Primer experiencia, manoseado y dominado por un enfermero
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Diego, tengo 35 años y estoy en pareja con una mujer desde hace mas de 10. Mas allá de que me gustan las mujeres también ocasionalmente tengo ganas de tener sexo con hombres, me gusta disfrutar mi sexualidad.
La historia que voy a contar sucedió cuando tenia 18 años.
Me había encontrado con unos amigos para jugar al futbol como lo hacia habitualmente, sin saber que las derivaciones me llevarían a vivir una de las experiencias mas sensuales y morbosas que viví en mi vida.
Resulta que al rato de comenzar a jugar el partido y luego de un choque con uno de mis amigos sufrí una lesión en un de mis rodillas, se inflamo por completo y no podía flexionarla lo que provoco que abandone el partido, como pude me fui a mi casa rengueando pero al llegar mis padres decidieron que lo correcto era ir a una clínica a la que habitualmente iba. Allí me atendió un traumatólogo y luego de unos estudios detectaron que tenia una distensión de ligamentos, lo cual requeria que me enyesaran dicha pierna, el yeso me lo pondrian en otro consultorio, para esto llamaron a un enfermero para el traslado. Al llegar el enfermero note que era un hombre alto, delgado, buena espalda y muy agradable, me cargo en la camilla y se dirigio al ascensor, note con sorpresa como me miraba, me observaba con detalle de punta a punta, yo siendo joven tenia un buen cuerpo, piernas musculosas producto de hacer deporte, y me encontraba acostado boca arriba en la camilla con un short y una remera, él me hacia chistes que no recuerdo pero me saco alguna sonrisa, mientras hablaba cada tanto tocaba mi pierna de manera amistosa y la acariciaba como para darme animo, al llegar el ascensor subimos en el solos los dos.
De una manera que intentaba mostrar como casual paso uno de sus brazos por encima de mi cintura y lo apoyo del otro lado de la camilla, como si quisiera sostenerla pero su codo bajaba lentamente y rozaba el short sobre mi pene, no quise pensar mal de el y trate de ignorar la situación, pero los pocos pisos que duro el viaje no dejo de frotarme con su codo, finalmente el ascensor se detuvo y al abrirse la puerta me miro con una sonrisa complice la cual yo respondi de la misma manera, bajamos me llevo al consultorio donde me estaban esperando y me dejo ahí. Luego de un rato ya me habían puesto el yeso y estaba listo para irme, volvieron a llamar un enfermero y me toco el mismo de antes, yo estaba un poco nervioso porque no se que situación incomoda me haría vivir esta vez o tal vez me preocupaba que me gustara lo que me hiciera, el hecho es que fuimos al ascensor y subimos con una mujer mayor, el no estar solos me relajo un poco, la señora me pregunto que me había pasado, le conte brevemente pero en el siguiente piso descendió, dejándome nuevamente a solas con mi enfermero, me puse un poco nervioso,
El lo noto y llevo su mano a uno de mis muslos, lo acaricio un poco, me miro y me dijo:
– Que molesta esa mujer, es peor que tener la pija dura.
Mientras decía esto llevo su mano directo a mi pene, la apoyo ahí y lo empezó a acariciar, yo nervioso y excitado por el momento cerre los ojos y sentí como se me endurecia dentro de la mano el enfermero, mientras el descaradamente me lo seguía masajeando a su antojo, cuando se detuvo el ascensor saco su mano e hizo de cuenta que nada había pasado, yo esta muy caliente, con la verga dura y para mi sorpresa la calentura me la había provocado un hombre, esto era nuevo para mi, pero me hizo desear mucho mas, pero no era el momento, mis padres esperaban a la salida del ascensor.
Los días siguientes fantasee mil veces con ese momento y con lo que hubiera sucedido si estábamos un rato mas solos, que me hubiera hecho, como habría reaccionado, y sentía un deseo incontrolable de tener un encuentro con mi enfermero, por primera vez me calentaba un hombre y quería que me siguiera tocando, mi verga, mi cola, que me besara, que me hiciera lo que quisiera, en definitiva, quería que me cogiera.
Pasaron las semanas, yo me recupere, ya no necesite mas del yeso y volvi a mi vida normal, aunque la calentura seguía pero sentí que ya había pasado la oportunidad, al menos con el.
Un dia me fui a inscribir a la factultad decidido a empezar una carrera y para la inscripción necesitaba un chequeo medico básico para lo que decidi obviamente ir a la clínica de mi grata experiencia.
Llego el dia y estaba ansioso por saber si me encontraría con mi enfermero y si el se acordaría de mi, pero en difinitiva, si lo veía ¿Qué iba a hacer?
