Pueblo chico, morbo grande – Capitulo 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por marcossanrafael26.
Capitulo 1
Esa mañana de octubre de 2013 el calor ya se hacía sentir de a poco en San Rafael, provincia de Mendoza.
Por suerte era sábado y Hernán no tenía colegio ni nada más que hacer que dar vueltas en la cama con el ventilador de techo prendido y acariciar sus suaves piernas, largas para su edad que no presentaban bello alguno, ni si quera en su pubis, en parte por herencia familiar, pero en parte también porque a sus 12 años casi ninguno de sus pares los tenía.
Comenzó a frotarse, más que nada desperezándose, pero esto llevo muy pronto a que esta acción se convirtiese en caricias llenas de lívido y sin saber cuándo, Hernán se descubrió penetrándose no con uno, sino con dos dedos mientras con la otra mano comenzaba una de esas pajas preadolescentes que son más toqueteos rabiosos que caricias que buscan el anhelado fin.
Al descubrir que estaba sintiendo más gozo por los dedos que lo hurgaban en su interior que por sus habituales masturbaciones, que llevaba a cabo una o dos veces al día, se sorprendió y comenzó a rememorar por qué había descubierto ese agujero del placer que había pasado inadvertido para el hasta el día jueves pasado.
Dicho jueves salió del colegio como normalmente lo hacía, a las 12:45 y fue recogido por su padre, ya que su madre, que habitualmente lo buscaba, tenía un seminario de capacitación sobre nuevas herramientas de monitoreo fetal en el hospital donde trabaja.
El padre de Hernán por su parte, es encargado de un complejo turístico y propietario de una empresa de turismo aventura, muy comunes en la ciudad, dado que es un polo turístico que centra buena parte de su atención en actividades como rafting, tirolesas, canopy, trekking y demás actividades fines.
Como resultado de una carrera de más de 10 años en el rubro, Pablo, padre de Hernán, cuenta con un físico envidiable sin dudas para sus 39 años, una espalda ancha, muslos y pantorrillas gruesas y fuertes, brazos bien desarrollados y marcados, sobre todo en antebrazos, los cuales se ejercitan mucho al realizar labores manuales y una cintura que no muchos conservan a esa edad, todo esto enmarcado en un rostro para nada desagradable sino más bien todo lo contrario, cualidad que ya podía percibirse que había heredado su primogénito al menos, dado que el hijo menor, Valentín, era muy pequeño para adivinar tal cosa con sus apenas cumplidos 8 años.
Hernán se encontraba ensimismado repasando estos ya mencionados atributos de su padre, perdido en su admiración habitual hacia este, que últimamente se había teñido un por cierta atracción recientemente descubierta por Hernán.
Para este, el deseo de contemplar a otros hombres, algunos de su misma edad pero mayormente adolescentes y adultos, no era ninguna novedad, se descubrió admirando los abdominales, la cintura estrecha y el abultado pecho de un actor hollywoodense hace ya un par de años, esta atracción nunca le causó mayor sobresalto, en buena medida porque en su familia nunca se percibió ningún tipo de rechazo o desagrado hacía sexualidades que no fuesen la heterosexualidad, como resultado el creció bajo el paradigma de entender que esas diferencias no hacían ninguna diferencia, cualidad de la cual sus padres se sentían muy orgullosos.
Al percatarse de la mirada de su hijo Pablo le pregunto – ¿soy o me parezco? – seguido de una amplia sonrisa y una cosquilla en el pecho, Hernán rio y se limitó a contestar en un tono aún risueño – que tonto!
-Porque venimos a la casa de la abuela?
-No te acordas que hoy es el cumpleaños del tío Marcos?
-Aaaahhh si, Valen ya está acá?
-Si, como no tenía colegio porque su maestra está enferma decidí traerlo hace un rato para que la abue lo cuide porque yo tenía que hacer unos trámites en la municipalidad y se iba a embolar si me lo llevaba conmigo, y ya sabes que cuando tu hermano esta al pedo (ocioso) se pone creativo, pero en el mal sentido jajaja
-Jajajaja si, se las hecha el enano, mamá viene o sigue en el curso?
