Reencarnado en un niño de 4 años
Soy pasivo, y todo lo que cuente en éste medio es verdad, espero que les gusten mis relatos.
Mi historia, un poco enredosa pero intenté explicarla lo mejor posible, aunque no lo van a creer, mi nombre es Diego, mentalmente tengo casi 70 años, pero físicamente o en apariencia solo aparento 4 años, qué cómo es posible esto?. Les explico, hace poco más de un año, tuve un accidente que me dejó daño cardiovascular y a raíz de esto, mis capacidades motoras fueron disminuyendo hasta caer en un coma del que decían que no saldría, que cómo lo es? El comatoso, puede escuchar todo lo que dicen acerca de él, yo me entregué a la muerte, resignado que no saldría de ella, pero extrañamente tuve un sueño en el que un ente me ofrecía una segundad oportunidad de vivir, pero que para eso debía morir y elegir otro cuerpo terrenal para habitar, yo acepté pensando que sería algo que mi propio cerebro había creado como método de defensa al miedo, se me pidió elegir un cuerpo y aleatoriamente yo decidí que si viviría una vida nueva, quería que fuera lo más larga posible y elegí al nieto de mi hermano menor, un niño de 4 años recién cumplidos de nombre Diego igual que yo (ya ven por donde va la cosa no?).
Yo siempre fui gay, nunca tuve esposa o hijos, yo soy meramente pasivo.
- Dieguito, a levantarse que hay que ir al colegio, Dieguito apure mi amor
- Hmmm yo no tengo que ir al colegio ya estoy viejo para eso, deje de molestar hombre
- Jajajaja pero que serio y adulto este niño, a quien me habrá salido pues, a ver levántese que ya le preparé el desayuno y el uniforme está listo.
Abrí mis ojos, «cómo demonios me escucho si yo no podía hablar?», sentía mi cuerpo, sentía mi entorno, me asusté y me levanté, «por Dios, me levanté, esto no puede estar pasando, inmediatamente recordé aquello de mi sueño y me quedé frío, mi cuerpo actuaba de manera autónoma, me cepillé los dientes, me lavé la cara y me coloqué el uniforme, bajé a comer y me encontré con el que se supone sería mi papá, el segundo hijo de mi hermano y su esposa embarazada a punto de parir, era un sueño seguro, antes de morir vivía mi sueño.
Bueno, sería cuestión de adaptarse y vivir, al final esa fue mi decisión, desayuné y actué como se suponía que un niño de 4 años debía actuar, mi papá o mi sobrino Raúl, me llevó al colegio antes de irse a su trabajo y antes de despedirnos le di un beso de pico dejándolo sorprendido pero antes de que replicara, me salí del auto y entré al colegio, todo fue demasiado fácil y aburrido, me dedicaba más a observar a los chicos más grandes, a la edad de 4 años, yo apenas estaba comenzando el colegio y estudiaba en uno en donde se quedaba hasta medio técnicos y habían chicos de hasta 14 años, aunque separados de la primaria por una cerca de metal, también a los maestros varones, sobre todo a los de deporte que eran súper guapos y musculosos, era un nuevo mundo para mí.
Cuando mi papá pasó por mi, ya había ideado un plan para ver hasta donde podía llegar, mi sobrino – nieto, tendría ya unos 30 años de edad, bien formado y muy guapo, era un colirio para lo ojos, como decimos en mi pueblo y a mi siempre me han gustado los hombres guapos, lo estuve esperando casi media hora hasta que llegó, me subí al auto y entre pláticas de como me fue en el colegio, le dije que quería aprender a manejar.
