¿QUIERES JUGAR CONMIGO? (PARTE 2)
Desde ese día y ante el primer encuentro sexual con Tomy, aquel joven universitario había quedado realmente fascinado con tremenda travesura que le había hecho ese pequeño niño. .
Pero había un pequeño detalle, Ismael se mostraba un poco indiferente y muy pensativo ante su familia, pues, aunque había disfrutado cogerse a Tomy, él estaba temeroso de que ese niño fuera a contar algo de lo sucedido y entonces, esté se vería envuelto en un gran escándalo.
Pero para su buena fortuna, el pequeño Tomy no mencionó nada a nadie de lo que había ocurrido con Ismael, pues sinceramente, ese niño estaba muy bien adiestrado por su padre, ya que él le hacía guardar muy bien los secretos y los hechos que ambos realizaban como todo un buen cómplice.
Los días fueron pasando, entonces Ismael empezó a sentirse más aliviado, ya que, cada vez que se encontraba con aquel niño, este lo saludaba con total naturalidad y confianza, así nada más, así como si nada malo hubiera ocurrido entre ellos.
Cierto día, Ismael salió temprano de la universidad, pues estaba en periodo de exámenes; entonces, al no tener otro asunto que atender, se vio en la necesidad de ir directamente a su casa, donde, al momento de entrar, el rápidamente saludo a su madre y su pequeño sobrino Mateo.
Ismael: ¡hola, mamá! (Dándole un beso en la mejilla)
Samanta: ¡hola, hijo!
Ismael: ¿cómo está este campeón? (abrazando al bebé)
Samanta: ¡muy bien, de hecho, creciendo cada vez más!
Ismael: ¡cierto! ¿y por qué esta tan guapo, van algún lado?
Samanta: ¡sí, vamos a visitar a tu tía! ¿Quieres venir con nosotros?
Ismael: ¡no puedo, tengo que avanzar con unos trabajos de la universidad!
Samanta: ¡está bien, entonces regresamos más tarde!
Ismael: ¡sí mama! ¡me saludas a mi tía!
Diciendo estas últimas palabras, Ismael cerró la puerta principal y subió a su habitación para descansar por un momento, pero unos minutos después, él escucho ciertos ruidos que provenían del baño, así que, intrigado por la curiosidad, de inmediato fue a revisar lo que ocurría.
Ismael fue asomando la cabeza muy cautelosamente y en ese instante, él quedo asombrado al ver al pequeño Tomy, quien estaba revolviendo la ropa sucia, mientras en una de sus manos sostenía un bóxer, el cual le pertenecía a uno de sus hermanos.
Aquel pequeño niño estaba buscando algo más y entonces, cuando encontró un segundo bóxer, él rápidamente dejo caer al piso el que tenía entre las manos e inmediatamente llevo a su nariz aquella otra ropa interior; en ese momento, Tomy inhalo muy profundamente aquel olor masculino, pero al notar que tenía muchas manchas blanquecinas y secas por la parte de enfrente, el de inmediato pasó la lengua por todas ellas para degustar su rico sabor.
Ismael nada más veía asombrado, como el pequeño Tomy lamia con tal fervor el bóxer sucio de su hermano mayor, así que, asimilando lo que había pasado anteriormente con ese niño; él llegó rápidamente a la conclusión de que ese pequeño ninfómano necesitaba urgentemente la leche de algún macho.
Así que, olvidándose de todos los prejuicios y animado por su calentura, Ismael se desnudó rápidamente y entonces entró al baño con la verga completamente dura; en ese momento, el pequeño Tomy quedó completamente paralizado, pues en ese instante, había sido descubierto por alguien, pero ese susto solo duro unos pocos segundos y entonces, al ver que se trataba de Ismael, el pequeño niño sonrió maliciosamente al escuchar las siguientes palabras.
Ismael: ¡hola pequeñito! ¿Te gustaría probar la leche que tengo guardada en mis bolas?
