Primera mamada e iniciación III.
Hola, soy Carlos Alberto (Tito) el que, por unos zapatos, se dejó coger por los militares. Hoy les cuento como el compañero de mi novio, Randol, me destrozo el culito, (continuación de mis inicios)..
Hola, soy Carlos Alberto (Tito) el que, por unos zapatos, se dejó coger por los militares. Hoy les cuento como el compañero de mi novio, Randol, me destrozo el culito, (continuación de mis inicios).
Al llegar a casa, luego de que el compañero de mi novio vio como Daniel me cogió un par de veces, En la noche no podía dormir, pensaba más en el compañero que en mi novio, su mirada morbosa hacia mí me ponía muy nervioso y caliente, pero no podía hacer nada con él, sino Daniel terminaría conmigo.
Al día siguiente en la tarde fui a casa de Daniel, mi novio, más que nada por ver al compañero, pero al tocar salió su mamá y me dijo que habían salido a beber con unos amigos. Le dije que vendría luego y me fui para mi casa.
Al llegar a casa mi Tío me dijo que tenía que poner la casa bonita, limpiarla y que había traído unas luces, así que no me quedo de otra que ponerme a ordenar la casa. Ya casi a las 9 de la noche, termine cansado me bañe y me acosté quedándome profundamente dormido.
Al levantarme, mi Tío me dijo que dejo un dinero para que me comprara mi ropa y para que comprar hallacas, que preparara un pollo con ensalada. En la tarde fui a casa de Daniel, mi novio y lo encontré tomando con el compañero.
¿Hola carajito, viniste por lo tuyo? Ayer me abandonaste y estaba cachuo. Vamos al cuarto que tengo ganas de darte verga en ese rico culito, me dijo delante del compañero. Lo noté un poco ebrio, me agarro por la mano y entramos al cuarto. De inmediato se empezó a quitar la ropa, quedándose completamente desnudó. Al momento ya puso su verga en mi boca, comenzando yo a mamarla. Al ratico se mostró rudo y me agarraba la cabeza para que tragara todo su miembro, me ahogaba, pero ya estaba acostumbrado a que hiciera eso, así era como me solía tratar.
¡Ya carajito! Ahí viene mi leche, trágatela toda, me decía sujetándome la cabeza a la vez que me la empujaba para que me tragara todo.
¡Dios! Yo abría la boca todo lo que podía a la vez que no dejaba de chupársela, pero la corrida era inmensa, Fue bastante la leche que soltó, al punto que se me salía por la comisuras de la boca.
Una vez su polla dejó de soltar toda la corrida, terminé de tragarme toda la leche que acababa de soltar, comenzando a limpiarle el pene, que aún estaba erecto, hasta las bolas que estaban con un poco de semen que se me había escurrido por la comisura de la boca.
Al terminar mi faena, se puso cariñoso y nos acostamos en su cama.
Estás enamorado de mí, me decía abrazándome a él, a la vez que me acariciaba. Te gusta todo lo que te hago, eres un chamito lindo. Pero no puedes decir nada porque si no iré preso, me decía mientras me acariciaba manteniéndome abrazado a él.
Sí Daniel, te quiero, pero no me gusta cuando eres rudo, le contestaba yo porque no me gustaba cuando me trataba rudamente.
Discúlpame carajito, seré más cariñoso, es que te echaba de menos. Ahora quiero penetrarte, ponte en 4 ¿sí? Me decía para que me pusiera a 4 patas y así poder cogerme, era como más le gustaba.
No me puedo quedar mucho, tengo que hacer la ensalada y comprar el pan para la cena de esta noche. Le pedí permiso al Tío para venir esta noche a tu casa
y me dijo que sí.
Bufff, entonces te voy a reventar, en navidad serás mío toda la noche, me decía todo contento por la noticia que le acababa de dar.
Me puse en 4, esta vez hundí la cabeza en el colchón quedando mi culito blanco totalmente expuesto ante sus ojos.
Coño, a pesar de que eres un carajito, tienes un culito hermoso y es solo mío, me decía pasando sus manos por mi caliente culito acariciándolo.
Colocándose detrás mía, Puso su glande en la entrada de mi agujerito, empezando poco a poco a introducirme su verga que ya estaba dura como un fierro. Me fue penetrando despacito para no hacerme daño hasta que ya me la introdujo por completo.