- No como crees si estás muy chico, además es peligroso
- No papi, tú manejas, yo solo me siento en tus piernas y me dejas tomar el volante y así yo creo que manejo, si papi, anda
- Bueno pero nada más un ratito porque puede que nos toque la policía y me meto en problemas
Antes que se arrepienta me senté en sus piernas ubicando mi trasero justo en la entrepierna de él, como mi sobrino – nieto usaba traje de tela, era delgada y pude sentir justo el pene chocando contra mi colita bien aprisionado por mi peso, cada vez movía mi trasero restregando como sin querer el pene de mi sobrino – padre y cada vez que lo hacía, sentía la incomodidad de él, al final logré mi cometido y sentí como se iba poniéndose duro debajo de mi y cuando yo me movía lo sentía respirar hondo, pero todo fue muy rápido pues estábamos casi llegando a casa.
- Bueno piojo, pásese al asiento que ya llegamos a casa
Cuando me bajaba de él, coloqué mi mano muy cerca de su pene y sentí el bulto que hacía debajo del pantalón, llegamos y bajé del auto, entramos a casa y todo quedó en el olvido, esa noche me acosté a dormir pensando en que había tenido mucha suerte o tal vez había sido castigado, por lo que sea que haya pasado lo iba a disfrutar mucho, así que me dormí complacido y un poco triste pues no sabía adónde había ido su alma o su conciencia pero no me iba a preocupar por eso en éste momento. Al día siguiente comenzaba un período de vacaciones de 3 semanas por motivos religiosos y todo eso que quita tiempo de estudios.
Me levanté con ánimos y desayuné muy contento, hice mi tarea y luego salí a jugar pelota con los vecinos hasta la hora del almuerzo, en la tarde vi dibujos animados mientras papá estaba en el despacho trabajando y mamá descansando, pues el embarazo la cansaba mucho, toqué la puerta y entré adonde mi papá y me senté en sus piernas viendo lo que hacía en el computador e inocentemente comencé a hacerles preguntas que él me respondía de manera simple, mientras yo con mi trasero sobre su pene, me movía muy suavemente, sintiendo el calor a través de la tela de mi shorcito y como mi papá – sobrino también estaba en shorts se sentía mucho mejor.
Mi papá aunque es mi sobrino, (es confuso lo sé), tenía una erección debajo de su tela y aunque no podía verlo o darme una idea de su tamaño, se sentía como si fuera un buen trozo de carne palpitando y que despedía calor como si de un sol se tratara, era mórbido pensar que aquel hombre de 30 y tantos años con aquella virilidad a flor de piel, estuviera excitándose por tener a su pequeñito hijo sobre sus piernas mientras movía su caderita sobre su paquete, quise saber hasta qué punto se podría llegar sin que la moral de padre lo detuviera, así que me bajé de él y me metí debajo del escritorio diciéndole que continuara su trabajo y yo me escondería allí debajo para jugar, todo con una increíble inocencia y con aquella voz que apenas había comenzado a producir palabras, él no encontró excusas para negarme aquello y así sucedió, él continúo en su labor, mientras yo solo me quedé ahí debajo observando su pene palpitar y teniendo sus fuertes y velludas piernas a mi alcance, coloqué mis manitas en sus tobillos gruesos y fui subiéndolas en una caricia hasta sus rodillas, luego bajaba y volvía a subir un poco más arriba, luego simplemente me dediqué a acariciar los vellos de sus muslos, metiendo mis deditos dentro de la tela, lo escuchaba dar pequeños respingos, mis manitas ya estaban debajo de la tela y cada vez se acercaban a su duro pene y justo antes de tocarlo, él se echa hacia atrás y baja la cabeza
- Qué haces piojito?
