Primera vez con un hombre
Este es el relato real de como tuve sexo con un hombre maduro sin buscarlo..
Hola a todos, este es mi primer relato, es 100% real y espero les agrade.
Mi nombre es Federico, actualmente tengo 25 años, pero esto me pasó cuando tenía solo 14 años, en ese entonces no medía más de 1.50, siempre he sido delgado pero en ese entonces habré pesado 45 kg, soy de tez blanca y muy poco vello, la realidad es que tarde bastantes años en desarrollarme.
En ese entonces me encontraba en mi segundo año de secundaria, iba en una escuela católica de la CDMX, nunca fui un estudiante sobresaliente pero tampoco me iba mal en mis calificaciones en donde mi calificación más baja solía ser de 7, pero tenía un profesor al que yo estaba seguro que no le caía nada bien (al menos eso creía), el era mi profesor de «Cívica y Ética», Ramiro, un señor de al menos 64 años, medía más o menos 1.75, lleno de arrugas en la cara y solo tenía pelo a los costados de la cabeza, un bigote poblado mas blanco que negro, un poco moreno, no era gordo pero sí estaba pasado de peso y era bastante velludo de los brazos.
Este profesor llevaba muchos años dando clases en esa secundaria y tenía la típica fama de ser muy estricto y payaso, siempre iba con cara de enojado e incluso los demás profesores procuraban evitarlo ya que solo tenía comentarios negativos. Siempre que entraba al salón azotaba su maletín en el escritorio para callar a los estudiantes, a los estudiantes nos sentaban por número de lista por lo que a mi en todas las clases me tocaba sentarme en la primer banca frente a el por lo que intentar hablar con algún compañero era difícil pero realmente a mi no me importaba que me llamara la atención por hacerlo y a el tampoco le molestaba hacerlo al nivel de verme hablando y gritarme que me callara o me saliera del salón, esa era la dinámica habitual, también en cada tarea o examen no importaba cuanto me esforzara siempre me daba calificaciones de 5,6 o 7, cosa que remarcaba mi sensación de que en verdad me odiaba.
Un día estando a un par de semanas de tener nuestro examen final el profesor hizo un conteo por estudiante para comentarnos que calificación necesitábamos para poder pasar la clase y como siempre yo era el primero en pasar a su lugar a revisar mis entregas y mis calificaciones en los exámenes del año, cuando pasé me dijo.
Profesor: Joven, si yo fuera usted me prepararía para el extraordinario, con sus calificaciones necesita mínimo un 9 en el final.
A mi ese comentario me hizo enojar mucho, me lo dijo de una forma entre burlona y prepotente pero tampoco quería ir a extraordinario, era invertir 3 semanas de mis vacaciones por una materia estúpida, así que le pregunté si me podría dar clases extracurriculares, cosa que era normal, unos cuantos estudiantes tomaban asesorías pagadas con el.
El me respondió algo como: A estas alturas cree que vaya a funcionar? Bueno, no me importa, las asesorías son a las 4PM martes y jueves en la sala de maestros.
Yo accedí tragándome el orgullo sin tener demasiadas opciones, al día siguiente fui a la sala de maestros con el dinero de la asesoría, habían otros tres estudiantes esperando la asesoría, una amiga que en ese entonces me gustaba mucho y otro compañero con el que no hablaba demasiado, cuando vi a mi amiga me emocioné un poco porque al menos estaría con ella «a solas», pero la emoción acaba 3 segundos después cuando escucho la voz del profesor diciéndome «Se va a quedar ahí parado o va a sentarse y sacar sus apuntes», sin siquiera responder y voltear a verlo me senté a un lado de esta niña y saqué mis cosas, ese día no pasó mucho más, impartió su asesoría y una hora después nos fuimos a casa.