Ya carajito, ya te la metí toda, ya la tienes toda dentro, me decía acariciándome con sus manos.
Yo gimoteaba, sintiendo como su polla me iba abriendo el culito notando como se iba introduciendo por él, cuando le escuché decir que ya me la había metido toda, ya notaba su pubis y bolas pegado a mi culito, ya me tenía completamente ensartado, ahora iba a follarme bien follado, iba a dejarme preñado, era su hembrita y eso es lo que hacen los novios, me decía siempre para que yo no me resistiera y me dejara coger.
Yo no dejaba de gemir, era como un lloriqueo, notando como me tenía completamente ensartado, cuando comenzó a darme rico. Empezó con el mete y saca, primero fue despacito, sacaba casi toda su verga, volviendo a metérmela a la vez que con sus manos me sujetaba por mis estrechitas caderas, tirando de ellas hacia él para que su polla me llegase a lo más profundo de mis entrañas.
Que rico carajito, este culito es aguantador, te entra toda mi verga, que sabroso es cogerte carajito, eres mi mujer, me decía empezando a culearme cada vez más rápido y profundo.
Ahora la cogida que me estaba dando era cada vez más salvaje, mi novio no paraba de hablar y decirme cosas, me llamaba de todo, pero a mí, aquello me ponía cada vez más caliente y excitado.
Seguía dándome duro, cuando de repente alcé la cabeza, viendo al compañero de mi novio viendo la escena. Estaba viendo cómo me follaba, estaba sobándose el paquete saboreándose los labios.
No se cuanto tiempo llevaba allí viéndonos, pero no perdía detalle, cosa que me dio mucho morbo que el compañero de mi novio viera como me estaba cogiendo.
Luego de un buen rato donde mi novio me estuvo dando por el culo, cuando yo ya estaba que no podía más, fue cuando mi novio me anunciaba su corrida.
Ya carajito, ya me viene, ya me viene, empezó a decir cuando de repente su polla empezó a soltar trallazos de semen que se iban quedando en lo más profundo de mis entrañas, me estaba preñando.
¡Bufff carajito! Te preñé, ¡ahhh que rico! Te llene el culito de leche, me decía una vez que terminó de soltar toda la corrida dentro de mi culito. Ahora límpiamela, me dijo sacándome su pipe del culito.
Yo que estaba que me temblaban las piernas por la tremenda cogida que acababa de darme mi novio, con morbo puse mi culito hacia la puerta para que el compañero de mi novio me lo viera y comencé a mamárselo, limpiándole los restos de su venida.
Estás muy rico carajito, soy tu marido y tienes que complacerme siempre, me decía abrazándome a la vez que me apretaba y manoseaba mis nalguitas.
Me vestí para Salir, tenía prisa para no llegar tarde a casa, en la puerta estaba el compañero de mi novio, quien al verme me guiño el ojo y me lanzo un beso.
Regresé en la noche, luego de hacer todo en mi casa como me había dicho mi tío. Al llegar, fui para el patio donde ya estaban Daniel mi novio, y el compañero tomando, pero mi novio estaba más tomado.
Epale carajito, te estaba esperando, vente para el cuarto, me decía mi novio levantándose al verme llegar.
Tuve que aguantarlo porque de lo borracho que estaba casi se cae.
Hoy quiero que me dejes seco, te voy a coger muchas veces, tu culito me encanta carajito, me decía llevándome para el cuarto.
Cuando entramos al cuarto, se tiró en la cama, se quitó el pantalón y se sacó su verga. Comencé a mamar, pero su pene no se paraba bien, cuando de repente sentí que comenzó a roncar, seguí mamando, pero no se le ponía erecta.
De repente el compañero entró al cuarto y me dijo:
Ven carajito, mama este pipe, este sí está duro y tieso, me decía enseñándome su tremenda verga.
Tenía una verga negra más grande y gruesa que la de mi novio. Me la puso en la cara, tenía pringado el glande, ya le salía liquido preseminal, de inmediato comencé a mamar la verga que deseaba desde que vi a su dueño.
