Por unos recuerdos de adolescencia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por px2.
Hola a todos y besos a todas, después de algún tiempo, no sé muy bien porque que, me ha dado por volver a escribir un relato, espero que os guste.
POR UNOS RECUERDOS DE ADOLESCENCIA
Llevaba algún tiempo solo, sin pareja, y la verdad, debo reconocerlo, también sin comerme una rosca, tal vez, pese a que me sentía bien, o eso me decía a mí mismo, no tenia el animo de dedicar el tiempo necesario a buscar un ligue, pero podía ser que no quería volver a iniciar una relación, ni correr el riesgo de iniciarla, y así evitar que me volviesen a hacer daño, el caso es que había sido mi novia quien me había dejado por otro. Pero bueno eso es otra historia, lo importante, y la razón por lo que sucedió lo que quiero contar, es que llevaba bastante tiempo sin sexo y salía solo a cines, museos o cualquier otro lugar que me apeteciese por que si me quedaba en casa lo único que conseguía era darle vueltas al modo en que mi ex me había dejado y como unos días después me había enterado que me había dejado por que estaba liada con un buen ex-amigo mío, bueno ex-amigo a partir del momento en que me entere de lo que se había liado con mi novia porque hasta entonces le había considerado amigo sin sufijo.
Bueno, no me dejéis que me enrolle de este modo por que si no, no vamos a acabar nunca con lo que os quiero contar, el caso es que:
Esa tarde había salido a pasear sin rumbo determinado, al pasar frente a un cine repase la cartelera y se me antojo entrar a ver una de las películas que anunciaban. Me acerque a la taquilla y compre la entrada, mire lo horarios de pase de la película y después consulte mi reloj, faltaba poco más de media hora para el próximo pase, al otro lado de la calle había un pequeño bar, decidí ir allí y hacer un poco de tiempo tomándome algo. Cruce la calle, pedí un café, lo pagué explicándole al camarero que le pagaba tan pronto por que tenia una entrada para el cine y si luego a él le llegaba trabajo no me gustaba lo de irme dejando el dinero sobre la barra, luego agarre un periódico y me senté en una mesa un poco apartada.
Tal vez habían pasado diez minutos cuando entraron al bar cinco chicos, más o menos de mi edad, iban hablando entre ellos y no repararon en mí. Yo sí, yo me fijé en ellos, bueno eso no es del todo cierto, tan solo me fije en uno de ellos, le conocía, era uno de mis amigos de la infancia, él que durante mucho tiempo considere mi mejor amigo, y también al que tenía más ganas de volver a ver, le había perdido la pista poco después de cumplir los 16, yo me había ido de vacaciones con mis padres al pueblo y al volver me dijeron que a su padre por razones de trabajo lo mandaron a otra ciudad, ahora 12 años después volvía a aparecer por aquí.
De inmediato vinieron a mi mente alguna de las cosas que habíamos pasado juntos, como no siendo de la misma pandilla y pasando juntos esa edad donde nacen los deseos sexuales bastantes de esas cosas tenían que ver precisamente con el sexo, todas las que me vinieron a la mente fueron sexuales y mi cuerpo reacciono a esos recuerdos, tuve una erección, hubiese querido levantarme y acercarme al grupo para saludar a aquel chico que había sido mi amigo, pero joder como te acercas a saludar a un viejo amigo teniendo la polla dura. Por suerte el se había colocado dándome la espalda con lo que sería difícil que se fijase en mí.
Me concentre en el periódico, encontré una noticia que me intereso y leyéndola se me fueron de la cabeza esos pensamientos que no venían a cuento, cuando acabe de leer la noticia mi polla estaba bastante mejor, la notaba morcillota dentro de mi pantalón, pero al menos podría levantarme sin que todos viesen que me había puesto cachondo.
Miré el reloj, vaya faltaban apenas cinco minutos para que comenzase la película, apure mi café, me levante deje el periódico y la taza sobre la barra y me acerque al grupo.
¿Me perdonáis un momento que os moleste? -les dije-.
Claro. ¿Qué sucede? -dijo uno, no sé quien-.
Nada, tan solo quiero saludar a Rubén, tal vez no se acuerde de mi, pero éramos amigos de niños y no quería irme sin al menos saludarle. -Rubén, no había mirado hacía mí hasta entonces, al girarse y verse me sorprendió se levanto y nos abrazamos-
¡Coño!, Javier -era obvio que si me recordaba- , cuanto tiempo, vamos siéntate con nosotros y hablamos.
Ojala pudiese, pero me es imposible ya había quedado y tengo que irme, a ver si tenemos suerte y nos vemos otro día.
Me separé de Rubén y lanzando un adiós salí de allí. Mientras cruzaba la calle me recriminaba a mí mismo por haber soltado una mentira para no quedarme con Rubén y sus amigos, sabia que en realidad había salido de aquel bar a todo trapo por que al abrazarme a Rubén había vuelto a sentir que mi polla reaccionaba de nuevo a los recuerdos.
Entre en el cine, de inmediato me dirigí a la sala, quería sentarme para pronto para que nadie notase que me llevaba la polla dura.
Tampoco había pasado nada entre Rubén y yo para que me excitase sexualmente, como que no había pasado nada, por que quería engañarme a mi mismo, si, algunas cosas habían pasado.
Cuando de niños nos juntábamos algunos chavales para masturbarnos, bueno en realidad aquello no era masturbarnos, era machacárnoslas como monos, siempre había estado Rubén, vamos por que seguía engañándome, yo sabía que aquello no era lo que me había provocado la erección, lo que me la había provocado eran las veces en las que Rubén y yo bien en casa de él o en la mía o en algún lugar alejado de las miradas indiscretas y siempre cuando nos quedábamos solos nos habíamos masturbado juntos. Otra vez mintiéndome, en realidad no quería hacerlo, no tenia por que hacerlo, tampoco era tan grave, que pasaba por que Rubén me hubiese masturbado a mí y yo a él, no pasaba nada de eso hace más de diez años, eran nuestras primeras experiencias sexuales y estábamos experimentando.
Se apagaron las luces de la sala, bien por fin comenzaría la película y dejaría de pensar en esas tonterías. Si eran tonterías por que no quería reconocerme a mí mismo todo lo que había sucedido entre Rubén y yo.
