Puse un anuncio en una página de contactos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por zoofmalaga.
El pasado fin de semana, como sucede con frecuencia, mi esposa tenía que viajar por razones de trabajo, cuando viaja suele estar varios días fuera y yo aprovecho para buscar sexo, como he comentado en algún otro relato, soy bisexual, me gusta el sexo en cualquiera de sus diferentes maneras, además practico la zoofilia desde hace mucho tiempo.
En esta ocasión recurrí a una página de contactos y puse un anuncio, el anuncio era muy simple y a la vez muy genérico “MADURO DISCRETO BUSCA JUVEN PARA UNA SESION DE SEXO, DE CUALQUIER TIPO, SOLO TIENES QUE PROPONERME LO QUE QUIERES” de esta forma podía servir tanto para chicas como para chicos.
Unos minutos después recibí una respuesta, se trataba de un chico de 18 años que estaba solo en su casa, ya que los padres se habían marchado a pasar el fin de semana a una casa que tenían en otra ciudad, le pregunté por sus gustos sexuales y me dijo que nunca había tenido relaciones con un hombre pero que desde muy jovencito tenía curiosidad por probar y que le atraían los hombres maduros, esta confesión me excito mucho y acepté quedar con él.
Normalmente suelo quedar para estas citas en mi domicilio, pero el chico me dijo que no podía desplazarse y decidí ir yo a su casa, era una vivienda unifamiliar con un jardín de pequeñas dimensiones, muy acogedora y discreta, llame a la puerta y me abrió un chico delgado aunque con un cuerpo muy marcado, con cara de niño y rasgos algo femeninos, se presentó como Juan José y me invitó a pasar.
Una vez en el interior me ofreció una bebida y nos sentamos a conversar un poco.
JJ- Es la primera vez que hago esto y estoy muy nervioso.
Yo- No te preocupes, yo tengo bastante experiencia y al principio también estoy nervioso.
JJ- He visto tu anuncio y he sentido curiosidad y decidí contestar para probar, pero ahora no estoy seguro.
Yo- Puedes estar tranquilo, hablamos un rato para conocernos y si después sigues indeciso o cambias de opinión, me marcho y no pasa nada, tan amigos.
JJ- Gracias, eso me tranquiliza.
Durante los siguientes 10 minutos estuvimos hablando de trivialidades, hasta que noté que se iba relajando y desaparecían los nervios, estábamos sentados en el sofá a pocos centímetros uno del otro, en ese momento puse mi mano sobre su pierna y pude observar que no reaccionaba, parecía no disgustarle, comencé a acariciarle suavemente la pierna y me sonrió, eso me dio a entender que ya estaba preparado.
Lo siguiente que hice fue acariciarle el brazo, llevaba una camiseta de manga corta y eso me permitió tener el primer contacto con su piel, era suave, sedosa, sin vellos. Para tranquilizarlo aún más le dije:
Yo- Si algo de lo que hago no te gusta, solo tienes que decirlo y pararé.
JJ- Si me gusta lo que estas haciendo, es más, me tranquiliza y me da confianza.
Yo- eso significa que estas decidido a continuar?
JJ- Si, completamente decidido.
Yo- Entonces creo que deberíamos ponernos más cómodos.
Sin decir nada y sin levantarse de sofá, se quitó la camiseta y se bajó el pantalón de chándal, dejando al descubierto su torso sin un solo vello, con unos abdominales muy marcados y sus piernas perfectas, yo hice igual que él y me deshice de mi camisa y del pantalón, se quedó un poco sorprendido al observar que no llevaba ropa interior, para estos casos nunca me la pongo.
JJ- No utilizas ropa interior?
Yo- Si, pero cuando tengo una cita no me la pongo, así es todo más facil.
Yo- Creo que estoy en desventaja.
JJ- Tienes razón.
Se puso de pié para bajarse los calzoncillos, pero le agarré las manos para impedírselo.
Yo- Déjame que lo haga yo.
JJ- Como quieras.
Sin soltarle las manos, lo giré y lo puse delante de mi, empecé a bajárselos muy despacio sin dejar de mirarle a los ojos, su cara era de deseo, de tener ganas de que comenzáramos con el juego sexual.