Estaba muy nervioso, aquella situación me tenía estresado, notaba como la adrenalina me subía por las nubes, y es que se la estaba mamando delante de mi novio, que allí delante nuestra, seguía dormido roncando. Me la saque de la boca, quedándome, mirando para ella, admirándola.
Era una verga más negra que la de mi novio, mucho más gruesa, aunque más o menos del mismo tamaño que la de mi novio. Volví a meterla en la boca y seguí mamando.
El compañero de mi novio cuando vio que yo no le decía nada y me había puesto a mamarle la polla, fue cuando me dijo:
Quítate el pantalón que te haré algo que te va a gustar, carajito, y Ponte en 4 en el piso, ya verás cómo te va a gustar.
Le hice caso, luego de sacarme el pantalón, me puse a 4 patas sobre el piso, como me había dicho, y bufff, ese lindo negro comenzó a darle mordidas suaves a mis nalguitas haciéndome gemir, haciendo que me retorciera de gusto. Se sentía muy rico, nunca me habían hecho aquello. Luego con sus manos me abría las nalguitas, escupía mi hoyito, metiendo luego un dedo, bufff se sentía muy rico, mi novio no me hacía eso.
Yo me retorcía de gusto gimiendo como una perrita en celo por todo lo que me estaba haciendo el compañero de mi novio, mientras este seguía allí delante nuestra, roncando.
Al verme gemir y como me retorcía de gusto, me dijo:
Carajito, quiero cogerte, este culito está muy rico, se ve hermoso, vamos para el patio, no nos vaya a escuchar Daniel.
Me puse el pantalón, mientras el compañero de mi novio agarraba una silla de madera llevándola con él. Nos fuimos al final del patio que estaba con árboles que nos tapaban. Al llegar, Randol, el compañero de mi novio se sentó en la silla, me agarro y me puso a horcajadas sobre sus piernas, me dio el primer beso con lengua que recibí en mi vida de pasivo, fue demasiado rico sentir su lengua jugando con la mía, mientras me acariciaba mis nalgas.
Dios, yo estaba que me subía por las paredes, nunca me habían tratado así, tenía las orejas que me echaban humo de lo enrojecidas que las tenía, todo mi cuerpo estaba en llamas, aquel negro me tenía completamente entregado a él, sus manos no dejaban de acariciarme y su boca, Dios, su boca era cada vez más adictiva, su lengua jugaba con la mía, luego mordisqueaba mi labio y cuello, era como si me quisiera comer vivo.
Carajito, hoy serás mío, te voy a coger mejor que mi compañero Daniel, te voy a coger como nunca te ha cogido, ya verás cómo vas a gemir de gusto. Tienes un culito hermoso muy rico, bastante grande para tu edad. Verás lo mucho que vamos a gozar, lo haremos varias veces hoy, pero debes aguantar, tengo meses que no meto mi verga en un culo, en mi pueblo el chamaco que me cojo llora cada vez que se lo meto, pero espero que tú me aguantes. Ahora quítate el pantalón que quiero follarte carajito, me dijo dejando que me pusiera de pie frente a él.
Tenía miedo y estaba algo asustado por lo grueso de su pipe, pero también estaba excitado y muy caliente, ese negro me encantaba. Comencé a quitarme el pantalón de espalda a él, era el segundo hombre que me penetraría y lo deseaba, aunque me doliera.
Bufff que hermosura de culito tienes, blanquito sin pelitos, carajito, hoy te lo reventare. Ahora ponte en 4 en la silla, carajito. Lo hice como me pedía y el compañero de mi novio comenzó a pasar su lengua por mi rajita, escupía mi hoyo y metía un dedo, aguante, pero me quejé cuando metió el segundo ya que sus dedos eran bastante gruesos.
¡Ay, me duele! Ve más suave que me duele le pedí.
Tranquilo carajito, tienes que aguantar un poco para que se dilate bien tu hoyito, porque chingaremos varias veces esta noche.
Vi cómo se quitaba el pantalón delante mía, viéndole ese pipe negro, grande y más gruesa que la de Daniel.
Randol, me dijo: Chúpala un rato, déjala mojada para que te entre bien y no te duela. Comencé a mamarla como me encanta, trataba de tragar todo lo que podía, pero era muy grande y sobre todo gruesa.
Que rico carajito, veo que Daniel te enseñó a mamar bien, deja mi pipe bien mojado y lubricado para cogerte.
