Policía abusador
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por luisjose1985ab.
Hace un tiempo atrás leí que existía la adicción al sexo, pienso que todos los hombres sufrimos de eso es que nosotros parecemos animales en ese aspecto, todo nuestro esfuerzo todo nuestro control se ha dirigido a eso, el gimnasio, las caminatas, el corte de cabello, la música y hasta lo que decimos.
El sexo nos controla.
Desde que nací sé lo que soy.
Nadie me convirtió o transformo simplemente fui evolucionando, al principio experimente con chicas y aunque me gustan, como dicen unos panas en la bisexualidad siempre hay un lado al que se inclina más la balanza y mi lado es hacia los hombres.
Al principio solo buscaba una paja o una chupada, luego la metí hasta casi considerarme activo pero las barreras no son lo mío.
Casi llore cuando me metieron una verga por primera vez, para serles sincero no disfrute mucho pero seguí intentando y el día de hoy no creo en roles, solo en el placer.
No voy gritando por la vida que soy bisexual, casi nadie lo sabe a excepción de las personas con las que he estado y dos amigos de toda la vida con los que nos hicimos nuestras primeras pajas con todo material que encontrábamos.
Tengo cuenta en grindr, manhunt y las demás redes por donde consigo amigos sexuales porque mi círculo de amistades y profesional es casi heterosexual.
Aunque tengo una postura abierta al sexo entre hombres, no he permitido que en mi trabajo sepan mis gustos, bueno, solo una persona lo sabe y es mi compañero que también le mete.
Muchos lo ven como una debilidad además de que en este campo debes hacerte respetar y tratar en lo posible que no la agarren contigo pero en fin esto no es lo que les voy a contar sino de cómo disfrute una vez usando la fuerza.
Soy Luis y esta es mi historia.
A mis 30 años tengo una empresa junto a mis familiares, mi trabajo principal es ser policía aunque muchos en mi país piensan que no hacemos nada pero la verdad es que nosotros somos los que nos metemos de lleno a echar plomo donde haya que hacerlo porque nuestro deber es luchar contra la inseguridad pero no toman en cuenta el esfuerzo y lo que arriesga uno en su trabajo diariamente.
Uno de esos días que vienen caído del cielo, todo estaba bastante tranquilo aunque algo aburrido porque todo era vigilancia, el cuerpo tenía una caliwueva esa noche
Estaba en unas de las calles más transitadas de la ciudad cuando un carro pasa el control a toda velocidad, 4 cuadras más abajo estaba otro control, en segundos ya estaba en mi moto junto a mi compañero tras él, los demás comunicaban para que lo detuvieran.
Muchos semáforos y un tráfico que no le dio mucha suerte hicieron que más adelante fuera detenido, no estaba borracho ni drogado aunque sí bastante obstinado.
Para bajarlo fue un problema pero tuvo que acceder, de un golpe lo inmovilizamos e hicimos la respectiva revisión.
Se había pasado la alcabala además de un semáforo en rojo y casi atropella a una señora así que un buen trato por parte de nosotros no obtendría.
Iván Hernández de 24 años.
No tenía nada novedoso ni en el carro o en su cuerpo, así que solo tendría que pasar una noche por resistirse a la ley y otros agravantes, eso fue lo que le dijimos aunque sabíamos que posiblemente lo dejaríamos ir aunque dejando constancia de lo hecho que traería otros procesos y hasta multa.
Lo hicimos esperar sentado en una acera más de una hora esperando que lo viniera a buscar la supuesta patrulla, cuando fui a hablar con él para ver si era una emergencia que tenia o algo así, la termino de cagar al parecer su odio hacia nosotros los policías era incontenible, me ofreció 100 bs para que se me quitara lo muerto de hambre, tal cual lo escupió.
Solo me quedo sonreír amargamente y me fui a hablar con mis compañeros.
-Vamos a métele un susto y listo guevon-Dijo uno de mis compañeros-Con esa cara de hijito de papá lo mas que le puede pasar es que aprenda a no ser un malcriado.
-Claro vale, la noche esta ladillosa además este pendejo se quería burlar de nosotros.
-Si va entonces-Dije pero pero con la sonrisa de maldad adentro, los 6 habíamos quedado de acuerdo.
Minutos más tarde, iba el chamo que se llama Iván esposado detrás de mí.
-Vamos para la policía, vas a pasar la noche allá.
