Que descubrimiento!
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Pidroso.
Pau es un chaval de 18 años que ha sido educado en el seno de una familia ultracatólica de la órbita del Opus Dei.
Era de los de misa cada Domingo, adoración nocturna en las vigilias de las festividades religiosas importantes y de bendecir la mesa antes de cada comida.
Desde los 14 años era novio de Laura, una de sus amigas del grupo parroquial y los dos eran fieles seguidores del dogma de llegar virgen al matrimonio, de hecho se reían al pensar que la canción "Amo a Laura" la habían escrito pensando en ellos.
Además Pau era muy buen estudiante y muy deportista.
En el instituto al que asistía a clases era de los destacados por sus notas además de capitán del equipo de hockey patines que durante dos años consecutivos había quedado campeones de la liga de institutos con él como máximo goleador.
Era pues un joven fornido de ancha espalda, piernas robustas y agraciado con un una cara en la que destacaban unos labios carnosos y unos hipnóticos ojos azules.
Era moreno de piel y de cabello cortado siempre muy corto, y llamaba la atención cada vez que salía con Laura a pasear o ir al cine.
En muchas ocasiones percibía como lo miraban pero no le daba ninguna importancia.
Su vida era previsible y le gustaba, su máxima ilusión era casarse con Laura y tener una gran familia, se veía como un buen padre y eso le colmaba de alegría.
El último viernes había ido a ver con Laura al cine la película "La llegada" del director canadiense Villeneuve y algo empezó a cambiar en la vida de Pau.
Durante la película Laura no paraba de rozar su pierna con la de él y le robaba algún beso a lo que se descuidaba un poco de la acción de la pantalla.
Al salir de la película mientras acompañaba de la mano a Laura a su casa ella le comenta que cree que ya deberían hacerlo, que algunas de sus amigas ya lo habían hecho y que les había encantado y estaban aún más enamoradas de sus chicos.
Para hacerlo le propone que el siguiente Viernes en vez de ir al Cine podrían quedarse en su casa porque sus padres no estarían y así podrían hacerlo tranquilamente.
Pau acepto nervioso y tras dejar a Laura en su casa, no paraba de pensar como podría ser.
Era demasiado inocente, no había visto nunca una revista guarra de las que se pasaban algunos de sus amigos porque lo consideraba pecado y menos aún podía conectarse a internet porque en su casa solo había un ordenador en el salón que usaba por turnos con sus hermanas y siempre para hacer trabajos del colegio.
Nunca había hablado de ese tema y lo que le ponía más nervioso era no saber como hacerlo o hacerlo mal y que Laura dejase de quererle.
Durante el fin de semana no podía dejar de pensar en ello, estaba tan nervioso que en el partido del domingo falló varios tiros a portería hasta que el entrenador decidió cambiarlo por otro compañero.
En el banquillo Kike, el portero suplente se le acercó y le preguntó que le pasaba, Kike era majete y le inspiraba mucha confianza.
Habían ido varios veranos a campamentos juntos e incluso habían compartido habitación, eran buenos amigos por eso Pau le contó lo que le preocupaba.
Tras una primera carcajada, que enfadó un poco a Pau, Kike le dice que a el le había ocurrido lo mismo hacía un año con su novia y que por conocidos supo de unos cines en la otra punta de la ciudad donde había una Sala X, que había ido y que con lo que vio en pantalla cuando lo hicieron su novia quedó supercontenta y que cada día la quería más.
Le pasó la dirección de los cines riendo y comentándole que aprovechase el miércoles tarde que era más barato y casi no había nadie.
El lunes en clase Pau no se concentraba pensando como poder hacer para ir el Miércoles a ese cine sin que se enterase nadie, además Kike no paraba de mirarle y sonreírse, Pau estaba atacado de los nervios el pobre y debía tomar una decisión.
Al llegar a casa el Lunes le dijo a su madre que el miércoles al salir de clase debía hacer un trabajo para la asignatura de geografía sobre otro barrio de la ciudad y que iría en bus para sacar algunas fotos y documentarse.
