PRIMERA VEZ
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por xalpas.
Fui a la inauguración del Centro Deportivo de mi ciudad, céntrico, moderno, cómodo, buenas de instalaciones y mejor servicio.
Corte del listón, discursos, brindis, bebida, comida, todo un festejo, demostración de instalaciones, Etc.
iba como invitado y ademas a dar un partido de exhibición.
Llego mi turno en la cancha gané el primer set, el segundo lo perdí y el tercero lo gane apretadamente por un punto, ovaciones, aplausos, entrega de reconocimientos, etc.
el festejo seguía, poco a poco la gente se empezaba a retirar, fui al vestidor, estaba semi vacío, me desnude, me coloque mi toalla en la cintura y me dirigí al sauna, al llegar otras personas iban saliendo, por lo que estuve solo los minutos que estuve en el, posteriormente me dirigí al las duchas para darme un baño y después al vestidor.
Terminé mi ducha, seque mi cuerpo, enrolle la toalla a mi cintura, y de regreso al vestidor pase por la sala de masaje, una habitación cómoda con dos mesas para masaje, toallas, aceites y demás parafernalia.
El encargado un hombre unos 10 años mas grande que yo me ofreció un masaje de cortesía, sin nada mejor que hacer y esperando relajar mi cuerpo acepte de buena gana.
Entre y cerrando la puerta tras de mi, me pidió que me acostara boca bajo en la mesa mas retirada de la puerta.
Me subí en ella y me acosté con la toalla puesta en mi cintura.
Era de complexión robusta tal vez un metro noventa centímetros de estatura y unos noventa kilos de peso, unos diez centímetros mas alto que yo y unos 20 kilos mas de peso.
Unto sus manos con aceite las froto y empezó a darme un suave masaje por mi espalda alta, sus firmes manos recorrían mi espalda y cuello en forma muy profesional relajando mi cuerpo y mente al llegar a mi cintura, aflojo un poco mi toalla, deslizándola un poco hacia abajo.
Posteriormente se dirigió al otro extremo de la mesa y tomando uno de mis pies empezó a darle masaje a cada dedo, para proseguir con la planta del pie y tobillo, idéntico tratamiento recibió la otra extremidad.
Regreso a la primera pierna y comenzó a frotar el muslo, desde la rodilla hasta el comienzo de la nalga, subiendo un poco la toalla que me cubría y abriendo u poco mis piernas, paso a la segunda pierna y repitió el tratamiento, subiendo aun mas la toalla que ahora solo cubría mi cintura.
Sus manos frotaban vigorosamente mis muslo y nalgas haciendo especial presión en la raja de mis nalgas acariciando profundamente pero sin tocar ano ni escroto pero me excitación era evidente y la dureza de mi miembro lo confirmaba.
– Date la vuelta
Me gire y tome la toalla poniéndola sobre mi zona pelvica en un fracasado intento de cubrir mi erección.
Empezó a darme masaje en el cuero cabelludo, para seguir con la cara y cuello.
Para continuar con el pecho y abdomen, al hacer esto apoyaba su pene en mi cabeza.
Se paso a un costado de la cama de masaje y tomo mi mano, uno a uno fue estirando los dedos luego la mano y el brazo, al llegar al antebrazo apoyo mi mano en su abdomen sobre parte de su pene y mientras frotaba mi brazo y antebrazo yo sentía el palpitar y calor de su pene, aunque nunca había tocado otro pene, no me era desagradable el contacto, coloco mi brazo en la mesa y se traslado al otro lado de la mesa para que mi otro brazo recibiera el mismo tratamiento, solo que esta vez al poner mi mano sobre su abdomen lo puso directamente sobre su pene y cerro mi mano para que lo “agarrara bien” mientras me daba masaje mi mano estaba estática pero el se movía por lo que se la estaba “jalando” sobre su pants, sentir como su pene iba creciendo en mi mano y palpitaba mas fuerte cada vez me calentaba mas y mas.
– ¿Te gusta?
– Si muy relajante, débilmente salio de mi boca.
