Primera experiencia de verdadero placer
Teniendo anteriores experiencias que resultaron decepcionantes y ahora venia lo bueno.
Tenía en esa época 18 años cumplidos, me encontraba empezando la universidad, era bastante tímido, pero con muchas ganas de experimentar. Mi primer encuentro sexual real (con penetración) fue decepcionante, un tipo de según 34 años que se veía de 50, con un pene bastante bonito eso si… pero, que solo fue un meterla en seco, empujar a lo wey y venirse, me dejó un horrible sabor de boca, una experiencia deplorable donde solo sufrí y nada de que gocé.
Después de eso vinieron un par más en las cuales tampoco disfruté, empezaba a creer que todo el sexo gay era así. En aquellos años (2007) no había apps de encuentros, tampoco celulares que permitieran acceso al internet como ahora, así que el remedio eran las páginas de chat, esas donde ponías algún nickname que dejara ver de que parte del mundo eras y así facilitar los encuentros. En esa ocasión me encontré con un tipo, a unos km de distancia, no le pregunté ni como era, solo intercambiamos números y quedamos para el siguiente día.
Pues llegó, yo estaba nervioso por la situación, él me mandó mensaje que estaba por llegar, yo había ido a su ciudad porque él tenía departamento y podíamos vernos ahí. Al verlo me maldije, ¿por qué no preguntaste cómo era? Un tipo en sus 40´s, calvo de la coronilla y cabello solo arriba de sus orejas y nuca, chaparrito a comparación de mi, muy gordo (en esa época no me llamaban para nada la atención las personas gorditas), lentes, de la película de Toy stoy II me recuerda mucho al tipo pollo Al, creo que es.
Me arrepentí muchísimo y estuve a punto de darme la vuelta antes de que me viera, pero… me saludó y me tuve que quedar, estaba nervioso, aun más que hace unos minutos, no sabía como decirle que no era mi tipo y que mejor me iba, lo acompañé después de saludarnos y llegamos a su dpto. programé una alarma para simular una llamada y tener que retirarme.
Yo: Bueno, si… entonces si vamos a tener la clase? ok, pues ya voy
Tipo (no recuerdo su nombre, creo que le diré Al): qué pasó bebé?
Yo: Que crees? que siempre si voy a tener la clase que me habían cancelado para esta hora, me tengo que ir, nos vemos después.
Al: pero si a penas iba a ser lo bueno.
Yo: si, pero no puedo perderme esta clase, lo siento.
Se acercó a mi en el sofá, me empezó a besar el cuello y acariciarme el vientre por debajo de mi playera y ya… valió madres, el wey gordito me estaba haciendo sentir super bien, cosa que ningún anterior había logrado. Me quitó la ropa con una sola mano y la otra me tenía sujeto de la cintura, experto me salió.
A mis 18 años yo era un twink hecho y derecho, con la cara de un niño, en serio aparentaba estar en mis 15, solo por mi estatura se distinguía que no era mi edad, pero, aun así me pedían mi identificación en las contadas ocasiones que iba con amigos a comprar algo de alcohol.
Me buscaba la boca y sentía el sabor de su pasta de dientes, muy mentolada, besaba riquísimo y de ahí pasamos a su recamara, la cama fue nuestro apoyo, me pidió que me sentara sobre el para que no me lastimara, la sensación de su panza en mis piernas se sentía genial.
Usó mucho lubricantes, me tuvo paciencia pues su pene no era enorme, largo normal y grosor muy a penas del promedio, sin embargo él sabía que era de mis primeras experiencia y consiente de eso me trataba con delicadeza.
Cuando estuve unido a él me dijo que me quedara quieto y luego empezó a hacerme brincar en su pene, por primera vez sentía ese placer del que había escuchado, sentía cosquillas en mi interior, unas ganas de orinar que me daban mucho placer.
Pasamos a la segunda y última posición, él detrás de mi y yo en cuatro a la orilla de la cama, volvió a poner lubricante sobre el condón y en la entrada de mi colita, empujó y aaaaah que placer, su panza ahora estaba recargada sobre mi, hacía un arco en mi espalda y podía sentir como ese abdomen pronunciado ponía todo su peso en mi, me sentía bastante dominado a pesar de no ser el caso.
No duró mucho, pero si lo necesario para recuperar mi fe en los encuentros sexuales, salió de mi, se acostó y yo me fui al baño para limpiarme y después despedirme con un beso.
Lamentablemente le perdí la pista, no supe nada más de él, mi celular dejó de funcionar tiempo después y pues no es como que hubiera respaldo en la nube en esos años.
Sabía donde vivía, pero no sabía en que horario encontrarlo, tampoco supe nunca si vivía solo.
Cómo dije, fue corta experiencia, pero muy reconfortante ahora viéndola en retrospectiva a casi 16 años de haber ocurrido.
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