Al tiempo que empezaba a bajárselos le pregunté:
Yo- que quieres hacer?
JJ- No lo se, es mi primera vez, lo que tu quieras.
Yo- Está bien.
Le bajé los calzoncillos hasta las rodillas y me quedé asombrado del tamaño de su polla, a pesar de que aún no tenía una erección completa, solo estaba morcillota y aún así era de considerable tamaño, con los testículos pequeños y muy recogidos y completamente depilado.
Yo- Que buena polla tienes!!!! Exclamé sin pensar.
JJ- Alguna vez he tenido problemas con alguna chica, que al verla no ha querido hacer nada por que le parecía muy grande para ella.
Yo- Conmigo no vas a tener problema, me encantan grandes.
Sin decir nada más, dejé caer el calzoncillo al suelo, cogí aquella preciosa polla con la mano y me la metí directamente en la boca.
Inmediatamente empezó a crecer y a endurecerse, hasta el punto que me costaba meterla entera en la boca, aquel precioso miembro cuando estuvo completamente erecto mediría aproximadamente unos 22 cm y bastante gruesa, a mi me pareció deliciosa.
Lo hice sentarse y me arrodillé delante de el y comencé una mamada que lo hacía retorcerse de gusto, mientras se la mamaba me acariciaba el pelo, el cuello y las orejas. Eso me ponía cada vez más excitado y aceleraba el ritmo de la mamada, el gemía cada vez más fuerte, hasta que a duras penas me gritó “me corro” yo seguí mamando aquel manjar hasta que se puso tenso y descargo su leche en mi boca, no estaba dispuesto a desperdiciar ni una sola gota de ese néctar y me lo trague todo, no se cuanto hacía que esa polla no descargaba, pero por la cantidad de soltó debería ser bastante tiempo de abstinencia.
Yo para ese momento ya estaba completamente empalmado y excitado, la polla parecía que iba a reventar, me senté a su lado y le dije:
Yo- Ahora te toca a ti.
JJ- Que quieres que haga?
Yo- Lo mismo que yo a ti.
JJ- Nunca lo he hecho, no se si sabré hacerlo también como tu.
Yo- Tranquilo, yo te iré guiando.
No hizo falta darle indicaciones, se arrodilló, se inclinó hacía mi y se la metió en la boca, la mía era bastante mas pequeña que la suya, unos 17 cm y no tan gruesa.
Comenzó a mamármela y parecía todo un maestro, no tardé mucho en explotar y llenarle la boca de leche, tal y como había hecho yo antes, se lo tragó todo y siguió mamando hasta sacarme la última gota de semen, no recordaba una mamada mejor que esa, posiblemente por el grado de excitación en el que estaba.
Cuando se puso de pie observé que volvía a estar empalmado.
Yo- Chico, parece que tu herramienta aún no está satisfecha y quiere algo más, jajajaja
JJ- Eso parece.
Yo- Te has follado alguna vez un culo?
JJ- no, nunca.
Yo- Quieres follarte el mío?
JJ- Si, quiero.
Sin decir nada más me puse a 4 patas en el suelo, Juan se arrodilló detrás de mi, mojé mis dedos en saliva y me lubriqué el culo con ella, introduje un par de dedos y dilaté un poco mi ano.
Yo- Ya esta preparado, cuando tu quieras, todo tuyo.
JJ- no te va a doler?
Yo- Seguro que dolerá un poco, pero pasará pronto y lo disfrutaré.
Me separé las nalgas con las manos, para facilitarle la entrada, apoyó la punta en mi agujero y empezó a empujar poco a poco, costó un poco que entrara la cabeza ya que era muy gruesa, una vez que entró le pedí que parara para acostumbrar mi culo a semejante barra de carne.
Pasados los primeros instantes y una vez acostumbrado a su tamaño, comencé a empujar hacia atrás, notaba como iba entrando su polla milímetro a milímetro, llenándome poco a poco, creía que no terminaría nunca de entrar pero sentí su vientre pegarse a mis nalgas y se me escapó un gemido.