Vale de acuerdo, con Rubén nos habíamos comportado como maricones, nos habíamos chupado mutuamente las pollas algunas veces.
Que bien, ya empieza la película, ahora me relajare viéndola. De pronto desde detrás de mí.
¿Qué pasa?, ¿Te han dejado plantado? -Era Rubén, se ve que había venido detrás de mí-
Pues si, parece que me han dejado plantado.
Bueno, la verdad es que al verte salir casi corriendo del bar parecía que huías de mí.
¿Huir?, si hubiese querido escapar podría haberlo hecho simplemente no acercándome donde estabas, no te hubieses enterado.
Me alegro, me hubiese sentado un poco mal que me dijeses alguna mentira para no hablar un rato o para no quedar otro día y recordar los viejos tiempos. Ya que tu acompañante no ha venido ¿te importa si me siento a tu lado?
Claro que no. -Recordar los viejos tiempos, había soltado esa frase con una entonación algo especial o había sido yo que la había escuchado mal-
Después del cine podemos buscar un lugar donde podamos tomarnos algo y hablar de los viejos tiempos.
Seguro, aunque tampoco puedo estar hasta muy tarde, mañana tengo que trabajar.
Dejamos de hablar para ver la película, aunque yo apenas me enteraba de la película, estaba pensando en las cosas que habían sucedido entre Rubén y yo.
Recordaba como alguien del grupo de chavales, no recuerdo quien, había comenzado lanzando una especie de apuesta, a ver quien no se atrevía, o mejor dicho quien no tenia huevos, de bajarse los pantalones y mostrarle la picha a los demás, por supuesto que todos acabamos mostrándola, siendo todos unos críos nuestras pichas eran apenas como un dedo de la mano de un adulto, algunos como un dedo corazón, otros como un meñique y algún otro como un pulgar, vamos bastante más corta que la de los demás pero también más gorda.
Con el tiempo alguno del grupo, tampoco recuerdo quien había aprendido a machacársela, por que al principio los chavales nos la machacamos, luego ya aprendemos a masturbarnos, en fin que aquel chaval nos explico, por medio del ejemplo, como se había y todos acabamos haciéndolo en grupo, esto derivo en concursos para ver quien se corría antes, cosas de críos. Pasado un tiempo, con la experiencia que íbamos adquiriendo lo de machacárnosla fue convirtiéndose en algo cada vez más placentero, cada vez estaba más cerca de masturbarnos, esto significo que cada vez lo hacíamos con mayor frecuencia y ya no solo para estar integrados con el grupo, es más al ser placentero bastantes veces lo hacíamos, o al menos yo lo hacía estando solo, otras veces en vez de ser un grupito éramos tres o cuatro quienes con alguna revista porno que alguno había encontrado nos hacíamos las pajas.
Recuerdo que la primera revista porno que vi me llamo mucho la atención, me excito mucho pero también me lleno de preguntas sobre el sexo, por aquella época a ninguno, quitando quizás a alguno que tuviese algún hermano un poco mayor, se nos ocurriría preguntarle a un adulto sobre el sexo, por lo que fui sabiendo de sexo me fue llegando de otros chavales, como yo, y claro era una información bastante poco fiable. Pero bueno vamos dejando eso que sino os aburriréis y abandonareis la lectura.
El caso es que esos pensamientos me mantenían sentado en la sala del cine, sentado junto a Rubén y con mi polla en estado de semi erección, no sé si por los nervios de que Rubén pudiese notarlo o por la excitación que sentía, el caso es que cuando llevaba una media hora de película me entraron bastantes ganas de mear. Le dije a Rubén que enseguida volvía me levante y salí de la sala y fui a los baños, estaban en un sótano apartados y en ese momento completamente vacíos.
Me coloque en uno de los meaderos y cuando me saque la polla el simple contacto de mi mano y la excitación que sentía hizo que se pusiese dura como un palo. Escuche que alguien más entraba también al baño, no necesitaba mirar, sabía que era Rubén.
La verdad es que después de más de 12 años sin vernos no me apetece estar sentados en un cine, me gustaría más buscar un sitio donde podamos hablar y contarnos como nos han ido las cosas durante ese tiempo.
Vale, me parece bien, termino y nos vamos a donde podamos tomarnos algo y charlar. -Note que Rubén se había colocado justo detrás de mí-
Claro, tenia muchas ganas de verte, si hubiese sabido donde te habría buscado. -paso su mano desde detrás y agarro mi polla, como he dicho la encontró bastante dura, aunque no propiamente erecta, eso si, al ser agarrada por Rubén mi polla se endureció de golpe algo más- Vaya, por lo que veo no soy el único que se alegra de ver al otro.
Oye no te equivoques, estoy así por los recuerdos, no por que piense en tener algo contigo.
De acuerdo, entonces por que no me pides que te suelte la polla.
Déjalo, deja que me la guarde nos buscamos un bar donde podamos tomarnos algo y hablamos todo lo que sea necesario para dejar las cosas claras.
Muy bien.
Me soltó la polla y haciendo un pequeño esfuerzo pude volver a colocarla dentro de mi pantalón sin que se notase mucho que estaba que estaba bastante Dura.
Mientras me lavaba las manos, cosa que también había hecho Rubén, mi cabeza se había puesto a pensar en lo que acababa de pasar, resultaba que Rubén mi gran amigo de la infancia no había abandonado las practicas homosexuales que juntos habíamos tenido, es más se había convertido en un auténtico marica, pero yo que me consideraba absolutamente hetero, bueno un hetero que de niño había disfrutado manteniendo relaciones sexuales, no completas, con otro niño, pero que estaba absolutamente convencido de que lo que me gustaban eran las mujeres, ¿por que había consentido que Rubén me la sujetase?, eso era lo que había hecho Rubén en el baño, sujetármela durante más de un minuto sin que yo hiciese nada para que dejase de hacerlo, entonces que pasaba conmigo, también soy maricón, no hombre si disfrutas de un buen coño pero también lo puedes hacer con otra polla es que eres bisex.