-No, dijo que le mande saludos al tío pero que tiene para todo el día
Luego de estacionar, entraron a la casa de la abuela sin tocar, como habitualmente lo hacían y se encontraron con buena parte de la familia, los recibió la abuela Emilia, y pronto vieron a su tío Marcos que cumplía 36 años, hermano menor de Pablo, acompañado de su actual novia Mariela, Patricia la hermana del medio de 38 años y obviamente Pablo era el mayor con sus 39.
Además estaban Valentín, el segundo de dos hijos del Matrimonio de Pablo y Julia, y el primo, hijo de patricia, Esteban de 20 años, si bien patricia fue una madre soltera de 18 años, cosa que no ocurrió sin el correspondiente escandalo social en una ciudad aun hoy bastante chapada a la antigua, muy conservadora e hipócrita como suele ser en esta parte del país, Patricia supo arreglárselas bastante bien ingresando rápidamente a trabajar en tribunales gracias a las conexiones que tenía por aquel entonces el ya difunto abuelo Alberto.
En definitiva, era un típico almuerzo familiar de cumpleaños en donde podían escucharse constantes risas y burlas de una familia bastante unida.
Si bien la atracción física por su padre era reciente, Hernán estaba más que acostumbrado a las cosquillas en su parte baja al ver a su tío Marcos y a su primo Esteban.
Marcos es el típico profesor de educación física con buen porte, con sus 187 cm de altura y una espalda que no tenía nada que envidiarle a la de su hermano mayor, siendo distintos tipos de cuerpos dado que Mientras Pablo tenía su físico labrado gracias al trabajo al aire libre acarreando contingentes turísticos por años, Marcos lo había amasado en el gimnasio del cual es propietario, por ende este último siempre ha lucido más macizo y de músculos gruesos, mientras que Pablo tiene casi lo mismo pero en un envase más compacto y estilizado.
Por otra parte Esteban es un muchacho de 20 años, morocho y con la misma cara de rasgos turcos de su padre, según dicen los que conocieron a este antes de darse a la fuga a la provincia de Santa Fe cuando se enteró del embarazo de su novia Patricia, por concejo de sus padres, donde trabaja en la industria familiar, gracias a lo cual pasa una manutención mensual, volviendo a la descripción de Esteban, mide 182 cm, delgado, algo trabajado en el gimnasio de su tío desde los 15 años, ya pueden verse a estas alturas unos músculos que prometen.
Esteban se encuentra viviendo hace dos meses en la casa de su abuela, al igual que su tío Marcos, divorciado hace ya algunos años, porque su negativa a empezar alguna carrera de grado como su madre quería llevo a una fuerte discusión que termino con la salida intempestiva del chico hacia la casa de su abuela, y no obstante haber hablado y resuelto sus diferencias con su madre días después, Esteban quiso quedarse por un corto pero indefinido tiempo en dicha casa, hasta que resolviese que quería hacer de su vida, sabiendo que allí siempre será bienvenido.
Luego de un copioso almuerzo con su correspondiente sobremesa, Pablo decidió que ya era tiempo de irse dado que debía llevar a Valentín a su clase de futbol y luego él debía partir hacia el complejo de cabañas que administra para un inversor extranjero proveniente de Francia.
Por su parte Hernán quiso quedarse en allí, ver algo de televisión y quizás jugar un rato a los videojuegos con su primo.
Así fue que al retirarse todo el mundo procedió a tirarse cómodamente en los sillones muy plácidamente con el control remoto en la mano.
Luego de hacer zapping por al menos 45 minutos entre los canales de películas, los de documentales y los de aire nacionales, decidió apagar la tele y entrar a una página porno gay que le gustaba frecuentar en su teléfono, exploro los videos recientemente agregados y se decidió por uno de un chico de esos de 18 años aproximadamente, delgado y escuálido que garchaba con el que pretendía ser su profesor de geografía, un cuarentón musculoso algo entrecano, pero aún muy apetecible.