Tomy: ¡siiiii!¡siiiiii!¡eso quiero!
Ismael: “ok” ¡será toda tuya, pero nada más que tienes que mamar muy rico mi verga para que salga!
Tomy: ¡no importa, a mí me gusta mamar biberones grandes!
Ismael: ¡pues no se diga más, es toda tuya!
Ante esta invitación, el niño inmediatamente sujeto entre sus manitas aquella gruesa verga e inmediatamente empezó a engullirla, así nada más, así como lo hacen las serpientes; entonces, ante este hecho, a Ismael se le erizó toda la piel e inmediatamente dejó escapar un fuerte gemido, gemido que fue escuchado por su hermano mayor, quien acaba de llegar a la casa y se encontraba descansando en la sala.
Ante aquel total silencio, Cristóbal quedó escuchando muy atentamente a lo que ocurría dentro de la casa y entonces, volvió a escuchar un par de gemidos más, los cuales también se acompañaban de unas fuertes arcadas y una dulce e infantil voz, la cual decía lo siguiente. “no tan fuerte que voy a vomitar”
Aquel hombre también fue tentado por la curiosidad de saber lo que estaba sucediendo, así que, rápidamente fue y asomó la cabeza en dirección hacia el baño, pero él no visualizaba nada, pues lo único que podía observar, fue, que la puerta estaba abierta y que, además en la entrada estaba tirada toda la ropa de su hermano Ismael.
Cristóbal rápidamente pensó e hizo la suposición de que su hermano estaba con alguna amiga de la universidad, así que sonrió maliciosamente y decidió caminar hacia su habitación, pero justo al momento de entrar, Cristóbal inmediatamente sintió la necesidad de ir a morbosear lo que su hermano menor estaba haciendo, pues claramente escucho de su propia boca las siguientes palabras
Ismael: ¡que rico lo mamas cabroncito! ¡ya te has comido la mitad!
Un impulso de adrenalina hizo que el corazón de Cristóbal latiera a mil pulsaciones por minuto, así que, rápidamente y muy cauteloso, se dirigió hacia el baño, pues tenía que ver con sus propios ojos lo que en realidad estaba pasando con su hermano menor.
Al asomar la cabeza, Cristóbal abrió enormemente los ojos y la boca, y no era para más, pues estaba viendo a su hermano menor completamente desnudo, el cual, mientras permanecía con los ojos cerrados, tenía al pequeño Tomy devorándole la verga como todo un bebe hambriento.
Cristóbal inmediatamente sintió la necesidad de parar aquel acto sexual tan aberrante, ya que se trataba de un hombre adulto y un pequeño niño, el cual quizás no sabía lo que estaba haciendo, pero en ese instante y sin esperar lo que iba a ocurrir, aquel panorama cambió completamente de expectativa, pues ese pequeño niño, fue retirando aquella gruesa verga de su boquita e inmediatamente dijo lo siguiente.
Tomy: ¿quieres jugar conmigo?
Ismael: ¿apoco, ya quieres que te la meta en tu culito?
Tomy: ¡siiiii, a mí me gusta mucho cuando me la meten en mi culito!
Ismael: “pero” ¿si vas a aguantar? ¡porque la otra vez solo te pude meter un poquito y te quejabas de que te dolía!
Tomy: ¡pero tú lo haces muy fuerte y además la tienes más grande que mi papa!
Ismael: ¡es que esta verga no la disfruta cualquiera! “jajajaja” (azotando su verga en su propia mano) ¿de verdad quieres que te la meta?
Tomy: ¡siiiii, métemela un poquito nada más! ¡solo quiero sentirla!
Ismael: ¡Ok, pero terminando te vas a tu casa y no vayas a decir nada! ¿entendiste?
Tomy: ¡lo prometo, nunca voy a decir nada, así como también lo juré con mi papá!
