Quinceava vez con Ronny, el semental de la verga de 25 cm y muy gruesa
Me entrego de nuevo en los brazos de mi querido Ronny, el semental cubano de la enorme verga que tanto placer me da.
Quinceava vez con Ronny
Las últimas veces que Ronny me ha cogido, siempre digo que ha sido la mejor culeada que me han dado en la vida y resulta que volvemos a salir y me toca corregir, no, esta sí es la mejor culeada que me ha dado Ronny y otra vez se repite el ciclo, pues la última vez no fue la excepción, uno de los días que más he gozado con esa vergota de mi macho cubano adentro, ¡no joda! ¡Qué delicia de culeada me dio mi adorado amante! Y para acabar de ajustar, ese día mi negro hermoso tenía la verga más grande que nunca, más dura y parada que de costumbre, no se le bajaba, siempre dura y enhiesta en todo su esplendor, ¡Qué cosa más deliciosa!
Estuve arreglándome en el baño como unos 45 minutos, lavándome exhaustivamente hasta que no saliera nada, quería siempre estar bien limpio mi conducto para mi macho precioso, para que no se sintiera incómodo conmigo ante un posible accidente de esos.
Me apliqué bastante Primer en todo mi rostro, luego bastante base en mi cara y el cuello, después difuminé todo con la esponja y apliqué corrector en las zonas donde quería que se viera más iluminado. Después me puse en los ojos una sombra azul que me quedaba divina, me hice la rayita de gato siguiendo la línea de mis pestañas, apliqué más sombra para dar profundidad y me puse unas pestañas postizas largas y rizadas, ¡hermosas! Que realzaban muy bien mis ojos de por sí grandes, bonitos y expresivos y para complementar me hice unas nuevas cejas con el lápiz, bien definidas y sensuales y terminé toda la labor sellando la base y el corrector con polvo humectante. En última instancia pinté mis labios de rojo intenso y me miré al espejo y realmente estaba divina, me había quitado varios años de encima y me veía muy coqueta y sensual, lista para complacer a mi hombre; me puse la peluca, la peiné bien y me la acomodé perfectamente en su sitio, me coloqué las medias del liguero, luego el liguero y puse todos sus accesorios. El sostén me lo acomodé bien puesto, luego me puse encima la malla enteriza que me cubría todo, excepto mis nalgas y dejaba al descubierto también mi verguita alborotada por delante; vestí una tanguita que había llevado muy pequeñita de mi esposa, que escasamente cubría mi verguita dormida, pero se veía muy provocativa metida dentro de la raja de mis nalgas. Me eché perfume de mujer por todos lados, calcé mis tacones negros y me dispuse a salir del baño para presentarme ante mi negro que me esperaba ansioso para darle su buena culeada a su perra ardiente.
Ronny estaba acostado en la cama masturbándose y tenía su enorme verga toda parada y gigantesca, ¡madre mía! ¡Que monstruo por Dios! Estaba más grande que nunca, a veces me acerco y está morcillona y cuesta para que se le pare, pero esta vez estaba gorda, llena de sangre, con las venas marcadas brotadas por tanto deseo, la cabeza brillante y desafiante, con gotas de líquido preseminal en la punta de su glande, ¡qué verga para si estaba bien provocativa! Desfilé un poco ante mi macho para que me viera y me deseara más todavía, me di la vuelta, le enseñé mi culo, mis piernas bien torneadas y sexys, mi cabellera sensual y literalmente me abalancé hacia su vergota y la tomé en mis manos, asombrado de lo dura que estaba, la metí a mi boca y empecé a mamarla con ansias, con gusto, con pasión, más me excitaba sentir esa barra de carne tan enorme en mi mano, en mi boca, ¡por Dios! parecía un consolador negro altivo y desafiante, duro, grueso, largo, pero lleno de vida, cabezón, una verdadera delicia. No hallaba ni qué hacer con semejante instrumento del amor tan gigantesco y tan bien parado, no me entraba todo en la boca, la abría lo más que podía para no irlo a lastimar con mis dientes y me lo metía casi hasta la mitad, pero de ahí no podía pasar, me aguantaba las ganas de vomitar, me lagrimeaban los ojos, me ahogaba, me faltaba el aire, pero ni así lograba meter más de su vergota en mi boca.
