Ponchito mi sobrinito de 6 me frota la verga.
Esta es la segunda parte de las aventuras con mi sobrinito, esta vez alcanzo nuevas metas. .
Habían pasado ya 2 semanas desde aquel día tan caliente y morboso en el que mi sobrinito ponchito me había hecho venir como nunca antes y es que a mis 23 años pensaba que ya había tenido la mayor de mis aventuras, pero eso apenas estaba por comenzar. Después de lo sucedido no agarraba el valor para volver hacer lo que había hecho con mi sobrino, una sensación de temor me invadía cada que pensaba en ello nuevamente, aunque muy dentro de mí lo deseaba y estaba consciente de que volvería a pasar, pero necesitaba más tiempo para que ponchito no sospechara nada malo en aquel juego que tuvimos. En estas semanas yo solo iba por él al colegio y lo cuidaba dándole de comer, pero para sus tareas trataba de ponerle alguna excusa para no ayudarlo ya que él repetidas veces me decía: “Tío cuando te transformas en Inosuke para volverme ayudar con mi tarea” con rabietas para que lo ayudase pero yo solo lo esquivaba y es que me ponía muy nervioso y me helaba el cuerpo de pensar que podía tenerlo cuantas veces quisiera ya que mi sobrino es bastante desobediente pero para las tareas es todo lo contrario con tal de irse a jugar o lograr algún objetivo.
Un día en el sofá cuando me volvió a preguntar qué porque no me “transformaba en su personaje” le dije: “¿En serio Inosuke te ayudo hacer tu tarea pero de ser así que te pido que hicieras para que te ayudara?” y el inocentemente me respondía que debía apretarle los “botones” y lamerlos para que el cobrara energías e hiciera sus tareas. Yo me empecé a poner duro de su respuesta y mi verga comenzaba a pararse, en un momento pensé darle lo que quería, pero me contuve y le dije:
“Bueno tal vez en esta semana pueda decirle a Inosuke que aparezca y te ayude con tus deberes pero no debes decirle a los adultos porque si no te regañaran y los reyes magos no te traerán nada ni tu PS5 que quieres, ¿Entendido? . Ponchito se puso triste por haber mencionado que no le regalarían su consola de videojuegos si se enteraban que lo ayudaba de dicha manera… y me respondió: “¡No tío no nunca les diré nunca, así que transfórmate por favor!” le conteste que lo pensaría. Una vez me marchará de su departamento llegue a mi auto y vi mi pans semi húmedo del presemen ya que todo ese día estuve imaginando las cosas que haría con mi sobrinito y empecé apretar mi paquete, pero no quería.
Al día siguiente me levante, me vestí ese día con una playera verde limón, un pantalón de mezclilla negro y unos tenis cafés realice algunas cosas antes de ir por Ponchito al colegio. Llegue al colegio y me estacione como siempre, de vez en cuando me apretaba el bulto recordando aquel gran día y más preseminaba pues tendría más de 4 días sin votar la leche acumulada en mis huevos, ese día Ponchito llevaba un uniforme de color azul marino y no pude evitar notar que sus pompitas estabas manchadas de arena y antes de que se subiera al auto le dije que me aguardará un poco ya que debía sacudirlo porque si no iba a ensuciar el asiento y mi papá me regañaría ya que no era mi carro.
“Espera Poncho, déjame sacudirte porque traes todo el pantalón sucio”
Ponchito se dio la vuelta y me percate de que sus pompas eran redonditas y firmes para ser un niño de 6 años, en parte porque comía muchas golosinas y comida poco saludable lo que hacía que estuviera un poco subido de peso. Le miré lentamente su trasero y le empecé a dar pequeñas palmaditas, solo veía como le rebotaban y el tacto de ellas era bastante suave.
Ponchito: ¿Ya quedo tío?
“Si ya quedo ya súbete para irnos”
Nos fuimos hacía el departamento y mientras subía las escaleras notaba como sus pompas rebotaban una y otra vez lo que hizo que se me dilatarán los ojos y me pusiera helado de los nervios ya que me imaginaba muchas cosas en ese momento. Llegamos a su casa, le dije ponte cómodo para que no ensucies tu uniforme y no te regañen tus papás pero no me hizo caso, total que no tenía ningún problema ya que así podía morbosearlo. Terminamos de almorzar y nos sentamos en el sofá, ya saben le saque la típica platica de como estuvo día y si ya tenía amiguitos, mientras descansábamos yo agarraba valor para nuevamente “jugar aquel juego”.
