Primera mamada e iniciación VI.
Hola, soy Carlos Alberto (Tito) el que, por unos zapatos, se dejó coger por los militares. Placer con dos maduros, el papa de AlY y el viejo Efraín. (continuación de mis inicios)..
Hola, soy Carlos Alberto (Tito) el que, por unos zapatos, se dejó coger por los militares.
Placer con dos maduros, el papa de AlY y el viejo Efraín.
(continuación de mis inicios).
Luego que el vigilante de la casa de playa me cogió y estaba acostado en su cama, estaba abrazado a tan rico cuerpo cuando escuche la voz de mi negro llamándome. Me asuste, no quería que supiera que el vigilante me había follado. Me levanté de la cama, me puse el short y Salí, menos mal que la habitación del vigilante tenía unas escaleritas que daban a la playa. Bajé y me senté en la arena.
Aquí estoy en la playa, le grite a mi novio.
Que haces solo, alguien puede hacerte algo, es peligroso estar solo aquí. Son las 3 de la madrugada
Estaba aburrido, cuando desperté estaban todos dormidos de la borrachera y bajé a la playa, esta rica el agua.
Mi negro me miraba con morbo, se sacó la verga que tanto me encanta. La agarre y miré a los lados, al no ver a nadie me la metí en la boca dándole una rica mamada. Me empujaba la cabeza para que me metiera toda hasta la garganta, haciéndome ahogar. Él sabía que eso me encantaba y me daba espacio para que la tragara toda.
Al rato de estar mamando, me la saco de la boca y me dijo: Ahora si mami, vamos a follar en el agua, vamos a cumplir esa fantasía. Ambos nos desnudamos, me cargó y comenzó a besarme mientras me llevaba hacia el agua.
A pesar de que tenía ardor en mi culito quería hacerlo, ya que las veces que me follaron en la playa, no fue dentro del agua, tenía esa fantasía y ahora la iba a cumplir.
Vamos mami agárrate de mí cuello que voy a metértelo. Lo hice, me abracé a Aly sujetándome a su cuello a la vez que él agarraba su macana negra, comenzando a entrar en mi todavía ardiente hoyo, haciéndome gemir y retorcer de gusto.
Bufff que rico mami, se siente muy rico cogerte así en el agua, me decía mientras que me daba chupones en el cuello haciéndome gemir de gusto.
No era intenso debido al agua, pero era morboso, me besaba, me chupaba las tetillas, sentía que entraba agua a mi culito, era excitante, me clavaba su verga hasta el fondo, haciéndome estremecer de gusto.
Salimos del agua y en la arena me puse en 4 y Aly siguió follándome fuerte como me gusta. De repente levanté la cara y vi al vigilante masturbándose, viendo como mi novio me cogía duro, Para excitar más a mi marido comencé a decirle, dame más duro papi, soy tuyo.
Al rato de estar cogiéndome, Aly me llego dentro pegando gemidos, ¡ohhh! Te preño mami, este culo esta divino, es solo mío.
No eyaculó tanto como acostumbra, pero sí lo suficiente para dejarme el culito rebosado de leche.
Vamos a lavarnos mami, estamos sudados y tu culito está lleno de leche. Me agarro de la mano y nos metimos al agua donde siguió besándome y apretando mis nalguitas.
¿Te gustaron mis amigo mami? Me preguntaba Aly.
Son simpáticos, pero tú me gustas más, le contesté.
¿Y no te gustaría hacer un trio otro día en la casa con alguno de ellos?
¿Cuál te gusto más? Me preguntaba mi novio.
Me gusto como coge Robert, los demás no sentía nada porque tú guevo es más grande.
Está bien, le voy a decir porque me dijo que le encanto como lo mamas y eres complaciente, además sus papas tienen dinero y le sacaremos plata por cogerte.
¿Qué te parece?
Si papi, lo que tú digas, le contesté sin siquiera pararme a pensar en lo que me acababa de decir.
Vamos a dormir ahora, que mañana tenemos que regresar temprano, me decía Aly mientras entrabamos de nuevo a la casa.
