PLACER EN EL RANCHO DE DAVID PART 5
Al bajar a la cocina, los 4 niños se quedaron viendo a John, luego la esposa de David lo invito a desayunar, aquel hombre se unió a la mesa sorbiendo su taza de café. .
John seguía con aquella duda de lo ocurrido en la noche, tal vez fue un sueño o tal vez fue verdad…. Pero si fuera verdad… ¿quién de los 4 niños fue el que entro a su cuarto anoche?
¿Quién de todos ellos era el más putito? ¿Quién de los 4 había logrado aguantar casi la mitad de su gruesa verga?, pues le media 23 cm y hasta ahora ninguna mujer por más puta que fuera “nunca aguantaba más que la primera estocada por el culo”
Así que apretándose la verga, la cual estaba dura, descarto que fuera verdad, ya que aunque quisiera, su gruesa verga nunca podría entrar en alguno de esos culitos tan pequeños, luego observo a los niños mientras desayunaba, ellos actuaban de lo más normal como niños que son; sin delatarse.
El resto de la mañana pasó sin acontecimientos, John observaba aquella familia, pero su principal atención era en los niños, aquella duda era demasiado para él, así que pidió permiso a David, para dejarlo pasar una noche más en su rancho, el cual acepto, pues presentía que con ese hombre podía llegar hacer buen negocio con su café.
por la mañana hicieron un recorrido por los cafetales, luego por la tarde Como era casi costumbre todos jugaban al futbol, luego cuando terminaban se iban a bañar en el arroyo, John muy emocionado los acompaño a bañarse, pues ahí podía observar disimuladamente el cuerpecito desnudo de los niños e intentaba averiguar quién de ellos tenía ese culito caliente y apretadito, su verga cobro vida, pero al estar sumergido en el agua, nadie podía visualizar que él estaba excitado.
Al llegar la noche después de un rato de conversación, john decidido irse a dormir, pues al día siguiente lo esperaba un largo viaje, nuevamente le indicaron el cuarto de la noche anterior, al entrar se quitó toda la ropa, quedándose en bóxer, pero por instinto termino quitándose también el bóxer y se acostó a dormir, dejando esta vez la luz encendida.
John Ya se estaba quedando dormido cuando escucho que abrieron la puerta, casi enseguida la volvieron a cerrar, en eso momento fingió estar dormido, dejando escapar de su boca un par de ronquidos, esto lo hizo para que la persona que había entrado se diera cuenta que él ya dormía y entrara con total confianza.
John tenía los ojos totalmente cerrados, estaba acostado boca arriba, con los pies levemente abiertos, totalmente desnudo, unas pequeñas manos separaron sus pies, lo estuvo observando como 5 minutos, luego fue acercándose a la cama, puso sus manos sobre su pecho marcado y lo movió fuertemente, como intentándolo despertar, John que estaba despierto, fingió no reaccionar ante dicho acto.
Aquella personita pudo comparar que John dormía profundamente, empezó a acariciarle las piernas, fue acercando su manita, poco a poquito llego hasta aquel pene flácido, aquella pequeña mano acaricio suavemente el glande, hasta llegar al pubis totalmente depilado y luego paso a acariciar los grandes testículos totalmente sin pelo.
Jugando con sus dos manitas, aquel pequeño, logró conseguir que aquel pene empezara a reaccionar, John aún seguía fingiendo estar profundamente dormido, pero le estaba gustando lo que estaban haciendo aquellas pequeñas manos, esas manos que acariciaban toda la longitud de su verga, de pronto se estremeció cuando la cabeza fue atrapada por su boquita caliente y mojada, logrando que toda la piel se le erizara sacándole un leve gemido.
Aquella personita vio rápidamente a los ojos de John para ver si había despertado, al ver no lo hizo, continúo saboreando cada centímetro de aquella dura verga, con sus 2 manitas sujetaba fuertemente la base de aquel pedazo de carne, mientras se metía lo que podía en su boquita, Pasaba su lengua desde los testículos hasta la punta, como si se tratara de un gran helado y hacia pausas, metiéndose una a la vez, la personita le gustaba aquellas grandes bolas, las cuales colgaban de aquel saco de piel.
Aquella personita se subió a la cama, en ese momento John abrió más las piernas, esto lo hizo Para darle mejor acceso a su verga, continúo chupando aquella verga por un par de minutos más, luego se montó sobre aquel hombre, para intentar cabalgarlo, fue bajando su cuerpecito hasta que, la entrada de su culito tocaba la punta de aquella verga.
En ese momento john abrió los ojos, ahí se dio cuenta de quien era ese niño, él estaba seguro que la noche anterior también era el, Manuelito no se había percatado que aquel hombre lo estaba viendo, aquel niño agarraba fuerte aquella verga con ambas manos, la fue guiando a la entrada de su culito, luego empezó a bajar sobre ella, aplicando un poco presión su esfínter anal cedió, tragándose la punta.
