Primera vez a los 14 con el joven Lalo
Mi primera vez fue a los 14 con mi vecino Lalo de 19 recién salido del regimiento.
Hola, me presento, soy Adri, estatua 170 delgado y blanco, pelo y ojos café oscuro. Siempre había visitado esta pagina pero por primera vez dejo mi historia, mi primera vez. Cuando era niño una vecina era la niñera de mi hermana y yo ya que mis padres trabajaban. Ya más grande seguimos siendo amigos con la vecina, quien tenía un hermano menor que siempre me gustó, era delgado, un poco alto, blanco y con una sonrisa muy dulce, se llamaba Lalo. Cuando Lalo fue al servicio militar a los 18 años llegó de vuelta hecho un hombre aún más atractivo y le gustaba mostrarse sin polera cuando hacía tareas en el jardín, y yo lo miraba sin que se diera cuenta. Un dia mi vecina ex-niñera invito a mi hermana a salir de comprar en la tarde y me quede solo en casa, pero había rumores de que unos ladrones andaban por el barrio así que le encargó a su hermano Lalo que me fuera a ver un rato; yo ya tenía 14 y no era necesario, pero que viniera el Lalo me gustó, además yo me masturbaba seguido pensando en él. Todo empezó cuando sentí que me llamó desde la calle y fui a atenderlo, me dijo que su hermana le encargó venir a verme un rato y lo hice pasar al living. Ese día hacía calor, el Lalo andaba con un short largo y una camiseta interior sin mangas blanca que dejaba ver sus hombros y brazos marcados.
Ya en el living le ofrecí bebida y se sentó, hablamos de mi colegio, que en qué curso iba, qué hacía con mis amigos, etc. y yo solo lo miraba… se veía exquisito ahí sentado pero yo no iba a tomar la iniciativa. Me preguntó por mi polola y le dije que no tenía, y me preguntó que cómo mataba el tiempo, le dije que con videojuegos o viendo tele, ahí me dijo que tenía que hacer más ejercicio para que alguna mina se fije más en mi y ponerme mas fuerte, y entonces flexiona un brazo y me dijo “mira, esto le encanta a las viejas, mira toca” y toque su brazo duro, fue de veras exquisito y se me paró al tiro mientras recorría su bíceps, luego estiró el brazo y marcó el tríceps y me dejaba tocarlo y acariciarlo. Me quedo mirando y me dijo que se da cuenta que me gusta tocarle el brazo. Me quedé viendo un rato y me dijo que tenía un amigo que era como yo y que a él le gustaba tratarlo muy bien.
Mientras me miraba me dijo “párate, te voy a enseñar a sacarte más partido” y me arreglo un poco la ropa, fuimos a la pieza y hacía poses chistosas para que yo imitaba y me viera mas sexy para las minas según me decía, pero cada postura lo hacia ver mas rico y yo ya no podia mas, en la adolescencia uno no puede pasar por eso muy facil y estaba punto de correrme. Entonces se detiene y se para enfrente mío, me tomó suavemente de la nuca detrás de las orejas y me acerca despacio y me dice “esto debes hacer cuando beses a tu polola” y se puso muy cerca, boca con boca, yo sentía su respiración. Me quedo mirando y me dijo “estás listo, quieres que siga, solo si tu quieres” y yo le dije que sí… me dijo puedes cerrar tus ojos y poner tus manos en mi cintura o espalda, y lleve mis manos a sus costados duros y mientras tenia mis ojos cerrados sentí como sus labios me tocaron por primera vez, eran firmes, de piel dura, pero suaves, y de a poco me iba besando y usando su lengua. Se detuvo y me pregunto si estaba bien, si me gustaba. Yo le dije que sí, que no era mi primer beso jajaja pero sí con un hombre. Me regalo una sonrisa y me dijo que si quiero seguimos porque tenemos la tarde, que no haremos nada que no quiera. Yo me puse nervioso y me dijo que estaba muy tieso, debes usar más las manos. Me tomo las manos y las llevó a su pecho. “toca todo lo que quieras” y entonces comencé a pasarle manos por todo su torso. El apretaba el pecho y en un momento se saco la polera, y me dijo “sigue no mas” y mientras yo acariciaba sus pectorales marcados y planos, y sus abdominales, el me comenzó a abrazar y a seguir besando con más pasión. Yo acariciaba su espalda y me decía “dale adri, sigue así” y me fue quitando la polera, y guiando a la cama, me acosté y él estaba sobre mi besándome. Yo le pasaba las manos por todas partes, apretando y sintiendo cada músculo y el siguió besando por mis hombros y mis tetillas…. en ese momento sentí una electricidad y un placer muy grande y con un quejido me corrí en los pantalones, traté de avisarle al lalo pero me dijo que este tranquilo, no pasa nada, esta bien, que me relaje y disfrute y me siguio besando los abdominales que yo apenas recién marcaba y me fue bajando los pantalones con los boxer, y ahí estaba mi pene empapado con mi esperma, aun parado, y el Lalo me miró con una risita y me masturbo un poco y me dijo “veo que ya estás listo para seguir” y me hizo mi primer oral, fue un deleite maravilloso.
