Qué fácil es el sexo, parte 3 – Cristian.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Danielgay18.
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Parte 1: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-34741.html
Parte 2: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-34758.html
Cuando llegué el lunes a la escuela vi a Ramón dirigirse a su salón, así que corrí hacia él.
-Ramón, ¿Qué pasó? ¿Tu hermanito dijo algo?
-No, tranquilo, Julián no dijo nada, pero creo que no podremos coger por un tiempo, mi hermanito no puede verte en mi casa otra vez
-No me digas eso, nadie aprieta el culito así como tú
-Perdona, me costó mucho trabajo convencer a Julián de que no diga nada, no quiero arriesgarme
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Desde que llegué a casa de la escuela mi mente no dejaba de pensar en que tendría que buscarme a alguien más para coger, ‘’Ahora podría estar metiéndole la verga a Ramón’’; No era difícil conseguir a alguien pues aunque no soy guapo, tengo lo mío: tengo 18 años de edad pero todos dicen que luzco más joven, mido 1.
72 y gracias a que practico natación tengo un cuerpo antojable, soy moreno claro y mi cabello es rizado y largo; pero aun así lo que se complicaba era que ese alguien tuviera un sitio donde pudiéramos coger, pues yo vivía con mi madre y mi hermanastra Carla de 10 años que siempre estaban en casa y Alejandro, mi padrastro.
Tenía algunas personas en mente, quizá, después de comer podría hablarle a alguna y ver que se armaba.
-¡CRISTIAN! ¿No escuchas?
-¿Ehh? Lo siento, estaba distraído, ¿Qué me decías?
-Mmm, te decía que cuando Alejandro regrese del trabajo podríamos ir los cuatro a la plaza, ver una película y cenar o algo así
-Mmm, creo que pasaré mamá, hoy tengo mucha tarea
-¿Seguro? Saldríamos como a las seis y quizá a las 10 ya estemos de vuelta
-Vayan ustedes, saldremos juntos otro día
Los tres sonreímos, pero cada uno por sus razones; Apenas terminé de comer subí a mi cuarto y en seguida comencé a platicar con algunos chicos buscando quién estaba disponible esa noche: al final quedé con Darien, un tipo de 24 años, muy rico y muy guapo con el que había cogido varias veces.
Era versátil igual que yo y, lo que más me gustaba, es que era muy horny: era de mente abierta, no le decía que no a nada en el sexo; con él había cumplido muchísimas fantasías, cada una más pervertida que la anterior, incluso habíamos grabado varios videos porno que subimos a xvideos.
Quedamos en que vendría apenas mi familia se fuera y que se iría a las nueve, cuando aún no regresaran.
Pasó la tarde, me bañé y me puse un bóxer muy pegado que tenía; también me puse un short muy corto y una playera sin mangas y cuando mi padrastro llegó a casa y me preguntó una vez más si en verdad no quería ir, le respondí: ‘’No, no puedo, hoy estaré muy ocupado’’.
Cuando se fueron, le envié un mensaje a Darien y esperé a que llegara; Mi corazón latía con fuerza y de solo imaginarme la noche que tendría se me ponía dura la verga; estaba ansioso, quería que Darien me cogiera y quería cogérmelo, como siempre hacíamos.
Tocaron la puerta y, al abrirla, vi a Darien sonriendo con una camisa pegada que remarcaba su pecho musculoso y sus grandes brazos; traía un pantalón de mezclilla muy pegado a sus piernotas y en el que se marcaba un bulto inmenso.
Sentí como mi pene se comenzaba a poner duro; quería arrancarle la ropa y comérmelo ahí mismo, pero me resistí y lo invite a pasar.
-¿Quieres un vaso de agua?
-Quiero dejarte lleno de leche
Darien me empujó con violencia al sofá y se quitó la camisa mostrándome su cuerpo marcado y sus brazos gruesos; me quité la camisa y él se lanzó sobre mí y comenzó a lamer mi pezón que succionaba y chupaba como si fuera una mamila al mismo tiempo que me pellizcaba violentamente el otro.
Me mordía el pecho mientras mis manos comenzaban a recorrer su espalda marcada y gemí cuando sus dientes presionaron mi pezón entre ellos, luego él se bajó el pantalón de golpe y presumía como su erección se marcaba en su bóxer rojo; nos pusimos de pie y comenzamos a besarnos mientras él me apretaba las nalgas sobre el short y yo metía mi mano en su ropa para sentir las suyas.
