Recuerdos sexuales: Los vecinitos de mi abuela (Cap. 5 Parte 4)
Ya la ultima parte de lo que pasaba con mis vecinitos. .
La situación ya estaba servida en bandeja de plata. Todos teníamos las hormonas alborotadas, ropa que permitía ver como todos tenían los pitos duros, y se sentía un ambiente super caliente.
Recuerdo que les dije para jugar y cuando me levanté, obviamente con la verga dura (como buen adolescente que había escuchado como se cogían a estos pendejitos) Los dos miraron indisimuladamente.
Y: ¿Qué paso, les gusta? (hubo una risa rara y ellos se pararon para saber que íbamos a jugar)
La verdad es que ellos tenían los pitos duros también, pero eran infantiles. La verdad que verlos era muy erótico para mí, y yo ya entendía el morbo que me generaban verlos así a media asta.
Y: se las puedo mostrar para que me digan si es grande, pero ustedes me muestran la suya.
M: Mostrala y nosotros la mostramos rápido.
Sin mucho miramiento la saque de su escondite y ellos miraron sorprendidos. (yo ya la tenía más crecida, y en este momento se que la tengo grande, entonces en mi adolescencia a pesar de estar desarrollando, ya tenia un buen largo y era bastante ancha)
P: fua “Y” la tenes re gorda. Mas que la de “los hermanos de julio”.
Y: no les creo, porque ellos son mas grandes.
M: En serio, y es mas grande que la de Don Antonio.
Yo estaba entre incrédulo y extasiado. Miguelito la agarro sin permiso y dijo que la de Don Antonio la podía agarrar con una mano y casi le daba la vuelta (lo que para mí ahora diría, finita) Y la tuya necesito agarrarla con las dos manos.
Y: Muestren ustedes y te dejo agarrarla un poco más.
Ellos se bajaron los pantalones y mostraron sus pititos erectos, duros y orgullosos de su excitación.
P: Ojalá lo tengamos como vos cuando crezcamos.
Y: seguro les van a crecer, mas si se la tocan.
Entonces pasamos a mirar a todos lados que no venga mi abuela, y los deje que me toquen la verga con las dos manos. Ese proceso fue infantil y excitante. Los dos se agacharon, y la agarraron con las manos casi al mismo tiempo, yo miraba que nadie se acerque, los dos se la pasaban y se reían diciendo que era mas grande que los que conocían.
Y: ¿Cómo jugaban con los “hermanos de Julio” (ellos me miraron y dijeron que no sabían si jugar así estaba bien, obviamente que quería convencerlos y les dije)
Y: yo no les voy a decir a nadie, aparte es un juego de grandes, o en los videos no la pasan bien. Yo miro que no venga nadie y listo.
Entonces ellos se miraron y el primero que se la metió en la boca fue miguelito. La sensación de los labios en el glande fue de una corriente eléctrica que me estremeció y se la saque.
M: Perdon (me dijo,mientras la agarraba otra vez) la voy a lamer y después la chupo mas despasito.
Miguelito empezó a lamerle la cabeza generando oleadas de sensaciones en mi verga. Luego la movia y se la ofrecia a su hermanito para que el haga parte del trabajo.
Ambos contaban hasta el 20 y se compartían la verga que degustaban. Entonces le pregunte:
Y: ¿Cómo hacían eso de que te frotaban la verga en la cola?
M: a eso, si me sacaban el pantalón y me ponían de perrito, entonces venían por atrás y me ponían sus vergas en la raja. Después se movían y me hacían cosquillas en la cola.
Y: A vos Pablo no te lo hacían.
P: Si, pero a mi cosquilla no me daba. Me gustaba cuando Julio me lamia los huevos y a veces me la chupaba. (para mis adentros pensé en que julio también tenia experiencia en chuparle la verga a su tío)
Y: ¿me dejas jugar con tu colita un rato? Mostrame como te ponían los chicos.
M: No se, porque si viene tu abuela yo no voy a tener el pantalón puesto y se va a dar cuenta.
Y: Desde acá yo veo si viene mi abuela, pero ella no ve hasta el fondo dale. No te saques el pantalón y por las dudas Pablo vigila también.
Miguelito con mucha velocidad se puso de perrito y se bajó el pantalón. Mostro un hermoso culo, bien formado de tanto jugar corriendo, con un agujero que ahora en mi recuerdo, se notaba que ya tenia uso.
Yo tenia la verga durísima, con la cabeza muy roja, llena de la baba de dos nenes y de mi propio precum. Estaba todo listo para poder jugar con ese culito, que ya sabia que me lo iba a coger, no por instinto, si no solamente por la poca experiencia que tenía.
Empecé con el frote y miguelito empezó a agachar más la cabeza, hacia ruidos similares a que le molestaba, pero estaba seguro que le gustaba.
Pablito miraba todo expectante, y miraba para atrás viendo que mi abuela no venía. El estaba con el pito duro, y cada tanto se lo tocaba.
