Ramoncito el nene adicto a la verga 9

En el dia de campo del trabajo de papa y el regreso en taxi..
Contemple el lugar al que habíamos llegado, era un jardín enorme, muy cuidado, había árboles y arbustos muy bien cortados, una fuente en un costado con chorros grandes de agua, mesas con carteles y muchos muchos globos. Yo sonreí tomando la mano de mi papa, caminamos adentrándonos donde había un pequeños escenario y unas sillas ordenadas. El saludo gente presentándome con ellos y a veces excusando a mi mama y hermana de no poder venir. Todos vestían shorts y ropa casual. Había muchos niños, algunos ya corriendo o comiendo dulces.

Olía muy rico a azúcar, mi papa me llevo a donde una señora muy amable me entrego una manzana de caramelo. El se puso a platicar con ella de cosas de trabajo mientras yo contemplaba todo. Vi que había unos niños jugaban un especie de juego de retos y le indique a papa, el asintió y me soltó la mano dejándome correr a descubrir de que se trataba.

El juego consistía en una carrera con obstáculos y yo me integre, luego jugué a otras actividades y me hice amigo de varios niños, sobre todo de dos hermanitos, que se llevaban un año y ambos eran de mi estatura. La tarde se me fue en jugar y correr, veía a mi papa a lo lejos y en un momento me obligo a volver para comer un hotdog, pero me comí solo una parte porque me había llenado de tanto dulce.

Ya mas tarde, me encontraba juntos con mis nuevos amigos sentado en el césped viendo una obra de marionetas la cual no poníamos mucha atención cuando tras de nosotros llego un payaso con globos, su cara blanca tenia una sonrisa y nariz color rojo, su pelo era amarillo y usaba un traje de colores y zapatos grandes. Yo me asuste al verlo a la cara, el se inclino y nos dio un globo a cada uno, yo estaba paralizado, aunque nunca antes me había asustado con un payaso.

Payaso: tu de que color quieres tu globo Ramoncito?

Yo me asuste mas, conocía mi nombre! Me levante y corrí buscando a mi papa, mis ojos se llenaron de lagrimas, ya no me gustaba ese lugar, corrí y no lo encontraba, aunque no era muy grande el lugar no lo veía por ningún lado. Entonces tope con un señor robusto de cara cuadrada calva, de piel clara, era Aldape el compañero de trabajo de papa que había conocido en aquel restaurante.

Aldape: hola bebe, que pasa? porque lloras?

Lo abrase poniendo mi cara contra su ingle que era a donde llegaba, y rápidamente le conté. El acariciaba mi cabeza presionándola hacia su bulto, el cual se sentia caliente.

Esposa de Aldape: quien es este pequeño?

Yo voltee y vi a una mujer regordeta con peinado alto, que tenia a un niño de mi edad en sus brazos. Aldape le conto y le dijo que ira a buscar a mi papa. Entonces partimos de la mano. Vi al payaso a lo lejos parado con los globos en una mano, cruzo la mirada conmigo y yo voltee hacia abajo.

Aldape: quiero ir al baño Ramoncito, llevo varias cervezas, vienes conmigo?

Yo asentí y caminamos hacia un área alejada, el cual tenia cubículos transportables de inodoros en color azul. Los de hombres eran a la derecha y los de mujeres a la izquierda. Cuando llegamos salieron un par de señores, uno de ellos con un niño pequeño el cual ayudaba a vestirse.

Aldape: me esperas aquí afuera bebe? – note una mirada morbosa en su cara.

Yo sonreí, negando con la cabeza y entrando con el al inodoro. Era pequeño, apenas cabíamos ambos, no olía mal, cuando cerro la puerta se oscureció todo, y solo escuchaba el movimiento del short de mezclilla que usaba Aldape.

Aldape: me ayudas bebe? no veo nada, quiero bajarme el cierre.

Yo tente riendo hacia delante tocando su pierna, dirigiéndome a su entrepierna la cual se sentia grande, apreté un poco y baje el cierre despacio. Escuchaba la respiración de mi compañero de cubículo arriba de mi.

Metí la mano en la abertura y la tome con mi mano derecha, era una verga corta pero muy gruesa, ya estaba erecta y se sentia algo húmeda, la saque metiéndola en mi boca.