Sentí sus dedos intentando abrirme las nalgas y notaba como sus manos me jalaban para restregarme su verga en mi cuerpo; sus dedos recorrían mi culo y tanteaban mi ano mientras que mis manos se paseaban por toda la superficie de la piel firme de sus nalgas.
Darien me tomó por los hombros y me lanzó al piso, caí de lado y, desde abajo, vi cómo me miraba como si yo fuera un objeto.
-Ven aquí, perrita, desléchame
A gatas me acerqué a él y comencé a chuparle su polla dura sobre el bóxer, Darien me jaló el cabello, separándome y me gritó:
-¿No entiendes? Desléchame maldita perra
Realmente me asusté, nunca en las veces anteriores Darien me había tratado así, siempre había habido un trato implícito en el que ambos nos reuníamos, nos cogíamos mutuamente un par de veces, quizá nos orinábamos o cumplíamos algún otro fetiche y listo; pero debo admitir que, aunque me sentía asustado, que Darien se comportara como un macho dominante y me tratara como un objeto me llegaba a excitar.
Le bajé el bóxer y sin perder tiempo me metí su polla babosa y gorda a la boca: su verga morena de 19 centímetros pero casi tan ancha como un pepino mediano apenas me cabía, con dificultad me metía y sacaba esa vergota presionando con mis labios y jugando con mi lengua su glande cabezón que estaba lleno de líquido preseminal: su polla brillaba por la cantidad de jugo y saliva que tenía y sabía saladita, muy rica.
Lamía su cabeza como si fuera un helado y le daba besos desde la punta hasta la base para terminar metiéndome sus huevotes peludos a la boca; luego de sorpresa, Darien me tomó de los cachetes y presionó mi cabeza para evitar que me moviera y sin avisarme comenzó a cogerme con violencia por la boca: apenas podía respirar y sentía cómo ese pedazo de carne me lastimaba la garganta; su verga entraba y salía provocándome arcadas y mi boca se llenaba de saliva y de su precum salado.
-Así perrita, te voy a coger por todos los huecos que tengas, vas a terminar lleno de la leche de tu papi; Vamos, pídeme que te coja, pídemelo –No podía hablar con ese pollo en mi boca, pero a él eso no le interesó por lo que me dio una cachetada muy fuerte – RESPÓNDEME CUANDO TE HABLO, yo soy tu macho y tú eres solo una putita hambrienta de verga, ¿Quieres que te coja o no?
Como pude, moví la cabeza de arriba a abajo y lo miré con ojos de súplica para que se detuviera; me asusté mucho porque, a comparación mía, él era mucho más grande y fuerte que yo, sabía que aunque quisiera detenerlo le sería muy fácil sujetarme y cogerme a la fuerza.
No tenía opción, lo mejor sería disfrutarlo.
-Así me gustan las perritas, que sepan lo que quieren
Me sacó la verga de la boca y comenzó a golpearme la cara con ella; su glande me embarraba las mejillas con sus líquidos, llevé mi mano a mi pene que estaba por destrozar mi short y me lo saqué, comencé a masturbarme frenéticamente mientras Darien pasaba su polla húmeda por mis labios.
Lamía toda su cabeza provocando que él lanzara gemidos guturales y le acariciaba los huevos al mismo tiempo que él me pellizcaba un pezón; luego se detuvo y se dirigió a donde había dejado su pantalón y sacó una cámara, ‘’Estoy seguro de que ninguno de los dos va a querer olvidar esto; vamos a la cocina, ya te toca comer’’; Nos terminamos de quitar la ropa y, jalándome del cabello, me llevó hacia ahí.
-acuéstate sobre la mesa, boca abajo perrita; así, muéstrame las nalgas, sé que quieres que te coja, anda, pídemelo-Me acosté como me dijo y le respondí:
-Cógeme Darien
-A mí no me hablas por mi nombre-Me dio una nalgada que resonó en la cocina-Yo soy tu macho, tu papi, y así me vas a tratar, ahora pídemelo bien-Me dio otra nalgada y comenzó a apretarme el culo
-Cógeme papi, por favor
-Ruégame pendeja, RUEGAME
-Por favor, cógeme, méteme la verga, lléname de leche, lo necesito, quiero sentir como me penetras y me haces tuyo, lléname de leche
-Así me gusta, que sean bien putas; Date la vuelta, ya te toca mamar
Giré sobre la mesa y me puse de frente a su entrepierna, su verga estaba a unos centímetros de mi cara por lo que acerqué mi nariz y aspiré su olor a macho; sentí un aroma a orina y a sexo que me prendió instantáneamente, así que saqué mi lengua y comencé a lamer su glande; contorneaba su cabeza chata con mi lengua y hurgaba en la puntita para llevarme a la boca cada gota del delicioso líquido que emanaba de esa polla; luego puse mis manos en sus nalgas, me metí su miembro a la boca y presioné para sentirlo lo más profundo en mi garganta que se pudiera; sentía que me quedaba sin aire pero inmediatamente Darien comenzó a controlar la situación; me tomó de la cabeza y comenzó a cogerme la boca con un vaivén despiadado; mis labios presionaban su grotesco pene mientras entraba y salía y sus huevotes se balanceaban golpeándome en la barbilla con cada embestida.