No inventes nada raro que detrás de mi va otra moto, nada de payasadas.
-Coño vale, disculpa la vaina.
Podemos arreglar esto de otra forma no hay necesidad de que me lleven para allá.
¿Cuánto quieren tú y tu compañero? ¿500 bs cada uno?.
Busque donde estacionarme para poder hablar bien con Iván y mi compañero cantaba la zona.
-Con que te rompan el culo esta noche me da, hoy eso esta full y hay cada personaje que te llenaran el estomago de leche.
-Seriedad vale, hablo en serio.
Yo sé que me pase allá pero todo puede llegar a un acuerdo común que nos beneficie a los 3.
El machito que hace rato estaba reventándose de su prepotencia ya no existía, ahora parecía un chamito llorón, y yo explotaría eso.
-Quédate tranquilo vale, por los años que tengo aquí se que al comienzo empiezan a llorar pero luego de un rato disfrutan bastante, serán como 20 tipos para ti solito-Le dije con total seriedad.
Las lagrimas se le iban saliendo de los ojos y la amargura se le había borrado completamente hace rato.
-Vamos a hacer algo-Una chispa de esperanza nació en el chamo.
-Mi novia me dejo hace un mes y no he tenido nada de sexo.
Hazme una mamada y nos olvidamos de los 20 tipos en la policía.
Tú decides, mi compañero hará lo que yo diga.
-Ehmm pero… yo no soy gay-Dijo con la voz algo ronca.
-Yo tampoco pero necesito desahogarme-Soné desesperado-Tu me haces un favor y yo te hago uno más grande.
La vez pasada tuvieron que llevar a un tipo al hospital porque tenía el culo roto todo el mundo se entero.
-Yo tengo novia y no me gustan los hombres para nada.
-Para hacerme una mamada no tienen que gustarte los hombres además yo no tengo ninguna enfermedad y tampoco le diré nada a nadie, estoy igual que tu.
Iván asintió.
Le pique el ojo a mi compañero que escucho todo y arrancamos la moto, hacia un lugar a las afuera de la ciudad en donde podíamos estar tranquilamente sin gente que nos perturbara la noche.
El chamo estaba temblando y parecía paranoico, casi no había luz en el sitio y aunque pasara una persona cerca no nos vería.
-Arrodíllate-Le ordené.
El hizo lo propio y su cara daba lástima pero la excitación podía más.
Desabroche mi pantalón y lo baje hasta mis botas, mi verga de 20 centímetros no estaba erecta pero ya se veía imponente.
Iván abrió los ojos sorprendido y yo solo atine a ponerle la cabeza de mi verga entre los labios.
-Abre la boca y mama guevo, que tienes una deuda pendiente- Mi compañero se rió, mientras ya tenía la verga afuera y se hacia una paja.
Yo estaba más duro que el concreto, este chamo estaba bien bueno con pinta de ir al gimnasio y una boquita para ponerlo a mamar tal cual como lo tenía yo ahorita.
Trataba de meterla hasta el fondo pero este novato no podía ni con la mitad así que unas cuantas veces casi se va en vomito.
-Cuidado con los dientes-Su cara estaba roja y sus ojos algo llorosos, mis bolas estaban mojadas de sus babas lo que hacía todo más morborso.
Unos minutos después ya se había acostumbrado mejor a mamarla y como que le estaba agarrando el gusto cosa que me gusto más.
-Es que se nota que te la pasas mamando guevo porque lo haces del carajo-Le dije excitado aunque irrito a mi perrita de turno pero igual seguía mamando.
-Deberías probar esto Javier.
Mi compañero me reemplazo y le fue mejor que a mí porque su verga es algo menor que la mía y menos gruesa lo que ayudo a que Iván pudiera mamar mejor.
-Mierrrda es que la mamas mejor que mi mujer coño e tu madre-Dijo como el vicioso que es-Esa boca tan caliente y esa lengua juguetona me tienen loco.
¿Cómo has podido soportar tanto con esta mamona?.
El chico trataba de sacarse la verga por los insultos pero no lo dejábamos, mis manos mantenían fija su cabeza mientras mi compa iba y venía en su boca.
El nos la pagaría todas.
-Vamos a cambiar-Le pique el ojo e hice seña con la mano para cogérnoslo.
Hicimos que se levantara, desabrochándole el pantalón y bajándole todo hasta las rodillas descubriendo que tenía la verga media parada.