Dos días después volví a ir a la asesoría, ese día como la vez pasada me senté a un lado de mi amiga, hablamos unos cuantos minutos hasta que llegó el profesor Ramiro, nosotros nos callamos en cuanto lo vimos y el empezó a dar su asesoría, ese día sí pasó algo raro mientras daba la asesoría se acercó mucho a mi por detrás y por un momento me pareció sentir que me embarró un poco el pene, pero como el estaba dictando las preguntas de la guía asumí que solo había sido un error por lo que lo ignoré por completo, después de eso no pasó nada más y como la última vez termino su hora de asesoría y nos fuimos a casa.
A la siguiente semana al terminar la clase normal nos pidió a las 3 personas que tomábamos la asesoría que lo esperáramos en el salón, cuando todos se fueron nos dijo que esa semana no íbamos a poder tener la asesoría ya que tenía un tema familiar por lo que nosotros tendríamos que resolver la guía solos ya que el jueves de esa semana era el examen final, yo sabía que si resolvía la guía solo al final iba a poner una excusa de mis respuestas y que no me iba a calificar bien por lo que hice tiempo guardando mis cuadernos en lo que mis otros dos compañeros se salían del salón, cuando salieron me volví a acercar al escritorio del profesor y le dije.
Yo: Oiga profesor, no habrá forma de que pueda darme hoy la asesoría para que me ayude a resolver la guía?
Profesor: Joven, como les dije, no puedo darles la asesoría ni a usted ni a sus compañeros, si quiere resolverla busque en sus apuntes.
Yo: Profesor, solo necesito un día para que me ayude con las respuestas, no quiero responder las preguntas solo sin estar seguro de que serán correctas.
La verdad es que en ese momento estaba muy preocupado y no sé porque pero se me nublaron los ojos un poco y sentía que iba a llorar, no se sí el profesor se dio cuenta de eso pero se quedó callado unos segundos y me dijo.
Profesor: Mire joven, si quiere la asesoría solo puede ser hoy pero tendré que dársela desde mi casa ya que yo tengo que hacer una maleta, así que si quiere la asesoría nos tenemos que ir ahorita.
Yo no lo pensé mucho y le dije que sí, le marqué a mi madre y le comenté que me tenía que quedar a estudiar unas cuantas horas y que llegaba en la noche, como mi secundaria tenía turno vespertino y no era la primera vez que me quedaba estudiando no le pareció raro y accedió.
Le dije a mi profesor que estaba listo y solo me dijo «acompáñeme».
Fuimos caminando al estacionamiento de profesores, nos subimos a su carro y nos fuimos, durante el camino nadie hablaba, me sentía muy incómodo, no había música, lo único que se escuchaba eran los ruidos de los carros alrededor, estuvo manejando unos 15 minutos hasta que llegamos a unos edificios, no eran feos, se veían bastante viejos pero no feos, se estacionó y nos bajamos, tomamos un elevador y todavía fue más incómodo porque ahora estebamos completamente en silencio mientras subíamos, se sintió eterna la subida hasta que finalmente se abrieron las puertas, caminó adelante de mi y entró a su departamento y yo un poco intimidado entré detrás de el.
Su departamento estaba un poco sucio, habían trastes en su comedor y ropa sucia en su sillón, el solo quitó los trastes de la mesa y me dijo «siéntese».
Yo obedecí, saqué mi guía de la mochila y me senté, el estaba juntando cosas, se fue a su habitación y mientras tanto y o solo estaba callado sentado esperándolo, tardó unos 10 minutos y regresó, jaló una silla y se puso a un lado de mi, me volteó a ver y me dijo «escriba» y empezó a dictarme las respuestas de cada pregunta, eran 50 preguntas y cuando llevaba más de la mitad de la guía otra vez empezó lo raro, se empezó a acercar mas a mi y me empezó a sobar la pierna derecha, yo me saqué de onda pero el no dejaba de dictar así que yo a pesar de que me sentía incómodo seguí escribiendo, pero su sobada de pierna cada vez era un poco más intensa, subía y bajaba pero empezaba a apretar mis piernas, así estuvo sobándome un par de minutos mientras seguía dictando hasta que sentí que su mano apretaba mi ingle por encima del pantalón, yo no podía creer lo que pasaba, el profesor Ramiro me estaba sobando, estaba inmóvil y asustado de lo que sucedía pero al mismo tiempo mi cuerpo estaba reaccionando a lo que el profesor me hacía, sentí que mi pene se empezaba a parar y yo no lo podía creer, nunca me habían llamado la atención los hombre y menos un viejo mamón pero mi pene seguía levantándose poco a poco, estábamos a punto de terminar la guía y yo solo pensaba «un poco más y me largo» y en eso sentí la mano de mi profesor en mi pene, ahí volteé a verlo y le dije.
