PLACER EN EL RANCHO DE DAVID PART 9
David recibió a Milton, el albañil que había contratado para la construcción de la casa de Alex,.
el no venía solo y enseguida, presento al otro hombre que lo acompañaba como su hijo Javier.
En ese momento todos regresaban del rio, donde tenían la poza, Eduardo amablemente se despido de la casa de David, no sin antes agradecer todas las atenciones; abrazando fuertemente a David, prometió regresar lo más pronto posible y después, junto a su familia, partieron del rancho.
Alex quien acaba de llegar, recibió órdenes de David, para que fuera acomodando a aquellos hombres en los cuartos libres, al lado de donde dormía la pareja; Manuelito nunca los había visto, así que pregunto a su tío por ellos.
Alex respondió diciendo, que ellos eran los albañiles que construirían su casa, el mayor era Milton, luego señalo a Javier como hijo de Milton y cuando terminaron de instalarse en sus pequeños cuartos, Alex llevo a los albañiles a ver el lugar donde se construiría su casa.
Alex los dejo ahí para que ellos conocieran el lugar, después se marchó, pues tenía que ir a encerrar algunas vacas, luego de un rato, los albañiles regresaron a su cuarto, preguntaron a la esposa de Alex ¿dónde podían abañarse? Valeria les dijo que fueran al rio; al no conocer el lugar y como Alex aun no regresaba, Valeria mando al pequeño Manuelito para que los guiara.
Aquellos hombres se sorprendieron cuando llegaron al lugar, enseguida fueron desvistiéndose frente a Manuelito, quien veía atento, aquellos cuerpos morenos totalmente desnudos, Manuelito primero observo a Milton que, a sus 43 años de edad, tenía un cuerpo robusto con algo de panza, media aproximadamente 1,70 metros, entre sus piernas estaba aquella verga flácida, cubierta por una gran mata de pelos y aunque estaba chica era gruesa.
Luego Manuelito desvió la mirada hacia el cuerpo de Javier, el cual tenía 28 años, media aproximadamente 1, 80 metros, tenía el cuerpo robusto pero tonificado, tal vez eran por el gran trabajo físico que el realizaba; el pequeño bajo la mirada hacia la entrepierna de Javier, ahí se encontró con aquella verga, que aun estando flácida demostraba un buen tamaño, tanto en grosor como en longitud y al igual que el padre, también lo cubría una gran mata de pelos.
Ambos conversaban mientras se bañaban, ninguno de los dos se percató, de las miradas lujuriosas que el pequeño lanzaba sobre su cuerpo desnudo, quien se saboreaba tratando de adivinar el sabor que podían tener aquellas vergas y deseó ser penetrado por alguna de ellas.
Después de bañarse, regresaron a la casa de David, como ya había caído la noche, se les llamo para ir a cenar, luego de un rato de mucha platica se despidieron para ir a dormir; Manuelito se sorprendió cuando vio las cosas de Javier en su cuarto y entonces pregunto a su tío.
Manuelito: tío, ¿y yo donde voy a dormir?
Alex: “tú vas a dormir con Javier” o ¿quieres dormir en el piso con nosotros?
Manuelito: “noooo, el piso es muy duro”
Alex: “pero no vayas a agarrarle la verga” ¿entendiste?
Manuelito: “si tío, lo que tu digas”
Alex: “y mucho cuidado con ofrecerle el culito, porque te daré tus cinturonazos”
Manuelito: “no tío, prometo portarme bien”
En ese momento, Javier entraba al pequeño cuarto, escucho cuando Alex le decía a Manuelito “que se portara bien y que no molestara a Javier”
Alex: ¿no te molesta que duerma contigo verdad?
Javier: “para nada, así me hace compañía para que no me lleven los coyotes” jajaja
Alex: ¡bueno, te dejo descansar Javier! ¿porque debes de estar muy cansado?
Javier: ¡sí, un poco por la gran caminada!
Alex: ¡buenas noches!
Javier: ¡buenas noches!
Cuando la puerta se cerró, Manuelito se sentó en la cama, observaba detenidamente como Javier se iba quitando la ropa, primero fueron los zapatos, luego siguió con la playera y concluyo quitándose el pantalón de mezclilla, Javier estaba acostumbrado a dormir nada más con ropa interior, pero al compartir la cama con un niño, no lo creyó prudente, entonces busco un short entre su mochila pero se le olvido ponerlo, por lo cual le hizo el siguiente comentario al pequeño.
Javier: “espero no te moleste que duerma con trusa, es que se me olvido mi short”
Manuelito: ¡yo también duermo desnudo, porque aquí hace mucho calor! jijijiji
Sin que Javier se diera cuenta, Manuelito rápidamente se desvistió, luego se metió a la cama, la cual compartiría con aquel hombre; El pequeño no aparto la mirada ni un segundo del cuerpo de Javier, quien únicamente vestía, una trusa tipo bikini color celeste.
Javier buscaba algo entre sus cosas, esto le permitió al pequeño observar el cuerpo de aquel hombre, Manuelito estaba encantado con aquel gran bulto que se le marcaba al frente de la trusa, aunque ya lo había visto rápidamente en el arroyo, ahora deseaba tocarlo; cuando Javier encontró lo que buscaba, se metió a la cama junto al pequeño y al verlo le dijo:
Javier: “dices que hace calor y estas tapado”
Manuelito: así duermo, jeje (sonriendo tímidamente) ¿y qué es eso?
