Ramoncito el nene adicto a la Verga.
Con mi vecino y el vendedor de periodico..
Mi mama me despertó por la mañana, se sorprendió que siguiera dormido aun a esa hora, pero yo me sentía muy cansado, dijo que mi papa me había tratado de despertar antes pero no lo había logrado. Preocupada toco mi frente y luego de una inspección para ver si no estaba enfermo me dejo seguir descansando.
De rato nuevamente me despertó con un vaso de leche y galletas, diciendo que debía comer algo, platicamos y me pregunto que me pasaba. Yo no supe que decirle, no iba a decirle que el guardia del trabajo de mi papa me había violado, luego de coger antes con mi papa. Me sentía aun cansado pero comí las galletas y le dije que extrañaba a Tino y a mi padrino (lo cual era verdad), y que no tenía nadie para jugar.
Ella medito lo que le decía, y dijo que había visto que ya había gente en casa de mi padrino, que quizá ya habían regresado pero que aún no era tiempo de ir a su casa. Yo baje la mirada triste.
Mama: Hijo tienes que entender que tu madrina se enfermó después de tener a su bebe, y que si ya regresaron debe de estar aún en cama. De hecho recuerda que Tino está en casa de sus abuelos maternos, no creo que ya regresara.
Yo tome las galletas en silencio, extrañaba a Tino, era mi amigo a mis cuatro años, éramos como hermanos y hacíamos todo juntos y también extraña a mi padrino, el cual quería y admiraba, era muy bueno conmigo y me había enseñado a divertirme con él y con su verga gruesa que me volvía loco.
Mama: mira levántate de una vez y ve a ver si esta Tino, y si no está ocupado puedes jugar con el allá o aquí en tu cuarto, pero solo si prometes portarte bien.
Yo asentí feliz y brinque bajando de la cama. Mama me obligo a bañarme primero y luego de ponerme un short de tela corto color azul y un calzoncito de spiderman y una playera blanca con una imagen de la pantera rosa salí corriendo a casa de Tino.
Al caminar sentí más apretado el short a mis nalguitas, será posible que me hubieran crecido por haberme cogido? Recordé el día anterior que mi papa al verme caminar chueco por las cogidas que había recibido de regreso a la casa me había cargado hasta la parada del camión. Se había puesto a platicar conmigo tratando de distraerme del dolor, que nada de lo que pasaba entre nosotros podía decirle a mama, y que si me dolía el culo era porque yo lo había provocado.
Íbamos sentados en la parte trasera del camión, el trato de tocar mi culito pero yo brinque del dolor. Llegamos y me dio órdenes de que me fuera directo a mi cuarto. Yo salude a mi mama y me fui a mi cuarto. Desde ahí escuchaba que mi mama discutía con mi papa sobre que me veía triste, que que me había hecho, que él era un enojón, que siempre me estaba regañando y demás.
Yo me sentía perturbado por la pelea, estaba parado en mi cuarto, me dolía en sentarme. De rato mi papa vino a mi cuarto cerrando la puerta. Me tomo dándome la vuelta, me bajo el short y calzoncito.
Papa: déjate mijo, te voy a poner la crema para que ya no te duela y mañana vas a estar muy bien, ahora agáchate y déjame ver.
Sentí con dolor como mi papa inspeccionaba mi culito con cuidado pero en vez de sentir su dedo con ungüento sentí su lengua invadiendo, chupaba suavemente y escuche como pasaba saliva.
Papa: mm aun tienes leche, tengo que limpiarte bien.
Yo solté un quejido, me dolía, sentía que se movía mas bruscamente, su boca absorbiendo la leche que me había dejado el guardia era tomada por mi papa, trate de decirle, de advertirle, pero antes de que pudiera hablar acabo sacando la lengua por fin. Luego sentí algo frio, era su dedo con el ungüento.
Voltee y mi papa se relamía la barba y bigote, limpiándose con el brazo, sus ojos se veían brillosos, con una mirada de satisfacción. Baje la mirada y vi el bulto de la verga erecta dentro de su pantalón. Subió mi ropa.
Papa: listo mijo, ya estarás bien, deja voy con tu mama, no tarda en venir a ver como estas.
Yo: papi? – indicando con mi ojos su bulto.