“Muy bien ponchito es hora de hacer los deberes, así que ve hacerlos”
Ponchito: Pero tío me dijiste que te convertirías en Inosuke para ayudarme hacer la tarea, no es justo lo prometiste…
Me respondió con enojo, solo le trate de dar a entender que lo hiciera el solo para ver cual era su reacción y reacciono de la manera que esperaba ya que debía tenerlo bajo mi control para que obedeciera todo lo que le dijera.
“Ah es verdad, se me olvidaba, bueno en ese caso me transformare pero no debes verme así que quédate aquí en la sala mientras voy a realizar la transformación”
El asintió con la cabeza y con una gran sonrisa, ansioso de que por fin alguien le haría su tarea. Me metí a la habitación, comencé a quitarme la playera dejando ver mi abdomen semi velludo ejercitado, mis pezones rosados, se me formaba un six pack junto con mis bíceps grandes y redondos caracterizaba perfectamente al personaje Inosuke, salvo que el es de cabello negro y yo de cabello castaño pero para eso estaba la máscara. Me la coloque y solo me quede con el pantalón de mezclilla y los tenis.
Al abrir la puerta y llegar a la sala ponchito se emociono mucho que pude notar su alegría en el rostro: Inosuke! Volviste, ¿me vas ayudar verdad? Yo solo asentí con la cabeza y él se apresuro a ir por sus cuadernos y las plumas para realizar su tarea. Me dio un par de hojas en donde su profesor les imprime sus ejercicios y me agrado ya que eran como 25 por lo que sabía que tendría bastante estimulación por un buen rato y era temprano pues el reloj marcaba las 3:00 pm, mi primo y su esposa llegarían a las 8 de la noche así que me senté en el sofá con mucha tranquilidad.
“¿Conque estos son los ejercicios que debo resolver verdad?”
Ponchito: sí son muchos, ¿me vas ayudar nuevamente?
“Por su puesto te ayudaré pero necesito que me des energía para resolverlos ya que consumo mucha energía”
Ponchito: sí sí, primero empecemos con este.
Mientras me iba enseñando que ejercicios realizar yo me puse nuevamente un cojín para evitar que viera mi bulto cuando me erectará ya que mide 18 cm mi pene, es grueso y por lo mismo debía cubrirlo para evitar alguna confusión. Seguido de ello, me empezó acariciar mis pezones con ambas manitas, sus deditos eran muy suaves y el toque era sutil, los apretaba y les daba un poco de vuelta a la vez que los presionaba, yo empecé a soltar un pequeño gemido para que no lo escuchara pero fue inevitable.
Ponchito: ¿Estas bien Inosuke?
“Si si claro, solo que es cansado recibir tu energía”
Se lo comente para que mis gemidos estuvieran justificados y se camuflajearan con un estado agotador del guerrero, por lo que seguí gimiendo controlando mi excitación, esta vez yo decidía en que momento le resolvía sus ejercicios. Ya en el ejercicio número 10 yo tenia una erección muy intensa y temblaba un poco a la hora de escribir, para el onceavo ejercicio decidí que ya era hora de que empezará con la lengua así que Ponchito noto que con las caricias y apretadas en mis pezones no resolvía los ejercicios.
Ponchito: “Ah! Ya sé, con mi saliva los activaré”
Comenzó a lamerme con la punta de su lengua mis pezones, dándole toques delicados, haciendo que la punta de su lengua embonará en mi punta de mi pezón.
“Aaaah ushhhh eso es mucha energía”
Empecé a gemir más fuerte, tenía mis brazos recostados en los cabezales del sofá y mis piernas abiertas, pero con el cojín en medio y el de vez en cuando empezaba apretar el cojín como la otra vez. Estaba muy excitado de ver como su lengua abarcaba todo mi pezón y empezaba a mamarlo como si fuese su biberón, luego cambiaba al otro dejando ver mi pezón rojo y lleno de su baba escurriendo por mi abdomen y humedeciendo los vellos. Al resolver su ejercicio número 20 me acerque más a la mesita que tenia enfrente donde me apoyaba para hacerle sus ejercicios pero se me cayó el cojín, mi bulto estaba duro y mi verga estaba doblada acomodada sobre mi pierna. En eso Ponchito se volteo dándome la espalda y quedo como en cunclillas pero con su trasero paradito o empinado, fue accidentalmente que entonces mi verga rozo con su raya mientras sus nalgas apretaron un poco mi verga porque el sintió algo duro tocarle su raya. Dios! No podía con dicha vista, el con sus nalgas redondas apretando sin querer mi verga y su pantalón blanco las remarcaba más. Yo me apresure a ponerle algún garabato y me senté pero no logre recoger el cojín.