Llevaba un par de minutos viendo dicho video, manoseándose por arriba del pantalón con su cabeza apoyada en el apoyabrazos del sillón que hacía las veces de almohada, con muchas ganas de ir al baño y descargar su incipiente acabada, cuando de pronto escucha en la voz de su primo que, agachado, tenía su cara junto a la de Hernán.
-Mira vos a Hernancito…
Hernán, ni bien escucho y vio a su primo se levantó de su posición acostada y se sentó en cuestión de un instante visiblemente asustado y dejo caer su teléfono a la alfombra de la sala, donde podía observarse todavía el video porno.
Rápidamente lo recogió y torpemente cerro el video, pero ni bien termino de hacer esto escucho la risa animada de su primo que intento no hacerlo demasiado fuerte para que su abuela no se despertase de la siesta que dormía en la planta alta de la casa.
Sentándose al lado de su primo pequeño aún con una sonrisa divertida en su cara y mientras palmeaba suavemente el hombro de Hernán le dijo.
-tranquilo primito!, ya sé que te asusté, discúlpame, pero no pude aguantarme, estabas muy concentrado en el video y en esa carpita de circo que te armaste en los pantalones y nada… era mucho para dejar pasar esa oportunidad.
-Vos no!.
es que estaba… era… – y sin saber que decir, finalmente agacho la cabeza visiblemente avergonzada, más que nada porque su primo se enterase así que le gustaban los chicos.
Luego de lo cual Esteban lo estrecho con el brazo que estaba tocando su hombro en señal de afecto y lo miro.
-Eh! ¡Pendejo no seas boludo!, sabes que yo no te voy a decir nada, sos casi como mi hermanito menos pavo y si te pintan los pibes, por mi… no hay problema, no cambia nada enano.
– Luego de decir esto Hernán lo miro con una pequeña sonrisa y acerco su cabeza al pecho del primo mayor.
-¿Se te paso el susto?
-Pavo, tengo el corazón en la boca todavía, pero si….
¿Y posta me juras que no se lo decís a nadie? Es que no se todavía… vah… creo que estoy seguro de que me van los hombres, pero… que se yo, no sé si todo eso… si me va a copar hacer todo lo que se ve que es común entre gays – dijo mientras miraba confundido hacia un punto fijo entre el piso y la pared, mirando a la nada y pensando sobre lo que decía por primera vez en voz alta.
-Más vale nene! No hace falta ni que preguntes eso.
Ahora, yo no sabía que a tu edad ya miraban porno y menos que a vos te iban los hombres Herni, bue… he visto que de vez en cuando te quedas mirando al tío o a mí, pero no pensé que era por eso.
Y de lo otro que me dijiste, ¿qué querés decir con que no sabes si te va hacer todo lo que hacen los gays? ¿Algo te da miedo o como es la cosa?
-Na… deja, mejor hablemos de otra cosa – Dijo Hernán entre avergonzado y preocupado.
-Dale gil habla! Que te preocupa? Dale, larga que sabes que esto muere acá entre nosotros.
Luego de tomarse un momento y suspirar hondo finalmente Hernán dijo.
-Es que vos has visto por donde se la dan entre hombres?
-Y si pancho, ¿quién no sabe eso? Jajajaja de donde te pensás que viene la puteada de “hacete clavar puto!” por el culo y? ¿cuál es el tema?
-Y bueno, nada… ponele que yo conociera a alguien más adelante, y ponele que queremos llegar a… eso, y que hago si me pide que yo me deje….
? – dijo mientras gesticulaba airadamente con sus manos.
-Y si tenés ganas te dejas, ¿cual es el drama? Tenés miedo de que te duela o qué?
-Si, que se yo, por ahí como que me imagino todo eso y me caliento una bocha pero ves algunas… pijas, y decís “a mi ni a patadas me entra semejante cosota por atrás!”
-Naaaa enano pero por eso ni tenés que preocuparte, no es que de buenas a primeras llegas, te bajas los pantalones y te quieren meter un palo de amasar por el orto pancho! Eso se prepara con tiempo, hay formas, entre los dos van dilatando el culo del pasivo hasta que llega un momento en donde, al clavarte, prácticamente no sentís dolor, y eso la primera vez, después si lo hiciste bien esa primera vez y te preparas más o menos las demás veces, eso entra como piña.
