PLACER EN EL RANCHO DE DAVID PART 17
Tras haberse deslechado completamente, aquel hombre sonrió maliciosamente, pues cayó en cuenta de lo que había hecho con aquel pequeño putito..
Ante este suceso, Milton volvió a respirar profundamente una vez más para llenar sus pulmones de aire y quedar totalmente repuesto, así que, en ese momento, el inmediatamente observó a todos lados con la finalidad de cerciorarse de que nadie los estuviera observando y entonces, para la buena fortuna de ambos, los dos estaban completamente solos y a salvo de las conservas de aquel acto pecaminoso que acababa de realizar.
Una vez satisfecho y con las bolas completamente secas, Milton no le quedo de otra que empezar a retirar su gruesa verga aun erecta de aquel cálido culito, pues, aunque estaba maravillado con esa rica sensación, debía alejarse de Alberto ya que temió ser visto.
Milton: “aaahhh” ¡que rico fue cogerte niño!
Alberto: ¡a mí también me gusto como me ha cogido señor Milton! “jijiji”
Milton: ¿enserio?
Alberto: ¡sí, usted tiene una verga muy rica y me gusto sentirla dentro de mi culito!
Milton: ¡pues cuando gustes, tu nada más pídemela y te la doy! Pero por ahora vamos a bañarnos y me cuentas algo que quiero preguntarte…
Alberto: ¡está bien señor Milton, lo que usted diga!
Sin darse cuenta, aquel niño ya había cedido completamente ante aquel hombre, así que, sin demorar más tiempo, ambas personas se metieron al rio y entonces, mientras remojaban sus cuerpos en el agua cristalina, Milton aprovecho para cuestionar al pequeño niño sobre su pequeña vida sexual.
Milton: ¡dime pequeño! ¿Quiénes te han cogido?
Alberto: “señor” ¡eso no puedo decirlo!
Milton: ¿por qué?
Alberto: ¡porque es un secreto que siempre hay que aguarda!
Milton: “pero tú y yo, ya somos amigos” ¡así que me puedes contar!
Alberto: “pero” ¿enserió no dirá nada?
Milton: ¡no, yo no diré nada, es más en unos días nos vamos de aquí y quién sabe si nos volveremos a ver!
Alberto: ¿apoco ya se irán?
Milton: ¡sí, en unos días!
Alberto: ¿y por qué?
Milton: ¡porque el trabajo ya terminará y no hay más nada que hacer aquí!
Alberto: “ok” ¡entiendo!
Milton: “ahora si” ¡cuéntame quien te cogió por primera vez! ¿Y quienes más lo han hecho?
Alberto: está bien, señor Milton, no hay mucho que contar, pero iniciare diciéndole lo siguiente….
El hecho que me guste que me cojan, resultó por una duda, si, fue la duda en la cual se vieron involucrados Manuelito Y su tío Alex…
Cierto día, como de costumbre, me encontraba viendo una película con mis hermanos, entonces, escuche el llamado de mi madre, la cual me decía que fuera al granero por frijoles para cocer, así que, obedeciendo el mandato de mi madre, agarre el recipiente para los frijoles y fui rápidamente por ellos.
Al no querer perderme la película, caminé apresurado por todo el gran patio y entonces, al llegar al granero, no tome en cuenta que la puerta de esta estuviera abierta, así que, haciendo caso omiso, entre rápidamente en busca del costal que contenía los frijoles.
Pero en ese instante, mis sentidos y mi persona se pusieron en alerta, pues rápidamente escuche ruidos extraños que jamás en mi corta vida los había escuchado, intrigado por mi duda, fui caminando cautelosamente hasta donde provenían aquellos ruidos y ahí fue donde me quede petrificado por lo que estaba a punto de descubrir.
Milton: ¿y qué fue lo que viste? ¡cuéntame, cuéntame!
Alberto: ¡a eso iba señor Milton, a eso iba! “jejeje”
Al asomar la cabeza, pude ver la espalda de un hombre el cual tenía la camisa y la camiseta enrollada hasta el pecho, pero eso no fue todo, ya que, también pude observar aquellas redondas nalgas y sus firmes piernas, pues en ese momento, su pantalón se encontraba hasta sus pies junto con su ropa interior.
Observando un poco más, yo podía ver, como aquel hombre estaba sujetando algo con las manos y mientras lo hacía, su cintura no paraba de moverse a un ritmo muy acelerado, lo cual provocaba en él, que emitiera ruidos extraños de su boca, así como otros ruidos de chapoteo.
Mi curiosidad era mucha, así que tenía que ver lo que ese hombre estaba haciendo, así que rápidamente rodee la estiba de bolsas de granos de maíz y me quede completamente sorprendido.
Aquella persona casi desnuda era Alex y frente a él estaba mi amiguito Manuelito, el cual estaba trepado en unas pacas de pastura; pero eso no era todo, sino que, además observe que él también estaba completamente desnudo de la cintura para abajo.
En ese momento, yo no podía entender la razón por la cual estaban así y por qué ambos emitían aquellos ruidos extraños de sus bocas, “ruidos” que más tarde comprendí que se llamaban (gemidos). Pero ante este hecho, yo seguí observando cuidadosamente y entonces no entendía, por qué Alex continuaba moviendo su cintura rápidamente y hacía que su pelvis llena de pelos chocara con las pequeñas nalguitas de Manuelito.