- Nada papi, jugando contigo
- No puedes jugar así con papi, mi amor, eso está mal
- Bueno papi está bien
Puse mi cara de niño mimado pero por dentro me moría de rabia, pues era tan idiota para prohibirme el placer que tanto deseaba y que hacía años no había tenido, desistí y me fui a mi cuarto a ver tele, era casi la media tarde cuando mi mamá entró en labor de parto, recuerdo que mi papá me llamó y todos apurados, nos metimos en el auto y nos fuimos al hospital, y hacia él que no entendía nada y no pregunté, cuando llegó la demás familia y mi papá pidió el favor a una de sus hermanas que si podía hacerse cargo de mi, yo me negué diciendo que quería quedarme con papi, pero como él se quedaría en el hospital con mamá, no podía ser, así que me resigné y me fui con mi tía a su casa, al llegar ahí, con su familia estábamos cenando cuando noté que su esposo aunque era un poco gordo y calvo no se me hacia nada feo y su hijo un pre – adulto de 18 años, delgado sin músculos, tampoco estaba mal, supongo que eran mis deseos carnales que me hacían verlos de esa manera atractiva.
Como no habían planes de yo estar ahí, me dijeron que tenía que dormir con mi primo, pues no habían camas disponibles, que si la estadía de mi mamá se prolongaba pues ya al día siguiente resolverían mejor, pero que la cama de Carlos, así se llama mi primo, era lo suficientemente grande para los dos, nos fuimos a dormir temprano, pero yo no tenía sueño, estaba nervioso acostado a lado de aquel muchacho delgado que se había acostado solo con un bóxer largo y unas medias y yo con mi pijama de power ranger de tela delgada y un interior pequeño, mi primo chateaba con su teléfono y yo me fui acercando a él poco a poco queriendo saber que hacía en su teléfono, él al no darse cuenta que yo sabía leer y todo se despreocupó y pude ver su conversación «vaya yo estaba deseando poder pasar el fin de semana contigo Pablo, me dejaste mal el otro día, cuándo me dejarás metértelo», «no lo sé Carlos, tú la tienes muy grande y yo soy virgen, me da miedo que me duela mucho», «si, pero no te preocupes te lo haré suavecito si, cuando vuelvas me avisas y nos vemos si?», «está bien, descansa, nos vemos el fin de semana que viene», «está bien, te amo».
Mi primo era gay y estaba deseoso de tener sexo, aparte de un buen descubrimiento, aquello me quedaba como anillo al dedo, tuve que esperar mucho tiempo hasta que él se durmió y por poco yo me dormía también, pero aguanté el sueño y cuando lo escuché respirar profundo, me levanté sin hacer ruido de la cama y corrí a ponerle seguro a la puerta, me acerqué a la cama y me quité el monito y el interior y luego me volví a poner el mono para más facilidad y seguridad, me acosté a su lado bien cerquita y al oído le susurré «primo estás dormido?», no tuve respuesta, así que lo toqué varias veces y lo único que logré fue moverse un poco, el clima estaba seco y un poco caluroso, la sábana era delgada, me fijé bien en la parte donde debía estar su pene y no podía saber bien, así que fui destapándolo poco a poco sin que se despertara, luego de hacerlo estiré mi manita y con un dedo palpé su pene hasta encontrarlo flácido y aguado, el bóxer que llevaba puesto eran de esos que tienen aberturas en el frente con solo botones, con nervios y una mano temblando lo fui abriendo hasta dejar la abertura grande, me acerqué y aspiré con mi naricita, el olor a macho en desarrollo hormonal, era el mejor de los olores.
Lo tomé y se lo fui sacando poco a poco y tuve ante mi, un pene que a pesar de estar dormido era de buen tamaño, por fin tenía ante mi después de tantos años un pene, me acerqué y lo olí, tenía un aroma a perfume de jabón, con la punta de mi nariz lo toqué y estaba caliente, sentía el palpitar de su vena o quizás era la mía, saqué la lengua y la pasé desde la base que tenía un poco de vellos hasta la punta descubierta y me estremecí con lo delicioso de aquel trozo de carne, suavemente lo tomé con mi boca y metí su glande dormido dentro y comencé a chupárselo suavecito para o despertarlo y no me quitara mi nuevo juguete, con la estimulación su pene comenzó a tomar vida y fue poniéndose duro, cuando me retiré un poco pude verlo en todo el esplendor y pude ver porque Pablo tenía miedo, pues eran más de 20 centímetros, aunque era un poco delgado seguía siendo muchos centímetros de carne.