Todas esas vueltas que daba mi cabeza hicieron que pronto mi polla retornase a su estado normal. Salí del baño, cerca de la salida me esperaba Rubén, juntos salimos del cine. Le indique conocía un lugar ideal para que pudiésemos hablar tranquilos a solo un par de manzanas de donde estábamos, echamos a andar. El local al que nos dirigíamos era una especie de Pub pero abrían durante el día, sabia que allí había lugares donde poder hablar cómodamente, a esas horas.
¿A qué te dedicas? -Pregunto Rubén mientras caminábamos-
Trabajo en un banco, en el área de desarrollo informático, vamos que hacemos y mantenemos los programas de gestión del banco. ¿Y tú?
Yo, me acomode, me coloque en la misma empresa donde trabajaba mi padre y ya ves la misma situación que llevo a mi padre a dejar esta ciudad me ha traído a mí de vuelta.
Que bien, entonces vienes para quedarte. Por cierto, ya podrías haber escrito alguna vez y que no perdiésemos el contacto del modo que lo perdimos.
¿Y tú?, ¿Por qué no escribiste tú?
¡Coño Rubén! Cuando yo me fui de vacaciones vosotros vivíais a 20 metros de mi casa y cuando regrese os habíais ido, ni tan siquiera sé a que ciudad os mudasteis, ¿Cómo te podía escribir?
Pues podías haber ido a la empresa donde trabajaba mi padre y preguntarlo.
Si, podía haberlo hecho, pero era un crío, a un crío no se le ocurre hacer algo así, tú sin embargo sabias mi dirección y hasta mi teléfono, lo tenias más fácil.
Bien, de acuerdo, que perdiésemos el contacto fue culpa mía, pero que querías que hiciera, me llevaron a otra ciudad casi de un día para otro, perdía a mis amigos tenia que buscar amigos nuevos, lo mejor que podía hacer era olvidar y comenzar de nuevo.
No, si yo te comprendo, son cosas que pasan y lo importante es que nos hemos vuelto a encontrar.
Eso es. Bueno ¿que tal has pasado estos años?. -Pregunto Rubén-
Bastante bien, ahora te contaré. Ya hemos llegado, este es el local, es tranquilo y podremos hablar, pasa. -Entramos al local, sonaba algo de música, pedimos unas consumiciones en la barra, con mi consumición en la mano busque una mesa lo bastante apartada como para poder hablar sin que se nos escuchase, pero que no pareciese que queríamos estar solos-. Pues bueno, te cuento, cuando regrese y me entere de que te habías mudado pregunte si alguien sabia a donde, no encontré a nadie, como ya sabes, y bueno, que difícil es esto, resumir poco más de diez años en unos minutos, no sé por donde empezar.
¿Qué tal en lo sentimental?
Bueno, he pasado buenos momentos, ahora no estoy del todo bien por que hace poco tiempo mi última novia me ha dejado por otro.
¡Ufff! Que mal ha sonado ese otro.
Tanto se me nota, bueno es que él era un amigo mío, no de los de la infancia, tu no le conoces, además luego me enteré de que ellos dos habían estado liados mientras ella y yo estábamos juntos.
Vaya, ¿y has tenido muchas más novias?, por que has dicho que esta había sido la última y eso implica que hubo otras.
No, muchas no, bastantes ligues, pero eso de que te empiezas a plantear pasar mucho tiempo junto a una chica, o tienes la ilusión de pasar el resto de tu vida con ella, es decir lo que yo considero que es una novia, tan solo tres.
Tres novias y ligues aparte, estas hecho un Don Juan.
No que va, imagina esta la primera esa que todos hemos tenido, no sé de nadie que haya acabado con la primera, tan solo un par que después de varios años se han vuelto a encontrar y han reiniciado la relación, luego una que cuando nos planteamos irnos a vivir juntos comenzaron las discusiones y esta de ahora. ¿Y tú?, ¿Qué tal de novias?
Tu como siempre “tan observador”. -uso un tono especial al decir “tan observador”-
¿Qué pasa?
¿No te has dado cuenta de que en los baños del cine te he agarrado la polla? Soy marica.
Bueno, no pasa nada, pues cambiamos lo de novias por novios.
Ya esta, te digo que soy marica y solo dices eso.
¿Y que quieres que te diga?. Tu eliges vivir tu vida del modo en que eres feliz, pues muy bien, mientras no me afecte a mí no tengo ningún problema. Y ahora se dice gay.
¡essstoo! -dudo un momento-. Yo prefiero decir marica, sin usar un tono ofensivo me suena mejor que gay. También he tenido bastantes ligues y dos parejas más o menos fijas. Con el último termine hace tres semanas, cuando le dije que había aceptado el traslado, habíamos pasado dos años viviendo juntos.
¿Y por que aceptaste el traslado si a tu chico le parecía mal?
Por que tenia ganas de volver. Además el y yo teníamos una relación extraña, digamos que éramos liberales, al final eso se limita a tener sexo entre nosotros cuando no hay nada más y luego hacerlo con todo el que se presenta en cuanto tengas ocasión, Yo ya no quería eso, entiéndeme no soy un mojigato ni pretendo una pareja para siempre, pero si algo más de vida en común. Él era más joven, tenía 23 años, y todavía andaba viviendo la vida loca.
¿Y que tal se vivía en M…? -aquí debería haber puesto el nombre de la otra ciudad, pero no me da la gana, al igual que no quiero decir en donde estamos-
Al principio un rollo, ya lo puedes suponer, yo con mis gustos sexuales y mudarme a donde no conocía a nadie, pero bueno a esas edades somos bastante sociables, a los dos días me hice amigo de un vecino, que por cierto se quiso hacer amigo mío por razones equivocadas, y este chico un mes más tarde me ayudo a entrar en un club de natación, imagina aquello era la gloria y el infierno juntos, la gloria por tener tres días por semana éntrenos con otros chicos todos con bañadores ajustadísimos y diminutos además de compartir vestuario con ellos y también verlos en pelotas en los vestuarios mientras se cambiaban y duchaban, y un infierno por lo mismo, por que me daba miedo que notasen que se me iban los ojos detrás de sus pollas y que acabase apartado como un apestado, pero al final los chicos allí son igual que aquí, siempre contando sus líos y como se lo habían montado con una o con la otra además de comparando lo tamaños de las pollas, por lo que era muy normal el que andasen empalmados o al menos con la polla morcillota bastante tiempo del que estaban en el vestuario, así que yo no destacaba tanto y siempre disfrutaba mucho en aquellos vestuarios.