Yo: que está haciendo? Por qué me agarra ahí?
Profesor: le estoy ayudando joven.
Yo: por favor, deténgase, ya no me de las últimas preguntas pero pare.
Profesor: Joven, no parece que no le esté gustando y si quiere pasar ese examen más le vale que me deje sobarlo un poco más.
Yo estaba aterrado, no podía creer lo que estaba pasando pero cuando vi mi pene estaba completamente erecto y era muy bizarro ver su mano grande y arrugada masajeando mi pene, en eso acercó su otra mano y me abrió el pantalón, yo solo cerré los ojos y empecé a llorar un poco pero el no decía nada, solo metía la mano, primero sobre el pantalón y después por debajo del calzón, cuando agarró mi pene lo apretó un poco, como les dije, en ese entonces todavía no me desarrollaba y mi pene no medía más de 10 cm, pero a el no pareció importarle, al contrario, cuando lo sacó empezó a sonreír, era la primera vez que lo veía sonreír y eso me asustaba más, yo no dejaba de llorar, pero tampoco podía evitar sentir placer mientras el me masturbaba, volví a cerrar los ojos esperando que terminara pronto todo, pero el profesor tenía otra idea, se levantó y se colocó detrás de mí, en eso 15 segundos yo seguía con los ojos cerrados, pero el ya no me tocaba, solo escuchaba su respiración agitada y después de esos interminables segundos sentí sus mandos en mis axilas jalándome hacía arriba, yo me levanté pero no me atrevía a voltear, el levantó mi playera y me la quitó, mis pantalones ya estaban en el suelo, pero no era suficiente y me bajó los calzones, mientras lo hacía iba lamiendo mi espalda de arriba hacia abajo, yo sentí un escalofrío en todo el cuerpo pero seguía sin voltear, cuando terminó de bajarme mis pantalones volvió a subir lamiéndome la espalda de nuevo y cuando llegó a mi cuello empezó a lamerlo, besarlo, su mano izquierda se extendió y me volvió a agarrar el pene mientras que su mano derecha me pegaba a su cuerpo y ahí sentí algo pegado a mi espalda, aunque era obvio lo que sentía mi mente no terminaba de procesar que mi profesor se había desnudado y que sentía su cuerpo pegado a mi, yo ya con los ojos abiertos voltee hacia el frente, había un espejo al final del pasillo y ahí vi a mi profesor en el reflejo lamiéndome el cuello mientras me masturbaba y no se que pasó pero esa escena me excitó, mucho, no podía creer lo que veía pero la realidad era que estaba excitado, pero estaban abusando de mi, el no podía darse cuenta de que me estaba gustando lo que me hacía.
Yo: Profesor, ya me hizo lo que quería, le juro que no voy a decir nada, pero por favor ya déjeme ir.
El no respondía, solo escuchaba como jadeaba y su respiración agitada y de un momento a otro me volteo y me empezó a lamer la boca, me besaba, me mordía los labios y yo no hacía nada, solo dejaba la boca cerrada pero a el no le importaba, estuvo así un minuto y me cargó y me dijo.
Profesor: Abráceme con las piernas y los brazos y abra la boca.
Yo: Por favor, profesor, detenga esto, no le diré a nadie.
Profesor: Abráceme y abra la boca.