Su Madre se emocionó contándole que en ese barrio había una iglesia preciosa y que aprovechase para visitarla, la pobre ni se imaginaba que no era precisamente la iglesia lo que quería visitar su hijo y Pau para no ponerse más nervioso se fue rápidamente a su habitación.
Tanto el Martes como el Miércoles mañana se le hicieron interminables, además el mismo Martes tarde había visto a Laura un rato y ella no paraba de decirle que sus padres no volverían hasta las 23h del Viernes y que le apetecía mucho estar con el, lo cual aún lo puso más cardiaco.
Por fin llegó el Miércoles tarde y a las 15:45 estaba delante del cine para la sesión de las 16h.
Vio las películas que pasaban en cada sala y parecía un cine de lo más normal a no ser porque la sala 9 no tenía cartel ilustrado de la película y si uno en cartulina y escrito a rotulador donde ponía “Cine de Adultos.
Hoy.
Garganta profunda: Todo un Clásico del Género".
Tras unos minutos titubeando se acercó a la taquilla atendida por una mujer madura y cogiendo aire lo dijo: "Una para la sala 9 por favor".
La taquillera ni lo miró, le dio su entrada y cogió el billete de 5€ que Pau le ofreció con la mano temblorosa por los nervios y con la que recogió el cambio para entrar de forma acelerada en el cine.
Cuando Pau entró en la sala la película aún no había comenzado.
Había muy poca gente, Kike tenía razón, un par de abuelos de entre 60 y 70 años en la cuarta fila, una pareja de chico y chica de unos 20/25 años en la quinta y un hombre trajeado de unos 30 años en la última que le sonrió cuando entró.
Pau se sentó pegado al pasillo separado de todos ellos.
Se apagaron las luces y a Pau de los nervios casi se le nublaba la vista.
empieza la película y en la pantalla la acción se desarrollaba ante los asombrados ojos de Pau que no quería perderse detalle para poder hacerlo bien su primera vez.
Casi ni pestañeaba, lo que estaba viendo no se lo había ni imaginado y le aunque le estaba gustando tenía la sensación de estar haciendo algo prohibido y pecaminoso, por eso a los 40 minutos de película se levanto y salió de la sala tropezándose con el brazo de una de las butacas.
Ya en la calle se sentó en un banco a respirar tranquilamente, tenía la polla que le reventaba el pantalón y el corazón le iba a mil.
Había visto lo suficiente se repetía, ya sabía como hacerlo, ya lo sabía.
Cerro los ojos y comenzó a respirar mas tranquilo.
"Oye, ¿estás bien?"
Cuando abrió los ojos vio al hombre de 30 años que estaba en la última fila mirándolo con cara de preocupado.
Se fijó en él, iba de traje y camisa, no llevaba corbata y tenía un botón desabrochado por el que Pau entrevió una cadena y un crucifijo de plata, tenía barba de 3 días y unos ojos castaños.
Pau le respondió que si que estaba bien y le dio las gracias por preocuparse.
El hombre se presentó:
"Es que me has preocupado al verte salir tan acelerado, yo soy Germán García" le dijo mientras le ofreció la mano, Pau se presento igualmente y le dio la mano, Germán sonriendo se sentó a su lado en el banco y se sacó un cigarro
German: ¿Quieres?
Pau: No gracias, no fumo
G: No te molesta ¿no?
P: Para nada
G: Gracias.
Mientras iba fumando Germán le contó que trabajaba allí cerca y que normalmente no solía ir a ese tipo de sala pero que al leer en el periódico que pasaban esa película se había animado.
Siempre había querido verla, le dijo, porque le había hecho gracia el argumento de que la chica tenía el clítoris en la garganta.
Bromeó con que si no llega ser porno se merecería el premio al mejor guión.
Pau se sentía a gusto con Germán, más incluso cuando este le contó que era casado y que ya tenía 3 hijos de 7, 5 y 3 y con otro en camino, le enseñó sus fotos y una de su mujer embarazadísima que tenía en el móvil.
