Probando nuevas cosas en la secundaria
Desde quinto de primaria empecé a ver de manera distinta a mis compañeros hasta que en la secundaria descubrí un nuevo mundo de placer.
Como breve interrupción debo mencionar que la primaria, secundaria y prepa donde estudie se encontraban a escasos 10m las unas de las otras es por ello que prácticamente todos nos conocíamos entre todos los alumnos.
Soy de estatura promedio, ni gordo ni flaco, de tez morena, me gusta el fútbol y soy bastante extrovertido, actualmente tengo 20 años y lo que les voy a contar sucedió en primero de secundaria.
A manera de introducción les contaré que en la primaria era el típico al que no le gustaba llamar la atención y tenía un grupo cerrado de amigos, hasta quinto de primaria donde comence a llevarme con prácticamente todo el salón y otras generaciones, en este lapzo note que ya no solo me atraían mis compañeras si no también mis compañeros, sumado a esto y con las hormonas a todo lo que dan era frecuente ver a compañeros mostrando el pene o jugando de manera muy explícita llegando a enseñar de forma provocativa el que traían parado el pene, cabe mencionar que eso solo lo hacían dos compañeros que estaban muy dotados para su edad.
La etapa de la primaria sólo me ayudó a descubrir un nuevo mundo que fue comenzar a darme cuenta que era bisexual, para dar paso a la secundaria donde tendría mi primer encuentro, en mi salón de secundaria me tocó con bastantes conocidos y algunos pocos nuevos compañeros, ahí fui nuevamente alguien un poco introvertido pero que participaba en un gran número de actividades, hasta que un día paso algo que hasta la fecha no logró entender la manera en que eso se dio.
Un día como cualquier otro estaba sentado esperando a que finalizarán las clases porque estaba demasiado aburrido, cuando de repente de la nada un compañero que estuvo conmigo en la primaria me dice, mira el tato (cambie los nombres por privacidad) se la está jalando, a lo que tato deja de hacerlo, yo con el morbo a full le propuse una apuesta a que si se la jalaba otra vez yo le daba 20 pesos y si no lo hacía el me los daba a mi (claramente quería que aceptará) rápidamente volvió a sacar su pene y se puso a masturbarse a lo cual yo me le quedaba viendo por grandes momentos sin disimularlo un poco, después de eso se volvió costumbre el que yo y Mario viéramos a tato jalarsela, hasta que un día tato dijo las palabras mágicas que era que ahora nos tocaba a nosotros por lo menos enseñarle nuestros penen, a lo cual accedimos, siendo Mario el primero en mostrar un pene que fácilmente superaba los 16 cm, me arrepiento de no haberlo medido, y posteriormente yo que igual estaba sobre los 15cm o poco más, sin darnos cuenta entramos a una dinámica donde cada cierto tiempo uno de los tres enseñaba el pene, hasta que un día Mario dijo de la nada, ¿y si nos la chupamos?, Mario era uno de los más heteros de el salón, futbolista y traía a varias chavas detrás de él, no era muy guapo pero había algo que lo hacía atractivo, por lo cual al venir la propuesta de el era difícil que tanto tato como yo la rechazaramos.
El mismo Mario fue el que propuso que cada uno se la chupara al otro para así estar iguales y que nadie se quejara a lo cual accedimos, y así surgió el plan inicial que era hacerlo en los baños de la escuela, fuimos pero estaban demasiado llenos a lo cual yo no me anime, aunque Mario insistía en hacerlo ahí sin importar que estuvieran casi llenos.
Así paso un tiempo hasta que nos decidimos a hacerlo en el salón (se que fue estúpido pero éramos puertos calientes) para ello como éramos muchos alumnos había una fila de mesabancos extras pegada a la ventana pero como daba muy fuerte el sol, los maestros daban permiso de que se recorrerán casi pegandose a la fila más cercana, lo cual aprovechamos pegando el banco lo más posible g realizando una especie de casita con los suéteres o sudaderas del uniforme, era algo muy notorio ahora que lo pienso pero nunca nadie nos descubrió o eso creo.
El día esperado llegó y me tocó chuparsela a Mario, lo cual lo hice con gusto, tres o máximo cinco chupadas rápido y luego de ahí fue tato, verdaderamente me encanto chuparsela a Mario que cuando me tocaba que me la chupasen a mi volví a darle unas cuantas chupadas, tato lo tenía bastante pequeño, todavía era un pene de niño por lo que no se me antojo jajajaja, y no se la chupe, y así se volvió rutina el chuparsela yo a Mario prácticamente diario, aveces incluimos a tato para que no fuera a decir nada, pero lo repetimos prácticamente unas 10 veces por día en todas las clases, así paso el tiempo hasta que en segundo corrieron a Mario de la secundaria por reprobar casi todas las materias, por lo que obviamente dejamos de hacerlo hasta que aproximadamente a mitad de ese mismo ciclo escolar recibí un mensaje con una propuesta interesante de parte de Mario. ( no sucedió gran cosa, sin embargo si quieren que añada un poco de ficción para darle mayor morbo a la historia comenten lo)
Es el primer relato que escribo, espero y les guste.
Deberías relatarlo así como va. Describir bien cómo tenían el culito tus amigos y el pene