Aldape: ay bebe, que rica boquita tienes, no he podido dejar de pensar en ella.

Yo chupe agradecido, pasándome toda esa agüita que soltaba, sentia mi boca muy abierta, me gustaba que fuera ancha, pase mi lengua por el glande apreciándola.

Aldape: uff Ramoncito eres un experto ya, tu papi te ha enseñado bien, sabes complacer a un macho.

Yo en respuesta empecé a chupar de arriba hacia abajo esa cabeza, después baje a chuparle los huevos gordos que tenia, sabían muy bien, como a crema con fragancia, estaban colgados así que me puse chuparlos un rato.

Aldape: me tienes como loco Ramoncito, mis huevos te agradecen, tienen mucha leche, no he descargado en días, mi esposa no sabe complacerme como tu que eres un nene adicto a la verga.

Yo chupaba esos huevos gordos y colgados, luego recorrí mi lengua hacia arriba recorriendo el tronco de la verga hasta meterme su glande y succionar fuerte, el gemía, tenia un control sobre el, movía mi cabeza de adelante hacia atrás tragando y succionando. Puse mi manos en cada una de sus piernas gruesas, y empecé un vaivén apresurado, chupando y tragando mi saliva.

Aldape: ay cabrán me vas a sacar la leche bebe, ay ay ay

Yo apreté los labios en su glande y tome sus testículos, los cuales sentí subir anunciando su descarga. Mi lengua se apresuro a picar su uretra al momento que soltó el primer disparo.

Aldape: ahhhh ahi van mis mecos ahhh

Sentí un disparo que rápidamente lleno mi boca, yo infle mis cachetes, pero el segundo y tercer disparo hicieron que le leche se me desbordara de la boca, era mucha su descarga, trague lo que pude pero se me desbordo por la boca cayendo a mi playera. El bufaba aun corriéndose, apoyo su mano en mi nuca obligándome a tragar lo ultimo.

Aldape: ah ah ah que rico ahh.

Yo chupe limpiando lo que podía, el me alejo.

Aldape: ya bebe, ya llevamos mucho aquí, y si quiero orinar, dame un momento.

Yo: si quieres me la tomo.

Aldape: como? la pipi? te tomas la pipi de tu papi? te gusta?

Yo asentí apenado, que el pensara lo peor de mi.

El rio, tocándome la cara en esa oscuridad, metiendo un dedo en mi boquita.

Aldape: pero llevo muchas cheves, traigo la vejiga llena, si quieres?

Yo asentí con su dedo en mi boquita.

Aldape: esta bien, tu sírvete.

Entonces tome de nuevo esa verga que aun seguía erecta y me la metí en la boca aprisionándola con los labios.

Aldape: ya? – Yo asentí.

Entonces luego de un rato sentí el chorro salir, llenando mi boquita,  se sentia caliente, yo trague lo que pude, el chorro era potente, incluso ya no podía seguir el ritmo y la orina se me salió de la boca empapando mi playera, el seguía orinando sin consideración y cuando por fin paro yo estaba empapado de la playera.

Aldape: que cabron eres bebe, me encanto orinarte la boquita, que mas sabes hacer? -Antes de responder, el toco mi playera y la sintió mojada.

Aldape: en la madre, te moje todo, chingado a ver que decimos ahora.

Y vistiéndose se apresuro a salir, afuera nos encontramos de frente al payaso, el cual me vio de forma perversa, lo cual me asusto. Me vio salir mojado y se apretó el bulto de ese pantalón holgado que vestía.

Aldape: este niño se mojo. – comentando sin pregunta previa.- ya me dijo que te tiene miedo Toño jajaja.

Toño? ese nombre me era conocido, Aldape me tomo de la mano y caminamos alejándonos del lugar, el payaso me veía agarrándose la verga, y al ver sus ojos lo supe, era Don Toño, el guardia que me había violado en el trabajo de papa. El vio mi cara de sorpresa y sonrió diciéndome adiós con la mano.

Por fin dimos con papa, el estaba en una mesa larga platicando acaloradamente y riendo con otros hombres, cuando me vio me dio un sopapo.

Papa: ya vienes todo mojado cabron, te metiste a la fuente verdad?

