Reencarnado en un niño de 4 años ( 2 )
Dieguito planea como tener un encuentro sexual con su primo Carlos.
Ese viernes no fue para nada divertido, mi tío se fue al trabajo y mi primo Carlos a la universidad hasta la tarde que volvería y mi tía hacía deberes de la casa, fuimos al mercado, hicimos comida, aunque yo era muy torpe a esa edad le ayudé, a mi me encantaba cocinar, hicimos las camas y cuando menos lo vimos, ya la tarde nos había caído, me puse hacer la tarea del colegio y era tan tonto que la hice muy rápido y continúe viendo caricaturas que mi tía me había puesto pensando que era lo que quería, pero yo deseaba ver documentales y pelis de terror, pero en fin, ahí estaba en la sala.
Cerca de las 6 de la tarde, llegó mi tío junto con Carlos muy alegres porque habían visto cosas que le gustaron y cosas de adolescentes que no me importaban, me levanté y fui a saludarlos y abracé a mi tío, y a mi primo lo abracé pero también le di un beso en la mejilla diciéndole » bienvenido primito te extrañé «, él me miró extrañado pero no me dio importancia, cenamos al poco rato y nos reunimos todos en el salón a ver una película, nos sentamos mi tía, mi primo, yo y mi tío, en ese orden en el mueble, yo me recosté sobre mi tío en sus piernas y su panza que era muy cómoda y me dormité un poco con mi mano haciendo almohada sobre su pene y mi culito pegado al muslo de mi primo, aquello me excitaba como no tienen idea, quería que estuviéramos en la cama rápido pues deseaba a mi primo Carlos urgentemente.
Cuando por fin terminó la película y nos fuimos a dormir, mi primo fue al baño y yo aproveché para sacarme el monito y solo quedarme en interiores, él salió con su acostumbrado bóxer holgado con botones en el frente y se metió debajo de las sábanas, tomó su celular y comenzó a chatear por un rato, » hoy fue normal en la uni, extrañé verte ahí, ojalá vuelvas pronto «, » yo también Carlos, ya quiero volver y estar a tu lado, me haces falta, te amo, descansa «, ésta vez la charla fue más corta, él colocó su celular a un lado y me abrazó por los hombros atrayéndome hacia él.
- Primo Carlos, me dejarías chupártela de nuevo y que me la pongas dentro otra vez?
- Sabes piojo, no creo que debamos hacer eso, eres un bebé y puedo lastimarte, mejor dejémoslo si?
- No, yo quiero volver a hacerlo y muchas veces contigo, déjame, tu me gustas
- Qué sabrás tú de eso
Y sin que me dijera más nada, coloqué una mano dentro de su bóxer y masajeé su pene dormido y este reaccionó a mis caricias poniéndose duro en cuestión de segundos, yo me metí debajo de las sábanas y fui hasta su pene, abrí mi boca lo más que pude y me lo comí hasta que su punta chocó con mi campanilla, entonces comencé a mamárselo bien rico, él me tomó de la cabeza y me marcó el ritmo mientras él movía su cadera, aprovechando todo el movimiento, yo me bajé mi interior y me lo quité quedando desnudo totalmente, unos instantes cuando me duchaba, había tomado un pequeño pepino de la nevera y me había estimulado el culito para que estuviera listo a recibir su verga más y mejor esta vez.
Él estaba atento a la mamada, disfrutando de la mínima boquita de su primito de 4 años que solo podía tragar la cabeza y un par de centímetros más, pero que a él, le era suficiente con eso, él soltó mi cabeza y colocó sus manos detrás de su cuello, yo me saqué el pene y él me observó mientras subía lamiendo su abdomen, su pecho y me quedaba prendido de sus tetillas, las chupaba fuerte una por una sacándole gemidos de placer, él era un adolescente que no entendía como un nene de 4 años sabía hacer todo aquello y menos le importaba con el placer que le estaba proporcionando, yo subí a su cuello y lamí hasta quedar en sus labios y besarlo, mi cadera quedaba muy arriba de su pene, así que me tuve que volver a sus tetillas y chuparlas para desbocarlo de placer, mientras que con una manita tomaba aquel monstruoso pene y lo colocaba en la entrada de mi culito casi virgen, de sus labios solo se escuchó en » espera » antes de un «aaaaaahhhh» de placer al hacer que su pene entrara dentro de mi, a mi me dolía por supuesto pero yo sabía y conocía ese dolor, me gustaba, me sentía vivo y poseído, dejé caer un poco más mi cadera y entró más allá de la cabeza.
