Recuerdos Sexuales de un Pasivo sin Sueldo (Parte 2)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por PasivoMasculino.
Parte 1. Capítulo 1 – TÍO POLÍTICO Y EL BORRACHO: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-31687.html
Hola, muchas gracias por sus comentarios de la primera parte de mi relato, espero que les sigan gustado los próximos capítulos y poco a poco irán descubriendo porque el título principal de mi historia.
Capítulo 2 – MIS VECINITOS “LOS ARRECHOS” JUAN PABLO, BETO, WILMER, WENDY y LUCHO
De los 6 a los 7 años, fui olvidando esas dos primera vergas que había visto, pero como dice un dicho “El diablo es puerco”, a mis 8 años fueron pasando cosas que aportarían a cambiar mis gustos sexuales. Yo vivía en un barrio del sur de Barranquilla (COLOMBIA), bastante popular y la calle del barrio donde vivía, era común y corriente los chismes, las peleas y las personas con pasados un poco turbios.
Como les contaba mis padres trabajaban durísimo para darme un mejor futuro, me dejaban en casa de mi tía, que vivía algunas casas cerca de la mía. Hablarles de cada uno de mis vecinos sería interesante, pero solo me limitaré a contar algunos hechos sexuales que pasaron con algunos de mis vecinitos “Los arrechos”.
Mis padres creían que yo pasaba encerrado en la casa de mi tía y no era así, algunas chismosas me llamaban “El mosquito muerto” pues mi papá y mi mamá creían que yo era un santo, pero la realidad estaba muy alejada de eso. Yo me escapaba para ir a jugar con niños y niñas muy traviesos, muy pilos, muy precoces, tenían mucho mundo, mucho recorrido, confieso que era muy muy tonto en cuando a lo sexual, desconocía muchas cosas, pero esos niños “Wow” eran muy despiertos sexualmente, no sé si este relato es pedófilo, solo éramos chicos de las mismas edades haciendo travesuras.
Empezare a contarle algunos mini relatos que pasaron con algunos de esos perversos chicos. Es importante mencionar que lo que me paso fue más erótico que sexual, pues mi despertar netamente sexual fue muy muy tarde, ténganme paciencia por favor.
Juan Pablo era un niño de 8 años (igual que yo), paisa (de Medellín – COLOMBIA) que vivía en la casa de la esquina, sus padres se habían mudado recientemente, era un el único niño blanco de la recocha de pelaos, y por sus rasgos físicos era muy atractivo, muy bonito o PINTA como decimos por acá. La mayoría de niños era trigueñitos (como yo), otros morenos y uno que otro negrito. Ramón siempre fue víctima de Bullying, era envidiado por los niños, pues todas las chicas querían estar con Juan Pablo, besarlo, tocarlo y llegar a ser su novia. Para Ramón no era fácil adaptarse a unos niños gritones, vulgares, que llevaban un ritmo de vida diferente, el me veía a mi como ese amigo que no le fallaría, pues desde el principio hubo esa mágica amistad entre los dos. Sus padres al igual que los míos, pasaban todo el día fuera de casa, por eso él y yo teníamos muchas cosas en común. A veces iba a su casa y quedamos solo, pero nunca se me pasaban malos pensamientos con él, pues era como un hermano para mí.
Un día sus padres no regresarían en la noche, así que decidí quedarme a acompañarlo un rato, fuera de su casa, en la terraza, pues estar dentro, de noche nos daba un poco de miedo, mis padres llegaron de sus trabajos y se pusieron a hablar hasta tarde, pero las demás casas fueron apagando las luces, pocas casas estaba iluminadas, no sé porque Juan Pablo y yo empezamos a tocarnos, y a excitarnos, yo no sabía que tocar, ni que hacer, solo sabíamos que estar cerca el uno del otro era súper excitante, y como no había nadie y su casa era esquina, nos fuimos a un rincón donde no se veía nada y vimos que no pasaba nadie, ambos nos sacamos nuestros penes y pegamos nuestros glandes, nuestras pequeñas cabecitas las pegamos, era muy caliente ver como el penecito blanco de juan pablo chocaba con mi penecito trigueño, hacíamos espaditas y nuevamente pegábamos nuestras cabecitas de los penes, y hacíamos movimientos pélvicos, era mi primer despertar homosexual con un niño de mi edad, fue tanta la excitación que teníamos que cuando volvimos a la realidad, estaba Carolina una vecina chismosa viéndonos, nos pilló, in fraganti!! Y me dijo “se lo voy a decir a tus papas”, yo me metí el penecito, y Salí corriendo detrás de ella para que no contara nada.