Uno de los días que me había quedado de los últimos en el vestuario se me acerco un chaval que venia a clase conmigo, aunque hasta entonces nunca habíamos hablado más allá del saludo cortés, era un chaval monisimo, siempre andaba rodeado de chicas, se decía que lo había hecho con bastantes y él alentaba que se hablase así de él, pues un día se me acerco, mientras se secaba, cuando terminábamos de salir de las duchas, como podrás imaginar a mi me costaba mirarle a la cara, pero en fin me pidió que como había visto que yo tenia la nota más alta de la clase en matemáticas y el había suspendido que si podría ayudarle a mejorar dándole unas clases particulares, que podíamos darlas en su casa o en la mía, como me pareciese mejor, y claro le dije que si, que le ayudaría, se alegro mucho cuando le dije que si y me dio su teléfono para que le llamase cuando hubiese informado en mi casa y pudiésemos comenzar las clases, le dije que por mí podíamos comenzar esa misma tarde, tan solo tendría que permitirme llamar a mi casa desde la suya para informar de que llegaría un poco más tarde por estar ayudando a un amigo, lo concertamos así y salimos juntos del pabellón deportivo hacía su casa.
Al llegar le dijo a su madre lo que me había pedido y ella se puso muy contenta me dijo “a ver si tu eres capaz de hacerle entrar las matemáticas a mi niño, por que es bastante burro y mi marido no consigue que las entienda”, respondí que yo estudiaría con Ramón y le podría aclarar lo que no entendiese, al principio quisieron, tanto él como su madre, que nos colocásemos en el salón, pero yo con la intención de tener un poco más de intimidad le pregunte a él si ese era su lugar habitual de estudio, como yo suponía, me dijo que no, que él siempre estudiaba en su habitación, entonces dije que allí debíamos dar las clases, que no era bueno cambiar el lugar de estudio, así conseguí, además de ganarme el respeto de la madre por que aquello sonaba realmente muy serio, conocer su habitación, me sorprendió encontrarme con una habitación bastante infantil, decorada con bastantes pósters de una serie de dibujos y con algunas estanterías con juguetes.
Bueno para no aburrirte te diré que comenzamos las clases y en poco tiempo sus notas en matemáticas comenzaron a mejorar, por aquel entonces en aquel colegio nos hacían pequeños controles dos o tres veces por semana, además de las evaluaciones, como agradecimiento los padres me daban una pequeña paga cada semana. Ramón, que así se llamaba, y yo nos hicimos muy buenos amigos y aparte de las clases de matemáticas comenzamos a estudiar las demás materias también juntos, solo había una cosa que me intranquilizaba, Ramón, siendo tan buenos amigos y habiéndonos visto tantas veces desnudos en los vestuarios del pabellón, no tenia ningún reparo en desnudarse para cambiarse delante de mí, eso me ponía muy nervioso y tenia que esforzarme para no quedarme mirándolo embelesado.
Además de las clases en su casa también nos hicimos inseparables en el resto del tiempo, como ya te dije él siempre estaba rodeado de chicas, al menos en el colegio, durante los recreos, y cuando andaba por la calle era así, lo cual implico que al yo estar siempre con él también yo estaba rodeado de chicas, incluso alguna tonteaba o intentaba tontear conmigo, pero yo les daba largas o me inventaba excusas para no quedar en evidencia delante de Ramón. En eso el vecino que había sido mi primer amigo en la ciudad se acerco a mí y me dijo que por que me mezclaba con tipos como Ramón, que era una mala pieza y que yo le gustaba a su hermana, además él también me veía como un buen novio para su hermana, pero que si estaba cerca de Ramón no dejaría que ella saliese conmigo por que todas las que estaban cerca de él se ganaban la fama de chicas fáciles, imagina aquél chico quería convertirme en el novio de su hermana, ni se imaginaba que antes me acostaría con él que con ella, le dije que en realidad Ramón no era tan mal chico como parecía, que si se molestaba en conocerlo lo comprobaría, tan solo me respondió que ya no nos quedaba nada más que hablar.
Pasaron unos días y poco a poco fui notando que a pesar de todo lo que se decía de Ramón en ningún momento le había visto meterle mano a ninguna de las chavalas que estaban a su alrededor, a pesar de que algunas lo andaban pidiendo descaradamente, uno de los días que estábamos estudiando en su casa me atreví a preguntarle con cuantas chavales se había enrollado, me miro y después de dudar un poco me dijo que a mi no quería engañarme, pero que no se lo contase a nadie, en realidad nunca lo había hecho con nadie, lo que había sucedido era que una vez había estado con una chica en su casa, no habían hecho nada, solo escuchar música, que fue ella quien contó, en principio, a sus amigas que lo habían hecho, que al correrse ese bulo por ahí se había sentido envidiado y tampoco lo había negado, y que después él había dejado que aquello fuese creciendo, pero que aquello se había vuelto en su contra ya que ahora tenia bastantes oportunidades para de verdad enrollarse con alguna y tenia miedo de hacerlo por que no sabía si lo sabría hacer bien y todas lo consideraban un experto, además que una chica que de verdad le gustaba pasaba de él y su hermano le había jurado que le daría una paliza si lo veía cerca de ella.
