clavado, David se puso de pie, cargo al pequeño entre sus brazos, luego se adentró en el interior de la poza, hizo que el pequeño se detuviera con las manos de una gran roca y luego empezó a penetrarlo.
Las grandes manos de David manipulaban a su gusto, el frágil cuerpo de Manuelito, en ese lugar se podía escuchar claramente los leves gemidos del pequeño, que eran acompañados con el sonido que provocaba, el choque de la pelvis de aquel hombre, con las nalguitas del pequeño.
David penetraba cada vez con más fuerza al pequeño, pero Manuelito ya estaba acostumbrado a estas fuertes embestidas, claramente podía sentir el vello púbico pegado a sus nalguitas, mientras aquella grandes bolas golpeaban fuertemente sus diminutas bolitas y con estos movimientos que hacía David, provocaba el chapoteadero del agua.
La forma en que esos 19 centímetros de verga entraban en él, hacían que el pequeño se estremeciera, Manuelito sentía un placer indescriptible, por eso siempre se dejaba coger por ese gran hombre cuando se lo pedía, en ese instante, David se aferró fuertemente a la cintura del pequeño, luego dio unas fuertes estocadas a aquel culito, el cual lleno de leche y ahí fue dode dejo escapar un fuerte gemido. “aaaaaaaaahhhhhh que rico mi pequeño aaaaahhhhh”
En ese momento Javier estaba llegando al rio, vio un caballo que le parecido conocido, casi enseguida escucho un fuerte gemido, por una voz gruesa que apenas conocía, rápidamente dirigió la mirada al lugar de donde provenía aquel fuerte gemido y en ese momento se encontró con David.
David tenía el frágil cuerpecito de Manuelito al aire, mientras el niño se apoyaba con sus pequeñas manitas en una roca grande; sus fuertes gemidos se debía, a que él estaba llenando de leche el culito del pequeño, David al ver que alguien llegaba al rio, rápidamente se sumergió al agua junto con Manuelito.
Afortunadamente Javier no vio que aquella gruesa verga estaba ensartada en el pequeño culito de Manuelito, sonriendo se acercó a la orilla y ahí saludo a David, quien se había quedado inmóvil sin poder reaccionar. Javier se desnudó por completo y de inmediato se metió al rio, ahí fue donde entablo una pequeña conversación con su patrón.
Javier: ¡ah, que rica está el gua verdad patrón!
David: ¡si Javier, aunque tengo agua en casa, siempre vengo a darme un baño aquí para relajarme!
Javier: ¿y sus hijos?
David: “ellos prefirieron ver la tv, por eso me acompaño este pequeñín”
En ese momento David quito de encima a Manuelito, el pequeño sintió como aquella verga aun dura salía de su recto, apretó el culito y se quedó unos segundos al lado de David, luego fue a la orilla a jugar con la arena.
David: ¡me gustaría quedarme un rato más, pero tengo que buscar a alguien que me ayude con el trabajo de mañana!
Javier: ¿es mucho trabajo patrón?
David: “pues siempre hay que hacer aquí en el rancho y Alex no se da abasto, por esa razón estoy buscando a alguien que le ayude, pero no he tenido respuesta”
Javier: ¿está buscando más gente?
David: “un solo hombre, que le pueda ayudar a Alex con el trabajo” ¿no te interesaría trabajar aquí conmigo? Ofrezco ¡techo, comida y buen sueldo!
Javier: ¡sueña tentador patrón!
David: “piénsalo y después me dices” (mirando a Manuelito)
En seguida, David se puso de pie frente a Javier, aquel joven escaneo rápidamente el cuerpo desnudo de su patrón y ahí pudo ver aquella verga que estaba morcillona, pues ya casi perdía su total firmeza, después de vestirse, David le dio una recomendación a Manuelito, quien aún seguía en la orilla del rio.
David: “Manuelito, no te vayas a quedar aquí» ¡te vas con Javier a la casa!
El pequeño giro para escuchar lo que David le decía, en ese momento mostro las nalguitas a Javier, quien sin querer, vio aquel culito totalmente rojo y un poco abierto, aquel joven sin darle mucha importancia, alzo la mano para despedirse de David.
Javier observo al pequeño Manuelito por unos segundo, ahí se dio cuenta de dos cosas, primera, vio que él estaba muy concentrado jugando con la arena, y segunda, que estaba a varios metros de él, al verse casi solo, rápidamente su mano empezó a masajear su verga, la cual rápidamente despertó ante dicho estimulo.
No había pasado ni 2 minutos, en el que Javier estaba muy a gusto masturbándose bajo el agua, cuando de repente escucho el grito de Manuelito, quien corrió llorando hacia donde él estaba y lo abrazo
Javier: ¿Qué te paso? ¿Qué tienes pequeño?
Manuelito: “algo me pico en el pecho y me duele” (llorando)
Javier se olvidó de lo que estaba haciendo en ese momento, aun sumergido en el agua, se sentó en la arena y Manuelito rodeo la cintura de aquel joven con sus piernas, sentándose sobre el.
Javier: “ya pequeño, tranquilo, déjame ver que es” (observando el pecho del niño)
Manuelito: “me duele”
Javier: “no es nada grave” “mira, es el aguijón de una abeja”
Manuelito: “me pico bien fuerte”
Javier: “si lo sé, pero vas a estar bien campeón”
“casualidad o destino” la punta de aquella verga que seguía aun dura, había quedado justo entre las nalguitas del niño, el pequeño al sentir esto, empezó a moverse, sobre aquel pedazo de carne; Javier nada más se quedó quieto y cerró los ojos, al sentir el contacto de aquella suave piel, sobre la longitud de su verga.
Aquel roce entre pieles era una rica sensación para ambos, Manuelito se incorporó un poco, de inmediato tomo aquella verga, colocándola en la mera entada de su culito, sentándose suavemente aquella punta empezó a entrar, haciendo que Javier se estremeciera.
cuando la punta de esa verga empezó entrar, Manuelito fue apartado por aquel hombre, pues él sabía perfectamente que lo que estaba sucediendo estaba completamente mal, Javier salió del agua tapando su gran erección y se vistió rápidamente, luego llamo a Manuelito diciendo que se vistiera, pues ya tenían que regresar.
Llegada la tercer noche, todos se fueron a dormir, una vez más, Manuelito pidió a Javier que le prestara su celular para jugar; él amablemente saco el celular de su mochila y se lo dio al pequeño, entonces Javier termino desvestirse, luego se metió a la cama.
Javier quería masturbarse esa noche, así que se quedó esperando a que el pequeño se durmiera, pero por su arduo día de trabajo, él fue el primero en quedarse profundamente dormido y cuando los ronquidos se hicieron audibles, se comprobó que ambos, se habían quedado profundamente dormidos.
CONTINUARA….. (saludos de su amigo @Angelblacks)
buenos relatos gracias por compartir los sigo me gustan tus historias
Saludos, para cuando la continuación de está saga. ???