Volví a acercarme y lo tomé con una de mis manitas nerviosas y abriendo nuevamente mi boca, lo engullí tanto como pude, su grosor de dejaba meterlo fácil sin abrir en exceso mi mandíbula, el impedimento de comérmelo todo, era mi garganta pequeña, comencé a meter y sacar aquel pene de mi boca, cada vez con más desesperación, olvidándome de a quien y bajo que circunstancias había sucedido, cuando escuché un gemido de placer y unas manos que se posaban en mis cabellos lo recordé, de repente aquellas manos me tomaron y me apartaron de él, su ojos abiertos enormes me miraban y se dirigían a su pene erecto, duro y ensalivado por mi
- Qué diablos haces Diego?
- Nada primo, es que decías que te la chupe y te la chupé
- Qué? Yo estaba dormido
- A no sabía
- A todo esto, como sabes que era eso? Sabes mamar vergas?, pero cómo no entiendo. Ah no importa
- Quieres que te la chupe más?, está rica tu verga grandota
Carlos no respondió nada, se quedó ensimismado sin saber qué decir y yo aproveché esa duda para acercarme de nuevo a él y tomé su pene a media asta con mis manitas, él intenté alejarme pero yo apreté más fuerte y me agaché hacia él metiéndola nuevamente en mi boca y chupando de nuevo, la punta de su pene tocaba mi campanilla y me daba arcadas, pero tener un pene en mi boca era lo mejor, mi primo se relajó poco a poco y volvió a acostarse y me dejó continuar con la mamada a su pipote, pasé largo rato chupándosela, metiéndolo en mi boca y succionando fuerte, pasando mi lengua por todo su tronco y besando y lamiendo sus testículos, el jugo que soltaba aquel ojo peneano era el más dulce del mundo, mi primo se dejaba comer la verwga sin importarle que el que se la mamaba era su primito de 4 añitos.
Casi media hora después de comenzar, él vuelve a poner sus manos sobre mi cabeza y movía su cadera como follándome la boca y solo avisándome un segundo antes que eyacularía, me echó toda la leche en mi garganta y yo me la tragué absolutamente toda sin desperdiciar ni una gota de esa abundante, caliente, espesa y dulce leche de adolescente, la más rica que recuerdo haber tomado hasta ese momento, cuando terminó de acabar y yo de bebérmela, su pene fue perdiendo dureza y achicándose, yo me retiré aún con un poco de ganas pero si ánimos de insistir, pues sabía que sus hormonas se habían tranquilizado y era probable que me rechazara.
- Vaya te tragaste toda mi leche, pensé que la ibas a escupir y te desagradaría
- No primo, yo me la tragué toda, es rica tu leche
- Así me alegra y dime ya habías tomado lechita así antes?
- No primo, es la primera que bebo, nunca había hecho eso de chupar un pico
- En serio? Parecías un experto
- jejeje no, que bobo
Obviamente no le mentía, pues como Diego de 4 años era la primera verga que mamaba y la primera leche que me tragaba, yo me reposé sobre su pecho delgado y un poco huesudo pero en ese momento me parecía el hombre más hermoso de todos, aunque lo era, su carita era preciosa, con pecas en la nariz, cabello rojizo y piel blanca, con pecas en la espalda y después me enteré que su pene medía 22 centímetros, era delgada pero su grosor era bueno, doblada hacia la izquierda pero no demasiado, cabeza redonda y roja, tronco venoso traslucido, era un macho ideal en pleno desarrollo que luego se pondría físicamente como debía ser.