Le contó además que llevaba 15 días solo en casa porque su mujer que era de Gran Canaria se había ido allí para estar con sus padres antes del parto y que se lo habían programado para el Domingo por lo que él se iría el Viernes para estar en el gran momento.
G: Y como me aburro solo en casa pues por eso me he venido a ver algo entretenido
P: ¿Y a tu mujer le parece bien?
G: Si lo sabe me capa, pero hijo, de vez en cuando hay que ver algo así para ponerte al día y darle salero al matrimonio.
Y tu con lo joven que eres ¿no es mas fácil que quedes con una novieta?, porque yo a tu edad alguna revistilla porno me veía con colegas pero era de los que me gustaba más practicar, le dijo mientras se rascaba un poco la ingle.
Pau que se había tranquilizado un poco con la conversación le contó lo de la cita del Viernes con Laura y de que quería hacerlo bien.
G: ¡Pero hombre! (poniéndole la mano sobre la rodilla) ahora hay pelis mucho más ilustrativas que esta, si no estás liado te invito a tomar un refresco en casa y te paso alguna que te irá mejor para aprender de las que tengo descargadas y así ¡este viernes triunfas fijo!
A Pau le daba vergüenza pero Germán le estaba cayendo muy bien, era como un profe enrollado del instituto por eso accedió a acompañarlo.
Durante el camino a la casa de Germán, que también estaba en el mismo barrio del cine, éste llamó a su mujer y Pau escucho la conversación.
Le encantó la dulzura y el amor que demostraba Germán con su esposa, le parecía increíble que se hubieran conocido en una sala x, hasta le hizo gracia "Los caminos del señor son inescrutables" pensó y se sonrió.
Llegaron al piso de Germán, era un ático con 4 habitaciones, dos baños, una gran cocina y un gran salón con salida a una terraza desde donde se divisaba parte de la ciudad, estaba muy ordenado e impoluto.
Germán le enseñó la casa, las habitaciones de sus hijos con peluches sobre las camas incluidos, y le puso un vaso de Cola que sacó de la nevera y mientras él se abrió una cerveza.
G: Pau, voy un momento a ponerme cómodo y ahora vuelvo, tu como si estuvieses en tu casa, ahora traigo el portátil.
Germán tardó unos minutos en volver y Pau fue viendo alguno de los dibujos infantiles que estaban en la nevera sujetados por unos imanes de distintas ciudades del mundo.
Fantaseó un instante con poder llevar una vida como la de Germán, con una gran familia.
Ni se percató de que Germán había entrado en la cocina y lo estaba viendo por detrás con una mirada no precisamente limpia mientras se sonreía y se colocaba la polla dentro de unos pantalones cortos de chandal gris que se había puesto sin gayumbos para poder sentirse libre de verdad.
G: Aquí traigo el portátil Pau, vamos a la sala, selecciono las pelis y te las paso en este pendrive, tu tranquilo que ya me lo devolverás.
Pau se giró y vio a un Germán diferente, con los pantalones cortos de chandal y una camiseta de asas que dejaban ver parte de un pecho peludo, con el crucifijo de plata y unos brazos fuertes, German le sonrió y lo rodeo con el brazo llevándoselo al salón.
G: Vente hombre que vas a ver que tengo muy buen material.
Al llegar al salón se sentaron juntos en uno de los sofás mientras Germán conectaba un disco duro al ordenador y abría su contenido.
También de una cajita sacaba un cigarrillo liado.
G: Si no te importa me voy a fumar un porrete, al no estar los niños ni la parienta lo hago porque me relaja
P: Es tu casa (le dijo sonriendo).
G: ¿Has fumado alguna vez?
P: Si, una vez con unos amigos de Hockey, nos reímos mogollón
G: Pues hoy te toca reírte conmigo, le dijo mientras le ponía de nuevo la mano en la rodilla pero ya no la retiraba.