Vos por eso ni te tenés que preocupar.
De inmediato Hernán se percató de que su primo era un gran conocedor respecto de lo que estaba diciéndole.
-Me pod{es enseñar como dilatar así como me decís?
-No enano, eso lo vas a ver en su momento, cuando encuentres con quien querés estar tu primera vez.
-Daaaaale porfa! ¡Tengo ganas de aprender todo eso ahora, por favor! – y en un movimiento que Esteban nunca anticipo, Hernán se bajó rápidamente sus pantalones con todo y calzoncillos y se colocó en posición de perrito al lado suyo con sus brazos y cara contra el sillón quebrando su estrecha cintura.
Esteban contemplo de pronto un par de nalgas y huevos lampiños y blancos, sin recordar un solo momento de su vida en donde se hubiese excitado tanto.
Allí estaba, por un lado, un ano cerrado, virgen, inmaculado y por el otro, su miembro de 17 x 7 cm, con su glande fino en la punta que se engrosaba luego para llegar al ancho de ese falo nada despreciable, en ese momento sentía que su malla (traje de baño en otros países) le provocaba dolor por la fuerte hinchazón que sentía, y por un momento acaricio su pene por sobre la tela mientras dirigía su mano restante para palpar esas firmes nalgas.
Se encontraba hipnotizado frotando con la yema de su pulgar ese hermoso hoyo cuando sintió un tímido, pero incontenible gemido por parte de su primo pequeño.
Esto en principio le genero un pánico intenso, sabía que estaba cruzando una línea que se suponía que no cruzara, pero acompañando a ese pánico había una inconfundible excitación, sentía la obligación de frenar todo esto y decir “no primo, esto tenés que esperar para sentirlo con otra persona cuando sea el momento” y sin embargo casi no podía contener las ganas de quitarse la ropa y penetrar de una sola vez y hasta el fondo ese agujero virgo e inocente.
Finalmente opto por el mejor punto medio que en ese momento su razonamiento le permitía ver.
-Enano estas seguro que queres que yo te ayude con esto?.
podés hacer esto cuando quieras, no tenés que apurarte tampoco – Por dentro Esteban anhelaba que su primito no se echara para atrás ahora.
-Si, Quiero probar que se siente, por favoooooor – dijo mientras respiraba agitadamente con su cara aún de lado contra el almohadón – se nota que sabes y vos siempre… aaaaaahhh!!!!
No llego a completar la frase cuando su primo, tomo por ambos lados su culo y abriéndolo rápido para exponer mejor el ano, interno su boca entre medio de las nalgas para succionar mientras lamia rápidamente el fruncido hoyo.
Subía y bajaba un poco acompañando lametones un poco más largos y alternaba con el movimiento frenético y corto de su lengua.
Cuando habían trancurrido uno o dos minutos hacer esto, noto que la entrada estaba más blando que al principio, en ese momento, siguiendo con sus movimientos linguales, hizo más presión para descubrir que su lengua podía entrar un poco ya.
El avance no paso desapercibido para Hernán quien mordiendo su labio inferior para evitar gemir más fuerte, presionó con su mano la cabeza de su primo con entusiasmo para indicarle que esto había sido lo mejor hasta ese momento.
Esteban sujetaba con ambas manos cada glúteo para exponer lo más posible ese casto ano, parecía por momentos que quería hundir su cara entre esas blancas y perfectas caderas.
Al retirar su cara por un momento para contemplar lo que engullía se dio cuenta que el agujero de su primito se abría y cerraba rítmicamente, con la poca dilatación que puede tener un niño de 12 años que no ha sido disfrutado por un miembro adulto aún, pero lo hacía, esto le dio la pauta al chico mayor de que ya era una cavidad deseosa de ser horadada por más que una lengua hábil, y sabía perfectamente donde y con que quería hacerle esto al trasero del escolar virgo.