Luego de llevar un buen rato mamándole la verga, cuando ya mi boca no daba más me dijo:
Ahora aguanta que serás mío, metete mi interior en la boca para que no grites cuando te lo esté metiendo. Me dio su interior y lo olí, me encanto el olor.
Comenzó a meterlo suave, cuando sentía que tensaba mis nalgas paraba, me dolía, pero quería complacer a ese macho hermoso.
Aguanta carajito, aflójate y aguanta, te va a gustar cuando la tengas toda dentro de tu rico culito, te tengo hambre carajito.
Poco a poco el negro lo metía, me dolía, pero aguantaba, se me salieron las lágrimas y cuando faltaba poco, mi macho empujo toda su verga, metiéndola por completo en mi culito.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Grité al notar toda su polla metida dentro de mí culo. Me la acababa de hincar hasta las bolas. Me había abierto por completo, abría los ojos y boca gritando y gimoteando, notando como me tenía completamente ensartado.
Te entró toda carajito, aguantaste mi verga, ya la tienes toda dentro, Dios que culito más rico tienes.
Sentí como mi culo se abrió por completo, me dolió mucho, pero estaba para complacer a ese macho que tanto me gustaba, estaba dispuesto a satisfacerlo con mi hoyito.
Comenzó a darme, era algo entre dolor y placer. A pesar que mi novio me había cogido muchas veces, la sensación era diferente, era una verga más gruesa, pero sabía hacerlo mejor, primero me preparó bien el culito y al principio no fue nada brusco, me acariciaba y mimaba para que no sintiera tanto dolor.
Carajito, que culito más apretadito tienes, me encanta, te voy a hacer gozar como nadie, ya verás.
Siguió dándome verga por unos 10 minutos y la saco. Al ver cómo me la sacaba, me quité el interior de mi boca y le dije que siguiera, pero él, me levanto de la silla y me puso de frente a él. Me levanto por las piernas sentándome sobre él a horcajadas, a la vez que me decía, agárrate de mí cuello carajito, que viene lo bueno.
Mi hoyito quedó totalmente expuesto ante él, completamente abierto.
Daniel nunca me había cogido de frente, siempre había sido de espalda, y estar así pudiendo ver como me miraba mientras me cogía, me gustaba, me daba vergüenza, pero me ponía más caliente.
El negro, dirigió su verga hacia mi culo y la enterró un poco más rápido, me volvió a doler, pero era un dolor sabroso. La metía toda y su vaivén era rico, era un experto este macho para coger, yo lo disfrutaba, poco a poco, el dolor dio paso al placer.
Yo no podía dejar de gemir, ¡ooohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemía abrazándome a su cuello, aquella polla me estaba volviendo loco del placer que me estaba haciendo sentir, quería morderle la boca, quería volver a probar aquellos sabrosos labios, quería que me metiera la lengua en la boca mientras me estaba dando aquella follada salvaje.
al rato de estarme follando así, escuché como Randol, me decía:
¡Ay carajito! Me vengo, ya me vengo, ¡ay carajito! te voy a llenar el culito de leche, ¡ohhh que rico! ¡ohhh que rico! ¡ooohhh! Gritaba mientras su polla iba soltando una tremenda corrida en lo más profundo de mis entrañas, era cierto que el negro debía llevar tiempo sin descargar, porque la corrida que me estaba soltando no parecía acabar nunca, fueron bastantes chorros que sentí en mi culo.
Una vez descargó su corrida en lo más profundo de mi ser, me agarro y me beso más rico aún. Estaba embelesado con este hombre, me beso bien rico y además conocí otra posición para chingar.
Cuando saco su verga de mi culito, me dijo:
Chúpala carajito. Me arrodille y tenía mezcla de leche con sangre, me agache y mientras mamaba sentía como su leche me salía de mi hoyito destrozado. Se lo dejé limpio, pero al levantarme vi restos de sangre en la leche que me salió del trasero. Me asusté y le dije: Me rompiste, tocándome atrás viendo como mi mano salía manchada de sangre.
Es normal carajito, mi verga es más grande que la de Daniel, ya verás como ahora aguantaras más. Ahora ya te he abierto más, ya no sentirás tanto dolor, es algo que tenía que pasarte, me decía mientras me abrazaba acariciándome las nalgas.