Yo sin mas remedio lo obedecí, al final ya me estaba cargando, era evidentemente mas fuerte que yo así que con mis piernas lo abracé y con mis brazos me agarré de su cuello.
Yo: Por favor profesor, no haga esto.
Profesor: Abre la boca putita.
No lo podía creer, jamás lo había escuchado decir una grosería y ahora me acababa de decir putita, no le bastaba con abusarme, el quería humillarme y lo logró, abrí la boca y mientras la abría vi como se acercaba a mi, sus manos apretaban mis nalgas y su dedo sobaba mi ano, el cerró los ojos y me comía la boca, sentía su lengua lamiendo la mía, estaba hasta el fondo de mi boca, mi pene estaba contra su panza, sentía perfecto sus vellos del estomago, estaba completamente lleno, su vello púbico tocaba mis nalgas y el no paraba.
Levantó su mano, chupó su dedo y volvió a mi ano.
Yo: por favor no profesor.
Profesor: Relájate putita, te va a gustar.
Me metió la punta de su dedo de golpe y yo gemí, abrí la boca y el me volvió a besar, sentía su dedo entrando poco a poco en mi en esa posición, pero no podía entrar demasiado, igual yo lo sentía y estaba jadeando un poco, su lengua seguía dentro de mi boca pero conforme pasaba el tiempo la mía empezaba a moverse, el pareció darse cuenta y me besaba con más intensidad, mis labios empezaban a responderle, mi lengua de estar escondida en mi boca empezó a entrar a la suya buscándolo, de ser un beso de uno yo era ahora el que lo agarraba de la nuca y metía mis dedos entre la corona de pelo que le quedaba, sacó su dedo de mi ano y empezó a caminar a su habitación, me recostó en su cama mientras nos besábamos y otra vez fue bajando, su boca fue bajando y chupaba mis pezones, sus dedos entraban en mi boca y seguía bajando hasta que llego a mi pene, empezó a chuparlo, yo tenía sus dedos en la boca pero jadeaba así estuvo unos segundo hasta que los sacó y cuando los hice yo solo alargué un «aaah». Su mano con mi baba se dirigió a mi ano y otra vez empezó a meter un dedo, pero esta vez con más facilidad pero también más al fondo, todo esto mientras seguía chupando mi pene, yo ya no pensaba en nada más, solo le agarraba la cabeza y lo sobaba, el jadeaba, sentía todo al rededor de mi pene lleno de saliva, me enderecé un poco y vi su espalda peluda y su cabeza moviéndose, detrás de el estaba su clóset y las puertas eran también un espejo, veía sus nalgas peludas y sus testículos colgando, esa escena me excitó mucho, ya no aguantaba y le dije que me iba a venir, yo ya me había masturbado antes, pero nunca había sentido lo que el me hacía sentir, cuando le dije eso se separo de mi pene y me dijo:
Profesor: Te dije que te iba a gustar.
Sacó su dedo de mi ano y me dijo.
Profesor: Te toca, puta.
Me volvió a cargar, me besó en la boca y después me colocó en el suelo, agarró mi mano y la puso en su pene, no era un pene gigante, media como 14cm pero era grueso, cuando lo agarre se sentía muy caliente, era la primera vez que lo agarraba, empecé a masturbarlo sin dudar, yo ya no era yo, pero me gustaba lo que hacía, el empezó a jadear, estuvimos poco tiempo en esa posición pero no aguanté más y me arrodille mientras me metía a la boca su miembro, vi que estaba muy mojado quería saborearlo, quería darle placer, quería sentir su pene en mi boca y hacerlo jadear como a mi me lo hizo.
Profesor: Uuuuy puta, ya lo querías sentir en la boca?
Yo me saqué el pene dos segundos para responderle.
Yo: Si profesor, ya quería sentir su pene.