Mi compa lo agarro de la cintura poniéndolo en 4 y quedando otra vez mi verga negra, venosa y gruesa en su boca.
Ya la sabía mamar mejor, se nota que la práctica hace al maestro y sin dudas él quería hacernos acabar pero estábamos lejos de eso.
Ahora un beso negro lo pondría más caliente que antes, es que muero por mi verga en su culo.
-No, eso no.
El trato no era ese-Dijo Iván.
-El trato era salvarte de los 20 tipos en tu culo, la estamos pasando bien, tienes la verga parada así que no te reprimas todo lo que hagamos aquí nadie lo sabrá.
Jale su cabeza a mi guevo y no lo deje protestar, no se resistió así que le seguían metiendo lengua y dedo a su culo, un rato después ya estaba listo.
La verga de mi compañero lo atravesó haciendo que pegará un grito.
-Tranquilo, que después viene lo bueno-Le decía mientras mi compañero estaba inmóvil.
Empezó a ir y venir, los gritos se escuchaban pero nosotros hacíamos caso omiso.
Un culo caliente y apretado es de lo más rico.
Yo escupía la verga de Javier para lubricar un poco más el área, estábamos excitadísimos.
Agarre la verga de Iván y empecé a masturbarla ya que había bajado pero empezó a ponerse dura rápido lo que me gustó.
Creo que no habían pasado 5 minutos cuando mi compa empezó a echar toda su leche dentro de ese culo que yo estaba ansioso por probar.
Era mi turno, ya el camino estaba abierto y lubricado así que a disfrutar.
-Quítate la ropa-Le ordene al chamo.
La coloque en el suelo e hice que se acostara sobre ella.
Alce sus piernas y agarrando cada una por los tobillos, coloque mi cabeza morada en toda su entrada, jugando con el semen y tratando de relajar ese culo.
-Con cuidado por favor-Susurro Iván casi llorando.
Fui empujando mi verga lentamente pero hasta el fondo.
Iván había cerrado los ojos y de su boca salía un suave lamento.
Espere que se acostumbrara un poco y solté una de sus piernas para masturbarlo.
Saque la mitad de mi verga y la metí de nuevo suavemente, repetí varias veces hasta que se acostumbro un poco más.
Iván no sabía dónde meterse porque mi verga estaba completa en su culo y ahora salía y entraba, su guevo estaba duro y no podía disimular que le gustaba aunque le doliera.
Me recosté sobre él, quedando en misionero y mordiendo sus tetillas que no habían sido tocadas.
Mi lanza entraba dándole placer a ese chico que nunca había probado lo que era tener una verga y menos una buena verga como la mía.
-¿Quieres que te siga cogiendo?
-Nooo… ay… Siii.
sii.
-¿Quién es tu macho?
No respondió así que lance una embestida rápida que lo dejo loco.
-¿Quién es tu macho pendejo?
-uhm.
tu.
-Dilo más duro carajo.
-TUUU
Me arrodillé de nuevo, le agarre una de sus piernas y con la otra lo iba masturbando.
Le estaba dando duro, tocando todas sus paredes anales haciéndole gemir como una perra.
Los dos estábamos sudados y a punto de echar toda la leche.
-Compa masturba a este pendejo lo más rápido que puedas.
Yo agarre las dos piernas y con mejor apoyo, le empecé a reventar el culo metiéndole desde la cabeza hasta la base de mi verga completa que era más gruesa que lo demás.
Unas cuantas metidas después Iván empezó a echar leche como una fuente, bañándose a sí mismo y retorciéndose como loco, siguiendo sus pasos no aguante más y sintiendo su culo contrayéndose le deje toda mi leche y fuerza adentro.
Caí encima de él y unos minutos después nos recompusimos.
Mi compañero estaba excitado de nuevo e hizo que se la chupara de nuevo mientras me vestía, no tardo mucho y le acabo en la boca.
Nos arreglamos todos aunque un poco sucio y partimos de regreso a donde estaba el carro de Iván.
Allá mis compañeros nos esperaban y como si nada hubiese pasado, lo lleve a su carro donde agarró rumbo a no sé dónde.
-Dejaron al pobre chamo arrastrao son unas ratas-Dijo un compañero que se había quedado en el control.
-Primera vez que hago tanta maldad- Todos nos reímos y olvidamos lo sucedido.
FIN
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