Poli casado
Ser amable con los guardianes del orden tiene sus beneficios.
Mi calle no es privada, sin embargo, si es una calle que solo tiene una entrada y esa misma es la salida, hay más casas últimamente pues 5 vecinos están construyendo, pero aun no se mudan pues siguen en obra negra (sin concluir aun). Es por esto por lo que nos unimos algunos vecinos y pedimos que hubiera mayor vigilancia porque entraban muchos chicos con no muy confiables intenciones. De esta manera hay varios momentos del día en que pasan patrullas o algún policía en moto, se quedan por ahí un rato, especialmente por las noches que pueden pararse por ahí y echarse un sueñito sin que nadie los moleste, no estamos inconformes porque a pesar de estar dormido si hace que estos chicos se lo piensen dos veces antes de entrar.
El martes anterior yo venía ya entrada la noche de una rodada, vi a un policía afuera de mi casa y me preocupe, pensé que alguien había entrado a casa, poco probable por mis dos perros que no son pequeñitos, pero no imposible, sé que nunca los menciono porque dependiendo de la situación los llevó al jardín trasero o delantero y francamente no pienso que eso sea relevante mencionar en mis historias anteriores.
-Buenas noches jefe.
-Buenas noches ¿usted vive aquí?
-Así es.
-Le quiero pedir un favor ¿me puede dar agua caliente? Mire que traigo mi termo con café, pero sin agua.
-Claro, pensé que algo malo había pasado.
-No, aquí andamos vigilando para que no pase nada, nomás que toqué en otras casas y nadie sale.
-La mayoría de mis vecinos llegan ya tarde del trabajo, es normal que no estén a esta hora. Pero pase que ahora le caliento agua.
-Gracias, permiso…
Entramos a casa y puse la tetera, era bastante grande su termo así que la llené y al saber que iba a tardar porque puse el fuego bajo le avisé que tomara asiento, que me iba a cambiar de ropa porque estaba lleno de tierra y bajaba. Me miró de arriba a abajo, estaba usando una lycra para ciclismo blanca, ajustadísima que me queda.
-Si… claro
Dijo ligeramente nervioso. Subí y me di una enjuagadita bajo la regadera, menos de 5 minutos y me puse un short cortito, de esos que son para correr y que tienen una abertura casi hasta la cintura, sin nada debajo y una camisetita, muy primaveral para el frío que hacía afuera, pero al entrar encendí un calefactor eléctrico en la sala y seguro ya estaba calientito abajo.
-Listo jefe, creo que aun le falta poquito al agua.
Me vio bajar la escalera así vestido y nuevamente me escaneó de arriba abajo, sonrió poquito y me senté a su lado para hacerle platica, mis intenciones eran claras, pero tenía que hacerlo sentir cómodo, hasta que sonó la tetera con ese característico silbido.
-Listo, me pasa su termo jefe.
-Claro
Lo tenía entra sus piernas y antes de que él lo tomara yo estiré mi mano y lo tomé por la punta y se deslizó entre sus piernas mientras yo lo levantaba. Volteó a verme con cara de sorpresa, pero no enojo ni miedo.
Era un hombre moreno, fornido, pero no extremo gordo, con su uniforme de policía, cabello con un corte militar, ojos pequeños y un café normalito, pero su posición de poli era lo que me prendía. Tomé la tetera para vaciar su contenido en el termo, al terminar despistadamente tiré la tapa del termo y con mayor descuido cae debajo de un mueble para proceder a levantarla me incliné, me aseguré de que mi colita apuntara justo en su dirección, con lo ajustado del short se me levantaba hasta casi la mitad de las nalgas y en medio se metía mucho, casi dejaba ver mi culito o quizás por los lados se veían los bordes, los pliegues de mi entrada… no estoy seguro.
-Aaaay, no alcanzo la tapa, puede ayudarme con la luz de su celular porque tampoco la veo.
-Claro…
Dijo titubeante, pero a la vez firme.
Se levantó, no lo veía, pero por el ruido que hacía pude saber que se paró detrás de mi y pum… una luz, obvio fue de flash, me tomó una foto, no me importó porque no se veía mis rostro.