Estuvieron pasándose el porro un rato y Pau se sentía super relajado, Germán era un tipo cojonudo, le había abierto las puertas de su casa y se estaba riendo con el de anécdotas que le contaba de su pandilla de cuando tenía su edad.
G: Oye, ¿te parece que nos pongamos una peli de las que te voy a pasar para que veas que material bueno te llevas?
Pau: (Entre cortado y curioso) “Vale”
Germán pinchó una de las pelis y se la pasó a la tele por el Wifi.
En la gran pantalla de plasma un joven sacerdote ayudaba a una también joven monja a limpiar un santo cuando comenzaba a sobarle las tetas.
Pau estaba bastante colocado y no podía apartar la vista de la pantalla.
G: (Sobándole la rodilla a Pau) "Está buena la película ¿no?
Pau estaba tan mareado y tranquilo que no respondió y tampoco dijo nada cuando German fue subiendo poco a poco la mano de la rodilla hacia su muslo.
Le sorprendía un poco lo que pasaba pero su polla le estaba haciendo daño de lo dura que la tenía aprisionada por el vaquero y la caricia de Germán lejos de incomodarle le estaba gustando, estaba tan tranquilo y a gusto con Germán que se recostó en el sofá y abrió un poco sus piernas cuando Germán se lo pidió por favor.
G: Tu mira la pantalla que creo que esta tarde nos vamos a divertir bastante, (le dijo a Pau mientras se pasaba lascivamente su lengua entre los labios).
Con las piernas abiertas Pau dejo libre el acceso a su entrepierna, y Germán no desaprovechó la ocasión para meterle mano descaradamente, mientras acercaba sus labios a su oreja.
G: ¿Te está gustando lo que te hago? (Mientras le soltaba el botón del pantalón y le bajaba lentamente la cremallera).
Pau (susurrando) ahhh, siiii
G: (Hablándole al oído), Pues es solo el principio, hoy te vas a estrenar a lo grande.
(Mientras se sobaba la polla por encima del pantalón gris de chandal y sacaba la polla de Pau de sus gayumbos).
Pau no podía pensar con rapidez, le estaba encantando sentir la mano de Germán buscando su polla, y echo su cabeza hacia atrás cuando Germán bajó de su oído a besarle el cuello.
Ufff nunca se había sentido tan caliente, ni con los roces de su novia Laura.
Germán sacó la polla de Pau del gayumbo con dificultad y se relamió al verla, ¡menuda pieza calzaba el chaval! El no se podía quejar con su polla de 17cm y gruesa pero la de Pau era solo un poco menos gruesa que la suya pero era más larga, 18?,19? pensó, pero que más da, se lanzó como un poseso a devorarla, “soy el primero que se la chupa”, pensó, ¡debe estar alucinando!
Así era, Pau sintió la lengua de German lamiendo su capullo y casi se desmaya de placer, uff
P: Germaaan que haces, para por favor es peca.
Germán no escuchaba ya a Pau, estaba centrado en la polla del chaval y en darle en mayor placer que hubiese conocido, poco a poco se pone de rodillas entre sus piernas y le baja de todo sus vaqueros y sus gayumbos sin dejar de devorarle el nabo, ahora si escucha la respiración entrecortada de Pau y baja hacia sus huevos.
Uff, que hermosura, dos pelotas cargadas de leche fresca de verdad solo para el, va a ser el primero en probarla.
Va jugueteando con la lengua por los huevos de Pau hasta que se da cuenta de que quiere follárselo, quiere follárselo como sea y sin dejar de pajearlo lo va entre girando para poder acceder a su objetivo que no es otro que el ojete virgen del chaval.
En un abrir y cerrar de ojos Pau se encuentra con todo el culo expuesto frente a la cara de este padre de familia del que admiraba su vida, no sabe que le pasa pero su conciencia no responde y se deja arrastrar por lo caliente de la situación.
