PLACER EN EL RANCHO DE DAVID PART 14
Al día siguiente, Javier fue saliendo de su profundo sueño y cuando logro despertar por completo, abrió los ojos y se llevó una gran sorpresa. .
Manuelito aún seguía desnudito y estaba acomodado entre medio de sus grandes piernas, en ese instante sus pequeñas manitas le estaban sujetando su gruesa verga, así que en ese momento ambos se vieron directamente a los ojos.
A Manuelito se le dibujo una sonrisa angelical en su carita, con este gesto, Javier correspondió al menor con otra sonrisa, luego estiro un poco la mano para alborotarle el cabello y con esta muestra de cariño, le dio su aprobación para que el pequeño continuara lo que estaba haciendo.
El pequeño niño abrió muy grande la boca y de inmediato empezó a engullir aquel gran pedazo de carne, en ese instante Javier quedo muy sorprendido al ver la gran habilidad que tenía ese niño para mamar su enorme verga y sin duda alguna corroboró que no era la primera vez que lo hacía.
Manuelito cual experto mamador de vergas, siguió con su intento de seguir engullendo poco a poco esa gran verga y aunque se le dificultó un poco pudo tragar una tercera parte, entonces su pequeña garganta se expandió lo suficiente para dar paso a esa nueva verga y con este acto Javier cerro los ojos dejando escapar un gran gemido de placer.
Javier: “aaaaaaahhhhhh” ¡que rico! “mmmmmmmmm”
El pequeño veía el rostro de placer de Javier, el cual se mordía los labios y cerraba los ojos, ya que sentía muy rico al tener esa boquita muy caliente en su gruesa verga y justo ahora lo estaba empezando hacer gozar.
Javier: “aaaaahhhh” ¡que rica boquita tienes Manuelito! “aaaaahhhhh”
El pequeño Manuelito solo retiraba esa gran verga de su garganta para tomar aire, luego la volvía a engullir poco a poco para volver a dar el placer que se merecía ese nuevo macho.
Manuelito seguía tratando de engullir más de esa verga, tomaba aire y luego volvía a introducirla en su boca y para este momento la punta de aquella verga traspasaba completamente su garganta, pero no podía pasar más, ya que el grosor impedía que avanzara aún más por su garganta.
Javier: “aaaahhhh” ¡la mamas muy rico Manuelito! “aaaaahhhh”
La pequeña garganta de ese niño no estaba preparada para recibir semejante grosor de la verga de este joven, pero Manuelito no se daba por vencido, por lo cual continuó intentando tragar más y más de esa nueva verga.
Javier: “aaaaaahhhhhh” ¡que rico! ¡sigue así y traga un poquito más!
Manuelito: “intento tragar, pero ya no entra más” (retirando esa verga)
Javier: ¿te has comido una verga completa con tu boquita?
Manuelito: ¡siiii! “la de…” (recordando que no debía decir nada)
Javier: ¿de quién Manuelito? ¿de quién?
Manuelito: ¡no lo puedo decir, porque es un secreto! “jijijiji”
Javier: ¿te gustaría tragarte toda mi verga con tu boquita?
Manuelito: ¡siiiii, si quiero!
Javier: ¿solo te gusta mamar la verga o haces otras cosas ricas?
Manuelito: ¡me gusta mucho que me la metan en mi culito y también me encanta tomar toda la lechita!
Javier: ¡pues entonces aquí tienes la mía! ¡puedes hacer con ella lo que tú quieras! (golpeando su dura verga en su estómago)
Sin darse cuenta, Manuelito se había delatado con Javier, así que en ese instante él supo que ese niño ya le habían dado de comer verga por la boca y el culito, asi que no dudo ni un momento en desaprovechar esta gran oportunidad que se le estaba presentando.
Manuelito nuevamente se acercó a él, sujeto aquella gruesa verga con ambas manos y de inmediato empezó a introducirla dentro de su boca y cuando logro tener la tercera parte dentro, la fue retirando lentamente, luego volvió a introducirla muy despacio.
Lo que estaba haciendo ese niño le estaba fascinando a Javier, pero él deseaba entrar más en pequeña boquita, así que enseguida sujetó la cabeza de Manuelito y empezó a guiarlo con sus manos, las cuales cada vez hacían un poco más de presión para que aquella gruesa verga se fuera enterrando dentro de la garganta del pequeño niño.
Al principio esa pequeña garganta puso algo de resistencia, pero Manuelito ya sabía lo que tenía que hacer para que eso no fuera doloroso y facilitara la entrada, así que aunque le provocaran arcadas, él respiraba profundamente y deglutía, entonces así fue como aquella pequeña garganta logro albergar la mitad de esa gruesa verga.
Javier sonrió y no quiso parar ahí, pues al ver que tenía media verga enterrada en la garganta del pequeño niño, el morbo se apodero de él e hizo que su cintura empezara a moverse y entonces fue empujando cada vez más de su gruesa verga.
Ahora Javier acompasaba sus movimientos de su cintura con los movimientos de la cabeza del niño, la cual era guiada por sus grades manos; así que sin demorar más, Javier dio un último empujón con su pelvis y entonces los labios rojos de esa pequeña boca hicieron contacto directo con sus vellos púbicos.
Javier estaba feliz, pero no se sorprendió en lo absoluto, pues era lo que él deseaba que hiciera esa pequeña boquita y además quería corroborar si Manuelito le estaba diciendo la verdad y efectivamente así fue.