Lo mamaba con gusto, absorbía sus líquidos preseminales, los tragaba con deleite, pasaba mi lengua por todo su tronco enorme y duro como una piedra, llegaba hasta sus bolas y las chupaba, me metía una a la boca y la succionaba y luego hacía lo mismo con la otra mientras lo masturbaba con mi mano, y de nuevo volvía a meter su cabezota en mi boca, pasaba mi lengua por todo el glande, estaba supremamente ansioso y excitado viendo como tenía la verga de parada y dura mi machote cubano. Tenía muchas ganas de sentirla adentro, tomé abundante lubricante y me eché en todo mi hoyito, por fuera y por dentro, inhalé profundamente mi rico Amilo, primero por un orificio de la nariz, sostuve un ratico, luego por el otro y ¡aaaahhhh! Se amplificaron mis deseos, comencé a temblar de la excitación, me paré a su lado y le dije que quería que me cogiera así, me agaché un poquito para estar a la altura de su vergota y entonces Ronny lo puso en todo mi esfínter y empezó a metérmelo lo más de rico; no entraba, le eché más lubricante a mi culo y de nuevo volvió Ronny a intentarlo y ¡ahhhhh! ¡Qué rico!, me fue penetrando suavemente hasta que lo tuve todo adentro y de nuevo lo sacaba y lo volvía a meter, produciendo en mí oleadas de placer, de dicha, de gozo, me tenía completamente loca, qué rico estaba, abría mi culito al máximo, pero no me dolía, estaba en éxtasis oliendo mi frasquito del amor y recibiendo una enorme vergota de mi negro cubano por mi culito hambriento, qué placer tan exquisito, podría jurar que nunca había sentido tanto gusto mientras Ronny me cogía.
Para ver y filmar mejor cómo me cogía, mi machote cubano me puso frente al espejo, estando los dos parados, y yo vestido con mis medias pantys muy sexys, el liguero y el sostén que había comprado, y con el enterizo que cubría todo mi cuerpo con una malla negra hermosa y sensual, con una gran abertura en las nalgas para dejar a disposición de mi macho el camino expedito para que pudiera darme verga bien rico sin necesidad de levantar o correr o quitar ninguna prenda, más mis tacones negros, altos y elegantes y muy bien maquillada, bastante base y polvo, sombras azules oscuras en mis ojos, la rayita de gato y pestañas postizas grandes y encrespadas, mi peluca larga, negra y ondulada cayendo sobre mi espalda sensualmente, me veía divina, lo que hizo que mi macho se excitara más aun y así parado, me penetró por completo mientras yo inhalaba de mi frasquito del amor y me volvía más puta al sentir esos vapores afrodisíacos, relajé mi esfínter, agregué abundante lubricante para que mi macho gozara de mi culo bien mojado y agarró Ronny su gigantesca mandarria y me la clavó hasta el fondo, lenta y suavemente, la metía y la volvía a sacar por completo y yo estaba en el éxtasis más divino.
Aquella poderosa verga me entraba toda y me llenaba la cosa más rica todos mis intestinos pero delicioso, sin dolor, sin molestias, solo placer, ¡qué maravilla!
No quería que terminara nunca ese momento, yo mismo movía mis nalgas para afuera y para adentro, para que entrara y saliera esa vergota y me acariciara todo por dentro de una manera espectacular, ahhh, me encantó así en esa posición, me entraba hasta lo más adentro de mi culo, pero divino y rico, ¡qué dureza tenía mi negro por Dios santo! Me hacía ver estrellas de placer penetrándome y voleándome verga duro y fuerte por mi hoyito hambriento, totalmente lubricado y dispuesto para que disfrutara y gozara mi machote cubano, hasta que le dije que cambiáramos de posición, que quería que me cogiera en pollo asado.
