Por curiosos aprendimos a tener sexo
Un primo adolescente nos enseñó a otro primo y a mi las delicias del sexo.
Hola empezaré por contarles que esté es mi primer relato y que es 100% real.
En realidad no se bien ni cuando comenzó todo.
De niños nos juntamos en casa de mi abuela muchos primos y jugábamos a varias cosa, por ejemplo: a la pelota, las ollitas, el stop, correteadas, a las escondidas, etc…
Un día nos encontrábamos jugando a las escondidas cuando coincidimos en escondernos 3 primos: Beto de unos 14 años, Luis de 9 años y yo de la misma edad. Los tres corrimos a escondernos en un cuarto que estaba al final de la casa en el que guardaban cosas viejas y a donde iban muy poco. Entramos y cerramos la puerta por dentro.
Después de unos segundos Beto nos dice que, si no nos gustaría jugar otro juego? mientras nos encontraban para no aburrirnos, pero sería algo que deberíamos guardar en secreto y no contarle a nadie. Lo prometen? Nos dijo.
Luis y yo, intrigado y curiosos, accedimos a guardar el secreto y preguntamos en qué consistía. A lo que Beto nos dice que el juego se trata en que íbamos al doctor y el nos revisaba y que el sería el doctor.
Ambos respondimos que estaba bien.
Beto: Ven Luis acércate, tú serás el primero.
Luis se acerca y Beto lo empieza a tocar por todas partes de arriba a abajo hasta que en un momento se detiene a la altura de su entrepierna causándole un cosquilleo a Luis.
Beto: Encontré el problema, necesito revisar qué es este bultito que tienes por aquí.
Dijo tocando el pené de Luis y desabrochándole el pantalón, el cual le bajó rápidamente con todo y su ropa interior dejando a la vista su pené ya recto. Tomándolo con una mano y empezándolo a masturbarlo.
Luis se sorprendió e intento hacerse para atrás pero Beto con su otra mano rápidamente lo tomo de sus nalgas impidiéndole el retroceso.
Beto: Qué pasa? acaso no te gusta lo que te estoy haciendo? No sientes rico?
Luís: No, sí. Pero es que me da pena que me vean desnudo.
Beto inmediatamente comenzó a bajar el short que llevaba y volteo a verme indicándome que me bajara el pans que aun yo tenia, lo cual hice instintivamente sin dejar de ver el impresionante pene que de Beto apareció, era enorme, brillante, con las venas marcadas, abundante bello y una cabeza maravillosa que no se porque se me antojo tocar. Me perdí en el tiempo por un momento hasta que escuche la voz de Beto decir:
Beto: Listo ahora si ya no tiene que darte pena Luís ya estamos todos iguales con los penes de fuera y bien despiertos.
En eso bajo la vista y descubro que efectivamente yo también ya estaba con tremenda erección producto de ver su miembro de mi primo Beto.
Beto me dice:»Ven acércate aquí a donde estamos nosotros»
Yo obedezco sin saber, y reaccionó cuando siento una sensación placentera en mi pené. Es Beto que utilizando ambas manos, a Luis y a mi, nos está masturbándo a un ritmo acelerado y muy placentero.
Beto: Les gusta lo que están sintiendo?
Luis y yo contestamos en seguida de manera afirmativa. Por lo que siguió así por un rato más. Cortando el silencio del momento con una indicación.
Beto: Ahora les toca a ustedes hacerme lo mismo a mí.
Luis duda por un segundo, pero yo instintivamente y casi de forma inmediata tomó su colosal miembro entre mis manos y comienzo a frotarlo con movimientos rápidos de arriba a bajo sacándole un leve quejido después de algún corto tiempo y siento como un aceite en la punta de su glande. Luis se me une y nos turnamos para seguir con la tarea.
En un momento Beto nos detiene de lo que estábamos haciéndole y nos acomoda en fila. Primero yo, luego Luis y al último Beto.
Beto me dice que con mis manos separe mis nalgas y guía a Luis para que coloque su pene fuera de mi culito. En un momento siento pedacito de carne muy suave, un poco más frío de mi temperatura (algo húmedo) y una sensación muy rica que nunca había sentido entre mis nalguitas. Y con sus manos Luis agarra mi pene para empezar a masturbárme. Fue una situación maravillosa estar haciendo eso. Así estuvimos algunos minutos mientras Beto acomodaba unos tabiques para después ordenarnos subieramos en ellos en la misma posición que estábamos y así lo hicimos. Seguimos Luis y yo haciendo lo mismo pero ahora sobre los tabiques y en un momento Beto se coloco atrás de Luis pidiéndole se abriera las nalgas con sus manos, Luis soltó mi pené y así lo hizo y Beto colocó su pene entre las nalgas de Luis.
Momentos después siento un empujón y siento como el pene de Luis entró en mí, pues sólo lo tenía rosando mi culito antes, pero con el empujón sentí como se deslizó y entró todo por completo (Es una de las sensaciones más ricas que he sentido en cuestión de sexo). Pero a la vez escucho atrás de mi, la voz de Luis quejándose y diciendo que le dolía mucho.
Beto: Quédate quieto ahorita se te pasa.
Luis: No, enserio, sácamelo porque me dolió mucho.
Ahí fue que me di cuenta que el empujón que sentí fue cuando Beto le metió su verga a Luis y en consecuencia él me metió la suya a mi. Pero como la verga de Beto era enorme lastimaba a Luis.
Después de unos segundos comenzó un vaivén que iba de atrás hacia delante y volvía. Yo lo estaba disfrutando mucho hasta que escucho la voz de Luís.
Luís: No, enserio Beto me esta doliendo mucho y no me está gustando. Me estas lastimando mucho.
Beto: Espera un poco ya casi termino.
Luís: No ya déjame si no le voy a decir a mi mamá.
En eso Beto suelta a Luis y le dice que es un juego y que habíamos prometido que no diríamos nada. Y me pregunta a mi.
Beto: Verdad que si se siente rico? Te esta gustando?
Yo: Yo siento muy rico y si me esta gustando aunque me gustaba más cuando Luis tenía mi pene en sus manos.
Beto: si quieres Luis pasate enfrente y tú para atrás me dice a mi.
Yo: No porque tu pené es muy grande y me va a duele como a Luis.
Beto: No, yo ya no voy a jugar. Yo nada más los voy a ver, que dicen?
Yo: Sólo si Luis quiere.
Luís: Esta bien pero despacito.
Luis se pone enfrente de mi y yo coloco mi pene en la entrada de su culito sin penetrarlo aun y tomo su pene para empezar a masturbarnos, mientras que Beto nos ve y hace lo propio.
No supe en que momento Luis echo sus manos para atrás para alcanzar mis caderas y presionarlas contra él. Ni en que momento entró hasta el fondo mi verga en él. Así estuvimos varios minutos hasta que vimos a Beto sacar un líquido blanco y espeso y hasta que nosotros estuvimos sacados.
Terminamos y nos vestimos, para salir uno a uno de nuestros escondite.
Beto salió primero no sin antes recordarnos que era un secreto.
Después salió Luis quien antes de salir me dijo que le había gustado conmigo y que quería volver a jugar pero ya sin Beto. Y así paso varias veces más…
Pero eso lo contaré en otros futuros relatos.
Espero sus comentarios y agradezco su tiempo para leer este relato.
Hasta Pronto
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!