Manuelito: ay, ay, duele ( quejándose muy quedito)
El cuerpo de Manuelito se tensó, casi de inmediato se apartó al sentir aquel fuerte dolor en su culito, pero él no iba a desistir, cuando el dolor paso, nuevamente volvió a intentarlo, acomodo nuevamente la punta de aquella verga en la entrada de su culito, luego empezó a bajar lentamente, muy despacio, aquel esfínter fue perdiendo su resistencia, después de varios minutos todo el glande ya estaba dentro de él.
Manuelito Con la cabeza agachada, observaba como poco a poco iba desapareciendo aquella gruesa verga, el pequeño sentía como su culito se iba amoldando al tamaño descomunal de aquel miembro, ante la constante asistencia del pequeño, aquel culito, había logrado alojar casi la tercera parte de aquella gruesa verga, entonces suspiro profundamente y fue levantando la cabeza.
Sus ojos se encontraron directamente con los ojos azules de aquel hombre, el pequeño agacho la cabeza avergonzado e intento quitarse casi de inmediato, John actuó rápidamente, sujetándolo fuertemente de su pequeña cintura, al mismo tiempo, empezó a mover su pelvis para que el niño sintiera su verga moverse dentro y fuera de su culito.
Manuelito levanto nuevamente la cabeza, vio directamente a la cara de aquel hombre guapo, en su rostro se dibujaba una hermosa sonrisa, donde dejaba ver sus hermosos dientes blancos, le guiño con unos de sus hermosos ojos azules y al mismo tiempo puso su dedo índice en sus labios, indicándole que guardara silencio
John: “SHHHH, no hagas ruido, que nos van a oír”
Manuelito solo sonrió asintiendo con la cabeza, la mano de John volvió a la cintura del pequeño, sujetándolo algo fuerte siguió intentando penetrarlo, pero en su rostro se dibujaba algunas muecas de dolor, aquel hombre quería seguir disfrutando de aquel culito tan apretado y caliente, pero tampoco quería lastimar al niño, así que lentamente fue retirando su verga de aquel pequeño culito.
John acostó al pequeño boca abajo sobre la cama, tomo una de sus playeras sucias, después camino hacia la puerta para ponerle llave, luego hizo que el pequeño separara sus nalguitas con ambas manos, revisándolo un poco, limpio con su playera toda la humedad de la saliva, hizo a un lado la playera y fue acercando su boca al culito del Manuelito, donde rápidamente inicio a lamer aquel pequeño culito.
Manuelito gimió fuertemente, pero la mano de aquel hombre le enterró la cabeza en la almohada, lo hizo para que no se escucharan sus gemidos, Manuelito entendió que no debían ser escuchados por nadie, así que mordía fuertemente la almohada para ahogar sus gemidos.
Lo que este hombre estaba haciendo en este momento, era nuevo para Manuelito, no podía contenerse del gran placer que estaba sintiendo, en su corta vida, nadie le había hecho esto nunca, cuando aquella lengua entraba en su interior, ponía los ojos en blanco aflojando su esfínter anal, John vio su oportunidad y apresuradamente metió 2 de sus dedos, el pequeño apenas tuvo tiempo de reaccionar, hubo un leve dolor, pero cedió rápidamente, gracias a la lengua de John.
Los dedos de aquel hombre rosaban la pequeña próstata del menor, esto intensificaba más el placer, John escupía gran cantidad de saliva en el interior del niño y poco a poco empezó a meter un tercer dedo, no fue difícil meterlo, el pequeño estaba muy bien lubricado por la saliva, también su excitación ayudo mucho ya que aflojaba más y más su esfínter.
John abrió el cajón de la mesita de noche para tomar el lubricante, luego coloco una almohada doblada debajo del vientre de Manuelito, esto con la intención de que el parar un poco más el culito, destapo el frasco, metió 2 de sus dedos en el culito del pequeño abriéndolos en forma de tijera, luego dejo caer una buena cantidad de lubricante; enseguida dejo caer lubricante en su verga y se acomodó detrás del pequeño.
John le hablo al oído al pequeño con aquel acento raro diciéndole “si te hago daño házmelo saber”, acomodo su gruesa verga entre las nalgas del niño, la punta quedo en la mera entrada de su culito, John empezó hacer presión suavemente hacia adelante, logrando que el esfínter del pequeño se fuera abriendo, permitiéndole la entrada de su verga.
Cuando la punta de aquella verga estuvo dentro, John se acomodó sobre la cama, ambas rodillas abiertas, apoyadas en la cama, codos y brazos sobre la cama para no aplastar al niño con su gran peso, muy despacio empujaba su pelvis hacia delante, avanzando en el interior de aquel estrecho recto infantil.