Sin saber muy bien por que me alegre de que no fuese cierto que Ramón hubiese tenido sexo con alguna, estando en ese ambiente de confianza me pregunto si yo lo había hecho alguna vez, no le quería mentir, con un poco de miedo a su reacción le dije que si, que había tenido algunas relaciones sexuales, pero no las que el imaginaba, el me miro con cara de “si no me lo explicas no lo entiendo”, cogi aire y mirándolo directamente a los ojos le dije que mis relaciones sexuales habían sido con otro chico, hubo un minuto de silencio, después de eso me dijo y como fue, le conté lo que habíamos hecho tú y yo, vi, aunque hice como que no lo veía, que Ramón un par de veces se tuvo que colocar la polla, para mi eso era una buenísima señal, quería decir que estaba excitado y si se excitaba con eso, tal vez, bueno mejor no te hagas ilusiones, me dije, entonces vino la pregunta que me dejo más tocado, si alguna vez había deseado hacerlo con él, no podía, ni quería mentirle, pero decirle la verdad podía acabar con nuestra amistad, le dije la verdad, que si y que varias veces me había hecho pajas recordando su cuerpo desnudo, se puso rojo como un tomate y volvió a haber un largo silencio,
Luego me dijo que yo sabia que a él le gustaban las chicas, que no era como yo, pero que como yo nunca le había hecho ningún tipo de insinuación, ni molestarle que no había problema para que siguiésemos igual. Un par de días más tarde estábamos estudiando en su casa, su madre toco a la puerta de la habitación y abriendo dijo que tenia que irse a casa de unos familiares a ayudarles que le dijese a su padre cuando llegase donde estaba ella, nos quedamos solos en la casa, entonces Ramón me dijo me dijo que a él le gustaría saber lo que se siente cuando alguien le chupaba la polla, que si yo quería me dejaba que se la chupase, siempre que quedase claro que si en cualquier momento le resultaba desagradable me lo diría y pararíamos, no muy convencido le dije que estaba conforme, aunque me preocupaba Ramón que después se sintiese avergonzado de lo que habíamos hecho y rompiese nuestra amistad, pero la otra posibilidad, en la que yo iba a poner todo mi empeño, la de que le gustase tanto que le chupase la polla que pidiese repetirlo a menudo, era la que más había pesado en mi decisión.
Ramón se sentó en la cama, saco la polla por la parte superior de su pantalón de chándal y me indico que podía comenzar a chupársela, cuando me acerque y tire de sus pantalones para bajárselos y dejar todos sus genitales al descubierto me dijo a ver que era lo que hacia, que no quería mariconadas, le respondí que no era ninguna mariconada, pero que si de verdad quería saber lo que se siente cuando alguien le chupa la polla al menos debía dejarme chupársela en condiciones, se incorporo y de un tirón se bajo el pantalón y los calzoncillos hasta la mitad de sus muslos yo seguí bajándoselos hasta los tobillos, con la intención de dejarlos allí, pero al ver que Ramón levantaba los pies con la intención de que se los quitase totalmente
Se los quite, inmediatamente me coloque para comenzar a chuparle la polla, al hacerlo me di cuenta del tiempo que llevaba sin chupar una polla y de que tenia muchas ganas de hacerlo, sin embargo me contuve, quería hacerlo despacio, muy despacio, haciendo que Ramón desease más que yo cada nuevo avance, empecé por tocarle la polla con suavidad, buscando excitarle más, aunque ya presentaba una buena erección, apenas tocarle note como su polla dio una pequeña sacudida, ganando en consistencia, empecé a pajearle despacio, al tiempo que con ternura le iba acariciando los huevos y acercando mi cara a su entrepierna, comencé lamiendo sus huevos con apenas un pequeño roce de mi lengua, y después cuando pensé que él ya estaba preparado fui lamiendo todo el tronco de su polla hasta llegar a su glande, muy despacio lo fui lamiendo en todo su contorno una y otra vez y cuando creí que ya estaba dispuesto comencé a meterme aquella polla en la boca, deseaba tragármela entera pero me contenía, se la chupaba muy despacio tratando de darle el máximo placer, quería además controlar su excitación hasta conseguir que tardase bastante en alcanzar el orgasmo, pero me fue imposible, en menos de cinco minutos y sin ninguna señal previa note varios trallazos de semen entrar en mi boca, continúe chupando con la intención de limpiar hasta la última gota de semen pero como note que su polla apenas había perdido la erección y casi enseguida la había vuelto a recuperar seguí chupando
Después de su primera corrida en mi boca Ramón se había relajado bastante y ahora dejaba escapar algún gemido de placer mientras yo se la chupaba, y también mientras se la mamaba yo notaba como se iba la excitación iba creciendo en él y acompasaba mis movimientos para retrasar su corrida, de este modo tardo más de veinte minutos en volver a echarme varios trallazos de semen en mi boca que yo saboree y trague con deleite, esta segunda vez su polla si que perdió bastante la erección, la chupe un poco más para asegurarme de que no le quedaba ninguna gotita de semen que regalarme y después me retire, Ramón se quedo un poco tumbado en la cama, luego se levanto se vistió y me dijo “vamos a seguir estudiando“, continuamos estudiando tal vez una media hora, entonces lanzo una exclamación, se puso de píe al tiempo que se bajaba los pantalones y calzoncillos hasta medio muslo me cogio la cabeza y me endiño la polla en la boca, me dije a mi mismo que en ningún momento había pensado en la posibilidad de volver a tener la polla de Ramón tan pronto de nuevo entre mis labios, pero simplemente me alegre y me dispuse a disfrutar, mientras tanto Ramón me follaba la boca con bastante violencia, en algún momento me hizo sentir arcadas ya que llegaba a tocar el fondo de mi boca, no sé el tiempo que tardo calculo que unos quince minutos, en ningún momento tuve el control para hacer que durase más, de nuevo volvió a correrse en mi boca y de nuevo yo trague su leche, después de eso ya continuamos estudiando, al poco llego el padre de Ramón y un poco más tarde yo me fui a mi casa.
Pasaron varios días sin que Ramón me hiciese ninguna mención a lo que habíamos hablado y hecho, llegue a pensar que él quería hacer como si ese día no hubiese existido, y quizás fuese así, pero el día había sido real y Ramón había disfrutado enormemente al correrse en mi boca, unos días después cuando nos quedamos solos en su casa se echo en la cama bajándose los pantalones al tiempo que se echaba y me dijo “ven, cómemela“, lo mire, tenía ganas de decirle a ver quien se había creído ser para tratarme de ese modo, pero mis ganas de comerle la polla eran superiores a mi orgullo así que me dedique a chuparsela, a partir de ese día Ramón olvido la prudencia, todos los días se la tenia que chupar dos o tres veces como mínimo, a veces en su casa, aunque su madre o su padre estuviesen y pudiesen sorprendernos, otras veces en la calle en algún rincón apartado y otras en los baños, tanto los del instituto como los del pabellón deportivo, muchas veces me sentí a punto de ser sorprendido por alguien mientras se la chupaba, pero cuando me pedía que lo hiciese, bueno en realidad casi nunca me lo pedía, simplemente se bajaba los pantalones y me mostraba su empinada polla, yo no era capaz de negarme.