Nos acostamos en el cuarto donde habíamos follado y como a las 7, Entro Robert quien nos encontró abrazados desnudos. Me dio una nalgada despertándonos con el grito que pegue por el dolor del golpe.
Te lo vas a agarrar pati solito, mira que amanecí con el guevo parado y quiero volver a probar a este bebe rico, decía Robert.
Me duele el culito, me arde, le contesté mientras me despertaba.
Coño mi pana, ya mi mami está satisfecha, mira cómo tiene el hoyito como una flor y rojo. Además, me dijo que le gusto como lo cogiste y quiere regresar, pero solo contigo y conmigo.
Coño que bien, tratare de que el sábado la casa este otra vez sola, aunque no sé si mi hermano vendrá. ¿Pero si me lo puedes mamar verdad?
Sí, está bien. Pero quiero enjuagarme la boca con pasta. Lo hice y me puse en 4 en la cama para comenzar a mamar, mostrando mi culito a mi marido mientras
me disponía a mamar el guevo de Robert. De repente me tomo de sorpresa cuando Robert me agarro la cara abrió mi boca y me escupió dentro, mientras comenzaba
a besarme ante la mirada de mi novio, eran besos apasionados, ricos como me gustan.
Me metió su verga en la boca, diciéndole a mi marido: Coño pana no me dejes mal el sábado, este carajito provoca cogerlo muchas veces, es aguantador
y obediente, tiene un culito bello, blanquito sin pelos como me gustan.
Bueno mi pana, mientras me sigas brindando en las rumbas te lo puedo prestar, pero solo a ti, es mi hembra y no quiero que más nadie la coja. Pero también tienes que darle regalos cada vez que lo cojas.
Tranquilo por eso no hay líos, lo que pida le compro, mama guevo divino bufff. Dijo mientras se corría en mi boca, corrida que trague con gusto.
Ahora vámonos porque el tío de él es arrecho y no sabe que está aquí.
Comenzamos a vestirnos, cuando de repente entraron los otros al cuarto pidiendo lo suyo.
Tuve que complacerlos con una mamada y comerme sus corridas.
En el trayecto, iba sin camisa en el carro de Robert mientras mi marido me chupaba mis pezoncitos y los demás me acariciaban las nalgas.
Me dejaron en la plaza y al llegar a casa, pobre de mí, tío me agarro por los cabellos y con una correa me dio una soberana paliza.
Seguro que estabas dando culo a no sé quién. Te metes al cuarto y de allí no salgas sino para hacernos el almuerzo, lavas la ropa y limpias la casa, ¿estamos? Me dijo mi tío.
Llorando me metí al cuarto y a pesar de que los correazos me dolían, estaba feliz, lo pasé rico con mi novio y además el vigilante me cogió divino.
Los días pasaban, tres veces a la semana mi marido me llevaba a su cama para follarme hasta quedar satisfecho, su primo de vez en cuando me cogía con su amigo y en el liceo los de tercer año me buscaban para mamárselo en la casa abandonada. Ya había cumplido 14 años sin mucha bulla.
Un viernes en la noche, mientras veía televisión, Tío llego con cuatro amigos de él, entre ellos el viejo Efraím, quien al verme se puso morboso, sacándome la lengua. Los cinco venían tomados y se fueron al patio a jugar domino. Para evitar al viejo Efraín, me encerré en mi cuarto. Al rato Salí a tomar agua y donde estaba la nevera se veía hacia el patio. Estaba tomando agua cuando de repente sentí unas manos que me tomaban por la cintura. Si, era el viejo Efraím quien morbosamente comenzó a besarme el cuello, lo que me hizo gemir.
Tienes el culito más gordito bebe, me tienes cachuo, déjame probar ese lindo culo, me decía mientras metía la mano dentro de mi short y seguía besándome el cuello, las orejas, los cachetes, haciéndome que me estremeciera excitándome.
déjeme, señor, que Tío nos puede encontrar y me va a regañar. Pero en verdad yo quería que siguiera porque me tenía caliente, sus besos y sus dedos acariciándome mi hoyito me puso al borde de la excitación, cosa que era lo que buscaba el viejo Efraím.
