POR FIN LE GANE LA PARTIDA AL MUCHACHO DE LOS VIDEOJUEGOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por EROFANTASIES.
Fue durante el verano 2010, compre una pantalla muy grande en la cual mis sobrinos les encantaba jugar video juegos y a mí me encantaba verlos jugar y divertirse en el cuarto de juegos. Al salir de la universidad se iban a mi casa con amigos y se ponían a jugar por horas, yo me encargaba de pedirles pizzas y cervezas y ellos la pasaban super y yo también porque siempre tenía jovencitos ricos rondando mi casa.
Así fue como conocí Uriel un amigo de uno de mis sobrinos, que desde la primera vez que lo vi, se me hizo de lo más sexy y atractivo, aunque no es muy alto, si es muy guapo, su principal atractivo son sus grandes y expresivos ojos, moreno claro, cabello chino y de corte moderno, una barba que aunque no es muy tupida, le crece muy rápido y lo hace ver muy sexy, cuando la trae cortita no puedo dejar de mirarle el rostro porque afina sus facciones, un par de dijes en sus oídos que lo hacen parecer malo y desde que entró al gimnasio debo de admitir que mejoro mucho su aspecto físico, pero una de las cosas que más me prende de él es su hermosa sonrisa que siempre utiliza de forma muy picara y hasta puedo decir que un poco morbosa.
Un fin de semana, mi sobrino recibió un mensaje de Uriel que decía que estaba aburrido y quería ir a la casa a jugar videojuegos, era tanto el aburrimiento de Uriel que dijo que iría a nuestra casa a perder tiempo con nosotros.
Pasaron como 30 minutos y el timbre sonó, me levanté a abrir la puerta, era él, con unos pantalones negros ajustados y una camisa roja que le resaltaba sus brazos, traía una botella de vodka consigo; ni yo, ni mi sobrino, acostumbramos tomar, pero Uriel es un bebedor estrella, nos sentamos a platicar en la sala por un rato, y de pronto nos dice:
– Uriel: ¿Pues abrimos la botella o qué?
– Mi sobrino: Solo si él quiere (señalándome a mi)
– Yo: Pues ya saben que yo no tomo, pero Uds.
si quieren adelante…
– Uriel: Perfecto! Iré por unos vasos
Cuando empezó, eran aproximadamente las 9.
00 de la noche y para las 11:30 las copas comenzaban a tener efecto en el amigo de mi sobrino.
Por tal motivo le pidió a mi sobrino que lo dejara quedarse en la casa para no llegar así a su casa y mi sobrino me pidió mi autorización, a lo que me apresure a aceptar.
Él le mando un mensaje de texto a sus padres y todo estaba arreglado para pasar una velada en casa jugando video juegos y quedarse hasta el día siguiente.
Mi sobrino trató de jugar con Uriel pero él no daba una con el videojuego y por un momento fue gracioso pero después mi sobrino se empezó a aburrir, ya que Uriel comenzaban a hablar de temas completamente tontos y a sonar algo torpe al hablar, llego un punto en el que mi sobrino se levantó a contestar una llamada, me quede un momento solo con Uriel que dijo:
– Uriel: ¿Termino este vaso y ya dejo de tomar … me prestas tu baño?
– Yo: Claro está al final del pasillo
Se levantó y fue al baño y escuche el chorro de orina cayendo en el retrete, voltee a mirar su vaso, le quedaban unos 2 sorbos como máximo, tome la botella y lo llené a tope, en realidad no sabía lo que estaba haciendo, pero en verdad tenía la idea de que tal vez si lo emborrachaba lo suficiente, podría darme un gusto cuando perdiera la consciencia, aunque él siempre decía que nunca en su vida había quedado inconsciente por tomar.
Uriel salió del baño y se sentó, tomo su vaso sin darse cuenta que estaba lleno y siguió tomando, yo solo observaba como iba bebiendo todo lo que le había servido, le hacía charla y notaba que su lenguaje se deterioraba, le costaba decir algunas palabras, se reía por cualquier estupidez.
Mi sobrino regreso y se sentó, pero él había dejado de tomar ya hace rato, porque como dije no era muy fan de beber alcohol.
Seguimos otra media hora así, hasta que mi sobrino nos dijo que tenía que irse a dormir porque al día siguiente tenía un partido de futbol temprano, se despidió y se fue a su cuarto, yo sin problema me quede nuevamente solo con Uriel, lo notaba ya más borracho, mire el reloj y eran ya las 12:30 de la madrugada, intento levantarse para nuevamente ir al baño pero se fue de lado en el sillón, comenzó a reír, fue entonces cuando le dije:
– Yo: Tendré que ayudarte a ir al baño
– Uriel: No, si puedo solo (dijo balbuceando mientras intentaba levantarse nuevamente del sofá sin éxito)
– Yo: Ya ves, te vas a caer, deja te ayudo
Lo ayude a ponerse en pie, lo abrace para que se apoyara en mí y lo lleve al baño.
Cuando llegamos no lo deje y me metí al baño con él, lo sostuve por la espalda para que guardara el equilibrio.