Después de un mes haciéndolo siempre así un día mientras se la chupaba me dijo que no entendía como era capaz de chuparle la polla y tragarme su leche, que a él le daba asco pensarlo, le respondí que él no entendía por que no sabia de lo que hablaba, entonces me pregunto que sabor tenia la polla, respondí que era como preguntarme a que sabia el plátano, y no elegí el plátano pensando en su forma fálica, tenia un sabor peculiar y que no se parecía a nada y que el semen tenía un sabor parecido pero más intenso, en ese momento Ramón me dijo lo que yo estaba deseando oír, que me iba a probar a chuparme la polla, pero que si no le gustaba dejaría de hacerlo y no hablaríamos más del tema, como es natural dije que por supuesto, que lo haríamos como decía, al fin y al cabo poco o nada tenia que perder y podía ganar bastante, ya que me estoy alargando bastante te diré que me la chupo bastante bien para ser la primera vez y pese a que le avise antes de correrme no dejo de chupar y recibió la leche en la boca aunque enseguida salio corriendo al baño para escupirla y luego escuche como se enjuagaba la boca, pensé que esa seria la primera y la última vez que me chupase la polla por que no le había gustado, cuando él volvió me dejo sorprendido ya que me dijo que no estaba mal lo de chupar polla, pero que le había engañado un poco, que el semen tenia un sabor muy intenso, y a continuación añadió que quería metérmela por el culo, le dije que no había problema, que lo intentase, pero que recordase que ya le había contado que yo lo había intentado antes con otro y no habíamos sabido hacerlo, y efectivamente lo intentamos pero no pudo metérmela, unos días después además de volver a intentarlo de nuevo me dejo que fuese yo quien probase a metérsela a él.
Como he dicho, Ramón se había vuelto muy atrevido, le gustaba que se la chupase en lugares donde hubiese cierto riesgo de que alguien nos viese, aunque nunca lo hacía él, él solo lo hacía en la seguridad de nuestras casas, la suya o la mía. Un día sucedió lo que antes o después debía suceder, uno de los compañeros de clase me dijo que tenia que hablar conmigo después de las clases, al salir del colegio me hizo ir con él a su casa, no vivía lejos de allí y casi nada más entrar se saco la polla y me dijo que se la chupase, por supuesto que me hice el ofendido, le pregunte que como se le ocurría pensar… ahí me interrumpió, me dijo que nos había visto a Ramón y a mí mientras yo se la chupaba y que si no queríamos que todo el instituto se enterase tendríamos que hacer siempre lo que él nos dijera, tenía dos opciones, la primera era aceptar aquel chantaje, que por otro lado no me parecía tan malo ya que el chico era bastante guapo, la otra era negarme y a ver que sucedía, seguramente si me negaba y él se dedicaba a contar por ahí lo que había visto muchos no se lo creerían, pero entonces era posible que para acallar las habladurías Ramón se apartase de mí, y eso no lo podía permitir, le pregunte que si ya había hablado con Ramón, dijo que no, le dije que no lo hiciese y yo haría todo lo que él quisiera, me respondió que yo no estaba en posición de poder exigir nada, que de todos modos tendría que hacer todo lo que él me dijera, y mi respuesta fue que era posible, casi seguro que haría lo que me dijera para que no dijese lo que había visto, pero que si llegábamos a un pacto yo lo haría con más agrado y de ese modo él lo disfrutaría más, después de pensarlo un momento estuvo conforme, le pedí que fuésemos a algún sitio donde pudiésemos estar un poco más cómodos que allí de pie y me llevo a su habitación, se la chupe hasta que se corrió en mi boca, sin posibilidad de negarlo me dijo que lo había pasado muy bien y que mientras yo hiciese todo lo que me pidiese y siguiese haciéndolo igual de bien se conformaría conmigo y dejaría a Ramón en paz.
A partir de ese momento comencé a tener dos machos que me daban su leche habitualmente, Ramón además se tomaba la mía, en cuanto a Sebastian, que así se llamaba el otro chico, bueno con ese solamente había sexo oral por mí parte, el se limitaba a dejarse hacer, nunca ni una sola vez hizo ni tan solo un ademán de tocar mi polla. Durante más o menos un mes continuamos así, hasta que unos días mas tarde que a casa de Ramón no estaba, pero estaba su padre, me dijo que Ramón no tardaría en volver que podía esperarlo en su habitación, confiado entre y fui a la habitación, detrás mío entro él me dijo que me sentase en la cama y se sentó en una silla frente a mí, poniéndose muy serio me dijo que nos había visto a Ramón y a mí tocándonos, que eso estaba muy mal y que iba a tener que hablar del tema con mis padres, me asuste, no sabia como se tomarían mis padres que su hijo fuese marica, le pedí que por favor no dijese nada que haría lo que me dijese, cualquier cosa, para que aquello no se supiese, después de un rato de hacer comedia para hacerme estar realmente acojonado y dispuesto a todo me dijo que podíamos hacer algo para que aquello quedase entre nosotros, se sentó a mi lado y comenzó a meterme mano, después cogío mi mano y me la coloco sobre su paquete, lo que toque estaba duro como un palo y era enorme, temblaba por los nervios, no podía creer que aquel hombre, el padre de mi amigo, quería tener sexo conmigo a cambio de no decir nada a nadie, me daba un poco de miedo hacer con él lo mismo que había hecho con su hijo, pero a la vez me excitaba hacerlo por primera vez con un adulto, después de un rato tocándome al asegurarse que yo me dejaba hacer se coloco delante de mí, en cuclillas, desabrocho mi pantalón y me los quito junto con mis calzoncillos, luego me toco un poco la polla mientras de su bolsillo sacaba un tarro de crema, después de abrirlo me hizo tumbar con las piernas colgando por el borde de la cama y comenzó a masturbarme