-Aaay, se encendió y se apagó, permítame.
-Claro
Dije, según yo sin conocimiento de lo que fue esa luz.
-Listo, no quería prender.
Se inclinó detrás de mí, no se puso a la par, desde esa posición que tomó estoy seguro que si veía los pliegues de mi ano.
-Ya la vi, solo me voy a estirar un poquito más.
Me empiné aun más y pujaba por no alcanzar la tapa.
-Mmmh… aaay… aaay… listo… aaaah, se había ido hasta abajo.
Me levanté, pero el short quedó metido entre mis nalgas y obvio no me esforzaría en sacarlo, cuando voltee a verlo estaba rojo, estaba también de pie y fácilmente voltee a ver su bulto, estaba más grande y palpitaba, él intentaba mirar a otro lado así que ni cuenta se dio que me quedé viendo su pene.
-Voy a lavarlo para poder ponerla en su termo, no vaya a quedar sucia, siempre deben estar limpias las tapas, para que selle bien.
-Si…
-¿Es casado jefe?
-Si… – voz nerviosa y después aclaró su garganta- Si… ya tengo un niño de 18 años.
-Pero se ve super joven, lo tuvo chiquillo.
-A los 15, nomás que solo tuvimos ese, después mi mujer se operó porque estábamos chiquillos y no queríamos más.
-Jajajaja, si yo trabajo en una escuela con chicos de 15 a 18, varios casos que tuve de embarazo luego luego tenían un segundo, pues ya juntos con mayor razón les ganaba la calentura, si hasta a uno a esta edad todavía le gana, lo bueno que usted tiene su mujer.
-Si… pero ni crea, luego nomás me tienen a pan y agua.
-Jajajajaja, yo pensé que eso solo me pasaba a mí.
-¿Eres casado? – Me preguntó con sorpresa, incrédulo de que pudiera tener una mujer.
-No, por eso, a veces no hay quien haga el favor.
-Aaaaah – contestó con alivio- pues siempre hay nalguitas para desquitarla.
-Aquí esta su termo listo. -Se lo entregué- Si, pero… pues no es fácil… a mi me gusta más ser la nalguita.
-Aaaah caray… entonces eres joto.
-Prefiero gay.
-Si, bueno, pues también siempre hay, tengo unos compañeros que seguido se andan pisando vatos.
-¿Casados?
-Si, dicen que nomás es por que luego la vieja no los atiende bien y van a lo seguro.
-¿Tu le entras? Digo, por aquello de que dices que luego te traen con hambre
-La neta si… me he echado unos dos… o tres.
-Te gustaría echar ahorita…
-Ay mami… nomás esperaba que me dieras chance.
Me abrazó y su mano se fue directo a bajarme el short, acariciaba mis nalgas bien intensamente, me besaba el cuello y yo lancé mis brazos en su cuello, sentía su pene duro contra el mío, la tela dura de ese uniforme me prendía más.
*Adelante 234…
Algo así se escuchó en su radio y creo que era su clave.
-Si adelante aquí 234…
*Reportan…
Le dieron instrucciones de que fuera a otro lugar y pues ni modo.
-Me tengo que ir mami, pero antes de irme mira dale un besito.
Se sacó el pene y comencé a chupar, era oscuro, casi negro, con mucho prepucio, olor a limpio y a pesar de que solo sacó su pene por el cierre pude notar que estaba depilado. Succioné la cabeza y el movía la piel del tronco para que en menos de un minuto se vaciara en mi boca, en serio que su mujer no lo atendía, me llenó la boca de leche, muuuucha leche.
-Al rato vengo mami. Pásame tu número para marcarte.
Se fue y yo me metí a mi camita, yo esperaba recibirlo en mí, pero no siempre funcionan los planes.
No recibí mensaje o llamada suya en toda la noche, fue hasta la mañana del miércoles que recibo un mensaje suyo.
-*Hola mami, estoy aquí afuera.
-*Hola, perdón, pero yo estoy en el trabajo.