– Uhmmmm salió de su boca
Tomo mi mano y la abrió para que soltara su ardiente barra y la puso sobre la mesa, se dirigió al otro extremo de la mesa, puso aceite en ambas manos y al mismo tiempo empezó a frotar mis pantorrillas, yo mantenía mis piernas cerradas, pero el al ir subiendo por mis piernas poco a poco las iba abriendo, suave pero firmemente, al llegar a las ingles mis piernas estaban completamente abiertas, sus manos tocaban mi raja, testículos y pene alternadamente llevando mi calentura a tal extremo que mi mano busco su verga dentro de su pants.
Tocar esa barra ardiente y palpitante nublo mi mente y fue mi perdición.
– Terminamos de dijo suavemente, soltando mi pene endurecido tapándolo con la toalla.
– Gracias, muy rico todo, dije débil y tristemente.
Tomo mi mano, la separo de su pene, se acomodo su pants y al pasar cerca de mi cara, acerco su cara a la mía y me pregunto al oído ¿Quieres continuar?
Dude, nunca había estado con un hombre, mis relaciones siempre con mujeres, jamás había pensado en una relación homosexual, pero la excitación que tenia pocas veces la había sentido.
– Si respondí débilmente.
– ¿Deberás quieres continuar?
– Si, por favor volví a responder débilmente.
Fue a la puerta, puso seguro y apago algunas luces.
– Boca abajo
Esta vez sonó mas a orden que a petición, me giré y acomodé la toalla sobre mis glúteos, vi como se quitaba su camisa, zapatos y pants, se acerco a la mesa y me quito la toalla
– Esto ya no hace falta
tomo mi cabeza con sus dos manos y empezó a frotarla sobre su pene, sentía como iba de un lado a otro de mi cabeza su pene y testículos su calor y aroma no escaparon a mis sentidos y aumentaron mi grado de excitación.
– Te vi en el juego y me agrado tu cuerpo
– Gracias
– Me dieron ganas de darte un masaje y me quede a esperarte
– Muchas gracias
– Imaginaba que eras una PUTA
Me sorprendió y molesto su comentario, hice el intento de levantarme pero me sujeto firmemente.
– Eres una PUTA, estas más caliente que nunca en tu vida ¿o no?
Dejo de sujetarme lentamente se alejo de mi, la punta de su pene apenas rozaba mi cabeza, podía levantarme e irme, lentamente empece a levantar la cabeza la punta de su pene rozaba ya mi frente, ojos, su aroma a macho empezaba a llenar mis fosas nasales, su pre-cum dejaba rastro en mi cara, abrí mi boca y segui levantando la cabeza para llevar ese falo a mi boca.
Al ver mi boca hambrienta movió su cadera para introducir su ariete y volviendo a sujetar mi cabeza.
– No solo eres una PUTA, serás MI PUTA
No podía responder tenia la boca llena, poco a poco fue sacando su herramienta de mi boca, pero yo estiraba mi cuello porque no quería dejarlo.
– MI PUTA tiene hambre, quien lo diría
Rápidamente empujo su ariete que al ir yo en su búsqueda entro hasta el fondo de mi garganta, causándome dolor.
– Bien puta traga, si eso quieres eso tendrás.
Su trato amable desapareció, en forma brusca empezó a penetrar mi boca con su enorme verga, llegando hasta el fondo, produciéndome arcadas, llenando mis ojos de lágrimas, mientras el gemía a cada penetración.
Durante varios minutos estuvo cogiéndome de esa forma, pero contrario a lo que pudiera pensarse mi calentura no bajaba por el contrario iba en franco aumento, mientras mas me forzaba mas me iba calentando.
– Que bien mamas PUTA.
Comenzó a retirar su verga de mi boca, pero yo no la dejaba ir, succionaba y estiraba mi cuello para no dejarla ir.
– ¿MI PUTA quiere mas?
– Si
Recibí una cachetada
– ¿MI PUTA quiere mas?
– Si
Otra cachetada obtuve por respuesta
– Que puta tan mal educada tengo, ¿MI PUTA quiere mas?
– Si, por favor… señor
– Eso esta mejor PUTA, vas a tener mas, solo que no quiero terminar tan pronto, esto va para largo tendrás mucha mucha verga.
– Gracias señor, atine a decir
– Bien PUTA nos vamos entendiendo.
Se fue al otro extremo de la mesa y tomando mis piernas me jalo con fuerza dejando mis nalgas expuestas al filo de la mesa.
