Primera mamada e iniciación II.
Traumado después de la desvirgada Hola, soy Carlos Alberto (Tito) el que, por unos zapatos, se dejó coger por los militares. Hoy les cuento como siguió mi relación con mi novio Daniel, luego que me desquintara en su cama..
Traumado después de la desvirgada
Hola, soy Carlos Alberto (Tito) el que, por unos zapatos, se dejó coger por los militares. Hoy les cuento como siguió mi relación con mi novio Daniel, luego que me desquintara en su cama.
Luego de ese trauma de la desvirgada que me dio mi novio, ya que fue rudo, no me dilato ni siquiera me preparo para eso, pensaba que a pesar de todo seguía enamorado de él. Era un negro bello pero traumado como me había dejado después de la desvirgada que me había dado en su casa, dolorido como andaba, no volví al día siguiente, durante varios días anduve escondido, no quería estar más con él. Los días pasaron, yo pensaba mucho en él, pero a la vez me daba miedo. Durante esos días en que andaba escondido de mi novio, el culito me sangraba y lo tenía dolorido, así fueron pasando los días.
Una noche llegó a casa mi tío, venía con 3 amigos para jugar al dominó, entre ellos el viejo Efraín de 61 años, el cual ya me había manoseado en alguna ocasión, esa noche pasó lo mismo, cada vez que podía, me manoseaba, pero no dejé que fuera a mayores. Como estaban algo tomados, para que no siguiera molestándome, me metí al cuarto para jugar, allí estuve hasta que fui a la cocina para beber agua, tenía sed. Estaba sentado en la mesa bebiendo el agua, cuando apareció el viejo Efraín.
¡Hola bebé! Regálame un limón, me dijo.
Sí señor, están en la nevera, le dije.
Pero anda, dámelo tú que yo no puedo agacharme, me decía ya que los limones estaban en la parte de debajo de la nevera. Me levanté y fui a coger el limón que me pedía el viejo Efraín. Nada más agacharme para coger el limón, siento como el viejo Efraín me rodea con sus brazos y me empieza a meter mano.
¡Ay bebé que lindo eres, que ganas te tengo! Me decía metiéndome mano a la vez que besaba mi cuello y orejas. A mi aquello me gustaba, pero no estaba dispuesto a dejarme hacer nada por el viejo Efraín, que antes de que me pudiera soltar de él, me había metido la mano por dentro del short, tocándome el hoyito.
¡Ay carajito, que lindo hoyito, tienes que dejarme que lo pruebe, me decía intentando meterme el dedo por el culo!
Déjeme, señor o grito, le decía yo para que me soltase.
Mira carajito, mira cómo me pones el guevo.
Bufff, aquello me excitaba, el viejo Efraín me estaba poniendo cachondo, tenía su verga pegada a mi culito, la tenía dura a no poder más, vamos que estaba lista para la olla.
Vamos para tu cuarto me decía sin dejar de meterme mano, yo ya estaba a punto de ceder cuando escuchamos la voz de mi tío llamando al viejo Efraín.
Vamos Efraín, apura que te estamos esperando, se le escuchaba decir a mi tío.
Ahí fue cuando el viejo Efraín me soltó a la vez que me decía:
Otro día hablamos carajito, tienes que dejarme entrar en ese hoyito.
La verdad es que el viejo Efraín me excitaba, si no llega a ser por mi tío, hubiera cedido, esa noche hubiera caído en las manos del viejo Efraín, porque le faltó nada para llevarlo a mi cuarto y dejarle hacer, me había dejado muy caliente.
Pasó un mes de lo sucedido esa noche y 3 veces volví a ver al viejo Efraín, pero yo seguía con miedo y procuraba escapar, sabía que si el viejo Efraín me abrazaba al final iba a caer en sus garras, sabía como excitarme y poner muy caliente.
Una tarde cuando estaba llegando a casa, escucho como me llaman, era mi novio, era el negro Daniel. Dios que hermoso se le veía con el uniforme de militar.