Como pude me zafé de sus brazos y Salí corriendo, me fui a la calle. Quería ir para estar con Aly, pero quizás su papa estaba allí. Así que me fui a la plaza, desde donde podía ver quien salía y quien entraba a mi casa.
Cuando vi que se iban los amigos de Tío entre, me acosté y siguió mi rutina. A los tres días, pasaba por el frente de la casa del viejo Efraín y al verme me llamo, al principio no quería ir, pero me dijo que si me quería ganar un dinero ayudándole a bajar unas cajas. Al principio dudé, pero a la vez, me excito la idea de estar a solas con ese viejo morboso y ganarme una plata.
Acepte y entre a su casa, al principio se portó respetuoso, me busco una escalera para que subiera y le bajara las cajas. Yo tenía el short que se me metía entre la rajita. Empecé a bajar las cajas, pero cuando iba por la cuarta, el viejo me bajo el short dejando mis nalgas al aire y de una metió su cara entre ellas, comenzando a pasar su lengua entre mi rajita, abría mis nalgas y metía su lengua en mi hoyo, haciéndome gemir y retorcer de gusto.
Sabía que caerías bebe, ese culito es muy rico y desde hoy me lo comeré, ya verás cómo te va a gustar.
¿Te gusta bebe, te gusta cómo te chupo tu culito? Me preguntaba el viejo Efraím, viendo como yo me retorcía y gemía de gusto.
siií me gusta, se siente muy rico, le contestaba ya completamente entregado a ese viejo seductor; era cierto es una de las cosas más ricas en el sexo, que me chupen el culito; desde ese día comenzó mi pasión por los hombres maduros.
El viejo Efraím, al ver que yo ya me había entregado a él, sabiendo que ya me tenía en sus manos me dijo:
Ven, vamos para la cama para estar más cómodos, quiero mamarte bien ese hermoso culo que tienes, vamos a hacerte gozar, voy a hacer que te retuerzas de gusto y que me pidas que sea tu macho, ya verás cómo vas a terminar pidiéndome guevo.
En el cuarto me lanzo a la cama y se montó encima de mí, yo desnudo y el sin camisa, comenzó a besarme en el cuello, apretaba mis nalgas, ya estaba seducido por ese viejo a quien tanto le hui y allí estaba deseando que me hiciera suyo.
De repente dejó de magrear mi cuerpo y de besarme el cuello y las orejas, me miro a los ojos y me pregunto:
¿Te gusta lo que te hago bebe?
Sí, me gusta mucho. Me agarro la cara y me beso con pasión metiendo su lengua en mi boca. A pesar de que su aliento sabia a cigarro deje que siguiera comiéndome la boca. Mientras lo hacía, sus dedos comenzaron a explorar mi pequeño culito, haciéndome gemir de gusto. Seguidamente, se desnudó mostrándome su miembro erecto, no era tan grande como el de mi novio, quizás unos 17 centímetros, pero todo lo que me había hecho me había encantado.
Vamos a ver si lo que dice mi nieto, Elio, es verdad que mamas divino. Me sorprendí porque Elio fue uno de los primeros del Liceo, junto al primo de Daniel con quien tuve sexo, varias veces se lo mame y me trague su leche, me cogió en la casa abandonada siempre parado.
Me puse de lado en la orilla de la cama y agarré el pene del viejo Efraím, a pesar de que olía a orín, me lo metí en la boca, haciéndole gemir de placer, como ya tenía experiencia con vergas más grandes que la del Viejo (la de mi primo Domingo y mi novio pasaban de los 20 cm), me la metí toda en la boca sorprendiendo al viejo Efraím.
Hice todo lo posible por hacer gozar al viejo, pero yo quería algo más, quería que me volviera a chupar el culito. Le volví a hacer varias veces garganta profunda, algo que le encantó al viejo Efraím.