Diciendo esto, Ismael indicó al niño que se desnudara de la cintura para abajo, luego, lo acomodó en cuatro patas sobre la tapa del inodoro y entonces, cuando lo tuvo completamente a total disposición, aquel hombre universitario dejó caer una buena cantidad de saliva directamente en la palma de su mano y luego la esparció por toda la longitud de su afeitada verga.
Segundos después, Ismael dejo caer otra bola de saliva directamente en el pequeño culito de Tomy, el cual mantenía abiertas con sus propias manos sus redonditas nalguitas; inmediatamente, Ismael empezó a frotar la punta de su verga en aquel cerrado agujerito, así que, después de un minuto, el empezó a puntear firmemente ese cerrado esfínter, el cual poco a poco empezó a perder su resistencia.
Ante el temor de ser descubierto y tras haber transcurrido varios minutos, la punta de aquella verga ya se había alojado completamente dentro de aquel diminuto culito, pero en ese instante, aquel hombre universitario no se conformó con tener dentro solo esa parte de su hombría, así que sujeto fuertemente la cintura del niño y empezó a hacer más fuerza con su cintura para ir clavando unos centímetros más de su gruesa verga.
Tomy: “aaaayyyyy” “ay, ay, ay” ¡duele mucho! “ay, ay, ayyyy”
Ismael: “shhhhh” ¡te dije que iba a doler un poquito y tu dijiste que ibas aguantar!
Tomy: “ya no, ya no, ya no” ¡sácala por favor! ¡me lastimas! “ayy, ayyy”
Ismael: ¡maldición! ¡no pude meterte nada otra vez! ¡ya mejor mámala y tragarte toda mi leche!
Tomy: ¡siiiii, mejor te la voy a chupar! ¡ya que tu no la metes despacio como lo hace mi papito!
Cristóbal no podía creer lo que estaba escuchando, así que, en ese momento, él comprendió que ese pequeño niño no era tan inocente como aparentaba y está era la razón por la cual, su hermano menor lo tenía amamantando con semejante biberón de carne, el cual, el pequeño niño disfrutaba como si se tratará de un becerrito hambriento.
Por otro lado, Ismael empezó a disfrutar de aquella cálida y apretada boquita, pero para su mala fortuna, el rápidamente recordó que en cualquier momento podía llegar cualquiera de sus familiares, así que, con ayuda de su mano, empezó a masturbarse velozmente para llegar a tener rápidamente su eyaculación.
Ismael: “mmmmmm” ¡prepararte niño! ¡abre grande la boca que ya va a salir tu lechita que tanto quieres! “aaahhh”
Tomy: “glup, glup, glup” (atragantándose con aquella enorme verga)
Ismael: “aaaaaahhhhhhh” ¡Toma tu lechita putito! “aaaaaaahhhhh”
Tomy: “mmmmmmmmm” “glup, glup, glup” “mmmmmmmm”
Aquel niño, inmediatamente sintió sobre su cabeza las grandes manos de Ismael, luego, como acto seguido, la cintura de ese joven se empezó a mover velozmente y entonces, en cuestión de segundos, aquella enorme verga se hincho aún más y empezó a palpitar fuertemente mientras lanzaba varios chorros de leche, los cuales fueron a dar directamente a su ya no virgen y pequeña garganta de ese niño de 3 años de edad.
Tomy inmediatamente trago y trago aquel rico néctar que se le estaba proporcionado, así que cuando aquellas enormes bolas quedaron completamente vacías, aquel hombre universitario le hizo saber al pequeño niño que retiraría su verga de su boquita, pues por el momento ya no había más leche para proporcionarle.
En cuanto aquella verga fue retirada completamente de esa rica cavidad, aquel tierno niño se limpió su pequeña boquita con sus manitas, luego se acomodó toda la ropa y entonces, sonriéndose con Ismael le dijo lo siguiente.
Tomy: ¡que rica esta tu leche Ismael! ¡quiero que me des más!
Ismael: ¡claro que te voy a dar más, pero por hoy es suficiente, ya que te tienes que ir a tu casa!