Cuando por fin me sacó su verga una gran cantidad de saliva chorreó por la comisura de mis labios y su miembro estaba completamente baboso; apenas tuve chance de tomar aire cuando nuevamente su pene volvió a cogerme violentamente; el pecho de Darien estaba completamente mojado de sudor y tenía los ojos en blanco, su boca se contorsionaba con cada gemido animal que hacía cada vez que su verga llegaba hasta el fondo de mi garganta, llevé una mano a su abdomen y comencé a acariciar su duro torso mientras que con la otra sentía el calor de sus huevos.
Poco a poco Darien fue disminuyendo la intensidad de las embestidas hasta detenerse completamente, escupí toda la saliva que se había acumulado y me sorprendí al ver la cantidad que era; me sentía como todo uno de esos actores porno que hacían gagging.
-Ya te di lo que querías mami, te toca chuparme los huevos
-Tomé su verga con mi mano y sentí el calor hirviente de su piel; su verga estaba completamente dura y las venas resaltaban en su piel morena; comencé a masturbarlo y empecé a chuparle el glande metiéndomelo poco a poco a la boca y jugando con mi lengua cuando lo tenía dentro; los gemidos animales que Darien sacaba se combinaban con sus ‘’así, más rápido, métetela a la boca, juégame los huevos’’ y yo le obedecía; Sus dos grandes testículos colgaban más debajo de su pene, estaban repletos de pelos y lucían imponentes; acerqué mi cara a ellos y sentí un olor como si Darien no se hubiera bañado en todo el día, era una combinación de sudor, orina y fluidos sexuales; me metí uno por uno a la boca succionando y lamiéndolos mientras mi mano subía y bajaba por su monstruosa verga.
Cuando levanté la mirada, con ese pollón en la mano y los huevos en la boca, vi a Darien apuntándome con la cámara y tomándome varias fotos: sentí pena, por lo que me detuve y, cuando iba a hablar, Darien me dio una cachetada.
-No te di permiso de que te detuvieras estúpida
-Darien, no tomes fotos, por f…-Cachetada
-¿No obedeces? ¡DATE LA VUELTA! Quiero tu culo frente a mí
Obedecí inmediatamente para evitar otro manotazo, giré en la mesa, me hice un poco para atrás y dejé mis nalgas al borde de esta, mis pies tocaban el suelo; Darien continúo tomándome fotos y yo aguantaba las ganas de llorar, no porque no me estuviera gustando, sino por el dolor en mis mejillas y la humillación que sentía.
Sentí un escalofrío que recorrió toda mi espina dorsal cuando sus manos comenzaron a apretarme las nalgas como si estuviera amasando algo, sentía sus dedos clavarse en mi piel y como separaba mis nalgas; Darien pasó su dedo índice por la división de mi trasero y, justo cuando tocó mi ano, lancé un gemido
-Gime putita
Sus grandes manos se aporrearon en ambas de mis nalgas provocando un sonido como un ‘’plaff’’ y me sorprendí por el ardor que sentí sobre la piel; llevé mi brazo a la boca y comencé a morderlo cuando, nuevamente, Darien me nalgueó con mucha fuerza; podría jurar que sus manotas habían marcado mi pequeño trasero, dejándolo rojo y sensible; Darien me dio otro manotazo en la nalga derecha y uno más en la izquierda y continuó intercalando, provocando que gimiera y me quejara; cada golpe me provocaba un dolor inhumano pero, por primera vez, una sensación de placer indescriptible; el sentir como mis nalgas me ardían y como un macho hacía con mi cuerpo lo que él quisiera ponía a full mi verga atrapada entre mi cuerpo y la madera de la mesa.