Javier: es mi celular, pero aquí no funciona ya que no hay red.
Manuelito: ¿no funciona? ¿Pero esta encendido?
Javier: me refiero a que no puedo escribir mensajes o hacer llamadas.
Manuelito: ah, ya entendí….
Javier: ni modos para entretenerme con él, solo podré jugar
Manuelito: ¿jugar?, ¿apoco trae juegos?
Javier: claro, mira… (Enseñando la pantalla del teléfono)
El pequeño empezó a ver, como Javier movía los dedos en el teléfono, jugando aquel juego que hasta ese momento, el pequeño no sabía que se llamaba BUBBLE; como todo niño, casi enseguida pidió permiso a Javier, para que le permitiera jugar con su teléfono y el muy amablemente le ayudo a jugar.
Javier había tenido un día pesado, para llegar al rancho de David, tuvo que caminar varias horas con su padre, por lo que apago la luz del cuarto, luego se dispuso a dormir y dejo a Manuelito jugando con el celular.
Cuando el celular se descargó por completo, Manuelito lo hizo a un lado para dormir, pero en ese momento, se quedó viendo el cuerpo de Javier; el pequeño estaba feliz de que el padre de Javier durmiera con la luz prendida, pues la luz entraba al cuarto y la iluminaba de su oscuridad.
Manuelito contemplaba el cuerpo casi desnudo de Javier, en ese momento agradecía el que se le olvidara su short, pues así apreciaba mejor el gran bulto de Javier; el pequeño estaba un poco inquieto ante dicha situación, pues el recordó lo que su tío Alex le había recomendado “no tocar aquella verga y tampoco darle el culito a Javier”
Pero que podía hacer un niño ante dicha tentación, ignorando las recomendaciones de su tío, el pequeño movió un par de veces a Javier para cerciorarse de que estuviera completamente dormido, aquel hombre era de sueño profundo y por el día agotador que tuvo, no sintió las pequeñas manitas de Manuelito.
Sin perder tiempo, el pequeño fue directo hacia aquel gran bulto, lo tocaba sobre la tela de la trusa y ante dicho estimulo, aquel miembro empezó a despertar, esa verga se había salió por la manga de la pierna derecha; Manuelito se sorprendió al ver dichas dimensiones con la que estaba dotado aquel hombre.
El pequeño no pudo resistirse ante dicho manjar, rápidamente llevo su cara a la entrepierna de Javier, donde sintió el aroma de aquel macho, enseguida abrió la boca y empezó a degustar aquella gruesa verga. Javier se estremeció aun estando dormido, aquel pedazo de carne estaba completamente despierto y estaba disfrutando de aquella cálida boquita.
Javier estaba muy cargado de leche, no había tenido relaciones en varios días, por lo cual, ante aquella satisfactoria mamada, su subconsciente no pudo tardar más tiempo, bastaron un par de succiones más y Javier empezó a descargarse.
Varios chorros de leche inundaron la boca de Manuelito, quien de apresurado trago y trago para no desperdiciar ni una sola gota, cuando aquellas grandes bolas lograron liberar toda esa esa cantidad de leche, Javier dejo de tensarse y relajo su cuerpo para continuar con su sueño profundo.
Manuelito continuo succionando aquella verga, la cual seguía muy dura, pero ante este nuevo estimulo, Javier se apartó girado hacia su lado izquierdo, el pequeño creyó que era suficiente por esa noche, pues aquel hombre podía despertar y contarle a su tío Alex.
Así que se acostó en posición de cucharita, dándole la espalda a Javier quien continuaba profundamente dormido y aún seguía con la verga completamente dura.
por la mañana, Javier fue saliendo de su profundo sueño, estaba abrazado al pequeño, aun con los ojos cerrados, estiro un poco las piernas y brazos, donde pego su cuerpo un poco más al cuerpo del niño, él Tenía la verga dura por la erección matutina; curiosamente su verga se le había salido por uno de los lados de la trusa y estaba acomodada entre las nalguitas desnudas del niño.
El contacto de piel a piel se sentía también, que Javier empujo la pelvis un par de veces, su verga se froto entre las pequeñas nalguitas de Manuelito, pero luego aquel hombre adulto se detuvo; pues cayo en cuenta, que no estaba en casa con su novia y quien estaba frente a él, era un niño.
Abrió los ojos contemplando la luz de la mañana, se quedó quieto por un momento, ahí pudo contemplar aquella imagen, su verga adulta estaba entre las nalguitas húmedas del pequeño, poco a poco se fue separando de él, como pudo acomodo su dura verga entre su trusa, luego se sentó a la orilla de la cama hablando solo.
“tu vez burro y se te antoja el viaje” (apretándose la verga) “y tú, no deberías provocarlo durmiendo sin calzones, porque te puedes arrepentir” (señalando y viendo el cuerpo desnudo del pequeño, se reía en tono de burla).
CONTINUARA…. reciban un saludo de su amigo (@Angelblacks telegram)
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