Papa: ya se mijo, pero no te voy a poder dar mi leche, tengo que contentar a tu mama. –dijo agarrándose la verga. – pero te aseguro que pensare en ti.
Y sonrió. Después puso cara seria y salió para continuar la discusión con mama. Yo empecé a sentir menos dolor y paro totalmente cuando escuche unos gemidos a los lejos, los cuales venían del cuarto de mis papas.
Había sido una noche larga, pero ahora era de día y me encontraba en la puerta de la casa de Tino, la cual trate de empujar pero no cedió, toque la puerta y no hubo respuesta. Lo intente de nuevo y no paso nada.
-No hay nadie, aun no vuelven Ramoncito.
Yo moví la cabeza para ver de quien era esa voz, y era de Don Cornelio, el cual era el vecino que estaba entre la casa de Tino y la mía, el se encontraba en su porche sentado en su mecedora fumando un cigarro, siempre vistiendo vaquero, usaba un jeans color azul, un cinturón con hebilla grande y una camisa de botones abierta a medio pecho de color blanca y unas botas café, el era blanco pero tenía la piel muy quemada por el sol, tenía los ojos café claro y un bigote rojizo, tenía escaso pelo y por eso usaba sombrero.
Don Cornelio: extrañas a Tino verdad o a tu padrino?
Yo: mm si.
Don Cornelio: a cuál de los dos más? Porque con tu padrino también jugabas verdad? – y vi cómo se acomodó la entrepierna.
Yo: si, mi padrino es muy bueno y muy divertido. –viendo directamente su bulto.
Don Cornelio: a poco? Y pues me imagino que debes extrañar mucho jugar con él, si quieres yo puedo jugar contigo como jugabas con el.
Yo sonreí. Voltee hacia mi casa y luego a la de mi padrino, en la calle paso un carro y nada más, era una mañana tranquila. Él puso un dedo en su boca indicando silencio y bajo el cierre del pantalón dejando salir una verga morena, gruesa, con la cabeza morada, la cual era gruesa que el resto. La meneo ofreciéndomela y guardándosela se levantó abriendo la reja y haciéndome entrar rápido, observo a ambos lados de la calle y entramos a su casa, quedando solo una puerta mosquitera la que nos separaba de afuera.
Su casa tenía poca iluminación, olía a cigarro, tenía muebles viejos y decoración de animales, unos disecados y otros en imágenes como cuadros y cortinas. Se sentó en un sillón de dos lugares y me indico con un movimiento de la cabeza que me acercara.
Don Cornelio: sácamela y ponte a chupar, aquí está tu juguete favorito.
Yo puse mi manita en su entrepierna, se sentía la cabeza de su verga, y bajando el cierre del pantalón se la saque con dificultad, su hebilla obstaculizaba todo. Ya fuera la verga olía fuerte, a orina y sudor, le baje el prepucio y vi como tenía rastros blancos, los cuales tome con un dedo oliéndolo, era un olor muy fuerte.
Don Cornelio: es queso de macho, tu éntrale que te va a gustar, límpiamela bien.
Y tomándome la nuca me acerco a su glande el cual empecé a chupar, era muy gordo y no me cabía en la boca, empecé a saborear ese sabor que tenía mi vecino, su glande era muy suave y me gustaba pasarle la lengua por todos lados.
Don Cornelio: así Ramoncito, usted mame que aquí hay verga de sobra, uff no he podido olvidar esta boquita desde que me la chupaste por el hoyo de la pared. Creo que es la mejor mamada que me han dado y hasta envidiado salí jaja
Yo no sabía a qué se refería, chupaba esa verga con ganas, me gustaba mucho su sabor, su textura, de su uretra empezó a soltar agüita que ya sabía que no era orina, era lo que sacaba para lubricar, y me la tomaba con gusto.
– Cornelio! –sonó un grito de la calle, voltee a ver a Don Cornelio y el hizo señal de silencio.
– Cornelio! Vas a querer periódico? Regálame un cigarro compa.
Yo trate de separarme pero el vecino negó con la cabeza y me tomo de la nuca obligándome a seguir, yo lo hice pensando en que no respondería.
Don Cornelio: pásale Juan está abierto. – yo trate de zafarme pero él me lo impidió obligándome a seguir. – tu mama tranquilo, no pasa nada.