Vamos a hacerlo otra vez carajito, pero antes ve a enjuagarte la boca porque te cogeré y besare a la vez.
Me puse el interior de Superman que llevaba puesto ese día, miré a ver si no estaba la señora Carmen, la mamá de mi novio Daniel, al no ver a nadie, corrí a la batea y me enjuagué la boca.
Al regresar para el lugar donde me esperaba mi macho, vi que estaba sentado, pudiendo ver que su pipe estaba completamente erecto.
Ahora vamos a hacerlo otra vez de frente, siéntate en mi pipe a horcajadas así de frente a mí como hicimos antes.
A pesar de que todavía me dolía el culito, me excitó ver lo imponente de su verga erecta.
Me puse de frente sentado a horcajadas entre sus piernas, dirigió su verga hacia mi ano y aunque me dolía cuando iba entrando, sabía que el placer reemplazaría al dolor.
Yo me sujetaba a sus hombros, notando como aquella negra y gruesa verga, me iba abriendo el culito a la vez que se iba introduciendo por él. Temblaba y me aferraba fuertemente a sus hombros, pero deseaba volver a tener aquel pitote dentro de mis entrañas.
Bufff carajito, sigues apretado a pesar de que te cogí ahorita, me decía mientras me iba introduciendo su verga por el culo.
Una vez ya me introdujo todo su miembro en mi cuerpo, Randol agarrando mi cabeza, comenzó a besarme, mordía mis labios metiendo su lengua en mi boca, me chupaba y besaba mientras su polla me la tenía completamente introducida por el culo.
Era algo único, me sentía algo diferente, me gustaba como me cogía aquel negro, era más morboso, más rico. Ambos gemíamos, mientras nos besábamos y chingábamos. Fueron 15 largos minutos aproximadamente que el negro compañero de mi novio me dio por el culo, cuando por segunda vez mi culo fue inundado y preñado por su leche.
Yo estaba que me temblaban las piernas, todavía no lo podía creer, aquel macho me había hecho delirar de gusto. Notaba como el culito me iba chorreando la leche con la que me acababa de preñar, podía notar lo abierto e hinchado que me había dejado el culito, pero Dios que gusto me había dado.
Coño carajito, que rico lo estoy pasando contigo, lástima que me tenga que ir porque si no te buscaría para cogerte siempre. Me besaba más profundo, su lengua me entraba
en mi pequeña boca y me chupaba la mía.
Vamos a vestirnos porque puede venir la mama del curso. Salimos del sitio y nos sentamos en el patio. A los 5 minutos llego la señora Carmen y pregunto por Daniel. Le dijimos que estaba ebrio y se quedó dormido. Nos ofreció un plato navideño y se quedó conversando hasta las 12, deseándonos feliz navidad.
Me voy a dormir hijos, cierren la puerta cuando se acuesten.
Fui al cuarto de Daniel y este roncaba duro. Mi macho de turno, entro conmigo y me agarro por la cintura, diciéndome: Quiero que me lo chupes delante de Daniel, carajito.
Se acostó en la colchoneta donde dormía y se sacó su miembro, el cual estaba más erecto, de allí me pegué y comencé a mamárselo rico hasta que me llego en la boca. Leche que por supuesto me tragué.
Volvimos al patio y luego de lavarme la boca, me comió a besos sentado en sus piernas. A las 3 se volvió a empalmar y esta vez en la batea, me cogió parado, llenando mi culito nuevamente de su rica leche.
Me beso de nuevo, mientras sus manos me apretaban mis pequeñas nalgas.
¿Carajito, me voy en dos días, quiero volverte a coger como haremos? Me preguntaba para ver lo que le decía.
Podemos ir a un sitio que fue donde por primera vez se la chupé a Daniel, allí podemos hacerlo, le contesté.
De acuerdo carajito, voy a reservarme para ti, te enseñare otra posición mejor para coger, ya verás cómo te va a gustar.
Nos acostamos, el en la colchoneta no sin antes meterme sus dedos en el culito y yo en el mueble.
En la mañana Daniel me despertó poniéndome su pene en la boca, ya que su mama había salido temprano a la Iglesia. Continuara…
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gran realto como sigue