Ya no me contestó, pues ni modo pensé, igual la calentura ya se me había pasado. El viernes me vi con un chico que de primera era activo, pero recurrentemente me pide ser el pasivo y pues así fue en esta ocasión, su culeadita y a dormir con su mujer.
El sábado realmente tenía mucha flojera, al dejar a mi culito de la noche anterior me invitaron a una pedita casera y recién a las 6 de la mañana llegué a casa.
Yo no sabía que los polis de mi ciudad trabajan 48 por 48… o sea que trabajan 48 horas seguidas y descansan otras 48, no se sí en todos lados sea así, pero así es en mi ciudad, recién me enteré. Solo me levanté a comer, seguir durmiendo, comer, bañarme y tirarme a ver una serie en Netflix, no tenía ganas de nada, estuvo mortal la fiestecita.
-*Hoy si estas o tampoco.
Esperé un rato para contestar porque no sabía si iba a rendir lo necesario jajajaja.
-*Si, aquí ando.
-*Paso a las 9.
-*Vale
Así sin más un policía venia a deslecharse a mi casa por segunda ocasión.
Dieron las 9… 9:30… 10:15 y nada, me fui mejor a dormir. Eran cerca de la 1 de la mañana cuando recibo una llamada.
-Ya estoy afuera
-Mjm…
-Sal a abrirme
-¿Quién es?
-Tu picador, Ábreme.
Vi el cel y medio abro los ojos para ver el nombre “poli”
-Ya voy.
A duras penas me levanté, llevaba los ojos casi totalmente cerrados, salgo al patio y luego abro la puerta de la calle.
-Sobres, rápido para que no nos interrumpan como el otro día.
Me empujó besándome hasta la casa, obvio estaba bien calado, la mayoría de “heteroflexibles o hetero curiosos” no te besan. Me empujó hasta la sala, luego escaleras arriba y a mi habitación que era la única luz encendida. Se bajó los pantalones hasta las rodillas, me puso en 4 en la orilla de la cama, pensé que me la iba a dejar ir en seco y sin dilatar… no fue así, lo que entró fue su lengua que buena experiencia tenía en esos menesteres, todos los movimientos imaginados de una lengua en un ano fueron realizados, para después usar toda la saliva en la empresa de introducir su pene.
-Vas mami, póngase dura.
Empujó su pene como con odio… pero no me lastimó, era solo un sonido de su pene frotándose en mi interior y la saliva lubricando esa entrada.
-No me puedo tardar, ando con compañero, me está haciendo paro esperándome en la esquina, pújale perra, que el otro día bien que estabas puje y puje y ni te la metía. -Zas nalgada de lleno y otra y más vinieron. Pujaba bastante, si me lo estaba haciendo bien. – Eso perra, uuffff, si, ahí te van… aaaah.
-Si, hazme un hijo.
-Sobres… aaah -Respiraba agitado- pásame papel para limpiarme.
-No mi amor, aquí hay servicio completo.
Me bajé a limpiarle la verga a mamadas, brillosa que quedó, ahí fue cuando le vi bien el pene, unos 16 cm, morena como mencioné, casi negra, sin vellos, huevos grandes pero de esos que normalmente están pegados al cuerpo, su escroto era muy arrugado y oscuro, un buen pene de chacal. Limpié todo y por ultimo usé una playera que tenía por ahí y listo, reluciente.
-Tu si le sabes para atenderme, si no llevara prisa te echaba otros dos.
-Pues ya no volviste el otro día.
Aquí me explicó sus horarios.
-Pues a ver cuándo vuelves.
-Si, pero acuérdate de no mandarme mensajes o llamarme, a veces mi chavo usa mi teléfono y no quiero que vea nada.
-Aaay ya esta en la edad de saberle.
-Ya le sabe el cabron, si me enteré que ya anda pisando unas pollitas por ahí y un jotillo también.
Se terminó de acomodar esa ropa tan incomoda que usan con todos esos cinturones y cosas.
-Jajajaja, pues un día te lo traes.
-Ora veras…
Así quedó la cosa, no me a buscado en estos días, espero que pronto lo haga.
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