Escuche la reja abrirse y luego la puerta mosquitera,
Juan el vendedor de periódicos: ájale, qué onda compa, te encuentro ocupado, quien este nene? Es Ramoncito, y mira namas que atragantado de verga lo tienes.
Yo voltee y lo vi, era un hombre bajo, regordete y moreno, usaba su característico uniforme azul. Me vio con una sonrisa burlona y con un brillo en los ojos, se sobo el bulto apretándolo.
Juan el vendedor de periódicos: compa como le hiciste? No vienen a buscarlo?
Don Cornelio: no, Ramoncito entro solo verdad bebe? Querías jugar con una verga y pues yo te ofrecí la mía verdad?
Yo asentí con la boca llena como la tenía.
Juan el vendedor de periódicos: no pues, no se diga más, se ve que la disfruta y mas la de papi verdad? Yo te vi muy feliz el otro día por la ventana.
Juan se sacó la verga, era una verga pequeña, pero muy gorda, y tenia unos huevos enormes y gordos, al verlos yo abri los ojos sorprendido.
Juan el vendedor de periódicos: se te antojaron verdad nene? Pero a ver si Cornelio quiere que juegue con ustedes, pregúntale.
Yo saque la verga de Cornelio volteándolo a ver con una mirada de ruego.
Yo: puede jugar con nosotros?
Don Cornelio: quieres tener dos vergas para ti solito? No, pues se ve que si eres un adicto a la verga. – Volteando a ver a Juan. – Siéntese aquí junto a mi compa y vamos a ver que sabe hacer el putito.
Juan camino sentándose en el otro lugar de ese sillón, y sin esperar me trague esa verga gruesa y empecé a chupar.
Juan: ah cabron mira que si sabe el cabroncito, que rica boquita tiene, sabe complacer una verga adulta.
Don Cornelio: si compa jajaja, se ve que lo enseñaron bien.
Yo chupaba esa verga con gusto, y sentí que tomaron mi mano izquierda poniéndola en la verga de Don Cornelio, para lo cual empecé a masturbarlo.
Juan: no descuide al anfitrión, jálesela así mientras mama la mía.
Yo lo hice, la verga de Juan el vendedor, se sentía muy caliente, el prepucio era moreno y la cabeza morada, empecé a chupar rápido.
Juan: mira nomas como le encanta, se atraganta él solo.
Don Cornelio: chupale los huevos a Juan bebe, sé que quieres, te los saboreaste desde que los viste.
Y entonces yo saque su verga y me fui a esos huevos gordos, pase mi lengua por todos lados y mis labios succionaban cada parte de su escroto. El sonido de mi boca succionando se escuchaba retumbando en la sala.
Juan: ah ah que rico.
Don Cornelio: dejese querer compa, que a este putito le gusta. Ven ahora chúpamelos a mí.
Yo me moví a donde estaba y me puse a chuparle sus huevos, que aunque no eran tan grandes si estaban muy sabrosos, con ese sabor que caracterizaban.
Don Cornelio: ay que rica lenguita bebe, si fueras mi hijo te tendría todo el día mamando.
Chupaba en círculos, y luego llenaba todo de saliva, chupe el tronco de su verga y luego la cabeza succionandola.
Sentí que tomaban mi cabeza, y la direccionaban a la verga de Juan, metiéndome su verga en la boquita, la cual chupe con gusto, luego me la dirigieron a los huevos y chupe otro rato. Luego sentí que me cambiaban a la verga de Don Cornelio y seguía el mismo orden. Era como un juguete, me paseaban de lado a lado de verga a verga y de huevos a huevos.
Juan: paseme un cigarro compa.
Don Cornelio: namas tengo uno, pero lo compartimos, total ya hasta somos hermanos de leche jajaja
Yo me encontraba chupando la verga de Juan, Cornelio se paro y aprovecho para bajarse el pantalón bajo las rodillas y volvió caminando chistoso mientras prendía el cigarro.
Después de una calada se lo paso a Juan, el cual tardo en darse cuenta pues tenía los ojos cerrados disfrutando la chupada de huevos que le daba.
Cornelio volvió a su lugar, colocándome para que chupara su verga gorda, yo empecé a meter mi lengua en la uretra saboreando más liquido lubricante que le salía.
Juan se bajó el pantalón igual que Cornelio pasándole el cigarro a este y tomándome de la cabeza me dirigió a su verga.
