Por infiel fui violada a medias por un Maduro
Esta es la continuación de mi anterior relato, cuando acepte la salida con aquel Señor Maduro del cine.
Como conté en mi anterior relato, había aceptado la salida con Jorge y a pesar que solamente le dije que nos veríamos media hora el me convenció de irnos a un mirador famoso en mi ciudad, la actitud de él me sorprendió mucho ya que no era el viejito morboso que había conocido en el cine, sino se convirtió en un caballero muy educado y respetuoso, desde que subí a su auto no se había insinuado para nada y eso me mantenía tranquila y muy cómoda con su compañía.
El me empezó a preguntar sobre mi relación con Marcelo y como habíamos salido en un plan de «amigos» yo le conté varias cosas sobre nosotros y pareció no molestarle mucho, el también me conto que había tenido una relación con alguien casi de mi edad pero que no había funcionado muy bien y terminaron después de 4 años, en mi mente dejaron de pasar esas imágenes morbosas que tenían con el y empecé a verlo como algo mas sentimental y lindo al mismo tiempo. Después de casi una hora juntos conversando muy amenamente Jorge me dijo que si podíamos pasarnos al asiento trasero, fue algo que me saco de onda un poco pero como la estábamos pasando tan bien acepte, luego empezó a tocar el tema del cine y la masturbada que le hice en aquel lugar, la verdad no me molesto y entre risas le dije que había sido mi primera vez ahí y pues como estaba con mi novio todo resulto mas fácil, Jorge me dijo que se moría de la envidia por estar en el lugar de Marcelo yo solo me reí y le dije que ya llegara alguien para el, en ese momento su expresión de seriedad resaltaba su rostro, me dio algo de miedo ya que hace unos segundos estaba bastante risueño y sobre todo en el mirador que estábamos no había nadie mas que nosotros.
Algo preocupada por la situación tensa que se empezó a formar, le dije a Jorge que si podíamos volver al parque ya que tenia que regresara casa antes que mi novio se preocupe, él me dijo que si antes de volver podía masturbarlo como lo hice en el cine, no voy a negar que era algo que unos días antes lo hubiera hecho encantada pero en ese momento le dije que no por que se había hecho muy tarde y en ese momento empezó lo feo. Jorge se abalanzo a mi con la intención de besarme pero yo voltee la cara y le empuje, trate de abrir la puerta pero los seguros estaban puestos, toda la amabilidad y caballerosidad se había acabado, en ese momento me tomo fuertemente de las manos y me grito «te dije que ese culito iba a ser mío», tenia miedo por que no sabia si me iba a golpear o algo peor, se volvió a abalanzar sobre mi dejándome acostada en el asiento y el sobre mi me empezó a besar a la fuerza, trate de apaciguarlo y le dije q no me haga nada, luego metió su mano bajo mi sudadera y me apretó mis pechos que en ese entonces ya estaban algo grandes por las hormonas que consumía, sentía que me los iba a arrancar, empezó a lamerlos y a morder mis pezones, yo no sabia que hacer solo me puse a llorar mientras pataleaba para que me soltara, el seguía como una fiera y me dijo «vas a mamármela o no?» con el temor de que pase a mayores solo asenté con mi cabeza, en ese instante el zafó su cinturón y se bajo los pantalones dejando salir su pene sumamente erecto que como lo había comentado antes era bastante grande, me tomo de la mano y me dijo «dale puta chúpamelo», yo me acerque lentamente y cuando empecé a abrir mi boca él me tomo del cabello y me empujo sobre su glande, las arcadas fueron inmediatas ya que no me cabía en la boca, trate de reincorporarme peo era imposible el me estaba atragantando con su enorme pene, era una situación desesperante por que no podía respirar, empecé a tocar sus testículos para que el pensara que estaba colaborando y funciono me soltó y me dijo «eso así! yo se que tu querías mamacita», sin mas opción fingía que lo estaba disfrutando y hasta en mi cabeza quería hacerlo pero el temor era mas grande, lo empecé a masturbar mientras seguía mamándolo con la intención de que terminara y me dejara ir pero era imposible, él empezó a darme palmadas en el trasero y a apretar mis nalgas mientras me decía riéndose «mámalo bien para que te entre, esa verga de tu marido ni cosquillas te debe hacer», sentí como metió su mano bajo mi ropa y sin previo aviso metió uno de sus gordos dedos en mi ano, el dolor fue horrible ya que aparte de estar tensionada por la situación no había sido lubricado ni nada, volvieron a brotar mis lagrimas y le dije que por favor pare por que me estaba lastimando, poco o nada le importo ya que al contrario lo hizo mas fuerte, yo pensaba en que si su dedo me esta lastimando de esa manera, su pene me va a matar, el saco su dedo y entre risas me dijo «te me volviste virgen mamita» yo todavía con su pene en mi boca voltee y vi sangre en su dedo, mi miedo llego al extremo y con fuerzas de no se donde me logre volver a sentar, mi ano me ardía, al igual que mi garganta, me volvió a agarrar de mi brazos y me dijo «ahora si te voy a romper ese culo perra», forcejeamos mucho el logro volver a meter su mano tratando de otra vez meterme sus dedos pero me zafe, en ese instante un par de autos llegaron yo pensé en gritar pero el me dijo que si lo hacia me mataría que mejor me quede quieta, Jorge se subió su pantalón y al parecer quería pasarse al asiento del conductor, cuando escuche que quito los seguros abrí la puerta y corrí sin voltear a ver, por suerte había una tienda cerca a la que entre limpiándome las lagrimas, vi que paso en su auto y se fue.
En ese momento tome mi celular vi que Marcelo me había llamado varias veces, yo lo llame y le dije que no se preocupe por que estaba con una amiga que el conocía y que ya me iba a dejar en la casa, afortunadamente ella me apoyo y paso por mi, en el camino a casa trate de arreglarme un poco mientras le comentaba a mi amiga lo ocurrido, al llegar me baje del auto e intente caminar lo mas normal posible por el dolor, Marcelo me recibió normalmente, fui al baño y al bajar mi pantalón y ropa interior note que estaban manchados de sangre, me puse frente al espejo tratando de ver mi ano, note que había una herida, no tan grande pero era lo que me dolía y sangraba, no podía contárselo a mi novio así que me duche y trate de curarme yo sola pero el dolor seguía, por suerte esa noche Marcelo estaba cansado y no intento que hiciéramos el amor, me sentía muy mal, me sentía sucia, al siguiente día le dije a mi amiga que me acompañe al doctor de confianza que teníamos y mis temores se hicieron realidad tenia un desgarro, el doctor me curo y me mando medicamento, cuando llegue a la casa Marcelo algo enojado me pregunto que por que estaba tan extraña y con esas salidas misteriosas, no podía ocultar mi herida obviamente pero para que no se arruine toda mi relación le mentí que no sabia como decirle que la ultima vez que hicimos el amor tuve un dolor fuerte y que mi amiga me estaba ayudando a ir doctor, así es, le hice creer a mi novio que el desgarro me lo hizo él, Marcelo me abrazo y me dijo «tontita tu eres mi mujer debías decírmelo de inmediato», me sentí aliviada pero a la vez me sentía mal por las mentiras que le dije, pasaron un par de semanas de mi recuperación, no volví a saber de aquel tipo hasta que una mañana me llego un temido mensaje que decía «mamita te me escapaste, la próxima te romperé ese culo sea como sea».
En fin esa es la peor anécdota por la que pase, seguiré publicando mas, gracias por leer.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!