por la carretera
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Viajando en verano por la carretera rumbo a la playa, esperando disfrutar mis vacaciones tomando sol y broncear un poco mí cuerpo. Sorpresivamente aparecen un par de muchachos con sus mochilas al hombro, indicando con su dedo pulgar que les llevara. Por un instante pensé pasar y dejarlos pero, luego me detuve y les pregunte ¿dónde van?, A lo que ellos respondieron a dúo ¡¡¡donde tu quieras!!!.
Inmediatamente mi cuerpo reacciona, e instintivamente me pase la mano por mi paquete, y ambos muchachos sonrieron y subieron a mi vehículo. Reanude mi camino, les dije que iba a la casa de veraneo de mis padres y les dije si quieren se pueden quedar unos días, a lo que ellos aceptaron. Dijeron llamarse Leonardo y Enrique, ambos de 22 años.
Cuando llegamos a la casa, me ayudaron a sacar mis cosas del auto y acomodarlas dentro. Luego les dije que se sirvieran un refresco mientras me daba una ducha para quitarme lo sudado y el calor que traía. Después de salir de la ducha me fui al dormitorio y me puse un pantalón corto, sin camisa y me fui donde estaban los muchachos. Ellos ya se habían cambiado ropa, y se encontraban solamente en traje de baño. Ahí pude admirarlos, Leonardo era un verdadero oso, su cuerpo estaba completamente cubierto de vellos, sus pectorales se dibujaban muy bien y sus piernas musculosas me cautivaron.
Por su parte Enrique algo lampiño pero también de un cuerpo bien proporcionado. Luego les dije que fuéramos a la playa y luego de bañarnos y jugar con una pelota plástica que ellos traían les invite a almorzar a un restaurante. Pedimos mariscos y una botella de vino para acompañarlos, luego fueron 3 las bebimos y como era de esperarse los tres quedamos completamente mareados. Por suerte uno de los mozos, era conocido mío, por que vive a una cuadra de la cabaña. Le dije que dejaría mi auto a lo que él respondió, si quiere cuando termine mi turno se lo llevo. Enseguida le dije que si y le entregue las llaves y salí junto a los muchachos y tomamos un taxi que nos llevara a casa.
Como pudimos nos bajamos y entramos en la casa. Luego les dije que me acostaría un rato para pasar el mareo pero, Leonardo, tomándome de un hombro me dijo ¿nos invitas?, Por supuesto le dije y entramos en mi habitación, y me tire en la cama mientras ambos chicos me miraban y luego entre ellos y fue Leonardo quien le dijo a Enrique ¡¡¡hagámoslo ahora!!!. Y ambos se quitan las camisas y luego los traje de baño, quedando completamente desnudos frente a mí, enseguida tuve una erección. Ambos chicos se lanzan sobre mí; Leonardo comienza a besarme, mientras Enrique me saca el traje de baño y sin mediar palabra comenzó a chuparme la verga mientras se masturbaba.
Por su parte Leo prosiguió besándome, pasando luego a mi cuello y posteriormente mis tetillas hasta que llego hasta mi pene y entre ambos me la mamaban, alternando con mis testículos. Luego Leo dijo que hiciéramos un 69 y me puso su verga en mi boca, bastante gruesa y debía medir unos 17, por otro lado pude ver la de Enrique que debía medir unos 15, pero más delgada.
Luego Enrique toma nuevamente mi verga y se la metió en la boca y Leo se introdujo la de él. Estuvimos un buen rato chupando nuestras vergas, alternando para que todos pudiéramos saborear las herramientas de los otros.
Llegado cierto momento ambos me pusieron de espalda en la cama y Leo me chupo un rato mí pene y lo ensaliva para posteriormente Enrique se sentara sobre mi fierro caliente que deseaba cualquiera de esos culitos que se veían apetitosos. Lentamente fue introduciéndoselo y se quejaba, podía sentir su esfínter cediendo para dar paso a mí verga. Hasta que finalmente sus nalgas chocaron con mis testículos y gimiendo comenzó a cabalgar haciéndome subir hasta el cielo, y aprovechando mi placer Leo coloca nuevamente su verga en mi boca, la cual comencé a mamar lentamente, mientras de vez en cuando él me la introducía más adentro. Por su parte Enrique seguía cabalgando mientras se masturbaba, hasta que no aguanto más y lanzo su leche, dando su primer chorro en mi cara y los otros en mi pecho. Su esfínter apretaba tanto mi verga que no pude evitar acabar dentro dando gritos de placer.