Yo baje la cabeza, y Aldape le explico que me había encontrado y todo detalle, omitiendo la ida al baño.

Papa: pues así te vas a quedar, no traje cambio.

Entonces papa puso una cerveza a Aldape y lo invito a unirse a la platica. Yo me puse a jugar solo, y poco a poco fueron menos los hombres de la mesa. Aldape me veía de reojo mientras yo ya mas seco corría jugando con lo que encontraba.

El lugar ya estaba prácticamente vacío, esa mesa era de las pocas con gente, el sol ya caia, entonces el payaso se nos acerco y yo me quede quieto. Empezó a hacer payasadas y adultos reían.

Papa: es cierto que asustaste a mi Ramoncito payaso Toño?

El payaso hizo una mueca de sorpresa exagerada apuntando su dedo hacia su cara sintiéndose acusado y luego camino hacia mi. Yo me aleje, pero el rápido me cargo, y camino hacia una silla, sentándose y poniéndome en su regazo. Yo estaba paralizado.

Payaso Toño: verdad que no me tienes miedo? yo no hago nada a los nenes bonitos como tu.

Puso una mano en mi espalda bajándola, uno de los hombres saco una botella y dio un trago pasándola a mi papa.

Aldape: Ramon estas seguro? estas en un evento del trabajo, ya andas borracho.

Mi papa le dio un trago sin chistar, empezó a decir que los jefes ni los valoraban, que nunca los había tomado en cuenta, otros opinaron igual. Yo sentia la mano del payaso bajar metiéndose en mis short tocando las nalguitas.

Aldape: y como te vas a ir? traes a Ramoncito. – la mano bajo tocándome el culito y en un movimiento me metió poco a poco su dedo.

Papa: un amigo va a venir por mi en su taxi, no debe tardar, ya le pagamos y todo verdad hijo? -Volteo a verme sonriendo, recordé como había mamado la verga de ese taxista de camino al día de campo.

Asentí con el dedo de payaso metido en mi culito, de un nene de 4 años. Mi cara de incomodidad parecía que no era vista por los demás, que luego de acabarse la botella se reían fuerte y cantaban. El dedo entraba y salía poco a poco pero giraba y lo sentia muy grande, iba a gritar cuando vi a Aldape venir hacia nosotros.

Aldape: tu papa ya anda muy borracho Ramoncito, los voy a acompañar de regreso, ya se fue mi esposa, si quieres acuéstate un rato en esas sillas.

Yo asentí y aproveche para pararme y alejarme de ese payaso, me acomode cerca de Aldape y poco a poco fui quedando dormido.

Cuando desperté era cargado por Aldape, el cual me metió a la parte trasera del taxi, me senté adormecido, viendo al taxista en el asiento de conductor, el cual me sonreía, su cara amable morena con cabello entrecano y vello facial sin mucha forma, me veía de arriba a abajo.

Entonces escuche voces bufando y pasos hacia nosotros. Vi a Aldape junto a otro hombre cargar a rastras a mi papa, el cual venia desmayado de borracho, después de mucho esfuerzo lo pusieron en el asiento del copiloto. Le pusieron el cinturón de seguridad y luego de un intercambio de palabras de los adultos el carro arranco sentándose Aldape junto a mí en los asientos traseros.

Aldape: Ah que tu papa, no sé qué le voy a decir a tu mama de como viene. – Poniendo el una cara de pánico fingida que me hizo reír.

Puso una mano en mi rodilla, y platicamos de la suerte de que el taxista fuera por nosotros y de la hora tan tarde que era. Llegando a la salida el taxi paro, y lo vi, el payaso don Toño estaba frente al carro moviendo las manos, yo me pegue más a Aldape. El Payaso ya no tenía peluca, ni ropa vistosa, ahora usaba un jeans viejo y una playera interior blanca, el maquillaje estaba corrido como que se había intentado lavar rápido la cara pero sin mucho éxito. Ahora daba más miedo.

Payaso Toño: denme un aventón, no quiero caminar hasta la avenida.

Aldape: súbete Toño, sabes que no hay problema, namas no me asustes a Ramoncito jaja

El payaso Toño se subió por el lado izquierdo, quedando yo entre ambos hombres.