Tomy: ¿Cuándo me darás más de tu lechita?
Ismael: ¡mañana! ¡pero ahora vete a tu casa, porque me voy a duchar!
Tomy: ¡está bien, vendré mañana entonces! ¿lo prometes? “jijiji”
Ismael: ¡claro, cuando vengas subes a jugar a mi cuarto!
Tomy: ¡siiiiii, así lo haré!
Mientras aquel niño recibía indicaciones por parte de aquel joven, Cristóbal aprovecho para irse a su habitación, ya que no quería ser visto por su hermano menor; así que, una vez que estuvo ahí, él se percató de que tenía tremenda erección y que además había mojado su ropa interior con abundante líquido pre seminal a causa de su palpitante verga.
En ese momento, el instinto animal de Cristóbal despertó y al percatarse de que no había más personas en la casa, la calentura y el morbo que traía en ese instante aumento, así que, sin pensarlo ni un minuto más, aquel hombre muy velozmente se despojó de toda la ropa y se quedó con tan solo su bikini blanco, el cual hacía muy notoria su enorme verga erecta.
Segundos después, Cristóbal tuvo una brillante idea, así que, salió a la cocina y a propósito derramó agua sobre su ropa interior, luego, al percatarse de la presencia del niño, él fingió tomar un vaso de agua; entonces, cuando el pequeño Tomy lo vio, esté quedó completamente sorprendido e instantáneamente se detuvo, pues estaba viendo a semejante hombre casi desnudo.
El pequeño Tomy no podía creer lo que estaba viendo, así que, no le quedo de otra, más que actuar con naturalidad, entonces, le sonrió dulcemente a Cristóbal y después muy velozmente escaneo completamente de arriba hacia abajo a ese cuerpo masculino que tenía en frente.
Cristóbal estaba nervioso, así que, al percatarse de que su erecto fierro se hacía visible por la trasparente tela húmeda de su ropa interior, se aprovechó de la situación y entonces, sobo su enorme verga con su mano derecha un par de veces; después, él sonrió al pequeño niño, dejó el vaso de agua sobre la mesa y se fue a su habitación sin decir una sola palabra.
Tomy había quedado completamente sorprendido y entonces, como todo niño curioso, no tuvo otra opción más que seguirlo, pues sin duda alguna, en ese instante, se vio muy interesado en conocer ¡lo que había guardado en aquella pequeña y sexy ropa interior blanca!
El plan de Cristóbal estaba saliendo bien, por lo tanto, dejo la puerta abierta y fingió estar buscando ropa limpia para cambiarse, en ese momento, tomó una camiseta y entonces notó que el pequeño niño estaba parado justo en su puerta y lo estaba observando, así que, en ese instante, Cristóbal terminó sacar otro bikini de su cajón y sonriendo saludo a pequeño niño.
Cristóbal: ¡hola pequeñín! ¿Qué haces ahí parado? ¡pasa!
Tomy: ¡hola, señor! ¿Enserió puedo pasar?
Cristóbal: ¡claro! ¡ven, acércate! (apretando su tremenda erección)
Tomy: ¡está bien señor! (Sin quitar la vista de aquel enorme bulto)
Cristóbal: “dime” ¿te puedo ayudar en algo o necesitas algo? (Haciendo que su verga se moviera por si sola)
Tomy: “hee, si” ¡me gustaría saber! ¿qué es eso tan grande que tiene ahí guardado? (Señalando el bulto de aquel hombre)
Cristóbal: “ah” ¡pues esta es mi verga y la tenemos todos los hombres! ¡hasta tú tienes una, pero más chiquita!
Tomy: ¿Me dejaría tocarla? (con carita suplicante)
Cristóbal: ¡claro! “pero, con una condición”
Tomy: ¿Cuál?
Cristóbal: ¿prometes no decirlo con nadie?
Tomy: ¡no señor, prometo no decir nada a nadie!
Cristóbal: ¡no te creo! ¿en verdad no dirás nada?