Luego Enrique sé levanto y Leo hizo que me pusiera en cuatro patas, mientras Enrique se coloca detrás de mí y comienza a mamarme el culo y Leo se masturba mirando hasta que le dice a su amigo que se retire y ensalivando su verga me la introduce salvajemente haciéndome dar un grito de dolor. Enseguida me dice ¡¡¡te duele pero te gusta cabron!!!, No dije nada solo me concentre y luego ese dolor se convirtió en placer. Mi pene nuevamente toma vida y comencé a pajearme mientras recibía las embestidas de Leo que cada vez eran más rápido, hasta que le escuche gemir y luego dar un grito de placer y pude sentir mi esfínter inundado por su semen. Luego me volteo y Leo dijo ¡¡¡ parece que todavía quieres guerra!!!.
Hizo que me levantara y él se acostó de espaldas en la cama y luego alzo sus piernas sobre mis hombros y ensalivando mi verga y su culo se la introduje lentamente, mientras él se quejaba diciendo que era muy grande y gruesa(21), pero que siguiera, mientras su amigo nos miraba y comenzaba a masturbarse nuevamente. Finalmente se la metí hasta las pelotas y le comencé a cabalgar mientras él se quejaba y su verga se balanceaba para ambos lados pero en estado de reposo. Luego de un rato su esfínter apretaba tanto mí verga que no pude soportar tanto placer y le solté lo que me quedaba de semen en su interior. Por su parte su amigo acaba en la cara de Leo y este con su lengua trataba de atrapar algo de semen, el cual saboreaba con verdadera gula. Luego todos nos tumbamos en la cama, dormidos.
Habrán pasado un par de horas cuando escucho que alguien toca a la puerta, enseguida me puse mi traje de baño y salí. Ya era de noche, me acerque un poco más a la reja de entrada y pude ver que se trataba de mi vecino que me traía el auto. Le agradecí y le invite a pasar para que tomara una cerveza, él por su parte trato de disculparse diciendo que debía irse inmediatamente, porque su esposa le esperaba. Yo insistí diciendo que sería un momento, a lo que accedió.
Luego de conversar un rato mientras se tomaba la cerveza, sorpresivamente apareció en la sala Leo completamente desnudo. Jorge (así se llama el vecino), se sobresalto e impresiono de lo que acaba de ver, me dijo, creo que debo irme. Enseguida le dije que no había problema y mirando a Leo le dije que se fuera poner ropa que había visitas. Este hizo caso omiso a mi petición y se sienta frente en un sofá frente a Jorge y dice ¡¡¡para qué te preocupas si estamos entre hombres!!!, Cierto amigo? Le dice mirando a Jorge y este le responde nerviosamente, no hay problema.
Conversamos unos 5 minutos más y disimuladamente pude ver que mi vecino miraba constantemente la verga de Leo, tal vez por vergüenza o simplemente que le llamaba la atención. Finalmente se levanto y dijo que debía irse y ahí pude notar que tenia una evidente erección, la cual trato de disimular metiendo su mano en el bolsillo. Le acompañe a la puerta y me disculpe diciendo que perdonara el atrevimiento de mi primo(mentí para no dar cabida a comentarios), entonces él me dijo, los dos son primos y asintiendo con mi cabeza le hice creer que lo eran. Luego entre en la casa y le reproche su conducta a Leo, pero este me dijo ¿qué no notaste que le gusto?, No viste que llevaba tremenda erección, seguro que llegando a casa se va directo al baño para masturbarse.
Luego todos nos duchamos y preparamos la cena en conjunto y después de bebernos unas cervezas nos fuimos a la cama sin tener sexo ya que ese día fue muy agitado. Por la mañana pensaba en mi vecino y me hacia una interrogante si él alguna vez hubiese estado con un hombre.
Nunca pude imaginarme que ese día lo sabría
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