Coloco sus manos en mis caderas y acerco su cuerpo la punta de su verga toco mis nalgas y se empezó a deslizar en medio de ellas, cuando su pelvis se junto con mis nalgas, puso sus manos sobre mis hombros y se acostó sobre mi espalda y me dijo al oído
– ¿Quieres ser mi puta?
– Si señor
– ¿Si que puta?
– Si quiero ser su puta señor.
– ¿Serás obediente?
– Si señor seré su obediente puta
– ¿Quieres mi verga en tu culo de puta?
Quede mudo, esto ya había llegado muy pero muy lejos, no soy puto, mucho menos puta pensaba, yo decia NO pero mis nalgas se hacían para atrás buscando verga.
Repitió su pregunta.
– ¿Quieres mi verga en tu culo puta?
Mi boca seguía sellada, pero mi culo palpitante buscaba su verga, empujo mas su cuerpo, suspire.
– No se señor, respondí
– ¿No sabes que puta?
– No se si la quiero señor.
– Uhmmm, ¿como que no sabes puta, me agarras la verga, te la comes, mueves tu culo y no sabes si la quieres?
– Es que no se señor
En tono molesto me dijo
– Mira puta que voy a coger porque desde hace rato me tienes caliente, muy caliente, tu culo probará mi verga y te gustará mas que todas las que hayas probado antes
– Señor…
– Dime puta
– Señor, ni yo ni mi culo han probado otra verga.
– ¡Que dices puta!
– Que usted es el primer hombre con el que estoy señor.
– ¡repite eso puta!
– Señor nunca antes he hecho esto señor.
Su tono de voz se volvió mas autoritario.
– Me estas diciendo que nunca habías agarrado o mamado una verga
– Así es señor es la primera vez que lo hago.
– Y tu culo ¿ te han cogido, te has metido algo en el?
– No señor nada a entrado en mi culo señor
– Que gusto puta, te lo voy a reventar para que nunca te olvides de mi (a la fecha no lo he olvidado)
– Por favor señor no me lastime, atine a decir
– Calla puta
– Por favor, volví a balbucear
Llevo su mano a mi boca e introdujo un dedo en ella, mi entrega no se hizo esperar empece a chupar ese dedo como si fuera delicioso caramelo, el lo retiraba y yo alargaba el cuello para que no saliera, lo empujaba y lo lamia todo aunque empezaran a darme arcadas.
– Ya vez puta, te encanta la reata, chupas como si la vida se te fuera en ello.
Sacó su dedo de mi boca, se separo de mi, con una mano abrió mis nalga y metió su dedo en mi culo de un solo tajo, grite fuertemente, quise zafarme pero estaba atrapado entre la mesa y su mano que me sujetaba por la cintura, el dolor era insoportable ¡y era solo su dedo!, su verga era fácilmente cuatro veces mas ancha y el doble de largo, comencé a llorar, acerco su boca a mi oído.
– Que rico aprieta tu culo puta, no cabe duda que nadie lo ha usado.
– No señor, nadie lo ha usado, saque su dedo por favor me duele mucho.
Me empezó a besar la oreja y mi calentura fue en aumento rápidamente, mi culo empezó a palpitar y el dolor a desaparecer, retiro un poco el dedo y lo volvió a meter, ya no grite, otra vez saco un poco mas su dedo repitiendo la operación, su boca en mi oreja y su dedo en mi culo entrando y saliendo cambiaron mis quejas por gemidos de placer.
– Ya vez puta, como te gusta tu culo lleno
– Si señor no lo saque por favor
Al empezarlo a sacar mi culo iba tras su dedo, al sentir que solo quedaba la punta dentro le decía Nooooooooooooooo
– No que puta
– No lo saque por favor
Se detenía sintiendo como palpitaba mi culo y como lo movía buscando su dedo, pero el no cedía solo la punta me penetraba, de repente lo metía todo de nueva cuenta produciendo un dolor cada vez mas placentero arrancándome gritos de placer.
Así me tuvo un buen tiempo, hasta que lo saco totalmente
– Noooooo señor, no lo saque
– Si puta ya lo saque
– No señor por favor vuélvalo a meter
– No puta
– Por favor señor metalo otra vez, se lo suplico
– No puta porque luego lloras y me pides que lo saque
– No señor me gusta que me meta su dedo
– ¿Que quieres puta?