Como estás Tito, me tienes cachuo, no puedo dejar de pensar en tu culito, he venido a buscarte, ven vamos a mi casa que quiero cogerte.
Pero es que ahora no puedo ir, me espera mi tío y no puedo, en cuanto pueda voy corriendo, le dije, pues de verdad no podía ir, mi tío me estaba esperando.
Tan pronto pude zafarme de mi tío, fui corriendo para la casa de mi novio, hacía mucho que no lo veía, ya el culito no me dolía, ya me había olvidado del trauma que me causó cuando me había desvirgado. Su polla me gustaba, me gustaba mamarla y beberme su lechita.
Cuando llegué, me abrió Daniel, estaba en bóxer, venía sin camisa, lo vi hermoso, se le notaba lo abultado que tenía la entrepierna, estaba así por mí, me deseaba y eso me puso muy alegre.
Anda pasa y vamos para el cuarto, hoy no está mi madre, fue a casa de una amiga, no vuelve hasta la noche, así que vamos a aprovechar que mira como me tienes, estoy así por tu culpa, me decía apretando los cachetes de mi culito.
Cada día me gustas más bebe, este culito cada día es más lindo, me decía manoseándome.
No dejaba de meter mano y besarme, hasta que me sacó la franela, empezando a morder y besar las tetillas, cosa que me volvía loco, aquello me gustaba, era la primera vez que mi novio me hacía eso, ya me tenía bien caliente cuando se quitó el bóxer y me hizo que le chupara la verga.
Anda bebé, chupa como tu sabes, me decía metiéndome la verga en la boca.
Bufff, nada más meterme la verga en la boca, empecé a chuparla como si me fuera la vida en ello, hacía ya tiempo que no la probaba y tenía muchas ganas de probar la lechita de mi hermoso negro.
¡Ohhh bebe! ¡ooohhh! ¡ooohhh que boquita! Gritaba mi novio mientras yo no dejaba de mamarle la verga. Estaba tan emocionado y era tanta la excitación que tenía, que varias veces me atraganté con la verga abriéndome en vómitos, hasta que luego de un buen rato chupándole la polla a mi negro, esté me anunciaba su eyaculación.
Ya bebe, ya me vengo, ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh ohhh! Gritaba derramando todo su esperma dentro de mi boca que yo por supuesto tragaba rápidamente para que no se me callera nada.
Así que terminó de eyacular en mi boca, nos quedamos tumbados sobre la cama mientras él me acariciaba abrazándome a él.
Ay bebé cuanto te eché de menos, todos los días me acordaba de ti, moría por tenerte así en mis brazos me decía. Luego de pasar un rato así abrazados, me dijo que ahora tenía que darle el culito, que quería cogerme otra vez, que era su novio y los novios cogían.
Yo, aunque me seguía asustando me dejé llevar, estaba muy caliente y excitado, así que dejé que me llevara al baño.
Una vez metidos los 2 en el baño, abrió la regadera y luego de mojarnos, empezó a enjabonarme, pasaba sus manos por todo mi cuerpo, cada vez que las pasaba por mi hoyito, yo me estremecía de lo caliente y excitado que estaba.
Tranquilo bebé tranquilo, ya verás como esta vez ya no te duele, ahora ya estás desvirgado y no te dolerá como la primera vez, me decía tratando de tranquilizarme.
Podía notar su polla tiesa y dura pegada a mi espalda y aquello me ponía aún más caliente de lo que yo ya estaba. Noté como pasaba sus dedos enjabonados por mi hoyito, como presionaba y como iba abriendo mi esfínter a la vez que lo enjabonaba.
Una vez ya metió sus dedos, los sacó colocando la punta de su verga en la entrada de mi caliente hoyito. Al sentir su verga en la entrada de mi hoyito, me tensé y puse un poco nervioso, pero así que la cabeza de su verga me empezó a entrar, ya todo mi cuerpo se estremeció.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Grité al notar como me entraba su polla por el culo, Dios hasta las piernas me temblaban, menos mal que él me sujetaba por las caderas mientras yo apoyaba mis manos sobre los azulejos.
