Recaigo nuevamente
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Desde bien pequeños mi primo Carlos y yo comenzamos a conocer nuestros cuerpos y tratar de entregarnos placer aun incluso sin conocer lo que era el sexo.
Sin tener conciencia de lo que era bueno a malo me entregue a los placeres del ano, en una idea de mi primo de como podíamos agregar algo a nuestros juegos eróticos, así comenzó todo, desde aquella vez no he podido alejarme de su polla por más de un mes.
Ahora con 18 años continua nuestras aventuras. Soy Cristian, soy alto mido 1,85 m, soy de contextura media, tez blanca, cabello negro y ojos marrones, y aunque no me considera un guapote no estoy nada de mal.
Carlos mi primo tiene un año menos que yo, el es moreno, debe medir unos 15 cm menos que yo, es de contextura media aunque bien fibroso debido al deporte. Él no me atrae físicamente, pero me rindo fácilmente ante su polla de 14 cm de largo por 5 de ancho.
Todos los fines de semana viajo a donde mis abuelos junto a mi hermana y nos quedamos allá por los días libres. Pero este fin de semana mi hermana no pudo venir conmigo ya que tenía una fiesta con sus amigas.
Mis abuelos viven ellos solos en una gran casa, de la cual solo ocupan un pequeño sector, por lo tanto el resto de la casa que nadie ronda quedaba solo para mí.
Hoy sin embargo había llegado mi primo para salir a montar a caballo (ya que donde mis abuelos es campo), cuando entró a la casa tuve que apresurarme para cerrar unas páginas porno gay que veía en mi notebook (a pesar de que mantenemos relaciones sexuales, él se considera heterosexual y yo también, aunque no puedo mentir que me derrito ante una buena polla).
Luego el salió a montar a caballo y quede solo nuevamente, donde me corrí una buena paja mirando un video porno donde unos jovencitos se culeaban en el bosque. Pasó entonces algún 3/4 de hora cuando el volvió, y se fue a la habitación en la cual yo veía Tv, todo fue normal, como si dos primos viesen televisión de lo más común, hasta que él comenzó con sus insinuaciones incestuosas, incitándome a que le hiciera una mamada de aquellas que siempre le proporciono. Yo me hice el imbécil, tratando de ignorar sus comentarios, pero el insistía.
Bueno trate de resistirme, pero llegó un momento en el cual él se me montó encima y me decía:
Ya pues, déjame metértelo…
Pero insistí que en no, que no tenías ganas y ya tenía que levantarme para ir a comprar.
Y él continuaba:
Sera rapidito, es que me tienes muy caliente, fíjate que no podremos hacerlo dentro de un buen tiempo, además aprovechemos que no está tu hermana.
Mientras me decía estas palabras sobaba por sobre el pantalón mi ano con sus gruesos dedos. Luego me volteo y comenzó a pasar su polla por mi ano, aun con la ropa puesta, y eso me puso a mil, entonces le dije:
Está bien, pero tiene que ser rapidito, ya que tengo cosas que hacer.
El acepto y fue a buscar una crema para usar como lubricante, mientras yo ponía seguro a la puerta, aunque era poco probable que alguien entrara.
Me quite toda la ropa para abajo, dejándome solamente una polera que tenia puesta. Él se quitó los pantalones quedando solo en bóxer, los cuales marcaban su gruesa polla bajo ellos.
Me recosté nuevamente en la cama esperando que él hiciese lo mismo, sin embargo Carlos se paró enfrente de mí y puso su delicioso pene en mi cara, esperando que se lo mamara. No me hice rogar y comencé con mi obra, le pase mi lengua suavemente por todo el cuerpo de la polla, saboreando como si fuese una paleta de helado, luego me lo metí todo en la boca y él empezó a hacer embestidas en mi boca. Al sacármelo de la boca, comencé a lamer sus cojones velludos, mientras él hacía sonidos de satisfacción, que me ponían más cachondo aun.
Le pedí que se acostara conmigo, pero él me dijo que antes de eso le pusiera crema en la verga para poder penetrarme con mayor facilidad, y no me produjera dolor. Puse crema en mis manos y frote suavemente su verga dejándola impregnada de lubricante para la penetración que se me venía.
Se recostó y me posicione para hacer posible la penetración, él se acomodó y acerco la fría punta de su polla en mi ano, empezó a meterla despacio, pero sin mayor aviso me embistió introduciendo su miembro en mi, sin embargo me quite con rapidez ya que sentí un gran dolor. Me pidió disculpas y después de unos minutos lo intentamos nuevamente, esta vez le advertí que debía hacerlo con cuidado y despacio. Apoyó nuevamente la cabeza de su polla en los exteriores de mi culo y con gran cuidado la metió hasta el fondo, entonces comencé a moverme ya que el placer que me provocaba era de lo mejor.
El sexo recién había comenzado cuando alguien golpeaba la puerta, me lleve un gran susto, nos despegamos con agilidad y desnudo y todo corrí hacia el baño, cerrando la puerta y dejando atrás una cacha que a pesar de no desearla había comenzado a disfrutarla.
Carlos me llevo escondido mi resto de ropa, para que pudiese salir de ahí, ya que estaba desnudo. Fue después que me entere que era su hermana que venía a visitar a mis abuelos…
Bueno esa fue parte de lo que refleja mi relación incestuosa con mi primo, una de las tantas experiencias que hemos tenido. Para otro relato contare los maravillas que ha hecho Carlos en mi culo, además contaré otros situaciones que han ocurrido con amigos que me han otorgado placer. No puedo desmentir que a mis 18 años he disfrutado ya de muchas pollas, y espero continuar con aquello que no siempre buscas pero llega, eso que siempre deseas.
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