Y tan rápido lo hice lo volví a meter a mi boca, lo chupaba rápido, yo estaba obsesionado con su pene, lo lamia como el lo hizo, de arriba a abajo, los testículos, el glande, intentaba imitar todo lo que habpia visto en el porno, le agarraba las nalgas y lo empujaba para que entrara lo mas que pudiera de su pene, me encantaba su sabor y me excitaba escucharlo gemir y ofenderme, el no paraba de decirme «Así putita, sigue, sigue» y yo era obediente.
Empecé a escuchar que jadeaba más fuerte, me empezó a apretar del pelo mientras me cogía la boca, yo chupaba y el gemía, hasta que gritó.
Profesor: AAAAAH AAAAH TRÁGALA PUTA.
Yo seguía chupando fuerte y rápido y sentí el primer disparo directo en mi garganta, luego otro y otro, empecé a tener arqueadas, pero no de asco sino más bien de que era mucho semen y no podía tragar, el semen salía de mi boca y el no paraba de gritar tras cada disparo de semen, después de que termino de sacar semen me dijo:
Profesor: Enséñame.
Y yo entendí que quería, abrí la boca y le mostré lo que quedaba de su semen, el río y me dijo:
Profesor: Mirate puta, te encanta.
Mientras se hacía a un lado y veía mi reflejo, lleno de semen en todo el pecho y boca, completamente despeinado con una cara de puta de video porno y la escena me excitó a un más, le sonreí con todo el semen en la boca y empecé a chupársela otra vez, el jadeaba del gusto, seguía sensible, me levantó y me colocó contra la cama, me abrió las nalgas y empezó a lamerme el ano, se sentía delicioso, el chupaba como enfermo, parece ser que le había excitado lo que hice y me comía el ano como un profesional, me nalgueaba, me jalaba del pelo, todo mientras seguía comiéndome el ano, metió la mano y me agarró el pene y lo apretó, después volví a sentir sus dedos en mi ano, metió uno y a los segundo empezó a meter otro, yo empecé a apretar porque dolía un poco y el me decía.
Profesor: Relajate mi niña, te va a gustar.
Y yo no podía decir nada, había tenido razón, sabía lo que me esperaba y confiaba en sus palabras, me relaje y el siguió metiendo sus dedos, en un momento ya me estaba dedeando con velocidad y yo gemía, le decía.
Yo: Así, que rico, profesor, siga por favor.
Profesor: Si mi niña, disfrútalo, que viene lo mejor.
Se levantó y me pidió quedarme así, fue a uno de sus muebles y agarro un lubricante de uno de los cajones, volvió a ponerse detrás de mi y me llenó de lubricante, me lo metía con los dedos y yo estaba en las nubes, después se puso en el pene y me volvió a pedir que me relajara, en cuanto lo dijo sentí su cabeza en la entrada de mi ano, empezó a hacer presión, a mi no me dolía al inicio pero entonces entró la cabeza, di un grito, sentí como si me hubiera rasgado pero el me dijo que iba a pasar el dolor, se quedó así sin moverse un par de minutos y otra vez empezó a avanzar poco a poco, podía sentir perfecto como recorría mi interior, tenía ganas de hacer del baño, era una sensación muy rara, estuvo entrando unos minutos hasta que me dice.
Profesor: Tranquilo, ya está toda adentro.
Era la primera vez que me hablaba en masculino y yo solo volteé y le dije:
Yo: Tranquilo?
Profesor: Tienes razón, tranquila puta, te va a encantar.
Y empezó a cogerme, primero lento en lo que mi ano se acostumbraba a el, pero en eso empezó a ir más rápido y yo no sentía dolor, al contrario, se sentía raro pero me encantaba lo que sentía, empecé a jadear y el empezó a aumentar el ritmo, me nalgueaba y yo gemía mientras veía la cabecera de su cama y apretaba las cobijas.
Profesor: Te gusta puta?
Yo: Si profesor, no pare, se siente muy rico.