Nos dormimos abrazados y despertamos abrazados, yo le daba la espalda y él me abrazaba desde atrás, su pene estaba duro nuevamente sobresalía del bóxer, pues nunca se lo había guardado, yo como tenía solo el mono sin nada debajo, me lo bajé y abrí mis nalgas, coloqué saliva con mis dedos varias veces y me acerqué hasta que la punta de su pene estaba en la entrada de mi culito, sabía que no sería fácil y que posiblemente me dolería, pero quería intentarlo aunque fuera imposible sin esfuerzo, hice presión pero no entró, así que hice como si fuera hacer popó y apreté fuerte haciendo que el pene entrara en mi causando un dolor horrible, pues mi culito virgen era demasiado pequeño y su pene era de cabeza gruesa y redonda como dije, aquello hizo que mi primo despertara, pues lo apretado de mi culito le había causado dolor y ardor también.
- Aaaaaaaaah Dieguito que haces?
- Ah primo, es que tu pico estaba golpeándome el culito y yo me eché para atrás y se metió dentro
- Ah, hiciste que me doliera, a ti no te duele? Tienes toda mi cabeza dentro de ti
- Si me duele primo pero ya se me está pasando, creo que me gusta
- En serio? Te gusta que mi cabeza este dentro de ti?
- Si primo, métemelo todo, quiero todo adentro
- Pero no te va a entrar, lo tengo demasiado grande para ti pequeño
- No importa
- En otro momento te lo meto todo
Él se movió un poco dentro de mi, pero luego decidió sacármelo y se masturbó un buen rato hasta avisarme que iba a botar leche, que si quería bebérmela de nuevo y yo evidentemente le dije que si y me pegué a su pico y lo chupé bastante hasta que me dejó caer toda su leche nuevamente en mi boca y me l tragué entera, era la leche mañanera más deliciosa del mundo, lo podría jurar, me quedé pegado como chivo de su pene, hasta que perdió toda la erección, él se levantó, se colocó una toalla y al salir se dio cuenta que la puerta tenía seguro, me miró pero yo desvié mi mirada y me volví a acostar pues aún era temprano y no iba a ir al colegio ese día y a los dos siguientes era fin de semana.
Esa mañana, mi papá vino a casa de la hermana para decirle que si me podía quedar el fin de semana ya que mi mamá no saldría sino hasta el lunes, yo quería quedarme con él en casa pero él me dijo que se la pasaría en el hospital con mamá y mi nueva hermanita, así que debía quedarme en casa de mis tíos, tuve que aceptar pues ya tenía con quien reemplazar en aquellos momentos a mi deseado papito……
Continuará……
Por: HOTMAN
Wow que rico, me encanto, no puedo esperar para leer mas aventuras de este pequeñin!!!
Si vas a copiar un relato, mejor copia la idea general pero escribe todo tú mismo, este relato es de Andior o Acostadoyflojo, cómo lo conozcan, me parece desagradable que te apropies de un relato de otra persona.
No te parece triste y lamentable que publiques un relato que no te pertenece y finjas q es tuyo y encima digas q es real.? Ese resultó s de mi autoría y es una saga de 3 partes… Que tristeza me das
Me encantó tu relato, no dejes de escribir!!!
Si deseas leer la historia completa léela en mi canal, este relato es de mi autoría y está culminado hace tiempo
https://t.me/+RcHur1_eRYQG2p0c
Uffff bro que buen comienzo para esta historia espero pronto subas más
Que rico continua no sabes cuanta leche me hiciste sacar
Continua!!! Muy lindo relato!!!
Me ha gustado el relato, tienes muy buena imaginación, estaré al pendiente de un nuevo episodio, sigue así.
No tiene imaginación, solo plagio mi relato de mi canal, este relato es mío y la saga la culmine hace tiempo. Entra a mi canal y léela
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Woooow q rico relato me encantó la trama ojala siga más capítulos !!!
Me encantó, quiero más !!!
Hotman, eres un patético plagiador de mierda. Ladrón de relatos.