Con cada golpe de la pelvis de Alex, mi pequeño amiguito se mordía los labios, se estremecía y dejaba escapar un gemido de su boquita, así que, en ese instante aquel hombre golpeaba más fuerte las nalguitas del niño y le preguntaba lo siguiente.
Alex: ¿te gusta cómo te coge tu tío? “hee”
Manuelito: ¡si tío, me gusta mucho! (estremeciéndose)
Alex: ¿te gusta ser mi hembrita? (sudado)
Manuelito: ¡si tio, me gusta ser tu mujercita!
Alex: ¿te gusta que te llene de leche mi amor? “hee” ¡dime!
Manuelito: ¡siiii, me gusta tu verga y me gusta tu leche tío! (retorciéndose)
Alex: ¡pues ahorita te lleno el culito de leche y te embarazo mi amor!
Yo no podía entender de que estaban hablando, así que, solo me limite a seguir observando lo que aquel tío le estaba haciendo a su pequeño sobrino, pero unos pocos minutos después, vi como ese hombre empezó a acelerar más fuerte el movimiento de su cintura y después se detuvo, apretando fuertemente sus enormes nalgas y gimiendo fuertemente.
Alex: “aaaaaaaaahhhhhhhh” (gimiendo de placer)
Manuelito: “mmmmmmmm” (estremeciéndose)
Para este momento de éxtasis, aquel hombre ya había rodeado con ambos brazos el frágil cuerpecito de su pequeño sobrino y mientras lo mantenía fuertemente sujetado, su cintura estaba dando las ultimas estocadas.
Tiempo después, aquel hombre logro reponerse, así que, sin despegar su vello púbico de las nalguitas de su sobrino, esté logro componer su postura, respiró profundamente y después empezó a despegar suavemente su pelvis.
En ese instante yo no podía creer lo que acaba de suceder, pues ante mis ojos, aquel hombre adulto fue retirando del culito de Manuelito su dura y gruesa verga, la sacudió una vez y entonces la clavo completamente de una sola estocada.
Manuelito inmediatamente se encorvo, pero nada pudo hacer ante aquella embestida, así que volteo a ver a su tío y entonces sonriendo respondió las siguientes preguntas.
Alex: ¿te gusta mi verga mi amor?
Manuelito: ¡si tío, me gusta mucho!
Alex: ¿te gusta mi leche?
Manuelito: ¡me encanta que tragarme tu leche y también que me la dejes dentro de mi culito!
Alex: ¿de verdad te gusta?
Manuelito: ¡sí, me gusta mucho tío!
Alex: “ok, ahora dime” ¿Qué verga te gusta más, la mía o la del patrón?
Manuelito: ¡ambas, los dos cogen rico y su leche es deliciosa!
Alex: “jajajaja” ¡sabía que eras una hembrita muy glotona! “bueno” ¡ahora hay que vestirnos porque yo seguiré estibando algunas bolsas más!
Manuelito: ¡está bien tío! Pero ¿puedo ir a jugar con mis amiguitos?
Alex: ¡claro mi amor, tu labor aquí a terminado por hoy!
Al terminar de decir estas palabras, Manuelito brinco de las pacas y mientras salía corriendo del granero, este se iba acomodando el pantalón junto con su ropa interior; por otra parte, yo no apartaba la vista de aquella enorme verga adulta, la cual poco a poco iba recobrando su tamaño original.
Alex al ver que su sobrino se había ido, este tomo papel higiénico de su bolsillo y limpio muy bien su verga del resto de fluidos que le había quedado, se acomodó la ropa y se sentó a descansar un rato por tan placentera cogida.
En se momento yo regrese hasta el costal de frijoles, tome lo necesario y regrese a casa muy pensativo, pues, aunque ya había visto aparearse a los animales, nunca había visto como lo hacían los seres humanos, ni mucho menos dos personas del mismo sexo.
Milton: ¿y qué hiciste después de verlos coger?
Alberto: “nada, me sentía confundido y temía preguntar qué era eso que había visto”
Milton: ¿y quién te metió la verga por primera vez? ¿Cómo se cogió tu padre a Manuelito? ¿entonces tu papa sabe que te gusta la verga? ¡dime niño que me estoy calentando nuevamente!
Alberto: “bueno” ¡si me sigue interrumpiendo ya no le cuento más!
Milton: “no, no” ¡sígueme contando, que esto se va a poner bueno!
Alberto: “está bien señor” ¡le seguiré contando entonces!
Después de haber visto como Alex tenía relaciones sexuales con Manuelito, me quede muy pensativo y no entendía nada de nada, tenía curiosidad de preguntar, pero temía que fuera algo malo y me castigaran por eso, así que, me guarde el secreto para mí solo y empecé a darme cuenta de lo que pasaba a mi alrededor.
Así que…
Continuara…
saludos y un fuerte abrazo, sigo en telegram @Angelblacks
no manches demoras mucho en publicar esta saga que siempre la eh seguido y me encanta mucho soy fan tuyo muy buenos relatos saludos amigo y sigue publicando y no demores mucho ….. al fin estoy sabiendo como se inicio alberto.
Me encanta tus relatos no se que anda pasando pero tardas mucho y son super cortos no son como antes ojalá vuelvas a ser el ángel black de antes !!? 😕😭