- Espera Dieguito, te vas a lastimar, déjalo así, ten cuidado, levántate
Eran las protesta que él hacía, mientras sus manos fuertes y grandes me tomaban de la caderita intentando sin ganas de sacarme, pero yo estaba asido de él y no lo dejaría ir, me dolía muchísimo, parecía que me rompía en dos y sentía el palpitar de su pene dentro de mi, pero aquello poco me importaba, dejé caer más mi cuerpo haciendo que él se doblara como sintiendo una puñalada, pues lo apretado de mi esfínter retraía su prepucio al máximo y eso le estaba causando dolor, solamente había usado mi saliva como lubricante pero yo quería tenerlo todo dentro.
- Primo tú tienes cremas para que tu pene no te duela y me entre mejor? Búscala
- Si tengo Dieguito pero creo que debemos detenernos, esto no puede ser
- Dime donde está
Él me lo dijo y yo bajándome de él y sintiendo como la parte de su pen que había entrado, me resbalaba hacia afuera, dejándome un vacío al salir, busqué la crema hasta que la encontré y volví junto a él, le quité las sábanas y me dispuse a quitarle todo hasta que estuvo desnudo igual que yo con su enorme pene de 22 centímetros un poco grueso apuntando al cielo y a la izquierda, tomé la crema y dejé caer mucha sobre su cabeza y a esparcí suavemente con mis deditos de bebé, luego tomé un poco y me la coloqué en mi culito todo adolorido, y cuando estaba listo, me subí sobre él con mis piernitas a los lados de su cadera, tomé su pene y lo coloqué en la entrada de mi culito y afinqué metiéndome la cabeza entera, haciendo que mi primo gimiera de placer, coloqué mis manitas en su pecho y afinqué un poco más, él colocó su manos en mi cinturita pero esta vez sin intentar sacarme sino mantenerme ahí, él movió su cadera hacia arriba mientras con su manos me afincaba hacia abajo y yo hacía lo mismo hasta que la mitad de su pene estaba dentro de mi.
Yo deseaba sentirlo completo dentro de mi, pero no sabía si lo largo podría entrar en mi recto, así que me debía ir con cuidado, hasta ahora pudo entrar la mitad y sentía que podía entrar más, pero no en esa posición, comencé a subir y a bajar solito dejando solo la cabeza dentro de mi y volviendo a clavar la mitad, lo hacía suavemente con ayuda de él para aguantar en esa pose, pero cada vez yo le ponía más fuerza a la embestida pues quería sentir toda su fuerza y cada vez que bajaba dejaba caer más mi cuerpo haciendo que algunos centímetros de él se incrustara en mi.
- Aaahhhh Dieguito, cómo aguantas, que culo tienes, me vuelves loco aaaaahhhhh
- Si primo, a mi me gusta tu verga, es enorme y me está dando fuerte adentro, me gusta mucho
Que un niño de 4 años que apenas puede hablar diga estas cosas morbosas, debe ser lo mejor que un chico como Carlos pueda oír, además de ver a esta criatura tan pequeña, sentada sobre un post – adolescente, el doble de grande que él y casi 5 veces mayor con 22 centímetros en el culito, debe ser mejor vista aún. yo estaba excitado y quería que Carlos me follara como nunca me follarían, me levanté pero mis piernas fallaron y caí a su lado, me arrodillé y dirigí mi culito redondito hacia él invitándolo a perforarme con su enorme trozo de carne, él entendió la sugerencia y poniéndose de pie en el piso y agachándose lo más que podía pues era muy alto, me colocó su pene a la entrada y me lo metió hasta más allá de la cabeza tomándome fuerte de la cinturita, yo me quejé suavecito, pues no podía hacer mucho ruido, él continuaba moviendo su cadera hasta tener nuevamente casi la mitad de su verga dentro de mi.