Él, un joven virgen de menos de 18 años ofreciéndose a un padre de familia que no tiene ningún reparo en comerle y lamerle el ojete
G: Ummm pero que bueno estás, la de tiempo que hacía que no me comía un ojete así, sin desflorar, relájate y disfruta chaval que te voy a enseñar lo que es follar de verdad.
Pau sentía como la lengua de Germán iba abriéndole el ojete poco a poco y tenía el corazón a mil, pero la que palpitaba sin parar era su polla con las caricias que le hacía Germán mientras le devoraba el culo.
En un momento noto algo que intentaba entrar por su agujero, Germán lo estaba dedeando pacientemente sin dejar de lamerlo y acariciarlo
German le susurraba "Tranquilo, respira, verás como te gusta, déjate llevar.
" mientras introducía su dedo poco a poco buscando la próstata del chaval.
Pau sentía ese dedo invasor mientras Germán subía por su espalda dándole besos intermitentes sin dejar de dedearlo; ya iban dos dedos jugando con el esfínter del chaval que se retorcía de placer.
Germán llego de nuevo a la oreja de Pau besándole toda la espalda, le mordió un poco la oreja y le susurró
G: Así, disfruta nene que te voy a hacer ver las estrellas.
Pau no se dio cuenta de que Germán había substituido sus dedos por algo más grueso a la entrada de su ano.
El gordo capullo del padre de familia iba poco a poco superando la entrada de su orificio.
Pau no podía pensar en nada, estaba concentrado en lo que le estaba pasando en su zona trasera, sentía como poco a poco, muy poco a poco su ojete se estaba tragando el capullo de Germán que le iba acariciando la espalda mientras le decía lo bueno que estaba.
Podían haber pasado horas o minutos, Pau no lo sabía con certeza pero aunque sentía un poco de dolor, Germán le estaba dando tanto placer que se le erizaba el vello de todo el cuerpo, la voz de Germán lo tranquilizaba y excitaba a la vez, tan suave, tan suave Ahhh!!
G: Susurrando.
Ya la tienes toda dentro Pau, tranquilo, tranquilo, ummm, espero un poco a que la sientas y te acostumbres, tranquilo, (mientras le acaricia la espalda), ahora te voy a enseñar lo que es follar.
Germán se la sacó un poco y empezó un vaivén de mete saca primero lentamente pero progresivamente aumentando la velocidad.
Pau estaba en el séptimo cielo, no paraba de gemir y se sorprendió diciendo
P: Fóllame.
ahhh fóllame
Era el momento que esperaba Germán que sin sacársela fue girando poco a poco al chaval hasta que quedaron de frente en el sofá e inició una penetración salvaje.
Pau solo podía sentir placer viendo la cara de vicio que tenía Germán mientras le follaba rápidamente y le pajeaba su polla de forma agresiva.
Se centró en el crucifijo de plata que colgaba del cuello de Germán y que se balanceaba al ritmo de la follada brutal que le estaba metiendo.
G: Uff, si, si, nene, ya me vengo, ya me vengooooo
Germán soltó toda la leche que acumulaba en las entrañas de Pau, que al sentirlo se corrió también llenándose todo el pecho de su leche.
Germán sin sacar la polla del culo de Pau se acercó poco a poco a su cara y le dio un beso en sus carnosos labios, beso que en nada se transformó en un morreo brutal.
Poco a poco Germán sacó la polla del culo de Pau y fue bajando hacia el pecho del chaval para comerse toda su corrida.
G.
Ufff, que bueno Pau, la de tiempo que no me pegaba un polvo así, estás para comerte, ufff como lo necesitaba.
¿Estás bien?
P: (jadeando todavía) , Si.
si
G: Venga, vamos a la ducha a limpiarnos un poco.
Fueron al baño y se ducharon entre morreos y caricias, Pau se hubiese quedado allí toda la vida, le gustaba sentirse abrazado por Germán, se sentía seguro, se sorprendió pensarlo, no estaba arrepentido, ¿estaría enfermo? pensó, pero lo que de verdad sentía es que le gustaría repetir.
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