Paso un poquito de tiempo y de pronto note que al tiempo que me masturbaba me ponía crema en el ojete, luego me metió el dedo en el culo, entro con suavidad con la ayuda de la crema, lo dejo dentro un poco y luego comenzó a moverlo, joder, me gustaba aquello, nunca había intentado meterme nada, que no fuese una polla por el culo, ahora me preguntaba porque, me gustaba sentir aquel dedo hurgándome el culo, de vez en cuando me retiraba el dedo pero solo para volver al momento aplicándome un poco más de crema, después de un rato metiendo un dedo en mi culo paso a hacerlo con dos, siempre usando más crema, cuando me introdujo dos dedos sentí un pequeño dolor, pero duro poco, enseguida me habitúe a la sensación que aquellos dedos me proporcionaban, no tarde mucho en sentir que iba a correrme, él también se dio cuenta, retiro la mano de mi culo y con un pañuelo de papel recogió todo el semen que mi polla expulsaba, después dijo que era su turno, se bajo los pantalones y vi como se colocaba para metérmela por el culo, estaba a punto de decirle que no podría hacerlo, inocente de mí, que no tenía en cuenta el poder de la lubricación de la crema y la dilatación que sus dedos habían conseguido en mi esfínter, antes de que pudiese decir nada empujo y note como un buen cacho de su polla entro en mi culo, me produjo un fuerte dolor, él se quedo quieto un par de minutos, al tiempo que alababa lo prieto que estaba mi culo, después me coloco una mano sobre la boca y de un empujón me introdujo toda su polla
El dolor fue increíble, la mano que me amordazaba me impedía gritar de dolor, cuando parecía que el dolor se mitigaba un poco el comenzó a moverse metiéndomela y sacándomela y el dolor continuo hasta que sentí que se estaba corriendo dentro de mi culo, después de un rato me la saco, me dijo que fuese al baño a lavarme y que podía irme a casa, pero que de vez en cuando teníamos que repetir tardes como aquella. Mientras me lavaba, como me había dicho que hiciera, sin poder contenerme me puse a llorar, sentía como si me hubiese violado, en realidad me había violado, ya que aunque yo me hubiese dejado lo había hecho por su amenaza de contar a mis padres lo que hacía con su hijo, cuando salí de aquella casa, mientras bajaba la escalera, pensé que debería denunciar a aquel hombre por lo que había hecho conmigo, pero ese pensamiento tan solo duro un segundo ya que si lo denunciaba mis padres se enterarían de mis tendencias sexuales y me habría dejado violar para nada, di un largo rodeo para ir hacía mi casa con la intención de que no me notasen nada y tampoco encontrarme con nadie conocido. Aquella noche, antes de dormirme, durante un rato recordé cómo me la había clavado por el culo y note en mi ano una sensación de placer, como si mi culo echase de menos estar relleno de una buena polla.
La vez siguiente que me quede a solas con Ramón puse en practica con él lo que había aprendido de su padre, lubrique y dilate su culo, eso si, lo hice con algo más de delicadeza de la que su padre había usado conmigo, además yo chupaba la polla de Ramón mientras le metía un dedo por el ojete y lo giraba al tiempo que lo metía y sacaba, luego pase a usar dos dedos y llegue a hacerlo con tres, mientras movía mis tres dedos en su culo hubo un momento en que Ramón me pregunto donde había aprendido aquello, que le daba mucho gusto, ahí fue cuando decidí que era el mejor momento para follarme su culo, me coloque le apoyé la picha en el ojete y empuje despacio pero con decisión, me alegre al notar como mi polla iba entrando en el culo de Ramón, él sin embargo comenzó a proferir insultos y a quejarse de dolor al tiempo que me pedía que no parase, yo trataba de metérsela más despacio para no hacerle daño, pero estaba decidido a correrme en su culo, le introduje algo más de la mitad de mi polla y pare un poco dejando que se acostumbrase a ella, cuando me pareció que estaba preparado comencé suavemente con en movimiento de mete saca pero haciendo que cada vez que se la metía fuese un poco más profunda, finalmente conseguí enterrársela toda en el culo,
Ramón me decía que le dolía pero a la vez le gustaba y que ya que estaba no se me ocurriese parar hasta acabar, por supuesto que a mí en ningún momento se me había ocurrido nada semejante y me fui follando su culo acelerando poco a poco el ritmo hasta que descargue varios chorros de leche dentro de mi amigo, después, como es natural fue Ramón quien me la metió a mí, aunque yo pensaba que seria parecido a lo que había sentido cuando era su padre quien me follaba el culo la verdad es que no se parecía en nada y aunque sentí algo de dolor el placer fue mucho más intenso. A partir de entonces cada vez, que teníamos sexo con Ramón, teníamos nuestra sesión de sexo anal, luego tenia a Sebastian, que al menos dos veces a la semana le tenia que satisfacer para que no chantajease a Ramón, que me hacia chuparsela hasta correrse y al que algunas veces le ofrecía mi culo, aunque a él parecía darle igual mi culo o mi boca, y claro el padre de Ramón con él que lo hacía una vez cada dos semanas, y por cierto, no sé por que, con el único que no disfrute nunca del sexo, a pesar de que siempre me hacía una paja, hasta correrme, mientras me dilataba el culo para que alojase su polla. Una tarde mientras se la estaba chupando a Sebastian a la vez que con mis propios dedos dilataba mi esfínter para introducirme luego su polla sin problemas su hermano pequeño entro de pronto en la habitación sorprendiéndonos, en seguida salio corriendo mientras gritaba que le iba a contar lo que hacíamos a sus padres en cuanto estos llegasen, Sebastian me aparto y salió corriendo detrás de él hasta que lo alcanzo, teniendo cogido a Jorge, el pequeño, trataba de hablar con él para convencerlo de que no dijese nada, pero Jorge estaba decidido a contarlo y nada de lo que Sebastian le ofrecía a cambio de su silencio le parecía suficiente