Mi pico se fue poniendo duro de nuevo y mis manos acariciaban el pelo del Lalo mientras el subía y bajaba y succionaba, y yo gemía de placer, era mejor que hacerse la paja. Después se lo quitó de la boca de forma sonora y se acostó a mi lado, se sacó de una los shorts con todo y boxer y me mostró su tremendo miembro, no se pero de casi 20 cm supongo, y me hizo tocarlo, y me guió para masturbarlo, me puse de lado y me puse a masturbarlo y con la otra mano me dediqué a recorrer ese cuerpo que tantas pajas me había quitado, iba pasando mi mano por sus pectorales y el los apretaba para mi, también sus calugas, y yo le decía que me encantaba su cuerpo y que gracias por dejarme hacer esto. El lalo también era adolescente, tenía 19 años, salido hace poco del regimiento, así que estaba listo para correrse, por eso me dijo que parara y me pidió que le diera un besito en el glande si yo quería, y que después de daba un regalo especial que me iba a gustar mucho y obvio que yo sabia de que hablaba, fui besando cada parte de su cuerpo, cada uno de sus abdominales, hasta llegar al pico parado, lo sujeté y lo besé en la punta, luego abrí mi boca y me metí el glande con su sabor salado, apreté la boca y trate de hacer lo mismo que había hecho él conmigo, no lo hacía bien, pero trataba de subir y bajar y apretar con los labios, culiando de no morderlo. Estaba super dura y caliente y comenzó a hacer movimientos suaves de follar, entonces él mismo me quitó y me dijo que tocaba mi regalo.
Se acomodo acostado pero apoyado un poco en las almohadas y me dijo como irme sentando en el pene. Me puso mucha saliva y también en su pico, estaba como desesperado por meterlo pero se esforzó por lubricarme y me dijo como irme sentando. Sujeto su pene mientras yo iba sentandome encima y comencé a sentir dolor, el me tranquilizó y me dijo que siga de a poco, sentí como entro la cabeza y me ardía entonces me salí, él me acomodó de espalda y me comenzó a lamer el agujero y lo dejó muy mojado, era incomodo pero era la lo que teníamos, y volvió a acostarse y yo otra vez hice el intento, aguanté un poco mas y logro entrar un poco mas y puse mis manos en su pecho, me quede quieto y la verdad es que no me gusto mucho… entonces el lalo se inclinó hacia él para besarme y me dijo que con cuidado, siga bajando, que aguante porque después me va a gustar mucho. Seguí bajando muy de a poco hasta que la sentí toda adentro, me dolía mucho, el lalo m¿estaba debajo mío y me decía que lo hacía muy bien, que estaba apretado y húmedo, que esa posición ayuda a que yo tenga el control entonces es más fácil para mi, que mientras podemos hacernos cariño, y me acariciaba la cintura y yo sus brazos y pecho duro, hasta que de pronto comenzó a moverse en un vaivén y yo seguía el ritmo como cabalgando, estaba como agarrado con su pene, me tenía enganchado, y sentía como se movía dentro de mi. Yo comencé a pasar mis manos por todo su cuerpo de nuevo y el lalo me comenzó a masturbar, y mientras el vaiven que el lalo hacía desde abajo me hacia subir y bajar comenzamos a respirar muy fuerte y el lalo me dice que estoy muy apretado que se va a venir, y yo siento como comienza a llenarme de su rico semen en mi interior y con eso gime y me aprieta un poco más fuerte el pene y comienzo a correrme también en su mano y sobre sus abdominales. Yo me incliné sobre él aun con su pene dentro y lo besaba por todos lados de su rostro y lo miraba y me reía, le daba las gracias, le dije que era mi primera vez, el me dijo que ya sabía, pero que no sería la última. Me quedé abrazándolo hasta que salió su pene de mi interior, me acosté al lado y mirando sus pectorales comencé a quedarme dormido acurrucado con él, pero fue cortito porque ya habían pasado unas horas y no podíamos seguir por ahora. Me quedó doliendo el orto pero fue mi maravillosa primera vez, nunca volví a ver a los hombres de igual forma. Por supuesto que se repitió, pero eso será otra historia.
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