Por mirón me cogieron.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto sucedió cuando contaba con unos 11 años, soy venezolano y para ese entonces vivíamos en un cerro de la capital del país (caracas), en esos cerros las condiciones sanitarias son deplorables. Bueno voy a lo acontecido.
La casa donde vivíamos se comunicaba con la casa del lado por las paredes laterales y los baños de ambas casas estaban pegados, ya que detrás de las casas quedaba un cerro por donde caían los desechos de los baños. Una tarde estaba orinando y escuché unas voces en el baño de los vecinos, atinaba a identificar una de las voces y era Andrés el hijo mayor de la casa, quien en ese entonces tenía unos 16 años, era alto y grueso de cuerpo y de piel morena. Cuando logro ver por un hueco en la tapa de zinc que servía de pared pude ver que se trataba de Andrés con un niño de unos 10 años de la misma zona de nosotros, el niño vivía unas casas más arriba de la de nosotros, por el agujero podía ver a Andrés con su pantalón e interior a los tobillos y veía al niño más pequeño montado sobre una lata y de espaldas a Andrés.
Yo sin hacer ruido solo veía, Andrés le trataba de meter su pene que era negro, largo y grueso al chico por el culo, el chico estaba agachado y se le podía ver su culo blanco de nalgas redondas porque el chuico era medio gordito, aquella imagen hizo que mi pene se parara y me tocaba mientras veía por el agujero. Andrés, hacía es esfuerzo pero no le podía meter el pene en el culo al niño porque era muy grueso, después de un rato Andrés se hizo la paja y derramó entre sus nalgas todo su semen, al ver aquello me emocioné y tropecé con la pared y Andrés se asustó porque no sabía quién lo estaba viendo, el niño salió corriendo sin limpiarse lo que le había echado Andrés, yo me agaché para que él no me descubriera, pero cuando salí del baño Andrés estaba afuera haciéndose que jugaba, al verme se acercó a mí y me agarró del brazo y me amenazó con golpearme si decía algo a lo que le respondí que no tenía la intensión de decir nada porque quería que el invitara al niño para que yo pudiera hacer lo que él le hacía al niño. Andrés me miró y me dijo, ven cuando oscurezca que el niño viene esta noche porque no le he podido meter mi guevo en su culo, salí corriendo para dentro de mi casa y esperé la noche, era costumbre de los chicos de mi edad, más pequeños y más grandes, salir a jugar en las noches ya que había poca iluminación por falta de postes eléctricos, cuando apareció el niño,
Andrés lo llevó a unos árboles cercanos sin que nadie se diera cuenta, solo yo estaba al tanto de la situación después de un ratico yo también me dirigí a los árboles, cuando entré en la oscurana, siento que toman del brazo y me halan a un lado y me indican que no haga mucho ruido, en aquel espacio se dejaba colar algo de luz del único poste de luz de la zona, allí estaba el niño ya con el short en sus tobillos y Andrés con su pene erecto, yo me empalmé de inmediato, Andrés me hizo señas para que me acercara y me dijo quiero que le metas tu guevo primero para que yo pueda enterrarlo después, yo tenía un tamaño regular para mi edad, solo que algo grueso, el chico se agachó y se sujetaba de un tronco de árbol que se había caído, yo me puse detrás de él como lo había visto en el baño y puse mi pene en su agujero, el niño tenía hasta saliva, porque cuando le puse mi pene noté lo mojado, empujé poco a poco y cuando entró la cabeza, el chico apretó sus nalgas en muestra de dolor, yo me quedé tranquilo un rato, luego comencé a moverme poco a poco, mientras tanto Andrés estaba detrás de mí, sentía como ponía su mano en mis nalgas, pero yo estaba emocionado por tener mi pene dentro de aquel niño, que cuando me di cuenta Andrés me estaba buscando mi hueco, dejé de moverme y Andrés me dijo al oído, como no me dejaste cogerlo en mi casa ahora te cojo yo a ti, yo no dije nada y sentí un dedo entrar en mi culo con saliva, al sentirlo mi pene se puso más duro y el chico lo sintió porque volvió a apretar sus nalgas, ahora sentía la cabeza del pene de Andrés haciéndose paso entre mis nalgas y llegar a mi agujero, me tomó de la cintura y empujó con fuerza y metió casi de un solo golpe la mitad de su tranca, yo me sujeté al chico porque el dolor me aflojó las piernas, me corrió una lágrima y Andrés no se movió, al rato él comenzó a meter y a sacar su tranca de mi culo y yo me movía al mismo tiempo, estábamos haciendo un tren
Andrés metía y sacaba y yo hacía lo mismo dentro del niño, pasamos así un buen rato, a mí me ardía el culo y llegue a tener un orgasmo sin mucho líquido, desde allí fue que comencé a ver semen en mi pene al pajearme, al llegar yo apreté mi culo y Andrés explotó seguidamente dentro de mí, el chico se subió el short y salió corriendo del bosque, pero yo me quedé atravesado por la palanca de Andrés, que me tenía agarrado de la cintura, sin sacármelo, me pidió que nos sentáramos, él se fue dejando caer al suelo y yo con él porque en ningún momento dejó de sujetarme por la cintura, al caer en el suelo, pude sentir lo máximo del grueso y lo largo del pene de Andrés, que no se le bajaba, puse mis piernas a los lados de las de él y me hizo cabalgar sobre su gran pene, mi pene volvió a tomar tamaño y Andrés solo me subía y bajaba con fuerzas, no pasó mucho tiempo y me corrí sin tocarme y al sentir la presión de mi culo al cerrarse Andrés explotó nuevamente dentro de mí. Me levanté de encima de él y me salió todo lo que me había echado dentro y le calló entre sus piernas, me puse el short y salí corriendo a mi casa y pasé al baño, me agaché en el suelo y salió el resto del semen con hilos de sangre y restos de excremento.
Pasé varios días con el culo doliéndome y Andrés cuando me conseguía en la calle me decía que era el mejor culo que había cogido, claro él era uno de los pocos mayores de esa época entre nosotros y se convirtió en padrote, se cogía a las niñas y niños de nuestra zona y cuando venían de visitas otros niños familiares de alguno de nosotros él terminaba cogiéndolos, hasta que una vez, lo encontraron violando a una niña de 6 años y lo metieron en un reformatorio. Luego al salir de allí, se metió a delincuente y lo mataron en un robo frustrado. Los que sabíamos a quienes nos habían cogido, lo comentábamos en secreto, jugábamos a ser Andrés y hacíamos apuestas a ver quién cogía más y eso nos incluía a nosotros mismos.
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