Rápidamente me acosté boca arriba sobre la cama, puse una almohada bajo mis caderas, inhalé más de mi esencia arrebatadora, alcé mis piernas en sus hombros, eché más lubricante en mi culito y de nuevo para adentro esa vergota gigante de mi Ronny, ahhhhh pero qué delicia, eso cerraba los ojos y sólo disfrutaba de unas caricias internas maravillosas que me hacía sentir mi follador con su enorme miembro viril penetrando mi culito de puta ardiente, de marica complaciente, estaba en la gloria, por eso ratifico, la mejor culeada de mi vida! Porque es que no es fácil disfrutar de una verga tan grande, eso duele, molesta, incomoda, pero ese día no, estaba muy bien lubricado y con la inhalación de mi relajante, más la excitación del momento, lo que me hacía sentir estar convertido por completo en una mujer, todas mis inhibiciones se esfumaron y sólo estaba dispuesto a disfrutar, a entregarme a mi negro hermoso por completo, en total plenitud, fue un momento super especial y único y ojalá repetible muchísimas veces.
Porque la guinda del pastel es que Ronny me filmaba cada vez que metía su enorme vergota dentro de mí, mis jadeos, mi expresión de gusto mientras disfrutaba de esa culeada tan deliciosa y en medio del éxtasis que sentía, me pide Ronny que me masturbe hasta acabar. Que quería filmar cuando yo llegara al orgasmo, pues claro papi, yo estoy aquí es para complacer todos los designios de mi macho y empecé a masturbarme con ritmo, mientras me movía sobre esa vergota metida totalmente dentro de mí, Ronny la movía, me penetraba hasta el fondo, la volvía a sacar por completo y me la volvía a meter, no vale, qué delicia, ¡qué sensaciones tan ricas! Y me daba y me daba verga por ese culo caliente y yo masturbándome apresuradamente, imaginando a ese negrote hermoso con la verga así de dura, cogiéndose a la mujer mía y me excitó mucho ese pensamiento y ahí mismo exploté en un orgasmo fenomenal, largo, fuerte y profundo, ¡delicioso! Aahhhhh, qué maravilla, qué rico, y entonces Ronny llega y me lo saca y empieza a masturbarse él también, para echarme su leche sobre la mía, pero no acabó de una vez, me lo volvió a meter de nuevo hasta el fondo y yo que había quedado más sensible tras la acabada, igual me encantó volverlo a sentir y volvía a darme placer aún después de yo haber terminado, así de excitado estaría, entonces me empezó a bombear un ratico, metiéndome esa vergota hasta los teque teques y cuando ya lo sintió en la puntica, lo sacó, se masturbó otro poquito y ahí sí se vino mi negro hermoso y empezó a botar chorros y más chorros de su leche calientita sobre mí, ahhh, qué delicia mi machote derramando su esencia encima de la mía, las dos leches juntas como símbolo de esa unión prohibida tan deliciosa que acabábamos de concretar, una maravilla, ahhh, que rico fue!
Y es que últimamente a Ronny le encanta cogerme y lo disfruta mucho y yo ni se diga, también gozo locamente con su vergota dentro de mí, me fascina que me esté cogiendo, en cualquier posición que él quiera, me hace disfrutar mucho, no pude ni comentarle la propuesta que le tenía, pero con estos encuentros tan apoteósicos y tan divinos, con los dos como disfrutamos del sexo mutuamente, esto hay que llevarlo a otro nivel, para la próxima lo discutiré con mi amante, estoy totalmente enamorado de esa vergota tan deliciosa y de su propietario, ni el mejor consolador del mundo me complacería tan rico, y me gustaría estar gozando mientras tenga salud y vida con mi negro cogiéndome cada vez que podamos, me he vuelto una puta marica ansiosa de macho, pero me atraen son las vergas negras y grandes, así es, es una realidad inobjetable, eso me hace muy feliz y por disfrutar de estos momentos, hago lo que sea… Si quieres ver fotos y videos de este y de otros candentes encuentros que he tenido con ronny, puedes buscarme en manyvids con el nombre de whiteyandbbc76, te espero!



Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!