Primera vez penetrado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Desde joven, a los 15 mis inclinaciones fueron bisexuales.
Me casé a los 25 y durante ese tiempo tuve contactos esporádicos con hombres adultos y jóvenes.
Esta relación la mayor parte fue en cines incluso antes de los teatros xxx.
En una de esas ocasiones un caballero ya maduro me invitó a su departamento ya que tenía peliculas porno.
En esos tiempos el cine de ese tipo era pasado en proyectores y la imagen se veía en la muralla.
Cuando el día llegó, fue muy amable me pasó un lote de revistas eróticas mientras preparaba la función.
Yo estaba sentado en una silla y él se reclino en un colchón tirado el el suelo.
Comenzó la película y es señor de a poco se sacó la camisa y el pantalón.
Se sobaba el bulto y yo lo miraba de reojo mientras en la pared mujeres eran culiaras una y otra vez.
Después de unos minutos me dice: tengo calor me daré una ducha.
Se mete al baño y después de unos minutos me grita: quieres ducharte?.
Yo estaba muy caliente por la situación así que me desnudo y entró al Tina donde se bañaba el señor.
Bajo la ducha estaba desnudo y su pene duro y enorme apuntaba adelante.
Me sitúo a su lado bajo el agua y siento su dureza en mis nalgas.
Me abraza y besa el cuello mientras agarra mi miembro duro y lo masajes.
Así estuvimos 10 minutos y me dice al oído: vamos a la cama.
Yo intento secar mi cuerpo pero quiere que nuestros cuerpos sigan húmedos.
Abracé su cuerpo desnudo y su boca buscó la mía, su lengua caliente entró por mis labios y el placer que sentí fue enorme.
Bajé a su cintura y su pene llenó mi garganta.
Duro y suave lo sentí mientras él también mamaba mi miembro.
No daba más de caliente, así que cuando se pone de espalda y dice: siente, me monto en ese pedazo de carne y comienzo bajar por él.
Me sólo a mucho y me queje del dolor.
El alarga una mano y cine un lote de crema y una su duro pico.
Después con mi mano dirijo la cabeza a mi ojete y comienzo a introducirlo.
Duele al principio pero luego siento que entra de a poco hasta llenarme y esa sensación es ya rica que me muevo una y otra vez para sentir su dureza y calor en mis entrañas.
Es tanto el placer que acabó con grandes chorros de semen.
Él al ver mi excitación también me llena con su leche dando gemidos de gusto.
Esa fue mi primera experiencia total con un hombre.
Siempre la recordaré.
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