Profesor de deportes
Mi primera vez con el profesor de deportes de mi trabajo.
El típico maestro de Educación física en mi país es el estereotipo de señor gordito, bigotón, chaparrito, que solo pone a dar vueltas a los niños, después un balón de basquet y uno de fut, uno para las niñas y uno para los niños, después se va a sentar y listo. Este era el maestro que nosotros teníamos, sin embargo, este semestre llegó uno nuevo, no era un adonis, no era super guapo, pero tenía sus aires de chakalito, chaparrito que me llega a la barbilla, pelo lacio, ojos rasgados, morenito, no gordito, pero tampoco flaquito porque le encanta echar cheves, buenas piernas y nalgas, eso fue lo que más me llamó la atención.
Llevo todo el semestre buscándole platica, pero en el trabajo es bastante serio, así que lo único que logré fueron charlas cortas. Hace una semana, justo para el puente del 20 de noviembre tuve muchas cosas que hacer y no pude salir a ningún lado. Domingo por la tarde me marca un amigo para ir a su casa a tomarnos unas cheves (hacia calorcito pues el frio comenzó a mediados a penas de esta semana) y a pesar de no acostumbrar a salir los domingos me lancé porque al día siguiente igual era puente.
Llegué y estaban varios amigos suyos que igual conozco a todos, ya estaban medio entrados y empezaban a llegar más personas, dentro de todos esos invitados (ya éramos como 20) llegó el maestro que llamaremos Josué (Josu), saludando a todos con un Hola y se fue a sentar por ahí, venia con amigos de los amigos de mis amigos, ya saben cómo es eso.
Me vio y creo que ya venía pedillo porque se me acercó y me empezó a platicar, así como si fuéramos super amigos, en 20 minutos habló más de lo que había logrado en un semestre con mis intentos fallidos.
Ya para media noche estábamos todos ebrios, muchos intentaban pasar al baño y mejor le avise a mi conversador estrella que iba al baño a la parte de atrás de la casa donde mi amigo tiene varios arboles y la mayor parte es césped y tierra.
-Yo también voy, ya llevo rato aguantando.
-Vente es por acá, porque en el baño vamos a tardar un chingo.
Mi amigo que es mi compañero de mil batallas me vio llevarlo y sonrió, volteó a ver a sus amigos para que no se dieran cuenta que me lo llevaba y nada, en su pedo ellos para atrás, teníamos que pasar por la cocina, luego una puerta que estaba cerrada y abrí con una llave que siempre esta guardada a un lado, salimos y caminé hacia la parte oscura del terreno, ese día… creo que no era luna llena, pero si estaba bastante visible e iluminaba bastante colándose la luz entre las hojas d ellos arboles que muchos ya habían perdido o estaban por perder sus hojas. Él se colocó a mi lado y ahí pude ver semejante camote, ahora comprobaba lo que a veces sus shorts y pants dejaban ver, un pene en reposo de unos 15 cm y gordo, moreno, peludo, exquisito.
-Ay cabron, te lo cambio.
-Jajajajaja, de manos
-Aunque sea…
Volteó a verme mientras me tomaba del hombro y me llevaba a hincarme para mamar su pene que en cuanto lo introduje en mi boca dejó salir unas gotitas de orina que aún quedaban.
-Aaaah perdón, pensé que ya había acabado.
Se hizo para atrás medio apenado.
-No te preocupes, así sabe más rico.
Palabras mágicas, empezó a meterme el pito con una velocidad que parecía que me quería atravesar la garganta y salir por la nuca, su pene erecto ahora no cabía en mi boca, no era como que creció al doble, pero fácil si llegó a los 19 y su grosor ahora era mayor.
-Pero así no me voy a venir, necesito meterla.
-Ven
Me levanté y lo guie a una habitación al fondo, mi amigo la usa para esos momentos que llegan visitas y tiene la necesidad de espacio, era una habitación grande con baño, dos camas y closet.
-Quítate todo
Me empecé a desnudar como pidió y mientras él estaba sentado en la cama acariciando su pene brilloso aun por mi saliva.
-Wow, tienes mejor cuerpo, tu deberías ser el de física.
-Gracias
Comencé a desnudarlo delicado, pero rápido, sus piernas son una cosa lindísima, torneadas, cortitas, pero muy monas, lampiñas de manera totalmente natural.
Seguí mamando su pene para después subir más en la cama hasta que su espalda quedó recargada en la cabecera de la cama, entonces me sentó de frente a él, sobre sus piernas y con su pene dando roces en mi entrada, no me besó la boca, pero si los pezones, cuello y todo lo que alcanzó, supongo que si me besaba en la boca se iba a sentir menos macho, curiosidades de los “heteros”.
Puse saliva en su pene y comencé a esparcirla por todo el glande y tronco, creo que eso le hizo pensar que ya lo quería dentro y con su mano lo llevó a mi entrada, nada de roces vinieron, solo me sujetó de la cadera con la mano derecha, con la izquierda sostenía su pene y sus caderas empujaron la carne en mi interior.
-Aaaaay
-Estas bien apretadito.
Más fuerza y en 4 movimientos más estaba dentro de mí, se quedó quieto un rato y después empezó a salir un poco y volver a entrar, cuando los sonidos de mi boca se volvieron solo gemidos comenzó el mismo movimiento de cadera que hace un momento le daba a mi boca, me ardía mi colita, pero quería complacerlo y eso hice, terminó en mi interior y yo con unos movimientos en su abdomen; nos quedamos recostados unos minutos más, lo limpié y nos vestimos, cuando me estaba poniendo los calzones y en posición ligeramente agachado llegó él por detrás y con su pene flácido se recargó en mí.
-Si eres calladito, seguido te va a tocar.
Salimos de esa habitación y llegamos a la cocina donde nos quedamos platicando. Uno de sus amigos llegó junto a nosotros y pues parece que no se dieron cuenta de nuestra ausencia de casi 40 minutos.
Al día siguiente me manda mensaje, obvio tenía mi numero por el chat del trabajo.
-Al rato voy a ir a correr, quieres ir? –
Salimos a correr entre el campo, pero esa es otra historia.
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