Payaso Toño: cual miedo, vengase para acá bebe. -y paso el brazo derecho sobre mi abrazándome.

Yo me sentí aprisionado entre ambos, vi que el taxista me veía por el retrovisor. El taxi arranco de nuevo y hablaban ahora de mi papa.

Payaso Toño: ese Ramon no va a sentir ni cuando se lo cojan de lo borracho que esta jaja

Todos rieron, pero luego el carro quedo en silencio, el carro se movía despacio por la falta de iluminación del camino, sentí la mano que tenía aun Aldape en mi rodilla moverse suavemente, y el abrazo de Toño se sentía mas apretado. Por el parabrisas el taxista nos veía fijamente.

Payaso Toño: bebe aun tienes húmeda la playera. -viendo a Aldape y luego al taxista- quítatela no te vayas a resfriar.

Aldape: si, se siente húmeda. -y antes de que pudiera replicar ya me la estaban quitando, quedando con el torso desnudo.

El Payaso Toño pasó de nuevo su brazo acariciando mi pezón derecho, mientras que Aldape paso mi pierna derecha sobre su pierna acariciándome los muslos.

Vi como sus bultos se empezaron a marcar en sus pantalones. Fuera la luz era poca, y las calles estaban solas por la hora, solo se escuchaba el ruido del motor y los ronquidos de papa.

El Taxista me veía directo por el parabrisas sonriendo, luego vi como cruzaban miradas entre ellos. Las caricias fueron aumentando, ahora Aldape me acariciaba hasta la entrepierna y el Payaso Toño me empezó a lamer la oreja, lo cual hizo que soltara un pequeño gemido mientras vi que el taxista no perdía la vista de mí.

El Payaso Toño bajo la mano tocándome las nalguitas encontrándose con la mano de Aldape, descontrolando todo. Ambos apresuraron a arrancarme lo que quedaba de ropa, quedando desnudo, sentí como me metían cada uno el dedo, turnándose. Luego me cargaron peleando por mi poniéndome boca abajo finalmente del lado del Payaso Toño, el cual saco su verga metiéndomela en la boca.

Payaso Toño: tragatela putito. – mame su verga blanca, gorda, sin prepucio, y con forma cónica. Tenía un fuerte sabor a sudor pero me sentí embriagado aun así.

En mi culito sentí una lengua invadiéndome, punteándome sin piedad, Aldape gemía con cada lamida que me daba. El carro paro pero mis acompañantes seguían usándome sin piedad, el Payaso Toño tomo mi cabeza guiando una mamada muy brusca.

La puerta se abrió.

Taxista: compartan cabrones, que yo también vengo bien cachondo con ese putito.

Sentí como me jalaron de las piernas hacia fuera. Nos encontrábamos en una calle solitaria, había poca luz de los porches de algunas casas pero solo eso, vi una malla gallinera al fondo y pude escuchar animales de granja, estábamos en un área algo rural.

Me pararon en la calle y quedando al centro los tres mostraban vergas imponentes, erectas exigiendo ser atendidas, solo se habían bajado el cierre de los pantalones, yo era el único completamente desnudo, un nene de 4 años en esa calle desolada.

Payaso Toño: ponte a mamar bebe.

Yo voltee a ver su cara de deseo, de locura, dos de ellos estaban muy borrachos, no me podría ir de ahí hasta ser usado y deslechar a esos tres hombres. El ronquido de papa me llego desde el coche.

Fueron acercando un poco y me metí primero la verga del taxista, una verga gorda, morena y larga, con prepucio y la cabeza rosa, luego la de Aldape, era corta pero muy gruesa, chupe con gusto su glande, sentí que me apartaban y me dirigían a la siguiente, la verga blanca y cónica de Toño, su mano llevaba el ritmo de la felación. Volví a empezar el circulo chupando al taxista y así sucesivamente.

Taxista: que buena boquita tiene y bien entrenadito que esta.

Aldape: chúpame los huevos Ramoncito, así así.

Payaso Toño: uff uff putito tragatela.

Yo pasaba entre verga y verga ya sin ser forzado, trataba de darle la misma atención a todas, se escuchaba el sonido de mi boca succionado esas tracas de machos, los sabores de los tres ya se me confundían. En un momento se acercaron más poniendo sus vergas en mi cara tapándola totalmente

Taxista: miren como lo disfruta, tan chiquito ya es un adicto a la verga de macho.

