putica de millonarios
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Estuvimos días hablando hasta que unas semanas más tarde me invitó a pasar la tarde con sus amigos en casa de uno de ellos. Lucas, me dijo que se llamaba, me contó que este amigo suyo, Omar, tenía una casa en la zona más lujosa de la ciudad. Tenía mucho dinero.
-mejor no preguntes de donde lo saca- me aclaró Lucas. Ya en su coche me iba contando un poco a quien conocería. Los otros dos eran Marco y Diego. El primero era un chico de 25 años
italiano que residía en España. Diego era su mejor amigo de la infancia. Me contó que eran sus compañeros del gimnasio. Me alegró oír eso, seguramente tendrían cuerpos similares al de mi nuevo amigo. Lucas les había hablado de mí,
Les contó la follada que me metió en el callejón. Les dijo que yo estaba dispuesto a ser la putita de los cuatro amigos. Así como me los iba describiendo me entraba un temblor por temor a lo que me pudieran hacer cuatro maromos como el
Ya en su coche me iba contando un poco a quien conocería
El cuerpazo de Omar se tumbó en la hamaca. Yo me tumbé sobre él y con la ayuda de Lucas me metí su trabuco. Ya lo tenía abierto de la jornada de follar que llevábamos así que no costó mucho meter la pedazo de polla del dueño de la casa. Sin embargo Omar no se movía. Con esa postura estábamos cara a cara y aprovechó para decirme:
-ahora vas a saber lo que es que te follen dos pollas-
Actos seguido ya notaba a Lucas como es estaba incorporando por encima de mi intentando meter la polla de mi culo que ya estaba invadido por la polla de Omar. Por suerte tenía lubricante, que esparció por su polla y por mi agujero. Una vez incorporado comenzó a apretar flojito la punta contra mi ano. Con la ayuda de un dedo intentaba abrirlo para que cupieran las dos. Cuando tuvo media punta metida solo fue cuestión de ir introduciendo poco a poco el pene. A mí, todos estos movimientos y rozamientos me estaban volviendo loco. Lo que hacía que tuviese ganas de que me follaran de nuevo y de correrme otra vez. Omar también estaba disfrutando de los roces
-hoy celebramos la fiesta dentro de tu culo- me decía Omar, que podía observar mis caras mientras Lucas acababa de meter su polla.
Lucas consiguió introducir su pene hasta que ya no pudo más. Los dos tenían las pollas apretujadas dentro de mi culo. Ya solo por la situación estaban cachondísimos los dos. Mi culo se fue adaptando poco a poco a aquellas monumentales pollas que luchaban por estar más dentro que fuera de mi agujero. Una vez más o menos adaptadas Lucas inició el movimiento dentro de los límites que la postura nos dejaba hacer. Sin embargo, fue muy placentero para los tres poder estar así un rato. Yo notaba un mar de sensaciones en mis músculos anales que hacían que gritase como un poseído. Omar con el simple hecho de tener dentro su polla ya estaba como para correrse. El que hacía que pasáramos placer era Lucas, que no paraba de meter y sacar, cuanto podía, su polla de mi culo. Pero el tío no se cansaba y aceleraba a medida que se me abría más el culo. Hasta que Omar se unió también al movimiento. Estaban los dos que me iban a reventar de leche como siguieran así. A mí se me puso dura de nuevo.
Me follaban a la vez los muy cabrones el mismo agujero. Hasta que Lucas sacó su polla y la trajo a mi boca. Tal y como hizo aquel día en el callejón, me la metió en la boca para follármela. Mientras Omar seguía follándome el culo, esta vez todo para él. Lucas soltó toda su leche en mi boca, lo hizo sin avisar el cabronazo. Casi me ahogo de la cantidad que echó. No paraba el tío. Lefazo tras lefazo. Tuve que tragármelo todo. No me soltaba la cabeza y casi no podía respirar. Se negaba a sacar su trabuco de mi boca. Mientras Omar aceleraba el ritmo dentro de mi culo. Me sentía como una grandísima puta en ese momento. Casi violado por esos dos maromos de pollas monumentales. Al fin Lucas dejó libre mi boca y al rato lo hizo Omar con mi ano. Me quitó de encima y se sentó en la hamaca un poco incorporado hacia atrás.
Me dijo que me sentara frente a él y que le comiera la polla. En un momento dado me cogió con una mano la cabeza y me la levantó. Con la otra mano se cogió la polla y apuntó hacia mi cara. Abrí la boca pensando que iba a disparar su semen. Cuál fue mi sorpresa que de repente me veo un chorro de pis directo a mi cara. El tío comenzó a mearme por todo. Abría la boca para meterme un poco y luego se lo echaba sobre su torso. Salía un chorro inmenso de aquella polla. Omar manejaba el chorro cogiéndose la polla. Cuando se cansó de mérame a mi apuntó hacia su cara y se lo metía en su boca para expulsarlo sobre mí. Estuvo un buen rato así. Yo jugaba con el chorro. Ahora su cuerpazo brillaba debido al pis que tenía por todo.
-ven conmigo que voy a descargar en tu culo- y me llevó hasta su habitación.
Me puso de rodillas sobre la cama, me ató las manos detrás de la espalda y me puso una venda sobre los ojos. Me empujó hacia delante pero con al culo arriba de manera que me estaba apoyando con la cabeza y los hombros. Sin piedad alguna metió si tranca entera dentro de mi culo. Comenzó tal follada que supera a cualquier follada que me hayan metido. En la postura en la que estaba no me quedaba más remedio que comerme la almohada de los gritos que pegaba del placer que me metía aquel macho dominante. El tío follaba y follaba con una brutalidad que nos debían estar oyendo por toda la casa.
Yo no veía nada por la venda pero al rato escuché a Lucas y sus amigos que estaban mirándonos y comentaban la escena. Seguro que alguna se estaría pajeando. Como que no me podía apoyar con las manos y debido a la fuerza de sus embestidas yo me iba cayendo poco a poco quedando tumbado sobre la cama. Pero esto pareció no importarle a Omar porque siguió follándome esta vez encima de mi cuerpo. Tenía todo su cuerpo sobre mi mientras me metía la polla hasta el puto fondo d mi culo. Yo ya no aguanté más y una vez más me corrí. Esta vez sobre las sábanas de aquella cama que tenía que soportar las embestidas de Omar. Yo sacaba leche mientras el tío seguía metiendo y sacando polla. Ahora éramos los dos quienes gritábamos, Omar debía estar cerca del orgasmo.
Tenía ganas de que acabara ya, no podía mas con mi culo, había sido demasiado aquel día. Estaba totalmente sobre mí. Notaba su torso sobre mi espalda, me pasaba su sudor a mi cuerpo. Notaba el golpe de sus glúteos contra los míos. Parecía tener un puta maquina taladradora a mis espaladas. Yo expulsando semen y Omar que no paraba de petarme el culo. Al poco de haberme corrido comenzaron a salir sus fluidos que fueron por todo el interior de mi culo. Omar gritaba de placer y yo un poco por dolor de tanta polla. Siguió con el mismo ritmo hasta que salió la última gota de leche que dejó dentro de mi culo. Al sacar su polla me sentí como liberado. Fueron brutales todas y cada una de las folladas de aquel día.
qué me decís? se portaron bien conmigo? tenían que haberme follado un poco mas?
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