El seguía y yo gemía, de golpe paró y se salió de mi y se sentó en la cama con las piernas colgando y me pidió sentarme frente a el, yo solo obedecía, puse mis pies otra vez como abrazándolo mientras el me sostenía y yo con mi mano agarraba su pene y lo ponía en la entrada de mi ano, yo ya estaba completamente dilatado así que entro sin problema, pero esa posición era diferente, se sentía increíble su pene dentro de mi y además nos veíamos de frente, el podía ver cada una de mis caras y yo las suyas, yo empecé a moverme y el me besó, me movía lento, sentía cada centímetro de su pene dentro de mi, mi pene sacaba mucho liquido, y nuestras lenguas jugaban entre sí, empecé a moverme mas rápido y el me ayudaba con las manos en mis nalgas, la velocidad aumentaba y nuestros gemidos también hasta que pasamos de movernos a yo estar rebotando en su pene de forma fuerte, duro y yo ya solo aullaba en su cara, mis gemidos eran muy fuertes, estaba a menos de un centímetro de su boca y los dos nos gemíamos en la boca, me empezó a masturbar con una mano y a apretar un pezón con la otra, yo era el único que rebotaba solo en su pene, mientras rebotaba y nuestras bocas se rozaban entre gemidos lo escucho decir.
Profesor: Ahora eres mía puta, te voy a violar cuando quiera y tú me vas a dar tu culo.
Yo: Si profesor, por favor hágame sentir así siempre.
Profesor: Sentir como?
Yo: Como una puta.
Profesor: Entonces repítelo y ahora dime «mi amor».
Yo: Si mi amor, por favor hágame sentir como una puta, hágame su putita, por favor.
En ese momento aumentamos el ritmo, me besó con desesperación, nuestras caras estaban llenas de saliva, mis nalgas sonaban contra sus piernas, nuestros gemidos eran ahogados por nuestra boca, no pude aguantar más y solo empece a gritar en su boca y mientras me cogía y me masturbaba me vine de una forma increíble, el mejor orgasmo que había sentido y que para ser honesto hasta la fecha recuerdo.
Su pechó y barbilla recibieron mi carga, el me seguía cogiendo mientras me venía a chorros y en eso lo escucho jadear igual de fuerte que yo y se empezó a venir dentro de mi, seguíamos jadeando fuerte, yo no paraba de rebotar y el no paraba de besarme mientras gemía, empecé a bajar la velocidad conforme sentía que el dejaba de gemir, nos empezamos a separar un poco y nos vimos a los ojos, yo seguía con su pene dentro, me habian violado y yo estaba extremadamente contento, entonces los dos empezamos a sonreír y después empezamos a reír, no sabia exactamente porque pero los dos reíamos, empezamos a besarnos de nuevo, pero esta vez ya no desesperados sino de forma dulce, yo estaba abrazado a su cuello, sentía mi semen en su pecho pegando al mio, me fui levantando para sacarme su pene y su semen cayó en sus piernas, no nos importó, seguíamos besándonos.
Nos bañamos juntos, en el baño me chupo el pene y me volvió a hacer venir, el ya no tuvo una erección completa pero se la volví a chupar un rato más, después de eso me llevó a su casa y antes de llegar nos volvimos a besar, me dijo que ahora en su casa sería su novia y que no me preocupara porque nadie se enteraría de lo que pasó.
Está de más decir que pasé mi examen con 10, estuvimos cogiendo durante casi 6 meses ya que salió de la escuela y se fue a vivir a otro país, ya no nos hablamos, yo empecé a salir con mujeres y nunca me han vuelto a llamar la atención los hombres, solo mi profesor Ramiro.
Espero les haya gustado mi anécdota.
Saludos.
Como sigue?
Excelente relato… Como sigue?
¡Así he fantaseado mi desvirgue!, aunque con la diferencia de que yo imagino que me cogen con ternura, acariciando todo mi cuerpo. Tengo algunas dudas y si no te importa me gustaría preguntarte algunas cosas (rilomi06arrobahotmail)