Yo reí sacando la lengua lamiéndolas, mi lengua tocaba dos a la vez o más, no podía lamer una sin tocar otra. Empezaron a darme golpecitos en la cara con esas vergotas, a agruparlas en mi boca y a cogerme los oídos.

Payaso Toño: ya no aguanto me lo tengo que coger.

Yo vi a Aldape asustado, el vio mi cara e intervino.

Aldape: Primero el taxista, luego yo y tú al final que la tienes más grande, no lo vayamos a lastimar, y nos vayan a descubrir.

Toño resoplo y me metió la verga en la boca de golpe, entonces el Taxista fue al carro y trajo un gel el cual se unto y acostándose en el suelo me dijo.

Taxista: vete sentando tu solito bebe.

Yo accedí sabiendo que no tenía opción y me fui metiendo esa verga adulta mientras seguía con la verga del payaso en la boca. Me dolió mucho pero el payaso empujo mis hombros obligándome a empalarme. Grite de dolor saliéndoseme las lágrimas.

Aldape: ya paso bebe, calma.

Entonces subí y baje suavemente sintiendo la invasión en mi culito, el dolor iba pasando. Toño empezó a cogerme la boca bruscamente dándome arcadas, mi saliva escurría mi pecho.

Taxista: no mames que culito tan apretado, no voy a aguantar mucho.

Payaso Toño: más te vale cabron.

Entonces sentí las manos del taxista en mi cintura dirigiendo la cogida, cada vez más rápida, mi cuerpo sentía un calor recorriéndolo, gemía pero mi boca era apagada por la verga de Toño que invadía ya mi garganta. Aldape nos veía con cara de pervertido aquella imagen de dos hombres grandes cogiéndose un nene pequeño en la calle. El taxista gimió fuerte clavándome a fondo su verga.

Taxista: ah ah ah que ricoooo.

Sentí como su verga se hinchaba llenándome las entrañas de leche, bufaba y se retorcía, yo con él.

Empezó a respirar agitado tratando de recobrarse pero antes de que pudiera reaccionar Toño me cargo dándome la vuelta y metiéndomela de golpe.

Yo: Ay!

Aldape: cabron seguía yo.

Payaso Toño: me vale madre, ya me lo estoy cogiendo.

Sus movimientos eran muy bruscos, me empezó a coger sin piedad parados, me tenía cargado dándole la espalda. Solo sentía como me movía como un muñeco de trapo cogiéndome sin piedad. Vi como los demás me veían con asombro y excitación. Toño caminaba unos pasos cogiéndome, tratando de no caer, llego al carro y se apoyó dándome más duro. Termine junto a la ventana donde mi papa estaba desmayado y lo vi viéndome directamente.

La cogida aumentaba y Toño bufaba anunciando su descarga, sentía el culo abrirse aún más anticipando las descargas que llegaron una después de otra. Mi cuerpo se retorcía de placer mediante un orgasmo observado por papi.

Toño: pinche culito me exprimió todo ahhh

Toño me dejo caer, yo en el suelo sudado, sentía el culo lleno de leche, me dolía, me acosté boca abajo esperando que ya fuera todo pero sentí una vez más mi culito invadido.

Aldape: será rápido bebe, lo prometo.

El sobre mi empezó un vaivén suave pero firme, mi culo ardía, su verga era gruesa, pero después el placer regreso. Su cuerpo sobre mí me agradaba, me daba seguridad y él no era brusco. Me cogió un buen rato en esa posición, ambos gemíamos, el tenía sus piernas alrededor mío, desde arriba yo ni debía verme bajo ese hombre robusto. Su cogida fue más rápida.

Aldape: ya viene bebe, toma mi lechita ahhh

Sentí una vez más como inundaban mi culito, un disparo tras otro, su respiración estaba en mi nuca lo cual me daba escalofríos y por fin acabo quitándose de encima mío.

Me quede ahí, quieto cansado, me dolía mucho el culo, poco a poco fui perdiendo el conocimiento, en el suelo de esa calle solitaria donde tres hombres me acaban de coger.

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