Ya bebé, ya la tienes dentro, ya te la he metido toda, me decía abrazándome a él a la vez que empujaba su pubis hincándome su polla en lo más profundo de mis entrañas.
¡Ohhh bebé que gusto! ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba metiendo y sacando su verga de mi caliente culito.
¡Ay que culito más rico bebe! ¡Ay que gusto! Gritaba mientras me follaba salvajemente. Las arremetidas cada vez eran más rápidas y fuertes, yo notaba como su polla me llegaba a lo más profundo de mi ser, a cada arremetida que me daba mis pies se despegaban del suelo, apenas podía apoyarme, sentía algo de dolor sobre todo cuando me la metía al fondo, pero ya no era como la primera vez, ahora me gustaba, gemía y lloriqueaba mientras mi novio me estaba follando. Escuchaba sus gruñidos y como su pubis golpeaba mis nalguitas una y otra vez, plof, plof plof plof plof, plof plof plof plof, se podía escuchar mientras estaba siendo cogido por mi novio.
Ya yo estaba que no podía aguantar más, cuando mi novio me dijo que ya se venía, que se iba a correr en mi culito, que me iba a preñar, cuando de repente escucho como grita, ¡ooohhh! Me corro, me corro, ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba llenándome el culito con su esperma.
Una vez terminó de soltar toda su corrida, terminamos de lavarnos y volvimos para el cuarto, allí volví a chuparle la verga, pero ahora no se corrió en mi boca, ahora quería volver a preñarme, quería mi culito y se lo tuve que volver a dar.
Esta vez me cogió a 4 patas sobre la cama, así me volvió a preñar antes de que me fuera para casa, esa vez a 4 patas sobre la cama fue mucho más salvaje y rudo, pero mi culito ya estaba muy dilatado ya no me dolía, mi culito ya se estaba acostumbrando.
Durante los 15 días que estuvo de permiso, 8 días me llevó a su cuarto a coger, yo sospecho que su mamá lo sabía porque cada vez que me llevaba, su mamá se marchaba y nos dejaba solos.
Durante 8 meses fui su hembrita, cuando quería venía a buscarme para coger, siempre me llevaba a su cuarto, otras era en la sala cuando estaba solo y otras en el baño, pero donde más veces me cogió fue en su cuarto, ahí me cogía a 4 patas o acostado, era como me cogía además de parado, siempre era así.
En diciembre regresó de permiso, vino a buscarme a casa, cuando lo vi, me dijo que al rato fuera por su casa, yo ya sabía para lo que era, quería cogerme y era como solíamos hacer, así que al poco me fui por la casa de él. Cuando llegué no estaba solo, había venido con un compañero, era negro igual que él, pero era más alto y mucho más fuerte.
Mira, Randol, este es el carajito que me estoy cogiendo, es mi hembrita, mira que culito más rico tiene, le decía a su compañero bajándome el short dejándome con el culito al aire.
Viste que culito, a que nunca has tenido un culito así ¿eh?
El compañero me miraba que me desnudaba con sus ojos, le veía el tremendo bulto que se le notaba en medio de las piernas y se que se moría por cogerme, pero no fue ese día, ese día mi novio luego de exhibirme, le dijo a su compañero que lo esperara fuera, que me iba a coger, y eso fue lo que hizo, me llevó al cuarto luego de despedir a su compañero, allí a 4 patas me cogió salvajemente, ese día fue de las corridas más largas y espesas que me dejó en el culito, llevaba días sin descargar y ese día lo noté.
Pasaron los días, y el 24 de diciembre, fue cuando por fin descubrí más cosas en el sexo, cosas que no sabía y también ese día le fui infiel a mi novio, ese día cogí con su compañero, la culpa fue suya por exhibirme delante de su compañero, y la verdad es que me gusto, me gustó mucho, pues su compañero tenía la verga más grande y gorda que la de mi novio, me enseñó cosas nuevas y mi culito fue suyo.
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