Me saqué su pene de la boca y lo mire: Quiero que me haga lo de ahorita señor me gustó mucho.
Claro bebe, con mucho gusto, tu culito está muy rico, te lo voy a chupar muchas veces.
Se acostó en la cama y me dijo:
Ven bebe, súbete encima con tu culito hacia mi boca mientras me mamas el guevo. Era también mi primera vez haciendo lo que llamamos el 69, demasiado rico.
Me subí como me había dicho, puse mi culito hacia su cara y volví a sentir esa rica sensación cuando nos meten la lengua en el hoyo. Allí estaba yo un niño de 14 años con un hombre de 61 años que podía ser mi abuelo, que me chupaba divino mi culito. Recompense ese placer enorme que me daba, haciéndole garganta profunda. Fueron más de 10 minutos haciendo ese número, yo estaba extasiado con ese viejo.
Vamos bebe, quiero hacerte mi hembrita, quiero perforar ese rico culito, ponte en 4 en la cama, me decía el viejo Efraím preparándome para hacerme su hembrita.
Acostumbrado a obedecer y complacer a mis machos, hundí mi cabeza en el colchón, pare mis nalguitas y me las abrí con las manos, mostrándole mi florecita rosadita al viejo Efraím.
Bufff carajito, además de lindo, eres complaciente, ese culo merece más chupadas, me decía el viejo Efraím quedándose, contemplándome cómo me había puesto entregándole mi rosadito agujerito.
Me dio cinco chupadas que me hicieron desear ser cogido por este hombre morboso, me mordía suave mis nalgas, me daba pequeños azotes, metía sus dedos por mi caliente hoyito, me iba preparando para hacerme su hembrita, no quería lastimarme, quería que disfrutara y así volviera más veces, quería hacerme suyo.
Ahora si carajito, voy a cumplir mi deseo de cogerte este rico culo, desde que te vi sin camisa y con ese short que se te metía entre tus nalgas, te deseé.
Aguanta bebe, no quiero hacerte daño, me decía mientras colocaba sus manos sobre mi culito llevando su polla a la entrada de mi caliente agujerito.
Me sonreí porque la verga de mi novio me hacía chillar y era más gruesa, más grande que la que estaban a punto de introducirme por mi caliente agujerito.
Sentí cuando comenzó a meterme su macana, apreté un poquito el culito hasta que lo metió por completo, haciendo que me estremeciera de gusto al notar como el guevo del viejo Efraím, se iba introduciendo en mí.
Bufff carajito que culito más apretadito, rico bebe.
Inició con un vaivén rico, me gustaba como me cogía, la metía a fondo y luego la sacaba casi por completo y otra vez la metía a fondo, iba despacito para no hacerme daño y eso me gustaba, pues podía notar como me entraba por el culito toda su verga una y otra vez, haciéndome estremecer de gusto cada vez que notaba sus huevos chocar con mi culito.
Bufff carajito tenía tiempo que no mojaba la brocha, que placer me das bebe. Al rato me lo saco y puso mis pies en su hombro, metiéndomela de una, haciéndome pegar un pequeño grito, ¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Chillé al notar como su guevo me volvía a entrar por mi caliente agujerito.
Siguió dándome por un rato, cuando dijo:
Bufff bebe te llego dentro, que rico culo me como, serás mío siempre. Fue poca, pero me encantó estar con él.
Lo sacó y de una me lancé a mamárselo para limpiar su pene, algo que lo sorprendió. Se tiro en la cama, ya que había quedado cansado.
Voy al baño le dije, me voy a limpiar. Iba pensando que antes lo rechace y ahora quiero seguir haciéndolo con él, a pesar de que tenía marido-. Me lave por dentro con mis dedos, y regrese a la cama junto al viejo Efraím.
Me puse a su lado y me agarro y me beso rico. No vayas a decir nada de esto a tu Tío. Lo miré y ahora fui yo quien lo beso. Me pare, comenzando a vestirme para irme.