Tomy: ¡no señor, yo no voy a decir nada! ¡lo prometo!
Cristóbal: ¡está bien pequeñín, confío en ti!
Aquel hombre, rápidamente colocó sus grandes manos en su cintura y luego movió la cabeza hacia aquel niño para hacerle la invitación de que se acercara; Tomy, ni tarde ni perezoso, de inmediato se colocó frente aquel gran hombre e inmediatamente tocó por encima del bikini aquella enorme y gruesa verga.
Tomy: ¡es, es! ¡es enorme! (con carita feliz)
Cristóbal: “jajajaja” ¡eso siempre me lo dicen!
Tomy: ¡ayy, se movió! (Sorprendido)
Cristóbal: ¡claro que se movió! ¿y sabes por qué?
Tomy: ¡no, no se!
Cristóbal: ¡se mueve, porque en este momento necesita de una rica cuevita para descansar!
Tomy: “ah, sí” “si, si” ¡ya se cómo! ¡así como mi papi guarda su pipa en mi cuevita!
Cristóbal: ¿pipa? ¿qué es eso? (Sonriendo)
Tomy: ¡esta es la pipa de mi papa! (Sujetando aquella enorme verga)
Cristóbal: ¡ah, ya entendí! ¡pero mi verga no es una pipa, la mía es un gran tráiler que está bien cargado! “jejeje”
Tomy: ¡señor! ¡señor! ¿Quiere jugar conmigo?
Cristóbal: ¡claro, pero vamos a cerrar la puerta y no hay que hacer mucho ruido! ¡anda, desnúdate rápido! (sonriendo maliciosamente)
Aquella puerta fue cerrada con seguro, luego, Cristóbal se subió a la cama en la cual lo esperaba aquel niño completamente desnudito, en ese momento, los dos se vieron directamente a los ojos y entonces, Cristóbal beso por primera vez los labios al pequeño Tomy, el cual inmediatamente se ruborizo ante aquel hecho ocurrido.
Cristóbal sabía que tenía todo el tiempo del mundo, pero, aun así, él no podía darse el lujo de ocuparlo, pues sabía perfectamente que ese niño sería llamado a su casa en cualquier momento y entonces desperdiciaría la oportunidad de saber hasta dónde sería capaz de llegar con ese travieso pedacito de persona.
Sin perder más el tiempo, Cristóbal inmediatamente fue a su cometido, acomodó al pequeño niño boca abajo y le colocó dos almohadas en el vientre para levantarle el traserito perfectamente a su disposición.
Con sus enormes manos, Cristóbal rápidamente separó aquellas redonditas nalguitas e inmediatamente empezó a lamer aquel culito recién lavadito por su hermano menor Ismael; de esta manera y ante este acto tan rico, el pequeño Tomy se estremeció completamente, pero ese placer de inmediato se intensifico, pues sin esperarlo, aquella enorme lengua entró completamente en él y entonces de inmediato sintió una gran corriente eléctrica, la cual recorrió por toda su espalda haciéndole tener casi de inmediato un rico y placentero orgasmo.
Tomy: “aaaaaaaahhhhhhhh” (cerrando los ojos y desvaneciéndose)
Aquel hombre estaba muy atento a lo que estaba ocurriendo con el pequeño Tomy, el cual, en ese momento, no estaba en condiciones para responder o actuar; por lo tanto, aprovechando ese gran momento a su favor y entonces, observando que ese culito estaba completamente receptivo, Cristóbal inmediatamente clavo 2 de sus grandes dedos empapados con abundante crema.
Tomy, rápidamente respondió ante tal acto, pues en ese momento le fue un poco desagradable al sentir algo de dolor, pero esa molesta fue momentánea y cedió ligeramente, pues el niño sintió, como aquel hombre se metió a la boca sus diminutos genitales y los succionaba de los más rico; por eso, ante este estímulo, el pobre niño nuevamente aflojo todo el cuerpecito y entonces volvió a gemir de placer.