Entonces Sebastian teniendo sujeto a Jorge con los brazos a la espalda lo empujo de nuevo hasta la habitación donde estaba yo semidesnudo, al igual que Sebastian, y sentado en el suelo, entre Sebastian y Jorge había tan solo un año de diferencia y físicamente eran muy parecidos, bueno Jorge me parecía un poco más atractivo por que tenia ese aire pendenciero que da el saber que un hermano mayor te defenderá si es realmente necesario. Una vez los dos estaban en la habitación cerca de mí Sebastian me dijo que convenciese a su hermano para que no contase nada, no supe que decir, como podía convencer yo a Jorge de que guardase nuestro secreto si su hermano no podía hacerlo, al verme sin hacer nada Sebastian enseguida me dijo lo que esperaba que yo hiciese, quería que chupase la polla de su hermano, este al oírlo dijo que nadie le iba a hacer eso, que el no era maricón como nosotros y que lo dejásemos, yo dije que nunca haría eso en contra de la voluntad de nadie y que si Jorge decía que no quería no había nada que hacer, Sebastian me dijo que en tal caso había otra persona que yo conocía y que debería hacer lo que él mandase a cambio de su silencio, le dije que nosotros habíamos hecho un trato, a lo que él me recordó que el trato era que yo debía obedecerle y si no lo hacía el tampoco, pero que si hacía lo que me estaba pidiendo ahora me prometía que nunca nadie, ni quien yo sabía, sabría lo que él había visto
Me acerque con cautela a Jorge ya que, aunque Sebastian le sujetaba los brazos a la espalda y con una de sus piernas le trababa las piernas a su hermano, trataba de patalear para evitar que yo le chupase la polla, por suerte para mí Jorge vestía como casi siempre un pantalón de chándal, con lo que solamente tirando de estos bajaron luego sin pensármelo mucho baje el slip y quedo la picha de Jorge a la vista, no la tenía empinada, pero tampoco muerta, Jorge al ver que yo le agarraba la polla y estaba dispuesto a chuparserla cambio de actitud, dijo que lo dejásemos, que hiciésemos lo que quisiéramos nosotros y que él no lo contaría nunca a nadie, yo mire a Sebastian, esperaba que aquello le bastase para no forzar a su hermano de aquella manera, pero con un gesto inequívoco me indico que se la chupase, su mirada denotaba que estaba tremendamente excitado de sujetar a su hermano para que yo se la chupase, a mí había varias cosas que me mantenían excitado, dos eran las dos pollas que tenia delante de mí, otra cosa era ver como la polla de Sebastian rozaba el culo de su hermano pequeño y otra cosa era la situación, tenía que reconocerlo
Hay algo sumamente excitante en someter a alguien sexualmente, aunque también me sentía mal por eso, sin querer mirar a Jorge metí su polla semí erecta entre mis labios y comencé a mamársela, en pocos segundos la polla de Jorge creció entre mis labios y se puso dura como un palo y sus peticiones de que lo dejásemos irse se fueron haciendo más flojas y débiles, debo decir que yo me estaba esforzando por hacer que la mamada que le hacía fuese para él muy agradable, cosa no muy difícil ya que me encantaba aquella polla en mi boca, al poco Jorge en lugar de quejarse por que le chupase la polla lanzaba exclamaciones de gusto, me gustaba sobre todo cuando le escuchaba decir “si, que rico”, para entonces Sebastian ya no le sujetaba pero seguía allí mirando como yo le comía la polla a su hermanito, en pocos minutos Jorge echo un par de chorritos de semen en mi boca, le chupe un poco más para limpiarle cualquier rastro de leche y le deje, entonces Sebastian me dijo que me colocase en la cama, simplemente me dijo eso, que fuese a la cama, pero yo sabía perfectamente que eso quería decir que me colocase a cuatro patas ofreciéndole el culo, y sin ningún pudor lo hice me coloque esperando que me penetrase
Jorge nos miraba sin moverse del sitio, con los pantalones por las rodillas, tal como lo habíamos dejado, se excito y se estaba meneando la polla viendo como su hermano me la metía por el culo, le indique que se acercase, lo que hizo casi como un autómata, cuando lo tuve cerca lo guíe hasta colocarlo frente a mí con la polla al alcance de mi boca, por primera vez estaba disfrutando de tener dos pollas a la vez, Sebastian en pocos minutos me lleno el culo de leche y se retiro apartándose, yo continúe chupandosela a Jorge un poco pero pronto se retiro sacándome la polla de la boca para colocarse detrás de mí y clavármela en el culo como acababa de hacer su hermano, me follo el culo casi con violencia, pero lo disfrute, cuando acabo le pedí permiso a Sebastian para ir al baño y adecentarme un poco antes de irme, al meterme en el baño me hice una paja, en segundos me corrí, luego me lave y arregle un poco y salí de aquella casa bastante satisfecho.
Durante un tiempo me toco satisfacer los deseos sexuales de mis cuatro amantes, odiaba hacerlo con el padre de Ramón por que me chantajeaba. Hasta que un día cuando entre a casa de Sebastian, Jorge, quien me había abierto me dijo que esa tarde su hermano no estaría con nosotros, que pasase a su habitación en lugar de la de su hermano, por un segundo pensé en irme y no someterme a los deseos de aquel chaval, pero luego recordé lo deliciosa que sabia su polla y decidí hacer lo que me dijese, yo ya sabia cual era la habitación de Jorge y fui hasta ella con Jorge detrás.
Al entrar en la habitación me encontré con que allí había otro chaval, de la edad de Jorge, este entro tras de mí y cerro la puerta de la habitación, yo me había quedado parado sin saber que hacer, Jorge como si aquello fuese lo más normal del mundo me presento a su amigo diciéndome simplemente que se llamaba Luis y a mí me presento diciendo que me llamaba Rubén y que era el mejor chupando pollas, por supuesto con esa presentación me quede sin saber que decir, pero sabiendo lo que iba a pasar a continuación.
En ese momento yo eche un trago a mi copa y mire el reloj, al darse cuenta Rubén pregunto si me estaba aburriendo, le conteste que por supuesto que no, que me gustaba mucho su historia y el modo en que me la contaba, pero que al día siguiente tenia que levantarme temprano para ir a trabajar y ya era un poco tarde, el dijo que podíamos quedar otro día y me contaría el resto si quería escucharlo, le di una tarjeta diciéndole que me llamase mejor al móvil, le seria más fácil localizarme, el pidió un papel y bolígrafo al camarero y también me dio su número de móvil, al despedirnos me dijo que también el tendría que madrugar un poco por que tenía que buscar casa, ya que de momento estaba en un hotel y tenía 4 días para buscarse alojamiento por que no le apetecía pasarse mucho tiempo viviendo en un hotel.
Mientras terminábamos de apurar nuestras copas quedamos en vernos al día siguiente en aquel mismo sitio.
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