Me despedí de mi viejo Efraím, quien me volvió a besar y me apretó las nalgas. Quiero que vengas el sábado en la mañana bebe. Le dije que sí pero no podía quedarme mucho en la mañana.
Cuando salía me topé con otro señor barriga moreno, le sonreí y Salí corriendo. Iba pensando que un maduro complace mejor que uno joven.
Al día siguiente fui para junto mi novio en la tarde y estuve tres horas con el teniendo sexo. El viernes no quise salir, solo fui a la panadería y uno de los trabajadores me agarraba la mano y me veía con morbo. Me regalo el pan y me fui a casa.
Como a las 11, sentí bulla, era mi Tío que llegaba con sus amigos a jugar domino. Entre ellos Efraím, quien al verme me pico el ojo. Me excite al recordar todo lo que habíamos hecho. Me acosté, pero no cerré la puerta con seguro, quería que el viejo Efraím entrara a mi cuarto y efectivamente, cuando casi me dormía, sentí sus manos en mis nalgas, me bajó el short y me volvió a chupar el culito, lástima que fuera un ratico, porque puso su guevo en mi boca y se lo mame, pero no pude sacarle la leche porque Tío lo llamó a jugar.
Al día siguiente fui a su casa, pero no estaba. Me fui desilusionado, pero con lo excitado que estaba, fui a la casa de mi novio. Toque la puerta y salió
su papa sin camisa, bufff un señor negro con pancita, me lo quede viendo como bobo, pero reaccione.
Hola buenos días, ¿esta Aly? Le pregunté.
No niño el salió para la novia, quedo en regresar en un rato.
Me sorprendió esa noticia, no sabía que tenía novia, me puse triste y cuando me iba el papa me dijo, Espera niño, porque no te quedas a esperarlo, me dijo que vendría en un rato y han pasado 30 minutos, debe estar por llegar.
Al verme triste me pregunta, ¿Te gusta mi hijo?
Lo miré asustado, pero él me calmó diciéndome, tranquilo sé que mi hijo te coge, ya los vi la otra vez cuando estaban follando en el cuarto de él.
Recordé ese día, cuando Aly me tenía en 4 clavándome y vi a alguien detrás de la cortina. Asustado le dije que no dijera nada, que si me gustaba su hijo pero que no dijera a nadie eso.
Tranquilo bebe, que no diré nada. Que suerte tiene mi hijo de tener un culito donde descargar, además que eres lindo. Me dijo mientras me acariciaba la espalda, ¿te gusta carajito cómo te acaricio?
Sus manos bajaron a mis nalgas y yo asustado, no hacía nada, dejaba que me fuera acariciando y magreando con sus manos. De repente me agarro y me beso, un beso apasionado con lengua, mientras apretaba mis nalgas. Me subió a sus piernas y siguió besándome, ambos disfrutábamos el beso, metió sus manos entre el short (no usaba interior cuando iba a casa de mi negro).
Bufff carajito que rico estas, tengo tiempo que no cojo un culito. Se levantó y se bajó el jean, mostrándome su guevo negro más grueso que el de mi novio.
Ver ese guevo me dio un poco de miedo, ya que mi culito solo había sigo cogido por dos penes grandes, el del hijo y curso amigo de Daniel.
Es más grande que el de Aly, acerté a decir sin poder dejar de mirar para aquel enorme guevo.
Mámalo carajito, hazlo como se lo chupas a mi hijo, sácame la leche que tengo acumulada.
Nervioso y excitado como estaba, agarré esa verga negra con mi mano pequeña, era grueso, empecé a masturbarlo. Le pase la lengua para degustar ese manjar lleno de babita. Tuve que abrir bastante mi boca para poder metérmelo a la boca, pero el papa me lo empujaba haciéndome toser, era demasiado grande.
Perdona carajito, pero me tienes cachuo, mámalo rico. Comencé a mamarlo hasta donde podía, mientras él me acariciaba el pelo, lo escuchaba gemir y me excitaba más.