Tomy: “aaaaaaaahhhhhhhh” (retorciéndose de placer)
Ante este hecho, los grandes dedos de aquel hombre no dejaron de moverse ni un solo segundo, así que, en poco tiempo, Cristóbal había logrado tener a ese diminuto culito, bien abierto y completamente a su disposición.
Tomy estaba completamente fascinado ante aquel delicioso estímulo que le estaba realizando ese gran hombre, así que, sin percatarse de lo que pasaba a su alrededor, nunca notó en qué momento Cristóbal se había sacado su enorme y gruesa verga por una de las mangas de su bikini blanco.
En ese instante y sin demorar más tiempo, Cristóbal se las ingenió para tomar una abundante porción de crema y esparcirla por toda su palpitante hombría, segundos después, esté se acomodó detrás del pequeño niño y fue retirando lentamente sus grandes dedos.
A paso veloz, aquel hombre dejó caer una buena cantidad de saliva directamente en el culito del niño y una vez más, lubricado ese culito, Cristóbal acomodó la punta de su verga en ese aflojado esfínter e inmediatamente empezó hacer presión para que está fuera entrando.
De inmediato, ese pequeño niño sintió la gran dimensión de aquella enorme verga, así que, rápidamente intento cerrar su diminuto esfínter para no ceder el paso, pero no pudo, pues ya era demasiado tarde para intentarlo; en ese instante, su pequeño esfínter no le respondió y la causa era, que su culito ya estaba demasiado abierto, bien lubricado y esperaba muy ansioso por alojar a semejante pedazo de carne.
Tomy: “ayyy” (estremeciéndose)
Cristóbal: ¿Qué paso?
Tomy: “nada señor, nada”
Cristóbal: ¿te duele algo o te lastimó?
Tomy: ¡no señor! “mmmmm” (cerrando los ojos)
Cristóbal: ¡qué bueno pequeñín! ¡porque tu fuiste el que quería jugar conmigo! (hablándole en el oído)
Aquel hombre rápidamente adopto una mejor posición sobre el niño, luego, lamiendo la espalda y el cuello del menor, él empezó a mover su pelvis suavemente; retiraba por completo la punta de su gran verga y luego la volvía a meter con un poco más de fuerza, ya que no podía fallar, pues su venoso miembro era guiado por una de sus manos.
Ante aquella deliciosita excitación, que era provocada por parte de la enorme lengua de Cristóbal, el pequeño niño cedió por completo y entonces, dejó de tensar su cuerpecito y se concentró en disfrutar de aquella rica y placentera sensación que estaba quemando por dentro a su pequeño culito.
Cristóbal retiraba completamente una parte de su verga, pero como todo hombre astuto y mañoso, cuando la volvía a meter, esté hacia más presión para enterrarla un poco más en ese estrecho culito; para este momento, Tomy podía notar la diferencia de cada penetración, así que apretaba fuertemente su culito, pero de nada le servía, ya que aquel hombre pasaba su húmeda lengua por toda su espalda y cuello y lo hacía doblegar.
Cristóbal: “aaahhhh” ¡que apretadito tienes el culito! ¡que rico! (cogiéndolo)
Tomy: “mmmmmm” “mmmmmm” (excitado)
Cristobal: “dime pequeñín” ¿ya sabes lo que te estoy metiendo en el culito? “mmmmmmm”
Tomy: “aaaaahhhh” ¡siiiiiii! (muy excitado)
Cristóbal: ¿te gusta mi pequeño juguetito?
Tomy: ¡siiiii! ¡siiiii! (gimiendo y con voz entrecortada)
En poco tiempo y sin mucho esfuerzo, aquel hombre de 32 años había logrado meter algunos centímetros su gruesa y venuda verga, así que, en ese momento, Cristóbal pensó, que no había impedimento alguno para intentar meter a fondo y sin compasión más de su enorme hombría.
