Por fin nos conocimos -2-
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por thorpe1948.
Continuando con el relato anterior, llegamos al restaurante, nos sentamos en una mesa y ordenamos la comida; entre tanto estuvimos charlando animadamente con gran complicidad y gestos picaros que subían el calor del ambiente que ya era mucho, pero la cosa no llego a más, llego la comida y nos dispusimos a dar buena cuenta de ella.
Fue una comida rápida, sabrosa y refrescante, que tomamos entre comentarios y risas y que los dos estábamos deseando acabar cuanto antes, nuestras ganas de sexo no habían terminado en la playa, con cada roce de nuestras piernas por debajo de la mesa, era seguido de un grado más de excitación. La, mesa era lo suficientemente pequeña por los que nuestras piernas estuvieran en prácticamente entrelazadas y eso llevando unas bermudas amplias d pernera hacia que estuviéramos piel con piel en todo momento, con la consiguiente erección, por ambas partes. Asique en esas circunstancias comimos lo más rápido que pudimos, con ganas de irnos, pagamos la cuenta y acto seguido decidimos irnos, volvimos a la playa, aquella calita tan apartada pero tan acogedora.
Nos tendimos al sol, para reposar la comida, pero después de lo del restaurante, los ánimos no eran muy favorables a mucho descanso, así que pronto los tocamientos y los acercamientos el uno al otro fueron cada vez más palpables, nuestras manos se iban directamente a las nalgas del otro, sobándolas amasándolas, pasado los dedos entre las nalgas y acariciando nuestros respectivos anos, que seguían muy sensibles desde la cogida de la mañana, pronto pasamos de ese manoseo a los besos donde nuestras lenguas se enredaban en un juego de sensualidad y morbo, total terminamos desnudos de nuevo, abrazados basándonos apasionadamente con nuestras vergas de lo as duras y atrapadas entre nuestras pelvis muy juntas y destilando las dos líquido, metí la mano entre nosotros y las coloque entre nuestras piernas para más comodidad, lo que aumento la excitación aquella unión tan íntima tan pegados el uno al otro con continuos besos nuestras vergas rozando con el movimiento nuestros esfínteres era de lo más caliente.
No tardamos en estar haciendo un 69 saboreando el uno la verga del otro, fallándonos la boca, apretado las pelvis para introducirla todo lo adentro posible en las gargantas hasta dejarnos sin aire, así durante bastante tiempo, para al final no aguantar más y terminamos los dos atragantados, fue una corrida enorme que no nos dio tiempo a nada pues descargo en lo más profundo de la garganta haciendo que no quedara más remedio que tragársela no hubo oportunidad de poder saborearla.
Terminado eso y después de poder respirar con tranquilidad, sin pensarlo más los dos a una nos levantamos y corriendo nos zambullimos en aquellas cristalinas aguas, para refrescar los ardores pasados y quitarnos el sudor que teníamos encima. Pero una vez refrescados de nuevo y ya con la complicidad que habíamos cogido nuevamente las manos volvieron a sus quehaceres, agarrones y las apoyaduras , lo que volvió a calentar el ambiente, a mí me gustaba abrazarlo desde atrás y apoyarle mi verga en sus nalgas apretándosela bien incrustada en su taja, mientras lo mordía suavemente en el cuello, con todo aquello la verga se me puso dura de nuevo y la excitación ya había vuelto a llegar al máximo, asique me separe un poco y puse me verga en la entrada de su ano, no espere a tener su consentimiento, él tampoco dijo nada en contra de lo que yo me proponía, así que ya así comencé a apretar poco a poco, su esfínter no tardo en crecer dando paso a mi verga dura y caliente, con el agua hasta el pecho me verga se fue adentrando en su recto , bien abrazado por la cintura lo apreté contra mí, mientras empujaba hasta que se enterró por completo en su culito caliente, la sensación era increíble, el contraste del calor que sentía en mi verga con el frescor de agua en el cuerpo hacia que se la metiera de lo más profundo, al bombear se reducía algo especial al desplazar el agua que se interponía entre nosotros al ir y venir lo que aumentaba el placer, en esa posición mi mano se apodero de su verga y mientras lo bombeaba con fuerza y con el ritmo de las embestidas lo masturbaba.
Durante un tiempo estuvimos en esa postura, y decidimos cambiar, le di la vuelta cara a mí, y lo cargue rodeándome con sus piernas la cintura, la ingravidez del agua me ayudaba a mantenerlo en esa posición, poco a poco lo fui dejando caer hasta volver a ensartarlo en mi verga, en esa posición le entraba más adentro, los dos empezamos a jadear, los besos comenzaron, eran largos, nuestras bocas parecían dos ventosas que se pegaban con tal fuerza que tan solo nuestras lenguas podían moverse con libertad enredándose como reptiles en celo, lo que aumentaba el placer entre los dos, las metidas cada vez eran más fuertes, el ritmo se aceleraba a medida que la excitación crecía y n tarde en llenarle el culo de semen, fue una corrida amplia, después de las dos anteriores no esperaba soltar tanto semen pero se ve que la excitación me exprimía al máximo.
Loa dos salimos del agua y nos fuimos a la toalla, yo me deje caer en ella boca abajo, mi amigo no desaprovechó la oportunidad y se pues encima de mí con su verga apretada entre mis nalgas, yo no podía casi ni moverme del cansancio que tenia, asique lo deje hacer, me abandone y lo deje que hiciera lo que le quisiera, me sobo bien la verga en la raja entre las nalgas se bajó y me mordía las nalgas, me la abrió y me dio una buena mamada de culo metiendo la lengua en mi ano, lo que me despertó de nuevo la excitación, me lo mojo bien mojado con su lengua y si ms preámbulos se volvió a poner sobre mí pero esta vez dejando la cabeza de su verga en mi aguajero caliente, apretó y se fue colando sin ninguna oposición por mi parte, le entregue mi culo sin reservas y me la metió hasta el fondo, el sentirla dentro mi esfínter se empezó a distender y apretar lo que aumentaba el placer, mi amigo poco a poco fue aumentando el ritmo , me tenía el culo bien petado, me dio duro, su buena verga hizo bien su trabajo y mi culo lo acepto bien lo que desembocó en una gran corrida de mi amigo que lo hizo caer sobre mí, con su verga bien adentro hasta que pos si sola se fue deslizando fuera dejado tras de sí un hilo de semen escurriendo por entre mis piernas,
Ya la tarde se había echado encima, asique con miradas cómplices no vestimos y nos fuimos a cenar y a dormir, o lago que se le pareciera.
Durante la cena me comento que quería llevarme al estado de Falcón a visitar las playas de Morrocoy y el pueblo de Tú cacas coger un transporte para irnos a los cayos, concretamente a Cayo Sombrero para pasar un día en ellos. Asique cenamos rápido para irnos a dormir, para poder salir a la mañana siguiente tempranito.
Nos fuimos a acostar, tuvimos una nueva sesión de sexo lo que junto con lo del día nos dejó el culo bien escocido y las vergas rojas, y sin más nos dormimos reparando fuerzas para el día siguiente, esperando a ver que nos deparaba.
Pero eso amigos lo dejamos para la próxima, que espero sea apasionante.
Si les gusto cometen y si no pues gracias por leerlo.
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