Fue así como pude observar con lujo de detalle cómo se abría la cremallera y se bajaba sus boxers para sacarse la verga y orinar.
La tenía grande para su edad y muy rica.
Pero el verla y hasta olerla tan cerca, lo único que hizo fue aumentar mi excitación y mi deseo por Uriel.
Termino de orinar y metió su miembro en sus boxers, pero no cerro su zipper, lo que me permitía seguir viendo el bulto que se le marcaba en la entrepierna.
Lo deje tomar una copa mas solo para deleitarme con la vista de cómo se le salía el bulto por el cierre del pantalón.
Tan pronto termino esa última copa, lo lleve al cuarto de visitas que se encuentra a un costado de la sala donde jugamos los videojuegos.
Él al ver la cama se tiro boca arriba diciendo:
– Uriel: Uta madre que peda me metí, nunca me había sentido así
Eso lo decía entre risas tontas, era evidente que ya estaba muy borracho, me di la vuelta y regrese a la sala para recoger los vasos y la botella y los lleve a la cocina para lavarlos, termine, apague las luces y regrese al cuarto donde estaba Uriel , al entrar le pregunte:
– Yo: Quieres que te preste un short o algo para dormir
Esperaba su respuesta, pero no respondió… voltee a verlo y tenía los ojos cerrados, y su respiración era profunda.
Se había quedado dormido, en menos de 3 minutos, le moví el hombro y le dije:
– Yo: ¡Hey Uriel! Quieres un short para dormir, ¿me oyes?
No hubo respuesta, estaba prácticamente muerto.
Mi mente comenzó a volar en ese momento, tenía a Uriel, el muchacho que tanto me gustaba, borracho inconsciente en la cama con el cierre completamente abierto.
De inmediato cerré la puerta con seguro y le hable de nuevo sacudiéndolo para probar si en verdad estaba desconectado de la realidad, y así fue, no respondió, entonces fue cuando inicie ahora mi juego y mis movidas.
Comencé acariciando sus brazos formados de gimnasio, subí hasta su cuello donde me encontré con esa barba que tanto me gustaba, no me aguante y me acerque y lo empecé a besar, podía saborear el alcohol en sus labios, el olor viril de su cuello, comencé a quitarle su camisa y aunque no tenía el mejor cuerpo del mundo, si era el cuerpo de un joven normal durito y con todo en su lugar, le saque la camiseta y empecé a desabrochar su cinturón, abrí el botón de su pantalón pues la bragueta ya estaba abajo, él usaba unos boxers rojos pegados, que dejaban ver un camino de vello que iniciaba en su ombligo y bajaba haciéndose más denso hasta perderse bajo el bóxer, le retiré los tenis, tome valor y le saque el pantalón, para este punto me tome unos segundos para observar lo bello que era.
Era muy excitante verlo semidesnudo en la cama, acaricie sus piernas que eran muy velludas, comencé a sobarle el paquete sobre el bóxer, como había mencionado antes, su verga era de un tamaño considerable, me puse sobre él y con la boca le baje el bóxer, termine de sacarlo con mis manos, vi su verga dormida, era más grande que la mía, nunca hubiera imaginado que con ese tamaño tuviera semejante herramienta, la tenía muy peluda y oscura, no aguante más y la tome con mis manos y la metí toda en mi boca.
Era deliciosa, estaba bastante gruesa para estar en estado flácido, tomo unos minutos para que comenzara a levantarse, me la saqué de la boca y vi sus 19 cm de carne erecta delante de mí, la tenía bastante gruesa y las venas se marcaban, me encantaba jugar con su prepucio, retraerlo y bajarlo mientras se la mamaba, así estuve por un buen rato, alternaba unos segundos para lamerle los huevos.
En ese punto le doble sus piernas y me dejo a la vista su culito, yo estaba super excitado, seguí metiendo mi lengua cada vez más bajo hasta que llegue a su culito, tome sus piernas y las levante aún más, para poderle meter bien la lengua, era muy excitante estar dándole un beso negro a Uriel, tenía unas piernas muy ricas y masculinas y un culito delicioso, estuve varios minutos jugando con mi lengua, solté sus piernas y me enfoque en su verga nuevamente, no dejaba de admirar el tamaño que tenía, había escuchado rumores de que era muy cojelón con las chicas de la universidad y ahora sabia porque.
Me quité mi pantalón y mi bóxer, y ambos quedamos desnudos en ese cuarto, seguí mamando su hermoso miembro, el comenzaba a retorcerse un poco por los movimientos que hacía con mi lengua.
Pero seguía ahí tan rico y vulnerable pudiéndole hacer lo que yo quisiera.
No aguante más, le puse un poco más saliva en su ano que ya estaba húmedo y lubricado por mi lengua, me puse sus dos piernas en mis hombros y guie a mí verga que estaba super dura y muy bien lubricada, hasta la apertura de su ano y poco a poco la comencé a introducir, no me costó mucho trabajo que deslizara por su culo, tenía ya suficiente líquido y saliva en él, así entro sin problemas, no podía creer lo que estaba haciendo, ahí estaba yo cogiéndome a Uriel, moviéndome como todo un profesional sobre él, mientras él estaba fuera de sí, sentía todo mi miembro podía entrar y salir con fuerza, en ese momento me sentía en las nubes.