Esteban dio vuelta a Hernán y montó cada una de las piernas de este alrededor de su cintura mientras el pequeño lo abrazaba con su dulce carita enterrada en el cuello del mayor y era tan liviano de llevar que Esteban lo sujetaba con una mano que apretaba entre las nalgas mientras que con la otra recogía el pantalón del niño para no dejar rastros evidentes en el salón.
Así el joven traspaso la puerta ventana que conducía al patio de la casa, pasando al lado de la piscina y entrando al pequeño departamento de invitados que había en el fondo, que hacía las veces de quincho para reuniones grandes en la casa familiar.
Al entrar se percató de cerrar bien las cortinas de la puerta ventana que servía de acceso y entonces deposito al chico boca arriba en la encimera tipo isla de madera con la que contaba el lugar frente a la parrilla, ni bien hizo esto, diviso los artefactos que quería usar en o más bien dentro del menor.
Tomo un mortero de cristal y el aceite de oliva del estante de debajo de la isla, alzo ambas piernas de Hernán dándole instrucciones de mantenerlas arriba con sus manos, y teniendo ese ano elevado, lo unto con abundante aceite de oliva.
En ese momento, al ver ese traserito brillante por el aceite y expuesto con esa carita de excitada y expectante al mismo tiempo, el morbo y la lujuria se hicieron cargo de la situación.
-Enano al principio te puede doler un poco y me vas a pedir que pare, pero creeme que no lo voy a hacer por tu bien, cuando me desleche adentro tuyo vas a querer una pija adentro las 24 horas del día vas a ver.
– Todo esto dicho con una cara de libidinoso nunca antes vista por el primo menor.
El adolescente rápidamente restregó los dedos que ya tenía embarrados en el óleo para lubricarlos bien y de un solo envión clavo el índice en el chico, logrando sacarle a este un inconfundible gemido de gozo, lo movió rápidamente como un pájaro carpintero que quiere horadar el árbol, y al solo obtener más gemidos eufóricos, rápidamente clavo también el dedo medio, logrando el primer gemido un poco más profundo del preadolescente, el Esteban considerado y gentil que siempre había sido para sus primitos se hubiese tomado un momento para que el chico se acostumbre a estos dos dedos juntos, sin embargo, el vicioso muchacho de gimnasio que había en ese momento, solo quería no dilatar ni un momento más del necesario ese momento donde su carne hiciera contacto con lo profundo del culo de Hernán.
Al sentir que la presión en sus dedos ya no era la inicial y que los gemidos logrados eran de puro placer, retiro estos dedos y tomando el mazo del mortero de cristal cuya punta era suave y más estrecha que el otro extremo que machacaba, vertió más aceite en el mango y comenzó a empujar hacia adentro de esa hasta entonces, virginal cola, conforme el instrumento ganaba centímetros adentro de Hernán, Esteban podía observar por el mango transparente como ese ano ganaba dimensiones.
Al oír el primer gemido de dolor, Esteban salió del momentáneo trance de esa visión, dándose cuenta que ya solo quedaban poco menos de 5 centímetros afuera, del mazo cristalino tomado con la punta de sus dedos que dejaron de empujar, percatándose que sin saberlo el chico de primaria tenía más de 20 centímetros clavados y del grosor de una verga medianamente ancha y recién se quejaba, preocupado por un instante el mayor de los primos pregunto.
–estas bien?
-Dame un segundito para acostumbrarme, si estoy bien.
– Dijo Hernán jadeando por sentir esa parte de su cuerpo llena, cuando no sabía que estaba vacía antes.
Momentos después, al escuchar una respiración más relajada, Esteban retiro con calma el mazo y lo dejo a un lado.
Entendiendo que ya había logrado el cometido de dilatación con creces, se pajeo un poco con la mano aceitosa y apunto al anito semiestrenado.
-Queres que siga? – Preguntó casi más por retórica que por pedir permiso, ya que no sabía si podría parar llegado ese momento.
– Si, cojeme primo
Al empujar, el glande tuvo algo de resistencia hasta encontrar el ángulo más que nada, cuando entro toda la cabeza Hernán gimió levemente, pero esto no detuvo ni un instante la entrada lenta pero constante del falo, al llegar a la parte media de esa verga, se escuchó un suspiro, comprensible si se entiende que la pija de Esteban al medio ya casi tenía el diámetro de la base, que es de casi 5 centímetros.