Una vez ya supo que me tenía en sus manos, viendo como yo me aferraba a su enorme verga chupándosela, me dijo:
Vamos carajito, quiero ver ese culito que tanto disfruta mi hijo, si aguantas el guevo de mi hijo, seguro que también vas a aguantar el mío y la verdad es que tengo ganas de metértelo.
Me puse en 4 en el sofá y el papa me bajo el short, diciendo, ¡uy! que belleza de culito carajito, con razón mi hijo se la pasa rico contigo.
Por segunda vez en una semana, alguien me chupaba el culito, el viejo metía su lengua, haciéndome gemir de gusto. Tomó conciencia y me dijo:
Vamos al cuarto carajito, que mi hijo puede llegar y cortarnos la nota y no quiero quedar a medias.
Como dos enamorados, me cargo y en el trayecto iba chupando mi lengua. Me bajo en el cuarto y se acostó diciéndome, ven pon tu culito en mi cara mientras lo mamas, te va a gustar esto. Era el segundo hombre con quien haría el 69 y sabía que era rico.
Comencé a mamar su verga negra mientras su lengua penetraba mi caliente hoyito, era demasiado rico, su lengua parecía un pene más pequeño porque la movía rápido en mi pequeño culito, haciéndome estremecer de gusto.
Al rato luego de dilatarme con la lengua y sus grandes dedos, me acostó en la cama, puso mis pies en sus hombros y su verga en la entrada de mi caliente hoyito, pero cuando me estaba metiendo su negra macana, pegue un grito, pero él me calló la boca besándome rico. Créanme las lágrimas se me salían, el dolor era intenso, a pesar de que su hijo me cogió muchas veces, pero este guevo era más grueso.
Poco a poco el dolor fue desapareciendo un poco, lo que aprovecho mi nuevo amante en un vaivén más rápido, haciendo gemir y chillar a la vez.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Chillaba a la vez que me retorcía del gusto que me estaba dando aquella enorme verga.
Que rico culito carajito, desde hoy quiero follarte cada vez que este libre, sin que mi hijo se entere. Que envidia que él pueda cogerte siempre que tenga ganas. Dime que vas a venir los jueves en la tarde que estoy libre.
Ayyy siiii voy a venir pero que no sepa Aly.
Al rato sentí como su leche inundaba mi culito, el hombre estaba cargado a pesar de su edad.
Bufff carajito tenía tiempo que no mojaba la brocha y menos en un culito tan lindo como el tuyo.
Me lo sacó e inmediatamente comencé a mamárselo para limpiarlo.
¡Ohhh! Suspiró al ver cómo me ponía a chuparle el enorme guevo. Así me gustas más, vas a ser mi hembrita dos días a la semana.
Me sentó en sus piernas y a pesar de que tenía el sabor de su leche en mi boca comenzó a besarme con pasión, mientras me acariciaba todo el cuerpo.
Me tengo que ir, Aly puede venir, le dije.
Sí carajito, pero recuerda que debes venir el jueves y viernes que estaré libre, para hacerte mío otra vez.
está bien, voy a venir. Ahora fui yo quien lo beso, pero fue rápido.
Me vestí y a pesar que me dolía el culito y llevaba dentro la leche, me encanto comerme la verga de mi suegro, era más gruesa y a pesar de que me dolió
mucho, me gusto darle el culito.
Podéis escribirme o contactar en:
El viejo Efra no me gusta para nada contigo
Como sigue??
Uufff… Que gran relato… Has conseguido ponerme cachondo y ponerme la polla dura 💦🔥 aunque nunca comento, estoy muy enganchado a esta historia.
Excelente relato, me encanta tu forma de escribir.
Como sigue??
Que delicia de relato… No sabes como he disfrutado masturbandome, ojalá lo continues.
Como sigue? Necesito mas.
acabo de leer toda esta serie de relatos de una sola sentada, que vaina linda, ufffff he quedado loco, con el peque Tito, es demasiado caliente, a quien le interesa he sacado como medio litro de leche jajajaja, esperando los demas