– Su dedo en mi culo
– ¿Si lo meto que me darás?
– Lo que quiera señor le daré todo lo que quiera
– Tu lo pediste
Me tapo la nariz y al abrir la boca para respirar violentamente metió dos dedos en mi boca, los empece a chupar, llenarlos de saliva, disfrute lamiendo ese par de dedos que llenarían mi culo en poco rato.
Una fuerte nalgada me hizo gritar, aprovecho para retirar sus dedos de mi boca y rápidamente meter ese par en mi culo.
Un nuevo grito lleno la habitación no lo pude evitar tenia sus dos dedos en mi culo hasta la empuñadura, los dejo quietos un momento.
– ¿Cómo se dice puta?
– Gracias señor, atine a decir
– ¿Gracias por que puta?
– Gracias señor por llenar mi culo con sus dedos
– ¿Te duele puta?
– Un poco señor
– ¿Te falta mi verga puta?
– Si señor, pero no creo que me entre
– Te entrará puta ya veras
– Pero señor me dolerá mucho
– Mucho no puta, muchísimo, te voy a romper el culo, nunca lo vas a olvidar.
– Pero señor
– A callar puta, vas a terminar con el culo roto y pidiendo mas verga ya lo verás.
Mientras conversavamos sus dedos empezaron a entrar y salir, como momentos antes lo había hecho con uno solo, pero esta vez los abría como si fueran tijeras, dilatando cada vez mas mi culo y escupiendo en el para lubricarlo.
Yo solo gemía como puta, eso era una puta que gemia mientra le dilataban el culo, me giro la cara y acerco su verga a mi boca, su olor y su precum me hipnotizaron.
Empece a besar y lamer ese falo con devoción y admiración absorbiéndolo hasta llegar a mi garganta y ahí lo mantenía dándole calor hasta que las arcadas y falta de aire me hacían retiralo un poco para respirar, para repetir la operación esperando poderlo llevar mas profundo, lo quería todo dentro de mi.
Se retiro dejando mi boca hambrienta y un temor por lo que sabía perfectamente que venia.
Tomo unas toallas y las acomodo bajo de mi, dejando mis nalgas a la altura de su ariete, tomo mis manos y las llevo a mis nalgas.
– ¡Abre tus nalga y ofréceme tu culo virginal puta!
No hice movimiento alguno, pero mi respiración agitada y débiles gemidos me delataban.
– ¡No me escuchas puta, abre tus nalgas y ofreceme tu culo, para que lo parta!
Lleve mis manos lo mas cerca de mi culo y poco a poco empece a separarlas, dejando mi ano expuesto a mi señor
¡Las putas como tu ofrecen su culo a su Amo, si quieres mi verga dentro de tu culo me lo tienes que ofrecer y pedir!
No quería abrir la boca y pedir verga como una vulgar puta, abrí mas mis nalgas y recule buscando su falo hasta que la punta toco mi virginal orificio, se mantuvo firme, empujo ligeramente sin llegar a penetrar solo una leve presión y se retiro.
¡PUTA ofrece tu culo, suplicale a tu amo que te tome como lo que eres una vulgar puta o vete, como llegaste con ganas de verga!
Retiro sus manos de mi cintura y se empezó a retirar.
Abrí aun mas mis nalgas y mi boca exclamo
– Nooooo, Amo le ofrezco mi culo virgen, por favor tómeme como lo que soy una vulgar puta.
– ¡Repitelo PUTA!
– Amo le ofrezco mi culo, úseme como su puta, se lo suplico
Abrí a un mas mis nalgas ofreciendo mi culo, puso su caliente ariete en mi ojete y presiono ligeramente, por instinto lo cerré.
– Afloja puta o te dolerá mas
No lograba aflojarlo y la penetración se hacia cada vez mas dolorosa, no había entrado la cabeza y yo era un solo grito y las lagrimas me brotaban.
– Sáquela por favor amo
– No puta verga querías verga tendrás, este culo es mío, tu me lo ofreciste.
