Recuento de un instinto animal. Parte 1. La primera verga adulto que marco mi destino.
Mí padre y yo compartimos un secreto que empezó desde que yo era muy pequeño. Nuestros más bajos deseos dieron lugar a los secretos que nos mantienen más unidos que nunca. .
Hola soy Ramiro y este relato que les comparto es el inicio de mi despertar sexual siendo apenas un chiquillo .
Actualmente tengo paso de los 30 años y soy del centro de México. Mis padres se divorciaron cuando yo tenía 10 años y cada uno de ellos volvieron a casarse.
Mi padre , si bien no es un hombre que destaque por su galanura , las mujeres lo buscan por otras virtudes. El tiene buen porte de padre varonil sin ser rudo , con voz ancha, sus pasiones son las mujeres jóvenes y en deporte. De piel bronceada por el sol y con sus ojos miel que resaltan y le dan un aspecto impactante en sus facciones de hombre de rancho sin caer en lo desalineado. Es alto un tipo alto que ronda en los 1.80 m, tiene buenas manos grandes y aspera, con sus dedos gruesos de uñas anchas grandes, considero que le dan un finta muy masculina y ruda. Mi padre tiene un cuerpo que está más dado a los placeres, es de complexión robusta sin ser gordo . Tiene espalda ancha por su gusto en la natación desde muy joven, lo que le ha ganado densidad en la superior de figura. Se defiende con sus piernas largas y marcadas que tiene por el ciclismo de los fines de semana en las montaña. Mi padre al cual pondré por nombre Armando, tiene por estos tiempos 35 años, pasaba si tiempo en en trabajo y sus días libres lo disfrutaba en el rancho, aún que vive en la ciudad con la familia. Mi padre es de una cultura machista misma que nos impuso en la educación, por cuando salí del clóset en plena adolescencia no fue nada fácil, pero en lo termino por comprenderme y aceptarme.( de eso hablaré en otro relato)
Yo soy en tercero de tres hermanos, mi hermano mayor Armando jr, fue el más apegado a mi papá, yo diría que su consentido( del cual tiene su propio relato, y hablaré más adelante).
Mi padre, por una razón que desconocia casi no se la pasaba estaba en casa, según esto por qué el trabajo no era en la misma ciudad donde vivíamos en ese entonces, estaba en casa en fin de semana y nos llevaba al rancho de los abuelos para pasarlo con la familia. Mi madre (Aurora) tenia problemas con el por sus infidelidades, aún que ella con una actitud sumisa, y es que mi papá era muy mujeriego.
Si bien, yo no gozaba de ser el consentido de mi padre, si era el más pequeño de la casa ( hasta el momento) , por lo que mi padre se llegaba a comportar juguetón y amoroso cuando era pequeño. Recuerdo que cuando estaba pequeño me sentaba en sus piernas, tenía yo curiosidad de su paquete, y trataba de acomodarme más en su bulto pues se ponía duro entre más me movía, después de un rato terminaba por quitarme y bajarme de sus piernas. En una ocasión que llegó del trabajo, recuerdo que lo recibí con un abrazo al nenito que le platicaba lo extraordinario de mi día en clases , lo bese en la mejilla y enseguida me bajo de su regazo para dirigirse con una notable urgencia al baño. Yo sin cortar mi plática caminaba tras de el y el hacía cualquier gesto y asentía con alguna expresión en sus palabras mientras se metía al baño y se desabrochaba su cinturon y el botón de sus pantalones, estando de pie y con la vista al escusado. Tiene la manía de no trancar la puerta del sanitario mientras orina . Desde la puerta del baño vi como de entre su puño sacaba lo que guardaba en ese bulto prominentede del que que presumía entre sus piernas y que era de la curiosidad de mia y también la de muchos. El pene de mi padre era grande aún estando en reposo, sobre pasaba el ancho de sus manos y con un grosor que no cubría con su mano. Mis ojos quedaron impactados, de lo que por primera vez veía, l no tenía ni la mínima idea de como era el pene de un adulto, y sentía orgullo que fuese la verga de padre la que me estuviera ilustrando en este sentido. Ese pedazo de viril masculino con piel morena formaba, lo que parecía una flor de piel drapeada que lo cubrían su contorno hasta taparlo y dejando un pedazo de piel colgado en su punta. El pene de sangre de gran tamaño y grosor lo buscaba compararlo en mís pensamiento con el tradicional pan relleno de betún con todo y sus pliegues que los dedos de su mano trataba con desespero de arrastrar hacia tras para que se asomase ese glande que cubría de color carne y que apuntaba con un agujero en su punta listo para descargar la vejiga
Algunos de sus rebeldes vellos púbicos no pase desapercibidos , pues se veían de entré la cremallera del pantalón de su trabajo y su mano, fue un dato fascinante nuevo en el anatomía humana para mí, desde entonces me interesan los hombres con muchos y no perdía la oportunidad de verlos sobre en situaciones en qué se cambiaba de ropas, o saliendo de la ducha. No importaba que los mirara apenas saliendo de las orillas de las sus trusas, me excitaba mucho, y ya quería que me saliesen los míos tan abundantes como los de mi progenitor.
Quizas en el momento en que mi padre orinaba, se me pidieron vinir muchas preguntas para hacerle a mi padre sobre su miembro, pero la situación me abrumo pues fue algo inesperado ,con una mezcla de nervios, miedo, asombro y en su mayoría el extasis que me tenía sin razón, y sin palabras.
Como es lógico la salida del la orina hacía un ruido con choque del agua en el inodoro, yo siempre lo escuchaba y me parecía como el chorro de una manguera que retumbaba por toda la casa; este dato era muy singular de el. La cabeza de sumiembro se abría paso de la piel flácida y la uretra se volvía la protagonista de la escena, la cabeza remataba en la punta con orificio cóncavo y profundo que abarcaba una buena parte de la punta del glande le daba una forma achatada y llamaba la atención por que se queda abierta aún en su estado flácido. Su morcilla parecía una chapa redonda con todo y su perilla . Mi papá discretamente lanzaba un suspiro al aire ,seguido de un quejido de alivio por otro lado, daba mi presencia muy natural y sin cuidado.
La atención de mi papá la tenía puesta en su pene y en unos momentos volteaba a verme con una sonrisa de lado y regresaba la mirada, tomado cuenta de la reacción de asombro en mi cara, que al parecer no le extrañaba por lo que no dijo nada al respecto.
-Ese pequeño vio por primera vez un pene de un adulto perteneciente a su progenitor que le una etapa nueva de la vida en su sexualidad que lo dejo en shock con una imagen que nunca olvidará.
-El volver a ver la verga de mi padre se volvió todo una fantasía y reto ,pero difícil por qué pasaba mucho tiempo en su trabajo y lo veía los fines de semana, además sus prejuicios y machismo me ponían mis deseos un poco más difícil. A diferencia de muchos Padres, mi papá no se dejaba ver desnudo, a menos solo en trusas en la casa, pero años más delante mi padre me dio la oportunidad de verlo competente desnudo y erecto….
Continuara..
gran relato como sigue
Excelente
como sigue por faovr