Cristóbal: ¿te hago daño pequeñín? (empujando más fuerte su cintura)
Tomy: “nooooo” ¡no, señor! (Con voz entrecortada)
Cristóbal: ¿Quieres que pare de jugar contigo?
Tomy: “nooooooooo” “nooooooooo” ¡siga por favor! “aah” “ aahh”
Al escuchar estas palabras, Cristóbal sonrió nuevamente malicioso, pues en ese instante, él supo que ya tenía dominado a ese pequeño niño y a partir de ese momento, él ya lo tenía para a su entera disposición y complacencia.
Cristóbal: “dime pequeño” ¿Cómo sientes mi verga jugando con tu culito?
Tomy: ¡rico! ¡muy rico! (excitado y con voz entrecortada)
Cristóbal: ¿te está gustando o me estas mintiendo?
Tomy: ¡siiiii! ¡esto es muy rico señor!
Cristóbal: “ok” ¡entonces prepárate pequeñín, porque ya viene lo mejor!
En ese momento, aquel hombre, hizo un par de embestidas un poco más fuerte y entonces su gruesa verga avanzo aún más dentro de aquel estrecho recto, lo que le provoco a Tomy un poco de molestia y se quejara.
Tomy: “ay, ay” ¡señor, me está abriendo más! “ayyy”
Cristóbal: “shhhhh” ¡ya tranquilo! “shhhhhh”
Tomy: “ayyyy” ¡más despacio por favor! ¡ay!
Cristóbal: “estaba bien” “si te vas a seguir quejando” ¡entonces mejor dejemos de jugar y te vas a tu casa!
Tomy: “nooooooo” ¡solo quiero que lo haga más despacito y ya!
Cristóbal: ¿quieres o no quieres que te llene el culito de leche?
Tomy: ¡siiii, si quiero!
Cristóbal: “ok, entonces aguanta un poquito más, ya casi terminó!
Tomy: ¡está bien, pero despacito! ¡si!
Al escuchar estas palabras, Cristóbal se dio cuenta que no podía prolongar más su eyaculación, así que, antes de que su cuerpo lo traicionara, el empezó a besar, lamer y acariciar la espalda y el cuello del pequeño Tomy, lo que provoco en él, que nuevamente se doblegara y se dejara llevar por aquel fantástico momento.
Aquel hombre pervertido, sabía satisfacer muy bien a una mujer, así que, ese pequeño niño no se percató de que se había entregado fácilmente en las fauces de un gran depredador, por lo tanto, rápidamente fue nuevamente excitado y no le quedó de otra, más que disfrutar de aquella gruesa y enorme verga.
El cuerpecito desnudo de aquel niño era fácil de doblegar, así que, Cristóbal continuo con sus besos y caricias para aumentar de ritmo sus penetraciones, pues era evidente qué, ante tanto morbo y adrenalina, su cuerpo lo traicionara para alcanzar rápidamente su gran orgasmo.
El gran morbo y la excitación hicieron que aquella eyaculación llegará más rápido de lo normal, así que, Cristóbal no pudo contenerse más y entonces empezó a mover su cintura con mucho más de rapidez.
Aquella Verga era enorme y por eso Cristóbal estaba trabajando muy bien el estrecho culito del pequeño niño, el cual, se retorcía y temblaba por los múltiples orgasmos, que eran proporcionados al sentir ese gran trozo de carne presionando constantemente su diminuta próstata.
Entonces, después de múltiples movimientos por parte de aquella cintura adulta, Cristóbal se aferró fuertemente al frágil cuerpecito del niño y entonces gimió fuertemente al sentir como sus enormes bolas se contraían para expulsar toda su leche.
Cristóbal: “aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh” “aaaaaaaaaaahhhhhhhhhh”
Cuando ese rico orgasmo iniciaba, aquel enorme hombre se desvaneció sobre el pequeño cuerpo del pequeño niño; entonces, al tener fuertemente sujetado a Tomy, esté clavo sin contemplación alguna, más de su enorme verga y provocó instantáneamente en el niño un maravilloso orgasmo.