Gemí como una perra cuando sentí como Darien metía su cara entre mis nalgas y comenzaba a lamer mi hoyito; su lengua intentaba penetrar violentamente a mi interior haciéndome sudar de placer, me mordía las nalgas y me chupaba el culo como si éstas se fueran a acabar, provocándome elevar la cola para sentir mucho más el beso negro que me daba; mi ano se dilataba y se cerraba atrapando su lengua dentro, la cual él movía generándome una corriente que iba de mi culo hasta la cabeza.
Darien escupió donde mi espalda se dividía para dar paso a mis nalgas y dejó que la saliva escurriera hasta mi agujero, donde con su lengua la recogió para tragársela.
Cuando uno de sus dedos hizo presión para entrar a mi intestino tuve que llevar mi mano a la boca para ahogar el grito que iba a lanzar; sin siquiera ponerle saliva, Darien comenzó a meter y a sacar su dedo, hurgando dentro de mi provocándome un poco de ardor y ráfagas de placer; su ancho dedo entraba y salía de mi culo mientras que con su otra mano seguía dándome unas nalgadas bestiales que hacían que de mi boca escaparan unos gemidos descontrolados; pronto un dedo se convirtió en dos y luego en tres: mi ano comenzaba a abrirse y a palpitar como nunca lo había hecho, pero el ardor por el mete y saca seco que Darien me daba con sus dedos no desaparecía.
-¿Te duele?
-Si papi
-Bueno, te va a doler más esta vergota
-Métemela, por favor
-¿Quieres que le ponga lubricante?
-Por favor, no me la metas seca
-No, no lo mereces, las gatas como tú no merecen esas cosas-comenzó a reírse y, jalándome del cabello se acercó a mi oreja, la mordisqueó y me susurró al oído-pero bueno, no quiero lastimar este rico culito y que no me lo des otra vez, así que lo voy a cuidar, porque es mío ahora.
Darien me soltó y se acercó a la alacena, revolvió todos los frascos hasta que encontró lo que buscaba; luego, puso la cámara a grabar y la dejó frente a nosotros, dando una vista frontal de la escena; se acercó a mí y me embarró aceite de cocina en el ano, nuevamente metiendo sus dedos en mí: la sensación era mucho mejor, debido a mi dilatación, por lo levanté un poco el pecho y comencé a pellizcarme un pezón para disfrutar más; Darien se embarró un poco de aceite en la verga y puso su cabeza en la entrada de mi culo, me dejé caer sobre la mesa y me relajé, cerrando los ojos y esperando lo inevitable: mi alma se partía en dos en cada segundo que su pene gordo se abría paso en mi interior.
Grité tan fuerte que estaba seguro que mis vecinos me había escuchado, lo que excitó aún más a mi macho y empezó a empujar con más fuerza; del dolor, comencé a patalear por lo que Darien me tomó de la cintura y de una estocada me metió todo lo que pudo de su verga y aunque no entró toda, me dolía muchísimo por lo que empecé a llorar; se dejó caer sobre mí y sentí su pecho sudado sobre mi espalda, puso sus manos sobre las mías, en la mesa y comenzó a lamerle la oreja y el cuello soltando unos quejidos animales que me excitaban y erizaban mi piel; nos quedamos un par de minutos así, pero el dolor me hizo creer que fueron horas y comenzó a moverse despacio de afuera hacia dentro, metiendo y sacando buena parte de su verga; sentía como mis paredes anales quemaban al contacto de su verga caliente y cómo mi culo se llenaba de su trozo de carne, sentía cómo su polla llegaba hasta el fondo de mi interior, intentando penetrar más ahí de donde podía; el vaivén comenzó a hacerse cada vez más rápido y con cada embestida comencé a gemir muy fuerte, el tiempo pasaba y mi ano se dilataba más y más dejando entrar más fácilmente el grueso miembro de mi macho; nuestros cuerpos estaban cubiertos de sudor y el olor a sexo impregnaba toda la cocina, el ambiente era muy sexual, con mis gemidos y los suyos sonando al compás de las penetradas profundas que mi culo recibía y del sonido que el pelvis de Darien provocaba al chocar con mis nalgas rojas; el vaivén continuaba rítmicamente y en algún momento el dolor disminuyó a tal grado que la única molestia que sentía era la falta de lubricación y el peso de la bestia que me estaba cogiendo sobre mí.
Darien se puso de pie y sujetándome fuerte comenzó a penetrarme violentamente provocando que la mesa se tambaleara de un lado a otro, sentía sus huevos golpear los míos intensamente e intenté inútilmente aferrarme a la madera con los ojos cerrados, disfrutando la dominación que mi macho me daba.