Eso debió indicarle que estaba preparado y empezó a bombear, primero despacio y poco a poco fue aumentando la velocidad y me follaba casi con desesperación, yo gemía y gemía, le gritaba que no parara y le pedía que lo hiciera más fuerte.
Sus embestidas me hicieron caer hacia adelante y con la cara pegada al suelo, en esa postura aún entraba más su polla, estuvo bombeando unos minutos, me agarró con fuerza por la cintura, clavándome los dedos, dio una última envestida y poniéndose tenso gritó “yaaaaaaaa” y tuvo otra tremenda corrida que me lleno el culo por completo.
Yo tenía una nueva erección y al verme me dijo:
JJ- Quiero que me folles a mi también, quiero saber que se siente.
Yo- Está bien pero te va a doler al principio.
JJ- No me importa, quiero que lo hagas.
Yo- Túmbate boca arriba en el sofá y déjate hacer y cuando quieras que pare, dímelo.
Se echó en el sillón, le lamí los huevos y el culo, con mi lengua fui abriendo y lubricando su ojete, Juan gemía y gemía “ahhhhh que rico”,”siiigue” mojé mus dedos en el semen que aún salía de su polla y le metí uno en el culo, entró con facilidad y pareció no dolerle, lo estimulé un par de minutos con un único dedo y cuando vi que entraba y salía fácil, introduje un segundo dedo, se encogió durante un instante pero volvió a relajarse, un momento después ya entraban y salían los dos con facilidad, mojé la cabeza de mi polla con saliva, alcé sus piernas apoyándomelas en los hombros y apunte mi herramienta a su estrecha entrada, empujé un poco hasta conseguir que entrara la punta.
Yo- Cariño, te duele?
JJ- Molesta un poco pero no pares.
Yo- Espera un momento a que te acostumbres.
JJ- No quiero esperar, fóllame ya por favor.
No lo hice esperar y fui empujando poco a poco, iba entrando en su estrecho y apretado culo y sentía como me apretaban las paredes de su ano, era un placer indescriptible, una gozada, no me podía creer que me estaba follando ese culito, redondo, sedoso de 18 añitos.
Juan José soltó un par de quejidos, pero a la vez pedía que no parara, comencé con movimientos lentos y fui acelerándolos poco a poco, pronto los quejidos se fueron transformando en gemidos de placer.
JJ- Ahhhhhhhh, siiii, siiiiii, no pares, dame más fuerte.
Yo- Te voy a partir el culo en dos.
JJ- Siiiiiiii pártemelo.
Cada vez le daba más fuerte y más profundo, él seguía gimiendo como un loco ,y yo estaba a punto de estallar, rebajé un poco el ritmo y sin sacársela cambiamos de posición, me tumbé boca arriba y Juan comenzó a cabalgar sobre mi polla, el ritmo era frenético y gritaba:
JJ- Fóllame, fóllame, quiero que me folles toda la noche, quiero ser tu putita.
Yo- Cállate y sigue cabalgando, no pares, quiero llenarte ese culo de puta con mi leche.
JJ- Siiiii dame toda la leche.
Yo- Te la daré y después me la vas a limpiar con la lengua hasta que quede reluciente.
JJ- Siiiiii te la voy a limpiar enterita.
Juan seguía cabalgando, hasta que ya no puede aguantar más y exploté dentro de él, el chico empezó a gritar “ahhhhhhhh” y volvió a tener otra corrida, la tercera, esta vez se corrió en mi vientre, se quedó quieto, se la sacó del culo y empezó a lamerme la polla para limpiarla y cuando terminó con la polla, siguió lamiendo su propia corrida, la que me había echado un instante antes en la barriga.
Después de eso, caímos los dos agotados y nos quedamos tumbados sin hablar durante varios minutos, cuando recuperamos las fuerzas nos sentamos a tomar un refresco para recuperar fuerzas.
No es costumbre en mi, pero me quedé a pasar la noche, no pudimos dormir hasta el amanecer y follamos un par de veces más en la noche.
Al marcharme por la mañana, pude observar que en el patio trasero tenía un precioso boxer, pero esa es otra historia que contaré más adelante.
Un saludo a todos.
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