Javier: “woooo” ¡te las tragado toda! ¡eres increíble! “no te muevas”
Varias gotas de lágrimas rodaron por las mejillas de aquel niño y así con los ojos llorosos, subió la mirada para verle a los ojos a Javier y entonces ahí se encontró con el rostro de aquel hombre llena de perversión, por esta razón Manuelito de inmediato se quedó quieto ante dicha orden.
Javier estiró la mano para alcanzar su teléfono celular y al presionar la pantalla se dio cuenta que aún tenía 10 % de batería, así que de inmediato buscó la cámara y tomó varias fotos, luego prosiguió a grabar un pequeño vídeo, “bueno, lo que la batería le permitió grabar”
Javier: ¡que rico, ahora dedícate a mamar mi verga como te han enseñado Manuelito!
Aquel joven albañil quedó observando al niño, así que en su mente y en su teléfono celular quedaron guardadas aquellas imágenes tan maravillosas donde “el pequeño Manuelito devoraba gustosamente esa enorme verga” entonces Javier volvió recordar que apenas unas horas atrás, él había metido únicamente la punta de su verga en ese pequeño culito.
Lo que estaba viviendo en ese momento, despertó en Javier la lujuria, pues nunca creyó que esto le fuera a pasar en su vida, entonces abrió aún más las piernas y se recostó en la cama, luego con la ayuda de una almohada, siguió observando muy atento todo lo que el niño estaba haciendo.
Varios minutos después, la respiración de Javier empezó a acelerarse, así que sujeto fuerte la cabeza de Manuelito y empezó a gemir muy quedito, ya que en ese instante su verga empezó a lanzar una buena cantidad de leche, la cual fue a dar directamente al pequeño estómago de ese niño.
Javier: “aaaaaaaaahhhhhhhh” ¡que rico! “aaaaaaaaahhhhhhhhh”
Forzosamente Manuelito se quedó quieto, ya que esas grandes manos le inmovilizaban la cabeza, así que no le quedo de otra, más que sentir como aquella gruesa verga se agrandaba aún más dentro de su pequeña garganta y al mismo tiempo palpitaba lanzando aquel líquido caliente directamente en su esófago.
Cuando Manuelito sintió quedarse sin aire, de inmediato empezó a forcejear con las manos de aquel joven y al notar que tenía su garganta libre, inmediatamente respiro profundamente un par de veces para llenar sus pulmones con oxígeno, luego nuevamente sintió como aquella gruesa verga se volvió a deslizar completa dentro de su pequeña boca.
A Manuelito le incomodo un poco, pero estaba feliz de haber tragado esa enorme verga, así que no dejo de chupar aquella verga ni un solo instante y cuando noto que la última gota había salido, despegó su boquita de esa gruesa verga y sonriendo felizmente vio a los ojos a Javier, después se limpió la boca con el antebrazo.
Manuelito: ¿lo hice bien? (con su carita tierna)
Javier: ¡no jodas, que bueno eres haciendo esto! ¡te han entrenado bien!
Manuelito: ¡siiii! “jijijiji” (tapando su boca sus manitas)
Javier se incorporó un poco y respiro profundamente, luego se acercó al oído del pequeño niño e intento susurrarle algo, pero en ese preciso momento, el padre de Javier tocaba a la puerta diciendo “que ya era hora para ir a trabajar»
Javier de inmediato se aventó de la cama e hizo señas a Manuelito de guardar silencio y en ese momento le respondió a su padre diciendo “que en un instante iría” así que sin buscar su trusa, se puso rápidamente el pantalón y el resto de su ropa.
Cuando estuvo listo, se acercó a donde estaba Manuelito, se sentó en la cama y empezó acariciarle la espalda, luego le dijo.
Javier: ¡gracias pequeño! Pero recuerda, “no vayas a decir nada de lo que hiciste con mi verga»
Manuelito: ¡no diré nada Javier! “jijijiji” (tapando su boca con sus manos)
Javier: ¡ok, Pequeño! “confío en ti he» (dándole un beso en la frente)
Manuelito: “si, prometo no decir nada»
Javier: “recuerda, si tu no dices nada” ¡te daré que juegues otra vez con mi verga!
Manuelito: ¡de veras me darás otra vez tu verga!
Javier: ¡claro que si Manuelito! ¿te gustaría jugar con mi verga en la noche?
Manuelito: ¡siiiii, si quiero! ¡pero ahora me la metes por mi culito!
Javier: ¿enserio quieres que te la meta en tu culito?
Manuelito: ¡síiiii, me gusta mucho cuando me la meten en mi culito!
Javier: ¿pero estas seguro que la vas a aguantar toda?
Manuelito: “no se” (encogiendo los hombros) ¡yo creo que si, porque ya entraron otras! “jijijiji”
Javier: “que tontería dije” ¡si ya te la tragaste toda con la boquita, seguro que puedes hacerlo por el culito! ¡prepárate, porque en la noche vas a disfrutar de esto! (Apretándose la verga)
Aquel joven salió del cuarto e indico al pequeño que se vistiera, luego Javier se fue a trabajar con su padre, pues aquella pequeña casa le faltaba muy poco para quedar lista.
“saludos amigos y seguimos en contacto en telegram @Angelblacks”
CONTINUARA…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!