Sin contemplación el adolescente siguió sin chistar hasta que sintió sus huevos tocar las nalguitas de chico.
-Ahora báncatela un poquito primito porque te va a doler.
-Pero si ya me entro to… – Yantes de poder terminar la frase Esteban le tapó la boca con la mano y comenzó a meterla y sacarla a su gusto, rápido sin ser una carrera, pero provocando el característico sonido de pelotas palmeando un culo, además de gritos ensordecidos del menor que en poco tiempo ya estaba dejando rodar una lagrima mientras gemía de dolor.
Las pajas casi diarias de Esteban hicieron que aguantara el placer sublime que sentía en ese momento, no era solo la sensación física la responsable de ese lívido prendidísimo, sino también el morbo perverso de mirar ese frágil cuerpo preadolescente, delgado y lampiño indefenso ante su mástil de carne venosa que reclamaba la inocencia del hasta entonces primito Hernán que, conforme pasaron un par de minutos ya tenía unos ojitos de vicio inconfundibles detrás de esa mano silenciadora que al verlos se retiró para poder escuchar libremente los gemidos casi escandalosos que daba un niño ya no virgen.
En ese momento Esteban sabía que no le importaría que por la puerta entrara, su tío Pablo, papá del menor, los bomberos o el regimiento de granaderos a caballo, no iba a dejar de bombear por nada del mundo.
Pasados unos 10 minutos, agitado por lo que sabía que ya no podía seguir frenando, Esteban dijo.
–¿Es tu primera leche, la queres en la boca o en el culo?
-En la boca- solo pudo decir un agitado y exhausto Hernán.
-Putito y tragón jajaja – dijo Esteban antes de sacar rápidamente su pija del culo y llevarla por el costado de la encimera, a la boca que la esperaba abierta.
De lo caliente que estaba, Esteban de una apretó la nuca de Hernán hasta sentir su miembro apretado por esa garganta.
Los primeros dos lechazos los dio directamente en la garganta, pero luego aflojo la presión y dejando la cabeza sobre la lengua de esa boca que no había probado una verga nunca antes, se siguió derramando copiosamente para no ahogar a su primo y para que este pudiera saborear sus fluidos.
Hernán al ver que su boca se colmaba empezó a tragar rápidamente para que no se le escape nada, el sabor en ese momento solo lo sintió fuerte, no había tiempo de catar mucho si se quería quedar con todo lo que de esa verga saliese.
Cuando finalmente no hubo más leche, Esteban gimió del placer y miro como su híper sensible cabeza era lustrada por esa lengua que no quería dejar escapar nada, un momento después la sacó de las fauces del ambiento niño y apoyando sus tonificados brazos en la superficie de la mesada, respiro cansadamente y sonriendo pregunto.
-Y? ¿te gusto enano?
-Uuuuhh… estuvo bueniiiiisimo primo!
-Jajajaja con lo que me estrujaste la chota con esa boquita ya sabía lo que me ibas a decir, pero tenía que preguntar jajajaja
Se miraron un instante, y Esteban empezó a comerse la boca de su primito con toda lujuria, recibiendo una respuesta algo torpe pero entusiasta sin duda, propia de un chico que antes de ser besado por primera vez, ya había sido desvirgado.
De vuelta en el presente y terminando de recordar todo esto, Hernán se derramo más que nunca antes, llegando a manchar su pecho, pubis, vientre y las sabanas, sin percatarse del hecho de que su padre, mirándolo desde el pasillo a través de la puerta ligeramente abierta del dormitorio, se manoseaba acaloradamente la entrepierna.
Cuando noto que el chico se calmó luego de acabar su primer orgasmo anal, Pablo entendió que era tiempo de retirarse discretamente antes de ser visto por Hernán, pero caliente como estaba, se empezó a preguntar, desde cuando su hijo se masturbaba por el ano? como o por quien lo habría aprendido? pero por sobre todo comenzó a preguntarse si habría manera de enterrar sus 21 centímetros dentro de su hijo mayor.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!