Ella disfrutaba eso, mi cara de angustia, cada vez más cerca de mis padres, cuando llego a casa de mis padres, les dijo “Necesito contarles algo de Henry” y yo asustado mi corazón latía a mil, ella dijo “Su hijo junto con Juan Pablo me dijeron malas palabras”, yo estaba asustado, Carolina no conto la verdad, pero si dijo una mentira, y mis padres me agarraron, me pegaron y me castigaron. Esa noche no dormí, no por los golpes que me habían dado, sino porque dentro de mi ignorancia sabía que lo que había hecho con Juan Pablo no estaba bien, pero fue mi primer momento erótico con un niño que despertaba sexualmente como yo.
Carolina era una solterona, como de 30 años, era gorda y chismosa, lo único bueno que tenía, era su hermano Alberto de 12 años, en mi barrio el agua era escasa, había que irla a buscar en tanques, los cuales había que transportar de un lado a otro, Alberto o BETO como todo el mundo lo llamaba, había formado un lindo cuerpo que se estaba desarrollando, traer tantos galones de agua y jugar futbol, le habían hecho tener un cuerpo fibroso y muy marcado, era trigueño, y de carita normalita, en peleas y juegos nadie le ganaba, era muy recursivo y muy ingenioso. Pese a sus 12 años también jugaba con nosotros, en el barrio donde vivía era típico que se fuera la luz en las noches, y todos nos poníamos a jugar “AL ESCONDIO” un juego donde los niños se esconden y otro debe descubrirlos a todos.
Una noche como cualquiera se fue la luz, y empezamos a jugar, yo siempre me escondía donde iba Beto pues siempre hallaba sitios estratégicos y muy difíciles de hallar. Yo corrí detrás de él, y nos escondimos en el patio de su casa, en un cuarto de san alejo que había allí, los dos estábamos cerca, en un oscuro total, Beto me agarro la mano y la llevo a su pene, que al tocarlo era un poquito más grande que el mío, aun no se había desarrollado, yo quería hacer lo mismo que hice con Juan Pablo, pegar nuestros penes, pero Beto era menos ingenuo que nosotros, me voltio y por primera vez siento como me rozan algo entre mi culo. Estaba haciendo movimientos pélvicos, haciéndome el amor con ropa, a mí eso no me pareció nada excitante y me salí, y deje que me encontraran.
Wilmer y Wendy eran un par de hermanos de mi calle, se rumoraba que su padre había matado a un tipo y estaba en la cárcel y que su mamá era una prostituta, yo no entendía nada de eso, era tan ignorante, a Wilmer le decían “Casi loco”, pues cuerdo, cuerdo no era, tenía en eses entonces como 10 años, al igual que BETO era muy bueno peleando, solo que era más sucio, pues sus golpes certeros en la barriga, hacían que cualquier oponente perdiera el aire, tenía buen cuerpo a sus 10 años, era moreno y tenía carita de niño maloso, por otro lado Wendy de 12 años, era una niña muy atrevida, conocía de sexo, y también se rumoraba que a su corta edad casi la mitad de pelaos de la calle se la habían culeado, bueno no sé por qué razón, causa o circunstancia, una mañana llegue a la casa de los dos hermanitos, estaban solos y su madre no llegaría hasta muy altas horas de la noche, ese día jugábamos los tres, yo muchas veces veía que Wilmer y Wendy me dejaban solo y se iban al cuarto de sus padres, pero yo siempre de tontito ni se me pasaba nada malo por la cabeza, hasta que desesperado por estar solo fui a ver que hacían, vaya sorpresa cuando entre a la habitación y vi a Wendy mostrándole su vagina a Wilmer, y el oliéndosela o chupándosela no sé, solo sé que regrese asustado a la sala, ellos llegaron donde mí y me dijeron que entrara a la habitación con ellos, y así lo hice, Wendy dijo que levantáramos el colchón, y vaya sorpresa encontramos una colección de revistas pornográficas, yo no tenía ni idea de sexo, ni oral, ni anal, ni vaginal, no sabía nada de nada, mi único encuentro más o menos sexual era el que había tenido con mi tío político, ellos me mostraron las revistas pero yo solo veía pura piel, no me excito nada de eso, no entendía nada, ellos al ver que esas revistas no me inspiraban, ella se me acerco y me beso, wow me sentía tan raro a mis 8 años, y mi primer beso por una putita pequeña, yo ni moví los labios, pero de pronto siento que por atrás me abraza Wilmer y me da un beso en el cuello, eso sí me prendió, se me paro mi pequeñito pene, instintivamente busque con mi mano su pene, era normalito un pene de niño de 10 años, los tres nos sentamos en la cama y Wilmer hizo que pusiera la mano en su pene y Wendy puso mi otra mano en su vagina, yo estaba entre los dos hermanos incestuosos, solo hasta ahora supe que eso era un trio, ambos besaban mi cuello y yo tocaba las partes íntimas de ambos, cuando de repente entra una vecina chismosa y no sé si nos vio, ese ha sido mi gran enigma, aunque si nos hubiese visto lo hubiera contado, aunque ella sabía que la mamá de Wilmer y Wendy era peleonera quizás estaría evitando que la arrastraran a golpes.