Manuelito: “ay, está más grandota, aaahhhh”
Manuelito empezó a sentir un poco de molestia, pero aun lo toleraba por eso no le dijo nada a John, cuando el pequeño sintió un poquito más de molestia se lo hizo saber a John, entonces el vio hacia su entrepierna y noto que tenía casi media verga dentro del culito del niño; esto lo excito un poco más e inicio el vaivén muy despacio.
No había prisas, esa noche ya estaba destinado para disfrute de ambos, así que con total calma y delicadeza empezó a cogerse al niño; estuvo en esa posición por varios minutos, su excitación se fue intensificando de tal manera que, quería ver el rostro del pequeño, sus gestos mientras parte de su verga entraba en él, aparte eso era delito y talvez nunca en su vida podía tener otra oportunidad.
Lentamente fue sacando su verga del culito del niño, casi de inmediato le hizo dar vuelta, el niño quedo sobre su espalda, viendo al techo, puso más lubricante en el interior del culito de Manuelito, también él se lubrico aún más toda su gruesa verga e hizo que el pequeño se sujetara sus pies con sus brazos y empezó a meter otra vez su gruesa verga.
John: “mmmmm, que rico culito tienes niño” ¡espero aguantes aunque sea la mitad”
Cuando estuvo dentro del niño, John acomodo sus pies sobre sus hombros, pero por la diferencia de tamaños, los pies quedaban en sus pectorales, poco a poco John empezó a empujar su verga, la lubricación o talvez la posición en la que estaban logro que la mitad de aquella verga entrara y Manuelito no mostraba gestos de dolor.
John estaba dispuesto a continuar, se inclinó un poco hacia adelante para apoyar sus manos en la cama, después empezó a empujar su pelvis hacia adelante, su gruesa verga continúo avanzado en el interior del recto del niño, los minutos fueron avanzando, la noche se hacía cada vez más oscura.
el cuerpo de aquel estaba siendo poseído por el morbo y la excitación, el ya no podía parar, cada vez que el pequeño mostraba algún sino de dolor, se queda quieto, le acariciaba la cara, la espalda, tocaba sus pequeñas piernas infantiles, luego continuaba con la penetración.
Manuelito: ay, aaahhh
John: tranquilo mi niño, solo relájate…. aaaahhhh….
John había logrado meter 15 centímetros en el pequeño culito del niño, estaba a escasos centímetros de lograr meter su verga por completo, creyó que eso era suficiente, ya que ninguna mujer le había logrado aguantar la verga por el culo; pero este niño lo había hecho muy bien hasta ahora y pues no había necesidad hacerle daño.
Empezó a retirar su gruesa verga del culito del niño, luego la metió muy despacio, el pequeño pujaba muy despacio, pero sus labios lograban callar al niño, sus movimientos de cintura empezaron a celebrar poco a poco, para este momento el culito del niño se había amoldado perfectamente al grosor de aquella blanca verga.
John, tomo su teléfono celular del buro, tomo varias fotos en diferentes ángulos, después presiono la pantalla donde se inició a grabar un video; dejo el celular a un lado y empezó a coger al pequeño, disfrutando como entraba cada centímetro en aquel estrecho culito. Sin sacarle la verga al niño, lo fue girando muy despacio, hasta volverlo a dejar boca abajo, se acomodó sobre el sin aplastarlo y empezó a cogerlo.
John: «You’re a beautiful boy», aahhh
Manuelito no entendía las palabras que este hombre le decía, con una parte de su verga en el culito del niño, John empezó a darle con un ritmo lento al comienzo, después lo fue aumentando, el pequeño Manuelito solo gemía, sintiendo parte de aquella gruesa verga profanar su pequeño culito; pero la mano de John impedía que aquellos gemidos salieran de la boca del pequeño.
En un instante John agarro fuerte de las caderas a Manuelito y mordiendo fuertemente las sabanas gimió pronunciando unas palabras, “aaahhh baby”, el pequeño Manuelito sintió como aquel liquido caliente era depositado en su interior, fueron varios chorros de leche que fueron disparados en su pequeño recto.
John jalo al pequeño acomodándose a un costado de la cama, su verga aun palpitando, expulsando hasta la última gota de leche, sin sacar su verga, John beso el cuello del pequeño y acaricio su cuerpo desnudo diciendo:
John: ¿you okay baby?
Manuelito: “no entiendo lo que me dice señor” (frunciendo las cejas)
John: oh, sorry baby… (sonriendo un poco)
Aquel hombre comprobó que todo estaba bien con el niño, así sin decir ninguna palabra, abrazado a aquel pequeño cuerpo, Poco a poco se fue quedando dormido; al día siguiente varios toquidos a la puerta despertaron a John, el pequeño ya no estaba a su lado, se vistió rápidamente y bajo a desayunar.
Después de desayunar, se despidió de todos por su amable atención hacia él y luego partió de aquel lugar.
CONTINUARA….
Me encantaria leer los anteriores
Que rico siempre es un deleite leer tus relatos.
Donde puedo leer el inicio de este relato… Me intriga el cómo inicio