Cristobal: “aaaaaaahhhhhh” (eyaculando)
Tomy: “uuuuuhhhhmmmmmmm” (temblando)
Esos dos nuevos amantes se quedaron quietos por un instante, así que, en ese momento, aquella enorme verga continúo palpitando y derramando abundante leche en sobremanera, pues era lógico, había quedado fascinado con aquel rico y apretadito culito.
Tomy: “ay” “ya bájese señor”
Cristóbal: “uuuuffff” ¡que rico! (ignorando al niño)
Tomy: “uhh” “mmmm” ¡ya señor, me está aplastando! “ayyy”
Cristóbal: ¡tranquilo pequeñín, ya terminé! “uuufff” ¡que rico! (bufando)
Aquel acto sexual habita terminado, pero justo cuando las últimas gotas de leche salían expulsadas de aquella enorme verga, la puerta de aquella habitación se abrió y entonces, Cristóbal actuó rápidamente para tapar ambos cuerpos desnudos con una sábana.
Cristóbal: ¿Qué paso Ismael? (Temeroso)
Ismael: “jajaja” ¡nada hermano, solo para decirte que voy a salir!
Cristóbal: ¿y a mí porque me dices eso?
Ismael: ¡pue, para que esperes a mi mamá, ya que se le olvidaron sus llaves!
Cristóbal: “ok” ¡yo la espero, pero ya lárgate! (sudado y con voz entrecortada)
Ismael: ¿puedo ver quién es? “jajajaja” (asomándose a la puerta)
Cristóbal: ¡no Ismael! ¡ya lárgate! (Lanzando una almohada)
En cuanto aquel hombre cerró la puerta y se marchó de la casa, Cristóbal hizo a un lado la sabana que los cubría e inmediatamente empezó a retirar lentamente su enorme verga morcillona, pues en ese instante, él quería corroborar si no había lastimado el culito de aquel no tan inocente niño.
Cristóbal: “wooooo” ¡eres increíble Tomy!
Tomy: ¿por qué lo dice señor?
Cristóbal: ¡aguantaste la mitad de mi verga sin problema! ¿Te duele el culito?
Tomy: ¡no, señor! ¡solo lo siento un poco abierto y muy mojado! “jejejeje”
Cristóbal: ¡perfecto, pues entonces aprieta bien el culito para que se cierre y no se escape nada de mi leche! “jajajaja”
Tomy: ¡sí, señor! ¡eso haré!
En cuanto Cristóbal vio que todo estaba en orden, ayudó al pequeño niño a vestirse y le indico que se retirara a su casa, pues ya era un poco tarde y quizás su padre no tardaría en ir a buscarlo.
Cristóbal: ¿estuvo rico verdad?
Tomy: “señor” ¡me encanto mucho jugar con usted!
Cristóbal: ¿de verdad? ¡no digas mentiras!
Tomy: “no es mentira” ¡por qué, sí me gustó mucho lo que me hizo!
Cristóbal: ¡a mí también me encanto tu cálida cuevita! ¡tienes un culito muy rico!
Tomy: ¿podemos volver a jugar?
Cristóbal: ¡claro que sí! ¡cuándo tú quieras!
Tomy: ¡sí, quiero jugar todos los días! “jejeje”
Cristóbal: ¡claro que sí, tu solo ven a verme y jugamos las veces que quieras! ¡total, ya sé que aguantas la mitad de mi juguetito! “jejeje”
Sin darse cuenta, ese pequeño niño se acababa de entregar por completo en charo de plata, así que, aquel hombre no iba a desaprovechar esa gran oportunidad para volver a jugar nuevamente con él.
CONTINUARA…
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Que delicia de relato
Esta shingon! Ojalá también sea una saga larga. Vale la pena la espera. Gracias por el relato.
me encantan estos personajes…ojala que Cristobal pronto logre jugar con la otra mitad de su juguetito.