-Amo duele mucho
Un par de nalgadas me hicieron gritar aun mas, el ardor que sentí en las nalgas me hizo olvidar por segundos el que sentía en el culo aflojándolo levemente, la cabeza entro y un nuevo grito salio de mi boca.
– Ya entro la cabeza puta, ya pasó lo peor, solo falta empujarla hasta adentro, pero ya te abrió.
– No amo, me duele mucho por favor sáquela ya.
– Callate puta, bien que te gusta o te hubieras ido desde hace rato, tu llegaste pidiendo verga y verga te estoy dando.
El dolo no cedía, me ardía, palpitaba y dolía todo al mismo tiempo, no era posible que su falo cupiera en mi culo y todavía quería meterlo mas, mordía la toalla para no gritar mas porque el se mantenía firme en no sacarla, lo que era peor creo que la empujaba cada vez mas adentro.
Llevo sus manos a mis hombros, me sujeto con fuerza y retrocediendo un poco arremetió con todas sus fuerzas hasta enterrar de un solo golpe toda su ardiente espada una vez mas grite, grite, patalee, maldije, lloré, pero la batalla ya estaba perdida, el invasor lo había conseguido a sangre y fuego había llegado hasta el fondo, rompiendo todo a su paso.
Jadeante se recostó sobre mi espalda y comenzó a morder mi oreja.
– Ya eres mía puta y siempre lo serás
– ¡Sáquela!
– Tranquila puta, me vas a pedir mas, tranquila
– ¡Sáquela! No la aguanta se lo suplico ¡sáquela!
– Relajate, no tardas en pedirme mas
– ¡Nooooo, sáquela que me esta partiendo!
– Si puta ahorita la saco para que llores por ella.
No la sacó ni un milímetro la mantuvo todo el tiempo en la misma posición ejerciendo presión, llevo su mano a mi verga que estaba dura y húmeda, tomo mi precum con su dedo y lo llevo a mi boca, meterlo en ella fue fácil jadeaba y aullaba por el dolor, no se porque pero chupe su dedo absorbiendo mi precum y chupándolo con devoción, repitió la operación dos o tres veces mas, y cada vez yo chupaba esos dedos con mas pasión.
– Vez puta como te gusta mamar
– Mmmmm, si amo, me gusta, pero me duele mucho
– Te gustaría una verga en tu boca
– Mmmmmm, si amo su verga es deliciosa
– Pero mi verga esta en tu sucio y apretado culo
– Si amo pero es deliciosa, dura y caliente
– Las putas como tu siempre quieren verga dura y caliente, les encantan tener el culo lleno, piden falo a gritos.
Lentamente retiro un poco la verga, un vacío relajante se empezaba a sentir cuando con mayor fuerza la volvió a meter, un nuevo grito menos fuerte salio de mi boca,
– ¿Te gusta puta?
– Duele amo duele mucho
Un nuevo retroceso de su pene dejaba una agradable sensación y otra vez con repentino movimiento la metió hasta el fondo, repitiendo la operación una y otra vez cada vez gritaba menos, cada vez la sacaba mas, cada vez la metía mas fuerte, cada vez gritaba menos y cada vez gemía mas.
– ¿ Te gusta puta?
– Me encanta amo
– ¿Eres mi puta?
– Si amo soy su puta y lo que usted quiera, soy suya.
Su ariete entraba cual rítmico pistón, su pecho presionaba mi espalda, sus dientes y lengua se recreaban en mi oreja y sus dedos entraban y salían de mi boca, yo hervía todo mi ser estaba al rojo vivo, pero no bufaba como acostumbraba a hacerlo con mi novia, gemía, gemía como lo hacían ellas cuando yo las penetraba y no solo eso de mi boca salio:
– Más amo, por favor deme más.
– ¿Que quieres puta?
– Verga amo, quiero mas verga
– ¡No te escucho puta!
– Amo quiero que me de mas verga por favor
Su ariete no tardo en reaccionar, aumento de velocidad y de fuerza, se puso de pie, con una mano me agarro de pelo y jalo de mi, con otra empezó a nalguearme rítmicamente, me estaba montando cual si fuera una llegua, mi verga que colgaba dura fuera de la mesa, empezó a expulsar semen, me estaba viniendo sin tocarme, mi culo se contraía y mi verga expulsaba semen alternadamente.