De pronto sentí como lo penetre todo hasta topar mis huevos con sus nalgas, podía escuchar su respiración profunda y la mía muy acelerada, así que mis embestidas fueron cada vez más fuertes y a mayor velocidad, la estaba metiendo lo más profundo que yo podía y podía sentir como le estaba rompiendo el culo, no pasaron muchos minutos después de seguir embistiéndolo con fuerza cuando todo llegó a su clímax, sentí una sensación de una deliciosa descarga eléctrica en mi miembro que pocas veces había sentido, trate de ahogar mis gemidos y dispare toda mi leche, salía y salía como nunca, termine con jadeos lentos, porque me había vaciado dentro de él y lo había dejado bien preñado.
Y ahí estaba yo, jadeando, deslechado y cansado por semejante cogida que le había propinado, y podía sentir como seguía palpitando mi verga dentro de él, la cual poco a poco estaba perdiendo tamaño, la saque y vi como estaba llena semen y un poco sucia, fui al baño a lavarme y regresé con toallas húmedas para limpiarlo a él.
Cuando regrese y lo vi nuevamente desnudo, acostado e indefenso sobre la cama y eso volvió a excitarme.
No dude en volver a mamarle la verga, le di una mamada como de un desquiciado, tomo unos segundos para que volviera a revivir en todo su esplendor, me tomo un par de minutos antes de poder desecharlo, esta vez, lleno mi boca de su delicioso y tibio semen, salía bastante, era excitante ver como se contraía inconscientemente cada que lanzaba sus chorros de semen en mi boca, seguí mamándola suavemente mientras se corría y sentí como temblaba por la sensación que le estaba dando, le limpie bien con mi lengua toda su verga sin dejar ni gota de rastro, le limpie con las toallas húmedas muy bien su culito, tome su bóxer y se lo puse, me vestí, apague la luz para dejarlo dormir.
A la mañana siguiente eran como los 8.
30 am y desperté, mi sobrino ya se había ido a su partido de futbol, Uriel seguía dormido, me levante de la cama y fui al baño a lavarme la cara, me mire unos segundos al espejo asimilando lo que había hecho en la noche anterior, pude ver reflejada en el espejo una sonrisa llena de morbo y satisfacción, salí del baño y me fui a la cocina a prepararme algo de desayunar, una hora después termine mi desayuno y me dirigí al cuarto de Uriel para ver cómo estaba, cuando entre abrió los ojos y se sujetó la cabeza por la resaca, me dijo:
– Uriel: ¿Qué hora es?
– Yo: 9:45 am
– Uriel: … Me duele la cabeza un buen
– Yo: ¿Quieres que te traiga un vaso con agua?, espera…
Fui por agua a la cocina y al regresar al cuarto él estaba sentado en la orilla de la cama, mirándose que estaba solo en boxers, me vio y pregunto:
– Uriel: ¿Que pedo por qué estoy en boxers? ¿Dónde está mi ropa?
– Yo: Tu ropa está en la silla, anoche al acostarte, te quitaste toda la ropa para dormir, ¿No recuerdas?
– Uriel: ¿De verdad?.
no… la verdad no recuerdo nada… no se ni como llegué al cuarto…
– Yo: ¿De verdad no recuerdas como llegaste aquí? Jaja
– Uriel: No en serio… no recuerdo nada… solo recuerdo que estábamos platicando en la sala, pero no puedo recordar más…
Le di el vaso con agua que se lo termino enseguida, me lo dio y me dio las gracias…
– Uriel: Gracias wey eres ley, ¿Puedo seguir durmiendo un poco más?
-Yo: Si claro no hay problema
Se volvió a acostar y abrazó como un niño una almohada, mientras yo salía del cuarto dando un profundo suspiro de alivio al darme cuenta que Uriel no recordaba nada y estoy seguro que mi risa morbosa de satisfacción apareció en ese momento.
Ahí estaba el, confiando en lo que le dije sobre como amaneció sin ropa, durmiendo tranquilamente semidesnudo en la cama, y no se había molestado siquiera en vestirse, siguió durmiendo en boxers, mostrándome esas hermosas piernas, brazos y ni hablar de ese culito, que yo había disfrutado tanto la noche anterior.
Como a la 1 de la tarde despertó, yo estaba en el escritorio en mi computadora, me sonrió con una cara de descanso, se levantó y fue al baño, salió tomo su ropa y comenzó a vestirse…
– Uriel: Me tengo que ir tengo una cita y ya voy tarde.
Se despidió de mi con un abrazo agradeciéndome todas mis atenciones de la noche anterior (si solo supiera cuantas).
Y aunque me quede esperando la siguiente oportunidad de subirle las copas para poder pasar otro momento con él, que nunca se dio.
Me quedo el grato recuerdo de la primera vez cuando yo juegue mi propio juego con el muchacho de los videojuegos.
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