-Ahhh, ahhh, ahhh, ahhh, AHHHHH, más fuerte papi, métemela más duro
-Que guarra, ¿te gusta pendeja? Que puta eres
-Dale papi, dame más, lléname de leche
Provocado por mis palabras, las embestidas se hicieron aún más violentas y rápidas, cosa que no creía posible, sentía mi ano palpitar y como si fuera a romperse en cualquier momento, disfrutaba el calor que mi hombre provocaba en mi interior y para agradecerle, comencé a apretar su verga con mi culito; las contracciones provocaron en Darien unos quejidos aún más salvajes y, continuando con el acelerado vaivén, me jaló del cabello para escupirme ahí y en la espalda.
Finalmente, su polla penetró a lo más profundo posible de mi ser y con un grito de triunfo depositó su leche en mi interior; sentí cada uno de los seis chorros que me dejó dentro y solté un último quejido cuando su verga salió haciendo un ruido sonoro y dejando una sensación de vacío en mí; fue por la cámara y después acercó su cara a mi ano y, separando mis nalgas, esperó a que su semen comenzara a salir
-Lo tienes muy abierto, puedo ver tu interior, esta rojo e hinchado, como un culo de puta
Pujé despacio y sentí como el líquido viscoso salía de mi agujero y bajaba lentamente en dirección a mis huevos, escuché a Darien tomándome unas fotos para luego dejar la cámara sobre la mesa y acercar su lengua a mi ano, lamió cada gota de su leche recogiéndola en su boca y provocándome escalofríos y placer; se levantó y jalándome del pelo me puso de pie también, me tomó de la quijada y me hizo abrir la boca; una buena cantidad de semen cayó de su boca a mi lengua y comenzó a escurrir por la comisura de mis labios por lo que con mis dedos, lo recogí y me la volví a meter; sus labios se acercaron a los míos y culminamos el acto con un beso blanco; dentro de mi boca, su lengua jugaba con la mía recogiendo parte de su corrida y mi saliva para tragárselas mientras que yo comenzaba a tragarme su lefa que quemaba mi garganta al pasar por ella; continuamos el beso un par de minutos y luego me dio una nalgada diciéndome
-vamos al baño
Ya sabía lo que vendría: nos dirigimos al baño y nos metimos a la regadera; su polla colgaba semiflácida entre sus piernas pero seguía luciendo imponente con el hilo de semen que escurría de ella; me arrodillé frente a él y abrí la boca dejando que pusiera su glande baboso en mis labios, saboreé los restos de la deliciosa corrida y cerré los ojos para esperar.
Darien gimió al mismo tiempo que un primer chorro de orina caía dentro de mi boca y escurría por la comisura de mis labios; tenía un sabor y olor muy fuertes y costaba mantenerla mucho tiempo en la boca, por lo que dejaba que cayera por mis labios y me mojara el pecho; por momentos tragaba algo de ese líquido amarillo y disfrutaba cuando cruzaba por mi garganta para depositarse en mi estómago, donde debía estar; Darien tomó su verga entre sus manos y dirigió su lluvia dorada por mi cara y mi cuerpo, mojando mi pelo y mi pecho; luego de mi verga erecta comenzó a brotar un chorro de orina que me llegaba a la cara, así que abrí la boca y recibí ambas meadas.
Siempre he disfrutado practicar la lluvia dorada, pero después de esta noche de sexo fuerte, recibir la orina de Darien era algo diferente: sentía como si me estuviera marcando, como si quisiera demostrarme que yo era suyo y él podía hacer conmigo cualquier cosa que se le ocurriera y que no podía hacer nada para evitarlo; comencé a sobarme los huevos mientras el chorro seguía cayendo en mi cuerpo; me sentía en éxtasis, en un punto de excitación en el que cualquier roce me hacía estar cerca de mi orgasmo, todo era perfecto hasta que…
-¡CRISTIAN! ¿Qué carajo estás haciendo?
Alejandro, mi padrastro, estaba de pie en la puerta del baño sosteniendo la cámara que Darien había dejado en la mesa.
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Gracias a los que me escriben diciéndome que les gustaron los relatos.
Espero les haya gustado este, por más intenso y puerco que estuviera, pero ese es el plan de esta serie: mostrar el sexo en absolutamente todas sus facetas.
Espero sus comentarios y mensajes y también pueden pasarse por mi entrevista para preguntar algo acerca de mi o de las historias, gracias.
Danielgay18
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