Por malas calificaciones, tres machos reciben en su rancho a un sobrinito bien putito (parte 1)
Inicia la saga de tres jóvenes, viriles y sacrificados campesinos que están por recibir a un sobrinito que antes de conocerlos, se pasaba disfrutando del sexo con el novio de su mejor amiga..
Inicia la saga de tres jóvenes, viriles y sacrificados campesinos que están por recibir a un sobrinito que antes de conocerlos, se pasaba disfrutando del sexo con el novio de su mejor amiga
El señor Mariano, un padre soltero y respetado profesor en varios colegios de Asunción, Paraguay un día se hartó de Joelito, su único hijo que con 15 años rompió todos sus récords al reprobar 9 materias, incluyendo un feroz 1 en Educación física, producto de su desprecio por los ejercicios y en especial al fútbol; para un gay hecho y derecho como el, esa pelota es un símbolo de machismo incompatible con su delgado y afeminado cuerpo de piel blanca, lampiña, de encrespado rubio, con una altura de 1.65 metros y ojos celestes, de pija chica pero con una voluminosa y dura cola bien trabajada…por una poronga que el mismo eligió para que lo estrene y ejercite su cola con cada golpe a esas nalgas que, empinadas de cuatro bien arriba y con su cara pegada al colchón, en esa posición recibía entera una y otra la dotada pija de Fabián, el novio de su «amiga» Johanna, quien sin quererlo era responsable de esta situación, al pasarse calentando la pava de un pendejo que, con 17 años, quedaba con la pija ardiendo cada vez que su novia solo permitía dos dedos en su conchita y así el «pobre» Fabián, mega caliente, con los huevos llenos y oliendo el fluido vaginal que impregnaba sus dedos, no tenía más salida que aceptar el préstamo del culito del «mejor amigo» gay de su novia… Y vaya «amigo» por cierto, que retribuye el amor de su amiga, su lealtad y confianza siendo su cuerno, recibiendo la mazorca que ella se resiste a probar. Un ejemplo claro sería los grandes pies futboleros del muchacho; los mismos que en pleno día de San Valentín usó para llevarle las más lindas flores y ante todos jurarle amor y fidelidad, fueron los mismos que a la tardecita de ese mismo día se ubicaron bien abiertos en el colchón del putito, con las rodillas flexionadas a unos centímetros más adelante de las nalgas en cuyo centro estaba ese culito que salvajemente penetraba al montarlo; para ella, flores frescas…para el, una flor de poronga que lo hacía gritar de placer, celebrando así la ración doble de esperma como premio por poner el culo en ese día especial y dejarse zarandear al ritmo de un hombre que le propinaba una dura cogida… que con sus manos agarraba su rubia cabellera, estirando fuerte hacia atrás para dominarlo mejor, como un caballo inseminando a su jegua.
…Y en efecto, volviendo a la secuencia anterior, minutos después el semental llega y va directo a la pieza del putito, que ya lo esperaba una vez más desnudo y de cuatro en la cama, para nuevamente traicionar a su amiga con su asterisco listo; el pasivo, excitado se dilató al escuchar un «uffff, que colita más rica, como se nota que le gusta mi pija eh», y luego sentir una fuerte palmada en la nalga y un hilo de saliva en la entrada anal, seguido de una frase al oído «Joelita, me das permiso para entrar y reventar tu culito por favor» y, sin esperar respuesta, la mandó bien adentro, comenzando un bombeo delicioso, con un ritmo que hacía al pasivo empalado jadear y gemir mientras que el activo disfrutaba asegurando su heterosexualidad a pesar del momento; cerrando los ojos y ayudado por los gemidos bastante femeninos del culón, imaginaba que su novia le pedía que le haga la cola y le estaba cumpliendo…o que las más lindas de sus compañeras le pedían pija sin parar, inspirándose en el orificio del rubito para ser el mejor amante; haciendo que ambos gozaran del momento sin prejuicios, hasta el momento en que, como siempre, un Fabián jadeando sacaba la pija justo antes de la descarga y apuntando tira toda la leche encima de las ricas nalgas de Joel y luego, aprovechando que está calentita, usa sus manos para humectar esas nalgas hasta dejarlas empavonadas en abundante y oloroso semen; un fetiche suyo, que no disgustaba al pasivo, pero que lo dejaba con las ganas de sentir el líquido dentro de sus paredes anales.
El tiempo pasó, entre malas notas y buen sexo, llegó el inicio de diciembre y con ello, el real inicio de este relato: con el papá siendo consiente de que su hijo quinceañero estaba lejos de valorar el esfuerzo de haberlo criarlo solo desde la muerte de su esposa y la madre de él; Mariano, a sus 40 años, incluso renunció a rehacer su vida amorosa para dedicarse por entero a Joel hasta el punto de aceptar sus gustos sin cuestionarlo, porque era su único hijo y lo amaba. Pero decidió que ya era hora de que empiece a madurar, aprenda a valorar tomando nota de lo dura que puede llegar a ser la vida. Joel, que hasta ese momento lo único duro que sintió y bastante fue la pija de Fabián, impactado escuchó de que se iba, por los próximos meses, a vivir al rancho de sus tíos paternos Darío y José, ubicado en un remoto pueblo de nombre Liberación, en el Departamento de San Pedro. Iba a pasar las primeras fiestas de fin de año lejos de su papá, de su amiga y hermana de leche y de su garche, con el objetivo de que el trabajo duro del campo, la dedicación y el sacrificio que se vive en el interior logre enderezar a Joel, para que deje de sacar malas notas, comer novio ajeno y dejar de tener como único proyecto de vida lograr que le larguen la leche dentro del culo y poder chupar pija por primera vez. Y así, con una tristeza compartida con su papá, que con pesar lo despidió en la parada de ómnibus, hizo que nuestro muchacho vaya a su nueva aventura, imaginando un intenso trabajo de verano sin sexo, lejos de sus amigos y con las manos llenas de tierra, pero sin saber que en lo único que acertaría, al final, es en que iba a ser un verano muy, pero muy intenso, de inicio a fin…y así se venía un tiempo en el que el poco contacto con su papá fue compensado con la mucha leche que ordeñó, y no precisamente a la vaca del rancho…
Continuará.
Uff muy bueno el relato, podrías escribir como empezó la historia de Joel y Fabián
Continúa