Me puse un jean, una remera y fui a la consulta, desde que entre a la clínica mi ojos lo buscaban por todos lados, pero no lo veía, me anuncie en la recepción y me dirigi a la sala de espera del consultorio, estuve allí esperando alrededor de 20 minutos cuando de pronto lo vi pasar, llevaba un paciente, le sonreí pero en ni me vio, a los pocos minutos volvió a pasar y nuevamente ni se percato que yo estaba ahí, me desilusiono un poco pero sabia que eso podía pasar, llego mi turno, me atendio el medico y a los pocos minutos sali de su consultorio. Antes de retirarme decidi ir al baño, al salir, y ya estando por irme lo vi pasar solo rumbo al ascensor, "es ahora o nunca" pensé y lo segui. Entro al ascensor y yo entre detrás de el, no había nadie mas, al cerrarse las puertas hicimos contacto visual por primera vez, le sonreí y le dije "hola", el me sonrio amablemente y me quedo mirando, no se como ni por que pero lleve mi mano a su brazo y lo acaricie mientras lo seguía mirando a los ojos,
¿Dónde vas? – me pregunto -, donde vayas vos – respondi. Automáticamente detuvo el ascensor y marco el subsuelo, dio media vuelta, se acerco a mi y me beso, fue un beso hermoso, intenso, caliente, yo quería mas, mucho mas y el también. Llegamos al subsuelo, me agarro de la mano y me llevo a una habitación que había allí, abrió la puerta y al entrar vi que era un deposito de sabanas y toallas, cerro la puerta y me llevo contra la pared, me volvió a besar apasionadamente, su lengua entraba en mi boca y la violaba, mientras su cuerpo se apoyo contra el mio y pude sentir su miembro, poniéndose duro, creciendo contra mi vientre, el mio hacio lo mismo, empece a recorrer su espalda con mis brazos, lo abrazaba con fuerza como si de esa manera lo puediera llevar hacia dentro mio, me agarro de los brazos y me dio vuelta, dejando mi cara contra la pared, sus manos recorrían mi cuerpo mientras besaba mi cuello apasionadamente y me decía al oído lo putito que era y como me iba a hacer sentir toda su verga adentro hasta llenarme de lechita, yo estaba duro, gemia, la quería adentro, me saco la remera y se saco la suya, después me bajo el cierre del jean y me lo bajo hasta sacármelo, se saco el pantalón quedando los dos en bóxer, yo seguía de espalda a el y sentía su pene duro haciendo fuerza contra mi cola como queriéndome desgarrar la ropa interior, se frotaba contra mi y yo estaba que volaba, me bajo el bóxer y se saco el suyo y empezó a pasar su pene entre mis nalgas como masturbándose, pasaba cerca de mi ano y yo le pedia que me la metiera, pero me hizo dar vuelta y con su mano sobre mi cabeza y me hizo arrodillar dejando su pene a la altura de mi cara, era grande, no se de cuanto, pero lo suficiente como para querer comerlo,
Lo tome con una de mis manos y le bese la puntita, mi enfermero gimio después saque la lengua y empece a chupárselo, la cabeza, el tronco, hasta llegar a los huevos, subia y bajaba hasta que decidi llevármelo entero a la boca, se lo empece a chupar, primero despacio y después mas fuerte, él con su mano en mi cabeza quería acelerar el ritmo, yo hacia lo que podía con ese pene en mi boca, luego me tomo de los hombros y me hizo levantar, tenia otros planes, me llevo sobre un escritorio, puso una toalla encima y me hizo apoyar mi pecho sobre ella, quedando casi en 4 dejándole mi cola a su entera disposición, me separo las nalgas y empezó pasarle la lengua a mi ano, yo ya queria que me cogiera, le rogaba que me la metiera, se metio los dedos en la boca, no se cuantos, y después empezó a introducirme uno en mi ano, dolia un poco pero lo toleraba, luego metio otro y con los dos jugueteaba adentro mio, finalmente los saco me tomo de la cintura y sentí su verga apoyándose en mi ano y lentamente haciendo fuerza para entrar, dolia pero queria mas, y de a poco empezó a entrar, con un gemido acompañe el ingreso de su cabeza y con dolor y placer todo el resto de su pene,
Una vez adentro empezó a entrar y salir haciéndome gozar como nunca, sentir ese pene duro dentro era mejor de lo que esperaba. Me bombeo un rato hasta que de pronto la saco y empezó a masturbarse ya para acabar, yo seguía echado sobre el escritorio y de pronto sentí su lechita cayendo sobre mi cola y recorriéndola hasta mis piernas, me hizo levantar y me acostó boca arriba sobre el escritorio y allí me empezó a masturbar aunque rápidamente acabe en su mano. Se acerco, me dio un beso en la boca y me dijo que esperaba que lo haya disfrutado tanto como él. Me dio su teléfono, nos limpiamos, nos vestimos y nos fuimos como si nada.
Espero que les haya gustado.
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