Y: acércate, y que Miguelito te lo chupe.
El sin mediar palabras se acerco y miguel sin ninguna objeción se puso a lamerle la verga a su hermanito.
Estuvimos así, mientras yo miraba el espectáculo, le iba embadurnando el culo en precum para lubricarlo bien y poder apoyarle mi verga en ese ojete que ya estaba pidiendo ser cogido nuevamente. Se le veía rosado y con ganas de recibir verga.
Solo le acomode la verga en ese hermoso orificio infantil y sin mucho esfuerzo la cabeza se deslizo. Él se quejó y me imagino que se sorprendió por la sensación. Miro para atrás y me dijo que le había dolido, le dije que se quede quieto porque si no le iba a doler más, que le seguía haciendo cosquillas. Así que se la saque, y volví nuevamente a pincelarle el culo con mi verga. Y cuando pase por el ojete, pude sentir que el abría su esfínter, y la tentación hizo que vuelva a meterle la cabeza. Nuevamente entro y se sintió la queja, pero esta vez no dijo nada, solo le chupaba la pija a su hermanito.
Habremos hecho 6 o 7 veces lo mismo. Ya a esta altura, pude meterle poco a poco cada vez mas la verga. En cada situación se sentía como se ponía resistencia, pero el dejaba que pase poco a poco.
Cuando le metí la verga hasta la mitad, el hermano me mira y me dice:
P: ¿Te lo estas cogiendo?
Y: ¿queres probar vos?
Sin decir nada se da vuelta y mira como tenia su ojete abierto y mas rojo. Se acomoda y se la manda de una, obviamente una verga infantil no le hacia nada y solo tocaba, pero a Miguelito le excitaba eso, porque no decía nada, solo me miraba y se dejaba.
Hasta que se levanto y dijo que tenia miedo que venga la abuela.
Entonces tuve que convencerlo a Pablo, para que nos haga de campana. En lo que el se fue, le pregunte si quería seguir, y me dice que no sabía. Que le iba a hacer cosquillas después de un rato, que tenia que aguantar un poco, para que se la meta. Entonces asiente con la cabeza y se pone nuevamente de perrito. Yo le tiro saliva en su culito, solo atino a apuntar y se la clavó de una. El se queja y me pide que se la quite, que le dolía. Le dije que si se la quitaba iba a dolerle más, que esperé. El se quejaba y pedía que lo deje, entonces le dije que no, que espere y que se calle, entonces lo agarre mas fuerte del cuello y no se movió casi nada, yo atinaba a mirar para arriba así observaba si venia su hermano.
Yo no soy de muchas palabras en el sexo, disfruto demasiado sintiendo la piel de la otra persona, el calor, como mi verga se siente apretada por los tejidos anales y ya en mi adolescencia podía experimentar mucho placer de esa forma.
Recuerdo que lo cambie de posición, porque quería enterrársela hasta al fondo. Entonces cuando se la saque pude ver mi verga llega de eses y algo de sangre. Eso me puso un poco extraño y preferí ir dejando de cogerlo. Le dije que lo iba a dejar que se arregle un poco la ropa y que yo me iba a lavar, el me miro con una cara de que no esperaba esa respuesta, como deseando que lo coja mas o que faltaba algo para terminar. Con esa idea el dijo que estaba bien, y que se quería ir. Yo le pedí que espere y que luego lo acompañaba a los dos. El acepto, tarde un poco, todos sabemos ese olor particular que queda luego del sexo anal sin protección, pero quería dejarme la verga bien limpia y sin olor.
Cuando llego con los hermanitos fue fantástico, estaba Pablito desnudo de la cintura para abajo metiéndole su verguita a su hermanito y cuando me mira sale y se pone a agarra su ropa. Yo la verdad es que lo pare y le dije que siga que les hacia de campana.
Aproveche para acomodarme y terminar la paja, en eso le acerco la verga a la carita de Miguelito y el me miro con una cara de morbo. Chupo un poco hasta que le deje la cara con leche, solo un poco le callo en la boca y la escupió. El Pablito miro con encanto como su hermano estaba cogido y lleno de leche, imito los gemidos y le hizo pis en la cola.
Luego de eso, hablamos un poco, los convencí que era un juego y que no había que decirle a nadie para que no se enojen.
Pasamos varias tardes con los mismos juegos, pude acabarle dentro a Miguelito, también en la boca, pudimos compartirlo con su hermanito. Nos la chupamos entre los tres, me cogí muchísimas veces a Miguelito.
Fueron lindas tardes, hasta que Miguelito se fue a otra provincia. Y ahí paso otras historias, que me entere por parte de su hermano Pablito, que después se termino cogiendo a algunos del barrio.
Espero les haya gustado y perdón por la tardanza, pero pasaron muchas cosas para luego poder contar.
Saludos.
gran relato como sigue
Lo subí hace unos dias. Seguro que ya en estas horas saldrá.