Ponchito: ¿Qué es eso Inosuke? Con cara sorprendida me pregunto.
“Ah, esto es mi espada” me quede como en shock y algo espantado ya que se notaba muy remarcado sobre mi pantalón.
Ponchito: ¿Es verdad, me preguntaba donde habías dejado tus espadas, pero y la otra espada en donde esta?
“Esta con el herrero afilándola” No sabía como estaba logrando eludir a ese chiquillo tan preguntón.
Ponchito: ¿Puedo verla por favor?
“No aún no ya que te puede hacer daño”
Ponchito: Bueno, pero puedo tocarla por favor por favor.
Le conteste que sí pero con mucho cuidado o se podía cortar, yo estaba que explotaba de la excitación debido a esos 20 minutos de estimulación previa. Ponchito empezó a acercarse más su manita la coloco sobre mi rodilla y luego empezó a tocar la cabeza de mi verga sobre el pantalón, empezó apretarla con sus deditos, yo empecé a gemir de una forma mas descontrolada y le dije:
“Aguarda, tengo una propuesta para ti, puedo realizar toda tu tarea no solo la de matemáticas pero debes pulir la espada”
Ponchito: ¿Pulir la espada? ¿Como se hace eso?
“Bien con tus manos debes como sobarla empezando desde acá abajo y terminar en la punta, ¿Vez esta como bolita? (Mi glande remarcado sobre el pantalón) y cuando el pantalón desprenda un gel blanco quiere decir que esta lista para que yo pueda realizar tus tareas completas del día de hoy.
Ponchito: Que felicidad entonces me pondré a pulir tu espada Inosuke.
Comenzó apretar mi bulto con su mano, pero el pantalón era bastante grueso, tuve ganas de bajármelo pero no lo hice ya que el sospecharía de que la espada no era como lo que el imaginaba, así que con más fuerzas movía su brazo y su mano desde donde se veía el tronco hasta mi glande. Notaba como le costaba mucho trabajo y con la palma de su mano empezó hacer como fricción y tallarlo más rápido, mi prepucio bajaba y subía con dificultad pero ya estaba muy excitado que no sentía el poco dolor que me causaba ya que el pantalón era áspero y me raspaba un poco el glande.
“Poncho, lame los botones para que la espada este lista más rápido, ¿Cres poder hacerlo?”
Ponchito: ¿Si… así está bien? (slup slup)
Medio ver esa escena me prendió mucho ya que por la mascará no podría agachar bien la cabeza así que solo sentía su lengua juguetona por mi pezon derecho y sus manos tallando mi verga, no podía más, iba a explotar así que lo tome de su cabeza sintiendo su calor de su cabecita y comencé a eyacular… “Ahg ahhg que ricooo”
Del pantalón empezó a surgir el semen, batiendo la mano de ponchito que empezó a esparcirlo por el pantalón ya que no se dio cuenta y el seguía frotando, le tome su manita y le dije.
“Este hecho es suficiente” mientras yo tomaba su mano batida de mi semen y la extendí sobre mi pecho para que se limpiara en él, dejo mis vellos llenos de semen.
Ponchito: Huele a pescado
Puso una cara como de nauseas y se aparto un poco, le comenté que era el aroma del poder de mi espada y que no había de que preocuparse. Una vez termine de hacer sus deberes le dije que se lavara las manos porque si no desperdiciaría el poder así que me hizo caso y se lavo sus manitas, luego le dije que debía irme a transformar en su tío ya que el tiempo había acabado. Me dio las gracias y me abrazo muy felizmente, yo me apresure al cuarto, me quite la mascara y me puse mi playera, al salir del cuarto actúe como si no supiera nada y me conto todo lo que sucedió. Pasé al baño a limpiarme y le dije que ya podía ir a jugar y se fue, dejándome descansar en el sofá hasta la llegada de mi primo y su esposa.
Ya en el auto me sentí tan agotado y relajado que estaba satisfecho, mi sobrinito no sospechaba nada y yo podría seguir haciéndolo más veces ya que el y yo habíamos entendido dicho “juego” ganando su confianza y su silencio lo que me alentaba a planear mi tercer acometido…
como sigue