Diagonal a mi casa vivía Luis, era un man moreno feo, drogadicto de 28 años, y le decían “El Borracho” pues su cara era tan horrible que parecía un borracho, lo único bueno era su cuerpo marcado, aun no sé cómo tenía ese cuerpazo pues nunca lo vi haciendo ejercicio, quizás algunos hombres tienen bellos cuerpos de herencia genética, el a mí me daba mucho miedo, era enigmático, misterioso, y vivía con su abuelita, pero esa señora ni veía, ni oía. Bueno, Lucho como le decían, cada vez que yo lo veía me asustaba, yo temblaba del miedo y eso él lo percibía, y se reía, el me veía y sin hablar solo gestualmente, articulando la boca me decía “TU ERES MARICA” y ponía una de sus manos en la cintura y movía los dedos, en Colombia y en la costa ese gesto es para decir que alguien es gay, yo me ponía pálido, y me iba de donde estuviera, con los días y yo estando en mi casa veía desfilar a Lucho de un lado para otro, como que cuando se drogaba le molestaba la ropa y quedaba solo en tangas, o bueno esos calzoncillos que usan los nadadores, yo medio lo veía y me iba a mi habitación, un día me lo cruce en la calle y me dijo “tú eres marica” y yo le dije “morboso” fue lo único que pude decir jajajaja, a mis 8 años, cuando mi tía no me cuidaba, me daba miedo quedar solo y ese morboso diagonal a mi casa, prefería cerrar la puerta, pero a veces hacía calor y la abría, y allí estaba Lucho sin vergüenza paseándose en calzoncillos de una lado a otro en su casa sin pudor, cualquiera podía verlo así, con su diminuta ropa interior, la verdad lo único que podía observa con detenimiento era el color, pues si entraba a detallar su verga, le confirmaría que ya estaba empezando a sentir atracción por mí mismo género. Un día cualquiera, eran como las 2 de la tarde hacía calor y abrí la puerta, “wow” allí estaba el borracho, como si estuviera esperándome, con una tanguita de hombre azul, y se veía que estaba súper erecto, por primera vez decidí verle el pene, su cabeza grande se asomaba, yo de mi arrechura decidí quedarme a ver que hacía, y vaya sorpresa Lucho se quitó lo único que lo cubría y quedo su enorme verga afuera, el borracho era horroroso pero yo no veía su cara solo su verga, y empezó a tocarse, lo hacía con tanta fuerza que nunca había visto como un hombre se la jalara con tanta rabia, pensé que se hacía daño, y en menos de 5 minutos veo como salen chorros de leche caliente de su verga negra, yo estaba completamente erecto, pero aun no me salía nada de leche, ni liquido pre seminal y aunque les parezca raro, aun no me pajeaba, me excitaba pero no conocía que era pajearse, o masturbarse, solo me daban cosquillitas cuando estaba erecto, Luis se fue a limpiar, yo cerré la puerta de mi casa, muy contento.
CONTINUARÁ….
En mi próximo relato les contare como aprendí a masturbarme, y de cómo a mi temprana edad tuve “sexo” con una mujer que reafirmo mi hombría, mi bisexualismo y mi homosexualismo al mismo tiempo ¿Quién será esa extraña mujer? No te lo pierdas.
*(Los nombres los personajes de mis relatos han sido cambiados para proteger su privacidad y por respeto a ellos)
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