¡Nunca me había venido sin tocarme! y el lo noto.
– Mi puta esta terminando.
– Si amo me estoy viniendoooooooooooooooo.
– ¿En donde quieres mi leche puta?
– Donde usted quiera amo
– ¿La quieres en tu boca?
– Si amo en mi boca esta bien
– ¿O la prefieres en tu culo y quedar preñada?
– Quiero quedar preñada amo, vengase en mi culo por favor, préñeme amo, quiero su semilla en mi ser.
– Te preñaré puta, saliste mas puta de lo que pensaba.
Siguio bombeando, jalándome del pelo y pegándome de nalgadas, su verga ya gorda se empezó a ensanchar mas, palpitaba con vida propia y de repente comenzó a expulsar lava ardiente, quemando mis entrañas, llenándolas de su elixir de vida, no bajo su ritmo ni lo impetuoso sus penetraciones, el palpitar de su pene desapareció y poco a poco la dureza del mismo también, cayo sobre mi espalda exhausto.
– Eres una puta fantástica
– Gracias amo
– Eras virgen que rico me apretaste
– Si amo lo era
– ¿Te gusto puta?
– Si amo, me dolió mucho pero al final lo disfrute.
– Regresaras
– No creo amo, es la primera vez que me pasa esto y no creo repetir
– No es pregunta puta, te estoy diciendo que regresaras por mas, ya lo veras
– No creo amo, espero no regresar, lo disfrute mucho pero espero no regresar.
– Regresaras y te haré mas puta, te humillaré mas y regresaras por mas, ya lo veras.
Sacó su pene ya flácido de mi culo y se puso de pie, yo también me puse de pie.
– ¡Hincate puta y limpia!
No se lo hice repetir, me hinque ante el y tome su verga que tanto daño y placer me había dado y la lleve a mi boca con esmero comencé a besarla, me había dado tanto placer que merecía todo mi cariño, mi lengua la recorrió de principio a fin lamiendo y limpiando ese objeto de adoración le quite su semen y cualquier otro resto que tuviera hasta dejarla completamente limpia, apretaba mi culo para conservar dentro de mi su elixir de vida, pero era tal cantidad que salia de mi y caía al piso.
Así estuve hasta que me dijo.
– Limpia el piso puta
– ¿Que?
– Que limpies el piso puta, mira como lo dejaste
Estaba lleno de mi semen, mucho semen mío esta en el piso, pero también el de el que seguía saliendo de mi culo.
– No querrás que el personal de limpieza se entere mañana que el primer día yb ya me cogí a un puto.
– No amo
– ¿No que puta?
– No soy un puto, soy su puta solo su puta, ¿con que limpio amo?
– Con la boca puta, ponte en cuatro y a limpiar puta.
Ya no estaba caliente, pero no podía sobreponerme, me seguía dominando, me puse en cuatro y empecé a lamer las dos manchas de leche que estaban sobre el piso, primero la mía con un poco de asco, después la de el, quería saborearla al final, el se comenzó a vestir, su semen seguía brotando de mi culo escurriendo por mis muslos, con su pie limpio mis muslos y lo llevó a mi boca, lo limpié con esmero, no solo retire el semen, lo lamí y bese, se retiro a seguirse vistiendo, termine de lamer el piso estaba limpio, con sus zapatos limpio nuevamente mis muslos y los llevo a mi boca, los limpie con esmero.
– Vístete y vámonos
– ¿Me puedo bañar rápidamente?
– Vete a vestir y vámonos puta, no me escuchaste
– Si amo, perdóneme
– Fui a mi casillero y me vestí rápidamente, regrese a su lado, estaba en el wc orinando
– Listo amo
– Acercate e hincate.
Me puse a su lado y me hinque, sacudió su pene frente a mi cara, gotas de orina cayeron sobre mi, adivine sus intenciones, lleve su verga a mi boca y la lamí con adoración hasta dejarla limpia.
– Gracias puta.
– Un placer amo.
La metí dentro de su pantalón.
– Sígueme perra.
– a cuatro patas la seguí hasta la puerta de entrada/salida de la sala de masaje.
– De pie
me levante
– Muchas gracias amo
– De nada puta, te espero pronto.
¿Fin?
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