Don Cornelio: ya nos lo vamos a pelear jajaja
Juan: el cigarro o el nene? Jajaja oye compa y no vienen a buscarlo?
Don Cornelio: pues no se jajaj, a lo mejor ya va siendo hora verdad?
Juan asintió.
Juan: aparte ya traigo la leche en la punta jajaja
Don Cornelio: yo también compa jajaja, es que mama bien rico, a ver que día nos lo cogemos, viéndome con maldad.
Juan: pues bueno, ya se acabó el cigarro y ya no puedo más.
Y se paró, siendo imitado por Cornelio.
Don Cornelio: sácanos la leche bebe.
Yo me puse entre ambos, viendo la verga corta pero gorda de Juan y la verga gorda y cabezona de Cornelio y tome una en cada mano.
Y empecé por la de Juan chupando rápidamente, ahí estaba yo un nene de 4 atragantado entre dos vergas, chupe después los huevos y luego me pase a la otra sin soltar la verga de Juan. Empecé a mover mi cabeza de arriba abajo, succionadola.
Don Cornelio: ahhh esa boquita.
Luego me fui a la verga de Juan e hice lo mismo succionándola, mientras jalaba la verga del vecino, el cual fue a mi cara dándome golpes con ella, sintiendo todo su peso, luego fue al revés, teniendo la verga de Juan en mi cara mientras chupaba la del vecino. Tome ambas vergas y alterne las chupadas. Cambie y cambie, daba dos chupadas rápidas y cambiaba de verga, las cuales se fueron acercando hasta tener una tocando a la otra.
Yo saque la lengua chupándoles los glandes lado a lado, mi lengua no tocaba una sin tocar la otra, chupaba lo que sentía, parecía un perro con rabia, sediento de verga, sentía calor por todo mi cuerpo, una electricidad que me ponía enérgico.
Sus gemidos empezaron a sonar, a retumbar, sus vergas a hincharse, el primero en disparar fue Cornelio, el chorro salió a mi cara, boca y verga de Juan, luego otro y otro, no paraba, antes de soltar el último disparo Juan, cuyo semen también fue a mi cara, antes de atrapar el resto con la boca.
Juan: ahhhhh
Yo saque la lengua y ambos empezaron a golpearla con sus vergas, luego a mi cara la cual sentía llena de semen, entonces empezaron a recogerlo con la verga llevándolo a mi boquita.
Aun jadeaban, sus vergas seguían erectas pulsando.
Don Cornelio: mira cómo te deje de mi leche en tu verga compa jajaja
Juan: ah si es cierto, bebe límpianos bien.
Yo lo hice, con mucho cuidado, limpia ambas vergas, dejándolas sin rastro, luego con mis dedos me quite lo que tenía en la cara comiéndomelo.
Don Cornelio: mira hasta se te desinflaron un poco los huevos compa – tocándolos con su mano derecha.
Juan no se inmuto con la caricia, y sonrió.
Juan: Es que si tenía mucho sin que me sacaran la leche.
Don Cornelio: pues hay que ver como repetimos esto, porque Ramoncito parece que le encanta hacerlo y no llena, el cachondito jaja.
Juan: de verdad que si, y ya vete niño, que ya es tarde y si no te vas te vamos a terminar cogiendo.
Don Cornelio: ah cabron ya es tarde, rápido Ramón límpiate la cara y vete ya, no vaya a venir tu mama, dile que Tino si estaba pero que ya se iba a dormir o algo.
Yo asentí. Le di un beso a cada una de las vergas.
Juan: mira hasta se despide y todo jaja
Luego fui a limpiarme, y vi como Don Cornelio veía para la calle y después de una seña corrí saliendo de la casa, rumbo a la mia, donde mi mama me esperaba con la comida, aunque yo tenia ya la pancita llena.
Telegram: Rojito03
No hay duda que tus relatos son de lo maximo, no pares de escribir… Espero que una de tantas involucres el papá y su padrino al mismo tiempo y le den placer a ramoncito….
Uff me encanta lo insaciable que es ramoncito
Cada vez Ramoncito prueba mas vergas, me encanta…
Estaba esperando el momento en que subieras otra parte, me encanta, por cierto Ramoncito cada vez se vuelve mas adicto a las pollas(vergas)
Ramoncito es el puto amo, cada vez prueba mas vergas, como quisiera ser el.