Me la sacaba y me la metía con demasiado placer, él estaba súper excitado y eso me ponía demasiado caliente, me tomó de los hombros y de esa manera hacía mas presión dentro de mi cuando daba la embestida, me apretaba de los hombros para que yo me moviera hacia atrás y poder entrar más en mi, yo me movía como él deseaba tirando mi cuerpo hacia atrás, cuando él se movía hacia adelante, se que creen que un niño de 4 años no tendría la malicia de hacer todo aquello pero recuerden que dentro de ese niño de 4 años reencarnó un gay maduro con mucha experiencia, Carlos estaba súper excitado pero deseaba prolongar aquello lo más que se pudiera y seguir disfrutando del placer que mi pequeño culito le producía.
- Aaaaaahhhh primo, me gusta, creo que me vas a partir mi cuerpecito a la mitad, dame más, métemelo todo
- Si peque? Aaaaaahhhhh quisiera pero no creo que te entre ni aguantarás, qué culo tan rico, por fin me como uno
- Métemelo todo por favor
No reparé en ese momento en lo que dijo, pero ésta también era la primera vez que Carlos tenía sexo y era yo quien había tenido la dicha de recibir su primera vez y él la mía en éste cuerpo, él salió de mi diciendo que iba a eyacular pero que tenía que concentrarse para no hacerlo, caminó por la habitación hasta calmarse, luego fue al baño a orinar y se quedó un rato pensando hasta que la sensación de eyacular desapareció totalmente, yo lo esperaba en la cama, él se metió bajo las sábanas conmigo y me colocó de espaldas a él como esa mañana cuando intenté penetrarme con u verga, se colocó más lubricante en su pene y me lo metió levantando una de mis piernitas y comenzó a follarme de nuevo, yo tiraba mi culito hacia atrás con fuerza, queriendo que me lo metiera todo, teniendo éxito a medias, pues solo habíamos logrado meter tres partes del pene, unos 16 centímetros que entraban y salían con bastante velocidad con la que Carlos me embestía, ambos estábamos en otro mundo.
Me colocó boca arriba y levantó mis piernitas y las colocó en su abdomen que era hasta donde llegaban y así mi culito se abrió totalmente, se colocó sobre mi y me penetró hasta el fondo y sin esperar nada se comenzó a mover aún más rápido que antes, yo estaba delirando de placer y gusto al ser poseído como me gusta por aquel hombre tan rico, él me tomaba de mi cabecita y me apretaba hacia abajo, la posición es difícil de describir pero era como si él me enrollara al rededor de mi con sus brazos y piernas y me dejara en medio y así movía su cadera lo más rápido que podía, de pronto lo sentí, como si algo dentro de mi se rompiera y sus testículos chocaron contra mi cuerpo, sentí dolor y mucho, pero no dije nada pues el objetivo se había logrado, me había metido todo su pene por increíble que pareciera estaba dentro de mi, lo sentía en el fondo de mi intestino y lo estirado que estaba mi culito casi roto, él se movía más salvajemente dejándome claro que estaba a punto de acabar y que no se contendría y me dejaría toda su leche.
- Aaaaaaaaaahhhhhhhh siiiiiiii que rico, aaaaahhhhhhh te estoy llenando de leche Dieguito aaaaaahhhhh que sabroso
- Si primo, lo siento adentro, está muy caliente y es muchísima, parece como se me orinaras, me gustaaaaa
Ambos nos susurrábamos al oído nuestros goces; Carlos me soltó pero continuó dentro de mi, moviéndose dentro de mi, mientras su pene iba perdiendo erección, cuando él lo retiró de mi, sentí un vacío enorme, mi culito me ardía pero sentía muy rico haber entregado la virginidad a mi primo y que él me entregara la suya, su pene salió limpio, pues yo me había echo un súper lavado estomacal, él se acostó a mi lado y me abrazó quedándonos dormidos desnuditos como tanto quería.
Continuará…….
Por: HOTMAN
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